Partida Rol por web

Una sola bala

Memoria

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07/11/2010, 22:04
Quinn

-No, no. -Quinn negó con la cabeza-. A los nómadas los busca la policía por bandalísmo, no me jodas. No te persigue Militech a no ser que alguien se gaste la pasta que hay que gastarse para ello. Yo no sé en qué mierdas estaba metida Laurie con su hermano, pero sé que se separaron aquel día porque les buscaban por asesinato. Se metieron con una empresa... No me acuerdo del maldito nombre, pero sé que algo les hicieron. ¡Joder, te digo la verdad! ¿Qué culpa tengo yo de las movidas ilegales en las que se metía?

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07/11/2010, 22:10
Izzy

La idea de que Laurie hubiese matado a alguien le pareció tan absurda que tuvo que reirse. Ella jamás le habría hecho daño a nadie a no ser que fuese en defensa propia. No podía decir lo mismo de Paul, porque no le conocía, pero Laurie, su Laurie, nunca habría asesinado a nadie a sangre fría. La única vez que la había visto disparar contra otros había sido la noche de su muerte, para sobrevivir.

Dejó el cuchillo clavado en el suelo y se arrancó la bala colgada al cuello. Quitó el cargador de la pistola y puso uno vacío, con la bala como única munición en él.

-Mataste a una mujer que no habría hecho daño a una mosca, Quinn. La mataste no por celos, como yo pensaba, sino por dinero. Eso... la verdad, no me cabrea tanto. Me pone muy triste. Ahora dime qué relación tienes con Paul, su hermano. Al parecer él creía que yo había vendido a Laurie. ¿Por qué, Quinn?

Hablaba calmadamente. La furia se había disipado, pero la tristeza comenzaba a tomar posesión de ella. Sin la ira para moverla, sólo quedaba el vacío. Era la misma sensación que amenazaba todos los días con dejarla tirada en la cama, sin fuerzas para levantarse. Sólo el impulso para pulsar el gatillo tras meterse el cañón de la pistola en la boca. Pero las ansias de asesinar a Quinn se lo impedían. Ahora... no estaba muy segura de nada.

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07/11/2010, 22:20
Quinn

Quinn fue consciente al ver la pistola de que, de verdad, bajo ninguna circunstancia, iba a vivir. Le escupió a la cara.

-Pues ahógate en tu dramatísmo. No vas a saber nada más de mí, ni vas a recuperar tu brazo ni a Laurie. Así que mátame de una vez.

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07/11/2010, 22:28
Izzy

Izzy comprendió que lo que decía Quinn era verdad. Dejó que la saliva le resbalase por la mejilla sin molestarse en quitársela. Apenas la sentía.

Laurie no habría querido que matase en su nombre. Eso también era cierto.

Estaba mal hacerlo.

-Sabes, Quinn, tienes razón. Por eso no voy a matarte por ella. Voy a matarte por mí. Voy a matarte por placer. Porque te odio. Porque me has robado mi razón de vivir.

Y cambiando de mano la pistola, cogió el cuchillo y lo acercó a su cuello.

-¿Cómo te sientes sabiendo que tu corazón va a detenerse dentro de muy pocos segundos?

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07/11/2010, 22:41
Quinn

Los ojos de Quinn se hinundaron de lágrimas. Apretaba la mandíbula con rabia, incapaz de decir nada. Izzy podía sentir como su cuerpo temblaba bajo ella. En otro tiempo también lo había hecho, pero no por la misma razón. Ni siquiera por una razón parecia.

Algún día ya olvidad le había tenido cierto aprecio a aquella chica. Qué de vueltas daba la vida, ahora la tenía bajo su cuerpo, con un cuchillo rozando casi la piel de su garganta, todo por odio. Todo por amor. Todo porque le había robado el último aliento de vida hacía un mes escaso, y porque cada palabra que decía no hacía más que emporarlo todo. Ya no estaba segura, ya no encontraba ningún recobeco de paz en el que soñar y ver a Laurie. Eran mentiras, o verdades mal contadas, o lo que fueran. Pero Laurie no haría daño a nadie. Quinn sí.

