Partida Rol por web

Una Sombra en los Sueños (Iniciación)

El inicio del Viaje

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26/04/2011, 17:46
Alyss Bleinchart
Sólo para el director

Alyss detuvo sus pasos justo ante el inicio de la alfombra roja, y oculta su mirada tras la oscura capucha de su inseparable capa, miró a uno y otro lado, observando, apreciando al gentío y los centenares de pares de ojos que en esos momento se abatían sobre su figura. Y por un momento, se sintió extraña y sumamente débil y desprotegida, pues ella no estaba a acostumbrada a ser vista, sino más bien todo lo contrario.

Está bien Alyss, - se dijo a si misma, empleando su nombre falso, del cual se había familiarizado tan profundamente que incluso lo empleaba para dirigirse a si misma, - estate tranquila, respira, eso es, así, y ahora muévete, llamarás menos la atención que ahí parada como una tonta. - se recriminó para ponerse nuevamente en marcha, ahora dando pasos largos pero contenidos, pues nadie que pisara la alfombra parecía correr y eso también habría llamado demasiado la atención.

Con los primeros pasos, la joven aligeró la garra que era su mano zurda alrededor del billete dorado, y con un movimiento rápido, lo introdujo bajo su capa, en uno los bolsillos interiores de su ropa. Su mano diestra, por su parte, se encargó de ofrecerle algo más de seguridad, y como casi siempre, se deslizó hasta la empuñadura de Centinela, donde de acomodó para terminar de recorrer aquella larga alfombra. Y de nuevo la zurda, ahora libre de la carga del dorado billete, hizo al fin lo más difícil, retirar la capucha para permitir que aquella gente pudiera ver las cicatrices de su rostro. Por ti, madre. Al fin y al cabo, tampoco había nadie que cruzara aquella alfombra con el rostro oculto.

Alyss apretó los labios, clavó la mirada al frente, y sin poder remediarlo o contenerse aceleró sus pasos, avanzando más rápido que nadie de los presentes.

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26/04/2011, 19:42
Director

Con cada paso que das el edificio se vuelve más y más grande, una enorme puerta doble se encuentra abierta de par en par. Cuatro guardias armados con estoques y con el simbolo de Gabriel cosido en los ropajes rojos y dorados se encuentran apostados en la gran puerta, dos a cada lado.

Cuando entras al interior del edificio, llegas a una sala muy bien decorada con muchos cuadros lujosos que estan por todas las paredes. A ambos lados de la sala se encuetra una mesa con una larga cola de gente. Te quedas observando una de ellas y ves que el hombre sentado en la mesa revisa unos billetes dorados, mientras otros dos compañeros con trajes rojos y dorados se llevan el equipaje por la puerta que esta detrás de la mesa.

En la pared que tienes justo en frente tuyo, un largo pasillo por el que continua la alfombra roja por la que llevas un buen rato caminado prosigue el recorrido hacia donde tu supone que esta el zepelín.

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26/04/2011, 19:46
Alyss Bleinchart
Sólo para el director

Aliviada por dejar atrás a la multitud, Alyss frenó sus pasos en aquella galán sala, y liberando un suave suspiro, paseó su mirada por el lugar antes de retomar su movimiento y colocarse en la cola. Nerviosa, y no por el hecho de ir a volar, sino más bien por el esfuerzo realizado al mostrar sus cicatrices a tanta gente a la vez, la joven se concentró en tranquilizar su respiración, algo que sabia hacer perfectamente, y solo cuando se sintió más tranquila aligeró la presión de sus dedos, cerrados con fuerza desde que descubriera su rostro.

Instintivamente echó mano de la capucha, pero en el último instante la dejó caer, nuevamente, sobre su espalda. Si había atravesado aquella alfombra cubierta de centenares, de miles de ojos, podía soportar una cola como aquella.

Tampoco ha sido para tanto, Alyss. - se intentó convencer, aguardando pacientemente a que llegara su turno en aquella cola dispuesta para la revisión del billete y la entrega del equipaje, lo que le hizo sentir y pensar en la mochila con la que cargaba a la espalda.

