Partida Rol por web

Depende a quién preguntes, te dirán que las historias comienzan desde un punto en concreto, otros que comienzan cuando nacen los protagonistas. En este caso, se trata una de las primeras

Vuestra historia, aunque ya con matices tanto oscuros como luminosos, comienza cuando vuestros destinos se unen en Gabriel. Aunque vuestras razones puedan ser completamente diferentes, todos habéis conseguido un pasaje para el viaje inaugural de La Dama, el primer zepelín del principado que está a punto de partir con destino a Arcángel.

Los lugareños y grandes hombres del principado han comunicado que ese es un gran avance para ellos, aunque las malas lenguas, que mayormente son más sabias, susurran en vuestros oídos que este navío fue simplemente comprado, alardeando del dinero que el principado posee, además de intentar demostrar su supremacía al resto de reinos

Desde diferentes puntos, entráis en la plaza principal, desde donde va a zarpar el navío, y también, el lugar por el que debéis acceder. Podéis observar ya de cerca, que se trata de un descomunal zepelín de tres cuerpos, unidos entre si por cuatro largas pasarelas de metal. Toda la estructura está bellamente tallada de un modo tanto aerodinámico como ostentoso, que trata de imitar el estilo de los regios navíos del principado. En la entrada de la plaza también veis un gran tablón en el que dibujaron un cuadro con la distribución de este. Las dos barcazas laterales están destinadas a los viajeros y sus camarotes, mientras que en el cuerpo central se encuentra la bodega de carga, el puente de mando y la sala de máquinas.

Vuestro destino es la barcaza izquierda de La Dama, lugar al que debéis entrar pasando por una cantidad ingente de gente que ha ido a presenciar el despegue. El consejo de comerciantes de Gabriel no ha reparado en gastos para festejar el viaje inaugural, por lo que entre confeti y bandas de músicas, cientos o incluso miles de transeúntes observan emocionados cómo los viajeros embarcan en el navío

Al llegar a la plataforma, un revisor os pide el billete y os conduce por un lujoso pasillo enmoquetado hasta el enorme salón central. Las armas, a no ser que estén bien cuidadas y sean bellas a la vista, están completamente prohibidas a bordo, teniendo que ponerlas en vuestro equipaje (para aquellos que tengan armas exclusivas para el combate y sean muy cantosas, sobre todo. Las que están en buenas vainas, decoran bien vuestras vestimentas y demás las permiten llevar, además de las ocultas, por supuesto) En dicha habitación se encuentran sentados todos los viajeros de la barcaza izquierda; unos veinte individuos, de los cuales la mayoría son gordos burgueses, jovencitas y niños, además de cuatro soldados que están vigilando en las salidas, para cercionarse de que no hay ningún problema durante el viaje

Los cinco sois colocados en la misma mesa (lo sé, casualidad, pero todos sabemos que los personajes con alta natura y gnosis están destinados a encontrarse XD) y, una vez el zepelín ha zarpado, con los consiguientes avisos para que nadie se caiga en la sacudida del despegue, un guardia ataviado con una gran armadura reluciente aparece por la puerta norte dde la habitación. Da un par de golpes en el suelo que resuenan en toda la sala para llamar la atención de los viajeros, y exclama:

- Señoras y señores, bienvenidos al viaje inaugural de La Dama! Debo comunicarles que, por algún fallo del personal, no podrán dejar la estancia hasta que los camarotes se encuentren completamente habilitados dentro de unas horas. Mientras, por favor, no duden en disfrutar de las estupendas vistas de las escotillas, además de los refrigerios y comida que les ofrecemos. Disculpen las molestias

El gentío de la sala, claramente acostumbrados a un excelente servicio, se quejan entre susurros y malos gestos. El vivaje ha comenzado, la comida y bebida está en las mesas y siempre hay algún camarero que os rellena la copa cuando esta se vacía (a ver cuantos se emborrachan) 

Un joven esbelto y fibroso, de etnia Celsius a juzgar por su pálida piel y su vivo pelo castaño, que lo tiene recojido en una coleta. Va vestido con un traje de dos colas, camiseta blanca y chaleco rojo, un atuendo que aunque elegante, no es algo que se suela ver a nivel de calle. Parece que un par de jovenés se le acercan, nerviosas y entusiasmadas. Parece que le preguntan algo, a lo que el con una dulce sonrisa, saca una pluma, al tiempo que las dos chicas sonrien con felicidad y le entregan dos pañuelos, donde el joven escribe algo. 

Un momento antes de que se vayan, se les acerca y les susurra algo al oído, parece que se sonrojan un poco y se vuelven a su mesa.

En ese momento, es cuando ve a un ángel caminando entre mortales, dirigiendose a una de las mesas. Parece que no soy el único que la observa, pero si soy el único que se le acerca.

(Dirigiendome a Zelda)

"Buenos días tenga usted, señora mía, ¿podría este humilde servidor, poder disfrutar de su agradable compañía?"