-Yo no... -parecía ir a ahogarse en sus propias lágrimas y la sangre que seguía brotando de las heridas que le habían causado sus puñetazos-. Mátame... ya...

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08/11/2010, 02:49
Izzy

Izzy dejó caer los hombros y hundió el cuchillo en la yugular de Quinn. Al principio no lo movió ni hizo nada, se limitó a mirar la expresión sorprendida en los ojos de su exnovia. Luego se decidió a acabar con su agonía, sacándolo. La sangre comenzó a salir a borbotones por la herida, bombeada por el corazón galopante. En cuestión de segundos, Quinn estaba muerta.

Dejó caer el cuchillo a un lado mientras la sangre de Quinn se extendía en un charco. Izzy se quedó allí, sobre su víctima, sin saber muy bien qué hacer. Su mente estaba vacía. Al fin lo había logrado.

-Lo siento, Laurie. Tenía que hacerlo -murmuró al aire.

De pronto, su cuerpo se sacudió de pies a cabeza por el llanto que había estado guardándose todas aquellas semanas. No había podido llorar así, como una niña, dejando que todo fluyera. Se derrumbó y golpeó a Quinn en el pecho con la palma de la mano, con rabia, tirándole de la ropa como si pretendiera ahogarla con ella. Las fuerzas la abandonaron.

La había matado. ¿Y qué? Eso no cambiaba nada. Ni siquiera se sentía mejor. Ahora se sentía no enfadada. Ahora sólo se sentía triste.

-Laurie, Laurie, te echo de menos... Te necesito tanto... -susurraba, apenas audible por la congoja-. Necesito que estés conmigo. Te amo. No me hagas... no me pidas que siga sin ti...

Ya había terminado su misión. Ya podía abandonar el mundo de los vivos. Buscó con la mano la pistola que había dejado caer junto al cuchillo y se la llevó a la sien. Un disparo y todo terminaría. Y la bala, la bala de Laurie, sería quien acabase con su dolor. Ella era su razón para morir y su ejecutora. Sería la mejor manera de irse. Y ya no se le ocurrían motivos para no hacerlo.

Tragó saliva y miró al horizonte por última vez. Sería un viaje extraño. Cerró los ojos. Inspiró por la nariz. Envió a los músculos de sus dedos la orden de pulsar el gatillo. La orden se extendió por los nervios de la espalda hasta el brazo y...

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09/11/2010, 22:27
Director

La sangre se esparcía por el suelo, alimentando el suelo seco y resquebrajado de aquel páramo abandonado, y el sol caía sobre Izzy y Quinn iluminando el crimen y revelando la evidencia que la nómada había intentado reprimir en el fondo de su corazón durante todo aquel tiempo. Laurie no estaba y la muerte de su causante no había servido sino para abrir una brecha en lo único que la mantenía cuerda y en aquel lugar de gente muerta: la venganza.

Y sin ello, ¿qué quedaba? No estaban sus ojos violetas, ni su risa, ni su candor. No habría más caricias ni susurros en la noche. Sus brazos no volverían a rodear su cintura mientras galopaban las infinitas carreteras de California. No notaría el calor de su cuerpo en sus manos, ni el tacto de la piel suave. No estaría nunca más.

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09/11/2010, 22:27
Laurie

Laurie levantó la jarra y la llevó a sus labios, dando un trago largo y refrescante. De fondo sonaba una vieja canción de un grupo llamado The Who, o eso había dicho la camarera a la que Laurie le había preguntado con aquella sonrisa coqueta, mirando de reojo a Izzy para ver cómo reaccionaba. Lo hacía a menudo, sólo para molestarla, aunque en el fondo Izzy sabía que ella jamás sería capaz de hacerle algo así. Por eso no le importaba, y aquello sólo parecía irritar más a Laurie, que enseguida protestaba haciendo que ella se riese.