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27/04/2011, 01:22
Yreth Ygdrasil

Aunque avanza veloz los guardias detienen su paso interfiriendo al mismo. Y a pesar de las ordenes posteriores no se mueve, es más se queda solo observando la singular forma que tiene su hermano de evadirse de aquello entre intentos de esconderse mientras señala su posición con sus manos y su voz. Sencillamente patético…

Aún allí parado frente a los guardias, estalla una risa primero grave y apenas un susurro luego esta aumenta el tono y volumen y se estremece entre ligeros cambios acompañando aquel acto con unos rítmicos movimientos de su cuerpo que se retorcía mientras sus manos se acercaban una a su frente y otra a su estómago, casi parecía un loco. Luego entre fútiles intentos de detener aquella risa consigue mentar algunas palabras:

-Ethan sencillamente eres idiota…- luego parece que queda suspendido en el tiempo sin irradiar ninguna risotada más, ni siquiera un simple exhalo de aire. Con mayor temple que se arraiga en su facciones convertidas en pura seriedad, se vuelve a los soldados y culmina una palabras con tono grave -disculpen señores ha sido simplemente una tontería…-

Tras eso gira sobre sus talones y vuelve al punto que le indicaban.

 

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28/04/2011, 15:43
Director

Te acercas a la cola de la derecha y esperas que sea tu turno. Todos los que hacen cola son burgueses o nobles con sus familias, lo deduces por los ropajes que llevan.

-Siguiente en la cola, por favor.

Tardas unos segundos en darte cuenta de que se refiere a ti. Al acercarte hasta donde se encuentra el guardia/revisor, lo más característico de aquél hombre era una pequeña cicatriz en la comisura del labio superior. Este te analiza de arriba a abajo con la mirada.

-¿Va a viajar sola?

Levanta un poco la mano hacia donde estas tu, a la espera que le hagas entrega del billete.


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28/04/2011, 15:45
Director

Los guardias siguen con la mirada a Ethan en su intento fallido de pasar desapercibido. Uno de ellos se rasca la cabeza antes de hablar.

-Señor...que lo seguimos viendo, haga el favor de dejar las niñerias y pongase el último en la cola, si no, nos veremos en la obligación de hecharle del edificio.

Luego hablan un poco más bajo entre ellos, antes de que uno decepcionado se te acerca Ethan, para llevarte a regañadientas hasta el final de la cola.

Tras un rato de malas miradas por parte de los que van por delante vuestro en la cola, es vuestro turno en la cola de la izquierda. Todos los que hacen cola son burgueses o nobles con sus familias, lo deduces por los ropajes que llevan.

-Siguiente en la cola, por favor.

Tardáiss unos segundos en daros cuenta de que se refiere a vosotros, quienes estáis más pendientes en pensar que nueva locura hacer que en prestar atención a vuestros oidos. Al acercaros hasta donde se encuentra el guardia/revisor, lo más característico de aquél hombre era una pequeña cicatriz en la comisura del labio inferior. Este tos analiza de arriba a abajo con la mirada.

-Vaya, los dos que antes estaban haciendo un alboroto hace unos minutos, ¿eh?

Levanta un poco la mano hacia donde estáis, a la espera que le entreguen los billetes.

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28/04/2011, 15:53
Director

Regresas otra vez a la alfombra roja por la que habías entrado al edificio, pero esta vez para continuar el trayecto hacia la sala donde te aguarda el viaje de tu vida. El pasillo aunque es un poco estrecho en comparación con la gran sala donde escasos segundos te encontrabas, es lo suficientemente ancho para que varias personas caminen juntas. En las paredes hay cuadros con bellos parajes, lugares exóticos y paisajes urbanos.

Al final del pasillo ves otra puerta doble, más pequeña en comparación con la que se haya en la entrada del edificio, pero igualmente grande. Dos guardias se encuentran apostados en ella y muchas personas que van por delante tuyo en el pasillo atraviesan la puerta con tranquilidad.

Algún que otro niño le pide con entusiasmo a sus padres que se den prisa, que tiene ganas de ver ya el zepelín; los padres con suma paciencia le dicen que espere, si ya ha esperado varias semanas, un poco tiempo más no será nada.

Continuas el trayecto por el largo pasillo, se te hace eterno, entre el nerviosismo que tienes encima y la curiosidad por ver la maquina voladora.