Sabiendo que nos retirarán las armas guardo cada daga en una bota y los estiletes en los brazaletes, en unas vainas que se encuentran en la zona del antebrazo escondidas pero q si conoces el escondite son fáciles de coger

Las dagas ocultas ya las daba por supuestas, el estilete... con tal de que esté bien conservado cuenta como un arma de caballeros, que simplemente se puede llevar como decoración y defensa propia. Entra en la rama que permiten pasar (siempre que sea uno, que no se para que vas a ir con más de uno si no tiraste en parte a ambidiestría, pero para un viaje teoricamente de placer, creo que vas tranquilamente con dagas y un estilete oye, el resto puede irse a las maletas XD

Un joven de buen parecer llevando una ropa que pese a que no parece muy elegante, mas que nada por lo sencillez de estas ropas, esta hecha de un buen material son de sedas y dejan el cuerpo holgado dándole a su portador una gran movilidad.

Nada mas empezar a subir por la pasarela no duda en sacar medio cuerpo para admirar a 'La dama' y abrir su boca para soltar unas palabras de asombro.
– wah ja ja esto si que es grande, en verdad se levantara. -
Este hecho no escapa a la vista de los guardias que se ponen en seguida a llamarle a atención y comprobar de nuevo su pasaje, tan solo para recibir una reprimenda de los guarda y hacer que vaya a su asiento mas rápido.
- Son unos aguafiestas, que tienes de malo admirar tanto una nave voladora.-

Tras sentarse no dio importancia a las demás personas simplemente pego su cara a la claraboya con el fin de ver despegar a la nave, tenia mucha ganas de ver como se vería y se sentiría salir volando.

Una joven de cabellos rubios junto a su acompañante de brillante armadura entran en la plaza y se paran para contemplar la enrome mole que habia en mitad de la plaza.

---Oooooh...¡Mira eso! ¡Es enorme!- digo impresionada por semejante tamaño- Que suerte que he conseguido las entradas para el viaje ¿verdad?

Me giro hacia mi compañero solo para comprobar que se encuentra coqueteando  con dos jovenes muchachas de mi edad más o menos.

---¡Oh, Gil! Vengaaaaaa...- le apremio cogiendole del brazo y arrastrandolo entre la multitud, sé que es algo imposible arrastrar a una mole de puro músculo y mucho más fuerte que yo, pero también sé que me no me dejará solo casi nunca; finalmente logro llegar al pie de las escaleras y comienzo a arrastrarlo escaleras arriba, finalmente llego hasta el reviso y con una encantadora sonrisa le doy los pases para pasar  dejando la mochila aunque no la Lira.

Finalmente, entro en el salón acompañado, no tengo mucho tiempo de contemplarlo mucho ya que un joven se ofrece a que me siente con él.

---Oh...claro, encnatada...- digo acercandome a la mesa donde está sentandose, antes de sentarme me giro.- Eh, Gil, aqui, venga, sientate conmigo.

Cando Gil se sienta finalmente me acomodo junto a él apoyandome  mi cuerpo sobre su armadura mientras me quito las sandalias y las subo sobre el asiento mientras no paro de hablar emocionada con Gil sin dejar de señalar el suelo mientras nos alejamos del suelo.

---Por cierto...- digo girandome hacia el chico y sonriendole- muchas gracias por ofrecernos asiento...

-- Soy yo el que esta agradecido de que un ángel como vos quiera compartir una agradable charla con mi persona.

--Perdona mis modales, aun no me he presentado. Mi nombre es Orfeo. Bardo por vocación, regalo mi música a todo aquel que desee escucharla. 

--¿Podría preguntar por el nombre de aquellos que compartirán mesa conmigo?

Un muchacho Ryuan joven, destaca entre las personas que se encuentran a su alrededor nada más entrar en el zepelin, debido a que queda muy claro que no pertenece a este lugar, al comportarse como un niño pequeño que ha conseguido un juguete nuevo, mirando para todos lados maravillado por el espectáculo.

Lleva ropas humildes y un poco gastadas por el uso (pantalón marrón, camisa blanca de manga larga remangada y en el lado derecho del cinturón una pequeña bolsa)

Tras sentarme en la mesa me fijo en todos los que me acompañan a la mesa y respondo a la pregunta del muchacho Celsius de manera alegre y despreocupada

-Muy buenas, mi nombre es Harada, ¿sabes si tardaremos mucho en despegar y cuanto tardará el viaje?

Siento ser pesado pero solo tengo dos dagas escondidas y la bolsa del cinturón tiene un bolsillo escondido que solo se puede acceder a el desde la zona que esta pegada a mi pierna( solo se puede coger lo de dentro cuando me lo quito del cinturón y en el llevo la pequeña esfera)

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También si es posible me gustaría llevar siempre activo ocultar ki, pero si superó la prueba lo que quiero es falsear el resultado para que piensen que soy una persona normal

Al entrar me gustaría tirar a Advertir para localizar bolsos, bolsas de monedas,joyas
También al sentarme a la mesa me gustaría tirar denuevo para fijarme bien en todos aquellos q se sientan conmigo

Siempre asumo que llevas ocultar el ki activo... también tienes que saber que "camuflar" el ki para que parezca algo parecido, no ocultarlo de todo, tiene un penalizador. De todas maneras, yo hago mis propias tiradas ocultas cuando alguien que detecte el ki haga una tirada activa para detección o erudición, para que los propios personajes, aprovechando que no teneis por que ver mis tiradas, no sepais realmente que es lo que está ocurriendo

En las tiradas de advertir que hiciste, no ves nada extraño, más de lo que los propios personajes van describiendo.