Acababan de llegar a una nueva ciudad tras medio mes visitando pequeños pueblos. Su tía había conseguido un lugar ligeramente ilegal en el que alojar a toda la “banda” de moteros, pero ellas habían decidido ir a tomar algo para quitarse la pegajosa sensación de sofoco. Habían encontrado un pequeño bar a pocas calles, incluso había cerca un cine al que Laurie había pedido ir. Y allí estaban, mirándose en silencio con media sonrisa en los labios y sin decir nada, como si fuese la primera vez que se veían.

-¿Qué harías si no estuviese aquí? –preguntó ella con una sonrisa pícara.

En el fondo le gustaba que la halagase diciéndole lo mucho que la quería y la necesitaba, aunque Izzy sólo lo dejase ver entre líneas.

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10/11/2010, 00:30
Izzy

-Ligar con esa camarera a la que le acabas de echar la caña -respondió Izzy fingiendo que le daba igual-. Como tú eres más guapa que yo, no tendría competencia, así que me la llevaría a algún motel de mala muerte para hacerle todas esas cosas que a ti te encanta que yo te haga.

La nómada siguió la broma y miró a la camarera en cuestión con una gran sonrisa, levantando la jarra a modo de saludo y guiñándole un ojo.

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10/11/2010, 20:13
Laurie

La camarera le dedicó una tímida sonrisa y levantó la mano a modo de saludo desde detrás de la barra. Laurie las miró a ambas con recelo para después ocultar el rostro tras la jarra de cerveza, dándole un buen trago.

Miró fijamente a Izzy, seria. Sus ojos empezaban a teñirse del color de la envidia, un verde brillante que parecía agua estancada alrededor de sus pupilas. Era muy sencillo adivinarlo, ya no sólo por los tonos que casi se sabía de memoria sino porque la conocía igual que si siempre hubiesen estado juntas. Sabía a qué color iban a cambiar antes de que lo hicieran.

-Pero la que está aquí soy yo, no ella –se quejó con enfado.

Laurie golpeó con la jarra en la mesa. Entonces se levantó arrastrando la silla y alargó las manos hasta coger el rostro de la nómada, y antes de que Izzy se diese cuenta sus labios habían sido atrapados los de ella. Laurie prolongó el beso varios segundos, después de rozar su lengua con la de Izzy. Entonces la soltó y se sentó de nuevo, lanzándole una hosca mirada a la camarera.

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10/11/2010, 21:45
Izzy

Izzy se echó a reir al ver la respuesta de Laurie. Le hacía gracia su temperamento y el modo en que se ponía seria cuando sus juegos se volvían contra ella. Pero cuando la chica la tomó por las mejillas y la besó apasionadamente, Izzy se quedó sin aliento. Demonios, llevaba a su lado un año y seguía siendo capaz de aquello. Conocía cada curva, cada recoveco, cada peca...  pero seguía sintiéndose igual cuando la besaba, y se excitaba tanto o más que la primera vez.

Jadeó cuando Laurie se apartó y sonrió, nerviosa. Tomó un trago de cerveza para aclararse la garganta, seca, y miró a la camarera con gesto travieso.

-¿Marcando el territorio? -preguntó Izzy mirándola de nuevo-. Cielo, sabes que soy tuya desde que pusiste los ojos en mí la primera vez. Haría lo que fuese por ti.

Cogió su mano y la sostuvo entre las suyas. Le encantaba el modo en que se pintaba las uñas con flores, como habría hecho una cría. Se acercó mirándola a los ojos fijamente, ya seria.

-Si no estuvieras ahí sentada, delante de mí y mirándome a los ojos, estaría fuera, buscándote. Si no te hubiese conocido en aquella boda te habría buscado toda mi vida. -Le besó la mano-. Intuiría que existirías, claro... Eres mi alma gemela, como un trozo de mi, y te siento como mía. Como siento mi brazo derecho. Y sólo saber que podría encontrarte me haría seguir buscándote con más ahínco.