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28/04/2011, 16:44
Alyss Bleinchart
Sólo para el director

Si, respondió la joven, en un tono más bien seco como consecuencia de la incomodidad que sentía a razón del examen visual al que acababa de ser sometida. Esto va a resultar más difícil de lo esperado.

Deseosa de dejar atrás esa mesa, y con ello a aquel guarda y al resto de sus compañeros, Alyss le tendió el dorado billete que confirmaba su presencia en aquel lugar, y sin dejar de apoyarse ahora en el pie derecho, ahora en el izquierdo, esperó a que aquel hombre le diera permiso para pasar.

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28/04/2011, 18:31
Director

El hombre de la cicatriz en el labio coge el billete un momento y tras revisarlo, vuelve su mirada hacia ti.

-¿Nombre y apellidos?

De la mesa coge una pluma y la coloca dentro del bote de tinta para poder escribir en el papel que tiene justo delante suyo.

-Deje todo el equipaje aquí, nosotros nos encargaremos de llevarlo a su respectivo camarote en el zepelin.

Te observa de nuevo y añade unas palabras más.

-Supongo que no hace falta que le recuerde la normativa número 14 por la cuál esta prohibido llevar ningún tipo de arma encima al entrar en el zepelín. Puede dejarlas aquí y serán también llevadas a su camarote junto con el resto de su equipaje.

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29/04/2011, 12:22
Alyss Bleinchart
Sólo para el director

Alyss, Alyss Bleinchart. - respondió la joven, la voz neutra, ajena a la preocupación que le acababa de asaltar al ser informada de que debia despojarse de sus armas. Evitando que nadie percibiera lo molesto de dicha normativa, Alyss se permitió una torpe sonrisa, Maldita sea.. Debí imaginarlo. Centinela hubiera estado más segura en casa que no aquí, y un ligero cabeceo de asentimiento antes de echar mano a su cintura, liberando primero la funda de Centinela, a su derecha, y acto seguido la de su afilada daga, a la izquierda. Reacia, pero sin ninguna otra posibilidad, se descolgó también la mochila y se preparó para cederlas al encargado de llevarlas a su camarote.

Confío en que mis posesiones estarán a buen recaudo, ¿cierto?

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29/04/2011, 17:25
Director

Los dos hombres con ropajes rojos que con anterioridad habían recogido el equipaje de otros pasajeros que habían estado por delante tuyo en la cola regresan y se llevan tus pertenencias.

-Por supuesto, es nuestro trabajo. Te sonrié.

El revisor abre un pequeño cofre que tiene al lado suyo, tras revisar varios papeles saca de el un billete y te lo entrega. Al recogerlo puedes ver que pone "billete de embarque" en unas lentras doradas bastante grandes.

-Muy bien todo en orden, Alyss Bleinchart

Baja la mirada al documento que tiene encima de la mesa y tras leer algo, levanta la cabeza para tenerte a la vista de nuevo.

-El número de su camarote viene indicado en el billete, allí encontrará de nuevo sus pertenencias. Siga el recorrido de la alfombra roja para llegar hasta donde se encuentra el zepelín. Que tenga un buen viaje.

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01/05/2011, 10:54
Roland Denell
Sólo para el director

Sigo caminando, algo nervioso, por el gran pasillo. "Lo cierto es que nunca había visto algo como eso..." pienso meditativo mientras recorro el entorno con la vista.

Mi emoción era tanta que, inconscientemente, aumenté el paso, adquiriendo una forma de caminar algo apresurada. Mientras camino, en completo silencio, me mantengo atento a las conversaciones de los demás pasajeros, intentando obtener una idea de la clase de gente que me espera en el viaje.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100(+50)
Motivo: Advertir
Resultado: 87(+50)=137

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01/05/2011, 18:51
Yreth Ygdrasil

Prácticamente son empujados hasta el final de la cola, entre miradas de desprecio y similares a la sorpresa junto al enfado. Luego con paso aunque podría describirse aquel breve paseo por  pura inercia, llegan hasta el encargado de la recogida de billetes.