Mi nombre es Gilgamesh, y la hermosa señorita que me acompaña es Zelda, mi protegida. Espero que sea tratada con el respeto que se merece... Aunque su voz es meliosa cuando se está dirigiendo a su acompañante, esta torna en tosca e intimidante cuando se dirige hacia vosotros.

Es un joven rubio de ojos azules, ataviado con una armadura de piezas doradas. A su espalda lleva un escudo ornamentado con pequeñas piedras preciosas, resplandeciente, sin ningún rasguño, mientras que en su cadera derecha tiene envainada una hermosa Katana con una vaina blanca con dibujos de un rojo intenso, que recorren toda la vaina como si se tratase de olas que surcan esta.

-- Encantado Señor Hajime, no creo que tardemos mucho en despegar, pues como ve, el salón seta concurrido. Imagino que faltara alguien por llegar, y le están dando tiempo. Además, por lo que veo, esta mesa es para 5 personas, pero solo estamos 4. Por otra parte, según he oído, esta maravilla de la ciencia moderna es capaz de llegar a Arkangel en tan solo 3 días.

Me giro para mirar a Gilgamesh cuando se presenta

-- No tiene de que preocuparse, Sir Gilgamesh, entiendo perfectamente su celo en protegerla, pero ni por todo el oro del mundo osaría ponerle la mano a una mujer.  

Dice mientras devuelvo con una encantadora sonrisa la mirada a Zelda. 
Volviendo de nuevo la mirada a Gilgamesh, siempre con un semblante amable.

--Creo que no he cometido ningún agravio hacia sus personas, y nada tienen que temer de mi, por eso me gustaría pedirle que regulara su voz, ya que ninguno de los presentes quiere perturbar el buen ambiente, y supongo que mucho menos causar malestar a la señorita, ¿o me equivoco?

Sonreí al comentario de el joven bardo y luego apreté el hombro de Gilgamesh.

---No te sientas ofendido, siempre es así con todo el mundo excepto conmigo- digo sonriendo de nuevo esta vez como disculpa- Sí una decena de guardias fue incapaz de hacerle pedir las a buen tono dudo mucho que lo hagas tú, yo ya renuncié hace años a intenarlo 

Detectas una fuente de poder mágico bastante decentillo en una pequeña bolsa que tiene Hajime debajo de su ropa (sabes que es algo como una bolsa, porque no corresponde a los bolsillos y está bien oculta XD)

Algo extrañada por que esa persona tuviese un objeto tan "poderoso"  dirijo una mirada a Gil y luego contemplo mejor las ropas tratando de distinguir algo entre ellas, con la excusa de ponerme en una posición más comoda cambio de posición para ver mejor, aunque sin exito.

Jin giro su cabeza ante los comensales de su mesa y miro con cara extraña al Orfeo.
- eh eh señor Orfeo, no me salen su cuenta, ya estamos 5 en esta mesa aunque no me halla presentado no quiere decir que no exista, ya que estamos usted, el tío con la ropa rara haber como era Hajime, el tío de la armadura dorada Gilgameh, la hermosa joven Zelda y yo Jin mo-ri.
Bueno me pregunto si cuando despeguemos podre moverme libre mente por la nave tengo muchas ganas de explorarla.-

Tras terminar de hablar se puso a moverse inquieto en su silla por la emoción mientras su mirada no se apartaba de la claraboya.

Te dijeron que esa es tu mesa. Apañate con ellos o describe si se la lias a un guardia o camarero por el follón xD

--Con una ligera risa me vuelvo a Jin mo-ri, tienes razón, como vera, estudie bellas artes, los números no son mi especialidad.

--Por otra parte, concuerdo con usted en que esta nave es fabulosa, pero no creo que nos dejen acceder más allá de la parte central. También he escuchado que tienen un comedor con sala de baile y un grupo de músicos. Si es así, me gustaría poder tocar alguna pieza.

Cambiando la dirección hacia el pasillo, con una mano llamo a uno de los comensales:

--Perdone, ¿seria tan amable de servirme una copa de vino tinto de la bodega del 35?, muchas gracias. 

Volviendome a vosotros:

--¿Alguno va a querer algo de tomar?

Tras el comentario de Jin Mo-ri casi salto de la silla de la emoción
- la verda yo también me muero de ganas de ver como es este lugar por dentro,¿ que ta parece la idea?

Le hago un gesto con la cabeza hacia la puerta, tras lo cul (si Jin muestra interés) me dirijo a orfeo

-Se que todavía no nos conocemos pero podrias cantar alguno temas para poder distraer al resto de la tripulacion?