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10/11/2010, 22:58
Laurie

Laurie escuchó prestando todos sus sentidos a las palabras que decía Izzy. Nunca escucharía nada con tanta atención como aquella vez, porque no había nada tan importante en el mundo como su chica. No le quedaba nada más que la moto, ella y la carretera. Era un sentimiento que compartían, un nexo que las unía más de lo que podían comprender. Algo que latía en sus corazones, tan fuerte como el primer día.

Por eso, aunque las mejillas de Laurie se tiñeron levemente de un suave color rojizo, no soltó sus cálidas manos ni un solo instante. Las acarició con las yemas de los dedos, transmitiéndole aquella ternura inocua y la inocencia que desprendía desde la punta redondeada de su nariz hasta el lunar que tenía en la pantorrilla izquierda. Así ella era, y ese era el recuerdo que Izzy quería mantener por siempre vivo en sus retinas. Con la mirada Laurie le decía, aunque ella ya lo supiese, que era iguales e inseparables.

-Lo sé. Yo también lo creía así, y cuando te vi en aquella fiesta lo supe. De verdad. Y lo sigo pensando, que si no estuvieses te buscaría hasta el fin del mundo, porque eres única Izzy. –Le sonrió con timidez, mostrando sus blancos dientes-. Me gusta oírtelo decir porque tienes una voz preciosa. Y sé que jamás te olvidarías de mí.

Laurie se sentó a su lado y esta vez la besó de forma mucho más dulce, pero igual de intensa a su manera, sin importarle quién estuviese allí o lo que tuviese que decir al respecto. Estaban ella e Izzy, y eso era más que suficiente.

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10/11/2010, 23:09
Izzy

Izzy apoyó su frente en la de Laurie, con los ojos cerrados. Vibraba de emoción en aquellos momentos, con las venas repletas de adrenalina. Estar con ella era una droga. Jamás se había sentido tan dichosa como en momentos como esos. Aunque a veces discutiesen a voz en grito, como sólo dos personas enamoradas pueden hacer, Izzy nunca había temido que Laurie fuese a abandonarla. Si se sentía como ella en una décima parte, jamás lo haría.

En momentos como esos lamentaba no poder fundirse con ella para llevarla dentro para siempre, para evitar la angustia de no tenerla cerca. Pero eso sólo hacía más dulce el momento en que se reencontraban.

La nómada sonrió. Sólo tenía veintun años y ya había conocido al amor de su vida. ¿Cómo de afortunada la hacía eso?


Cuando terminó la canción de The Who empezó a sonar una música suave que iluminó el rostro de Izzy.

-Esta canción... Mi padre solía escucharla. La tenía en uno de sus viejos discos. Siempre me pareció... -Encogió un hombro, sonriente-. Nunca la entendí. Ahora sí.

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11/11/2010, 18:41
Laurie

Laurie cerró los ojos escuchando las primeras frases de la canción. Cuando la reconoció sonrió de aquella forma, soñando con cada palabra y cada nota. No tenía una cultura musical muy amplia, ninguna de las dos. Recordaban viejos éxitos, canciones que sonaban en la radio de las personas mayores cuando eran crías y cuyos autores desconocían porque ya habían caído en el olvido. Eran mucho mejores que los de ahora.

-¿Recuerdas mucho a tus padres? –preguntó.

Izzy sabía que ella no solía hacerlo. Habían muerto cuando era demasiado joven por culpa de unos de Militech. ¿La razón? Ninguna que ella o su hermano pudiesen recordar. O eso decía siempre. Su mirada se volvía neblinosa cuando salía el tema.

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11/11/2010, 18:48
Izzy

-De vez en cuando. No sé dónde está mi madre... la verdad es que no nos llevábamos muy bien y cuando les presenté a mi primera novia me invitaron a que me fuera. Mi tía me admitió en su clan. Luego me enteré de que mi padre había muerto de un infarto -bajó la mirada y observó la espuma descender por la jarra-. Todo eso ya lo sabes. Yo... hum. No sé. Nunca he sido demasiado familiar. A veces pienso que ni siquiera me importa el clan. Todo lo que tengo... todo lo que tengo eres tú

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12/11/2010, 12:50
Laurie

Laurie cogió su mano y la besó con delicadeza.