-Veo que nuestra fama llega lejos, lastima para usted que no firmó autógrafos, pero puede quedarse con esto una vez que no lo necesite…- y ante aquellos vocablos sonríe y extiende la mano con su billete, a la espera de que fuese recogido.

Para nuevamente poder reanudar la marcha…

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02/05/2011, 10:01
Alyss Bleinchart
Sólo para el director

Más os vale. - se dijo en silencio, antes de esforzarse por esgrimir una nueva sonrisa que acompañaba a su mirada, clavada en los dos hombres de casaca roja que se alejaban con sus pocas, pero valiosas, posesiones.

Alyss tendió la mano para aferrar el nuevo billete, y tras asimilar la información impresa en él, y en especial el número de camarote, lo guardó en uno de sus bolsillos, Gracias, antes de echar a andar siguiendo las instrucciones del revisor. Sin soportarlo mucho más, la joven volvió a cernirse su añorada capucha, y mucho más a gusto ahora que su rostro quedaba oculto bajo su protección, aceleró ligeramente sus pasos.

Sé que tus intenciones son buenas, madre, pero quizás este viaje no ha sido tan buena idea...

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02/05/2011, 13:57
Director

El hombre de la cicatriz en el labio coge los billetes un momento y tras revisarlos, vuelve su mirada hacia ustedes.

-¿Nombres y apellidos?

De la mesa coge una pluma y la coloca dentro del bote de tinta para poder escribir en el papel que tiene justo delante suyo.

-Dejen todo el equipaje aquí, nosotros nos encargaremos de llevarlo a su respectivo camarote en el zepelin.

Luego de observaros de nuevo, añade unas palabras más.

-Supongo que no hace falta que les recuerde la normativa número 14 por la cuál esta prohibido llevar ningún tipo de arma encima al entrar en el zepelín. Pueden dejarlas aquí y serán también llevadas a su camarote junto con el resto de su equipaje.

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02/05/2011, 13:59
Director

Cuanto más te acercas al final del pasillo más gritos de asombro escuchas procedentes de la sala continua.

Al parecer al fin tus ojos podrán ver la máquina con la increible capacidad de poder volar por el inmenso cielo.

Solo faltan unos pocos pasos más antes de traspasar la puerta, tras la cuál el mundo tal y como lo conoces cambiará, aunque de eso eres desconocedor aún.

El magnífico zepelín se encuentra delante tuyo.

Imagen externa a Comunidad Umbría

Ves que el zepelín se encuentra en un inmenso patio interno del edificio, las paredes del patio están llenas de ventanales donde mucha gente observará el despegue. Por una puerta cercana ves a varias personas con trajes rojos y dorados llevando carritos con equipaje hacia el zepelín.

La alfombra roja ahora se divide en dos y cada una se dirije a uno de las alas del zepelín. Justo donde se bifurcan los caminos hay un hombre que va indicando a la gente a cuál dirigirse tras un breve vistazo a los billetes de embarque.

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02/05/2011, 14:03
Director

Regresas otra vez a la alfombra roja por la que habías entrado al edificio, pero esta vez para continuar el trayecto hacia la sala donde te aguarda el viaje de tu vida. El pasillo aunque es un poco estrecho en comparación con la gran sala donde escasos segundos te encontrabas, es lo suficientemente ancho para que varias personas caminen juntas. En las paredes hay cuadros con bellos parajes, lugares exóticos y paisajes urbanos.

Al final del pasillo ves otra puerta doble, más pequeña en comparación con la que se haya en la entrada del edificio, pero igualmente grande. Dos guardias se encuentran apostados en ella y muchas personas que van por delante tuyo en el pasillo atraviesan la puerta con tranquilidad.

Algún que otro niño le pide con entusiasmo a sus padres que se den prisa, que tiene ganas de ver ya el zepelín; los padres con suma paciencia le dicen que espere, si ya ha esperado varias semanas, un poco tiempo más no será nada.

Continuas el trayecto por el largo pasillo, se te hace eterno, entre el nerviosismo que tienes encima y la curiosidad por ver la maquina voladora.