-¿Y necesitas más? Sabes que todo lo que yo tengo también eres tú. Estaremos bien juntas, cielo.

Alargó la mano y se terminó su cerveza. Después le acarició la mejilla con los dedos y trazó una sonrisa en sus labios con estos.

-¿Vamos a cenar a algún sitio y luego volvemos?

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13/11/2010, 01:58
Izzy

Izzy le besó las yemas de los dedos y se terminó la cerveza. Se levantó y la tomó de la mano, y salieron juntas después de pagar. Al llegar a la calle la cogió de la cintura y le dio un beso largo y tierno, y sonrió.

-Vamos a donde tú quieras.

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14/11/2010, 14:46
Laurie

Laurie respondió al beso de igual modo, rodeándole el cuello con los brazos y embriagándose de su particular olor. Después insistió en ir al cine, que era lo que siempre hacía cuando llegaban a una ciudad. Le fascinaba de alguna manera que Izzy no llegaba a comprender, pero se la veía tan ilusionada con sus palomitas y sentada frente a la pantalla que era imposible negárselo. Le cambiaba la cara, y aunque la película no fuese muy buena siempre parecía cautivarla por completo.

Al terminar el cielo ya había oscurecido y las farolas iluminaban tenuemente las calles. Había menos movimiento por las aceras, la gente iba en grupos y los coches metían mucha más bulla que al atardecer. En cierto sentido la ciudad se despertaba entonces.

Laurie le cogió las manos después de tirar el boll de palomitas al contenedor.

—¿Qué quieres hacer ahora?

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14/11/2010, 16:45
Izzy

-¿Vamos a casa? Tengo un poco de sueño...

Le dio un breve beso en los labios y echó a andar hacia la moto. Arrancó cuando Laurie le sujetó bien la cintura y se tomó su tiempo para llegar. Fue un paseo que, si bien resultó algo largo por la distancia, junto a Laurie le pareció mágico. Deberían venir más a la ciudad. Laurie siempre estaba muy diferente en ellas, fascinada, feliz. A Izzy le gustaba el modo en que las luces transformaban su belleza.

Detuvo el vehículo fuera del edificio de apartamentos donde se quedaban y subieron las escaleras hasta su piso. Estaba más bien abandonado, así que los miembros de la familia podían escoger el que quisieran.

Izzy se quitó la ropa y se quedó en sujetador y braga. El cuerpo de Laurie solía estar muy calentito, así que se había acostumbrado a dormir así. Bostezó al entrar el dormitorio, que olía un poco a humedad, pero en peores sitios se habían quedado.

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14/11/2010, 17:17
Laurie

Laurie se agarró fuerte a su cintura mientras el sonido del motor inundaba sus oídos. A ratos la escuchaba tararear alguna canción o comentar algo sobre la película, pero se pasó la mayor parte del viaje con la mejilla pegada a su espalda, dejándose llevar por el suave vaivén.

Al llegar, en la puerta, encontraron a Tony, un tío lejano de Izzy que las saludó de pasada mientras intentaba pescar de la chaqueta a su hijo pequeño, que al parecer no quería irse a dormir de ninguna de las maneras. Protestó e intentó refugiarse detrás de las dos nómadas, pero al final su padre lo cogió como si fuese un saco de patatas y lo subió a su cuarto. Laurie se rió por lo bajo.

-Seguro que tú eras peor –comentó mientras subían las escaleras.

Al llegar arriba Laurie se recogió el pelo con un coletero y se quitó la parte de arriba y los pantalones buscando entre su equipaje una camiseta ancha que ponerse. Después se metió con ella en la cama y la abrazó muy fuerte, como si tuviese miedo a que se desvaneciese en cualquier momento. Le besó la mejilla, los labios y la nariz con ternura y finalmente se acurrucó en su pecho.