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02/05/2011, 14:31
Alyss Bleinchart
Sólo para el director

El pasillo pareció convertirse en una extraña odisea sin fin, y cuando al fin la joven alcanzó a divisar lo que esperaba fuera el final del trayecto, las dos grandes puertas que bien podrían ser las custodias del zepelin, Alyss se detuvo a tiempo de dejar pasar, o mejor dicho esquivar, a uno de los ansiosos chiquillos que correteaban de un lado para otro. Con una mueca de impaciencia, expresión que se mantuvo oculta bajo la capa, la muchacha reanudó la marcha sin ofrecer mayor importancia al incidente, Al fin y al cabo son niños, hasta que al fin, sus rápidos pasos la condujeron a atravesar las grandes puerta, acción que llevó a cabo acompañada unicamente de un mero y sencillo cabeceo, a modo de saludo, que dirigió a los guardas apostados allí.

Una vez al otro lado de las puertas, y rodeada de más gente de la que le habría gustado, Alyss detuvo su caminar para mirar, también ella un tanto nerviosa ante lo privilegiado del momento, en todas las direcciones con el objetivo de poder admirar el famoso Zepelin, la maquina que según decían, era capaz de volar.

Y más vale que lo haga bien, pues vamos a estar dentro. se dijo, arrugando la comisura de los labios en un íntima y peculiar mueca.

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02/05/2011, 21:59
Selphie
Sólo para el director

Los trazos de la ciudad se fundían con la gente que saturaba las calles en vista del reciente evento, todos estaban ansiosos y eufóricos, era muy difícil pasar entre tantas personas. Aun así Selphie no tenía problemas para moverse entre ellos, su montura, un percheron de combate apartaba fácilmente a los curiosos, entre mas se acercaba al lugar indicado veía que todo era de gala.

Creo que hubiera sido mejor regresar a mi hogar.

Detuvo su montura vacilando un momento, había recorrido gran parte del mundo, nada la había hecho retroceder hasta ahora, su hermano a tan solo unos cuantos días de viaje pondría fin a su viaje, pero el poder ser de las afortunadas en ver tal maravilla moderna era un hecho único.

Nunca retrocederé ni lo hare ahora.

Sin desmontar siguió hasta donde los guardias marcaban la línea divisoria entre los espectadores y los que serian parte del suceso. Al principio los guardias le pidieron bajar de tan extraña montura, pero un ligero chasquido amenazante del caballo y el boleto dorado disuadieron de mala gana a los guardias.
Cuando abrieron paso percheron se levanto en dos patas en una desmostracion de grandeza que dejo a los guardias con la fija intención de no volver a entrometerse en sus asuntos.

Una vez adentro nada parecía haber cambiado, hace unas horas estaba en una taberna en la cual se sentía cómoda pero la excluían por ser extraña, aquí veía un lugar completamente extraño y elegante con gente que miraba con recelo y extrañeza.

Claro, soy la única que se le ocurre entrar con todo y montura, pero quiero que mi percheron vea esto.

Bajo del percheron y sujeto las riendas fuertemente mientras buscaba un lugar donde acomodarse, miro de reojo por si reconosia a alguien de la inquisición, pero entre tanta gala no podia adivinar si había alguien ahí. Aun así ella procuro caminar mostrando su cimitarra un arma refinada, fina y ligera. Era tal notoriedad de la espada no solo por estar hecha con acero de damasco, si no que por esta misma causa su uso excesivo evitaba que ella fuera sospechosa de cualquier actividad que incluyera a la inquisición, también estaba segura de que su montura y sable la excluyeran lo suficiente para evitar preguntas inecesarias.

Notas de juego

SObre el personaje ya tenia avanzado algo... lo de los chocobos no lo sabia pido discupas por eso

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03/05/2011, 16:57
Glen Sandbert
Sólo para el director

Glen se colocó de último en una de las filas de los laterales y allí esperó a que llegara su turno para entregar el billete dorado. En su puesto en la fila, acarició la suave textura de su pasaje y lo movió comprobando sus diferentes brillos. La cola avanzaba a buen ritmo y cuando llegó su turno, Glen indicó.

- No llevo equipaje.

Era cierto. Todo lo que Glen portaba lo llevaba encima de modo que no había tenido que preparar un baúl o una mochila grande con sus pertenencias. Estaba acostumbrado a vivir con pocas pertenencias.

Notas de juego

Disculpa la tardanza. Vamos allá