Partida Rol por web

No, pero cualquiera de mis compañeros de trabajo solo para reirse posiblemente lo hizo, algunos son asi digo mientras pido una botella de agua para beber. Creo que me voy a tumbar un rato, este maldito ron me parece que me esta matando. Os dejo a todos, os vere a la hora de cenar en el salon, en cuanto se me pase el punto que llevo

Me levanto y me marcho al hotel a la habitacion donde entro y cierro la puerta.

Yo seguramente participé, he probado suerte con muchos sorteos, así que no puedo estar seguro en cuales si y cuales no. - Termino el baso, cabizbajo, aparentemente pensativo, pero dejando la mente en blanco.

Mirando con cierta extrañesa al resto de mis compañeros, algo pasaba por mi mente, y eso era la verdadera procedencia de aquellos boletos.

Por más que trataba de analizarlo, nada satisfacía mis criterios de búsqueda:

"¿Saben?, ahora que lo pienso, realmente desconosco la procedencia, yo nunca suelo participar en rifas o concuros por el estilo, a menos que..."

Deje la respuesta en el tintero, como esperandola de parte de algún compañero, pero después de pocos segundos, respondí yo mismo:

"...algún fanático loco me haya enviado los boletos para mandarme a un viaje de muerte, sería algo parecido a lo que hizo el asesino de Lennon, pero con más estilo"

Una pequeña sonrisa alcanzaba a asomarse de entre mis labios, obviamente en tono de burla por el comentario a manera de broma que acababa de mencionar...

-Admitamos algo evidente esto es jodidamente raro, si es un concurso ¿Por qué no ponía nada en las invitaciones…? Joder, esta gente vive de la publicidad después de pagar algo así tendrían que estar con nosotros día y noche grabando videos absurdos para recuperar la jodida inversión.

No, definitivamente la paranoia había ganado la batalla en mi jodido cerebro. Aquí había gato encerrado y yo iba a soltarle antes de que me arañase las pelotas.

Sales del hotel y te cruzas con una mujer con las mejillas sonrojadas que entra y se va hacia los ascensores. Ves a un grupo de tres hombres hablando entre ellos en la barra del bar, parece que de algo interesante, por que hay mas de media botella de tequila vacia en la barra, algunos vasos con mijitos.

Bastante preocupado, me ajusto el sombrero a mi cabeza, dejo la bebida encima de alguna mesa y me alejo de allí en dirección a mi habitación. No me despido de nadie, sólo voy pensativo y solitario hacia mi cama. - Esto es bastante raro, debe haber algún motivo... voy a pegar me un baño para despejarme un poco y poner mis ideas en orden. Hmmm... ya sé, quizá en los billetes del avión haya alguna referencia bancaria o algo, lo examinaré con calma y si encuentro algo a lo mejor mis compañeros de Miami pueden darme algo de información. -

Un hotel paradisiaco, en una isla paradisiaca. Sonrio tras las gafas de sol mientras salgo encaminandome hacia la playa con paso firme, en bañador con la toalla al hombro y silbando. Al pasar al lado de una chica la silbo bajandome las gafas y guiñandola un ojo Muy guapa si señor, muy guapa

Tras ver al nuevo tipo me surgió una pregunta:

-¿Qué diablos, acuántos nos habrán ensartado con esto del viaje gratis?-

Voltié y dije al resto de mis compañeros:

"Miren al parecer otra víctima de los viajes gratis, apuesto lo que sea a que le ocurrió lo mismo que a nosotros, estoy casi seguro"

"Pues bueno muchachos, este muchachon se les va, los veo mas tarde"

Caminé de regreso al hotel para exploralo un poco y conocer nueva gente.

Ya tendría tiempo de conocer las instalaciones interiores del hotel más tarde, el día invitaba a dar un paseo por las instalaciones exteriores así que eso hice.

Fue una buena decisión ponerme el bloqueador solar antes de salir, el sol estaba pegando bastante fuerte pero por suerte la refrescante brisa marina paliaba con éxito sus efectos. Al llegar a la arena me quité las sandalias, me agradaba sentirla bajo los pies. Me detuve un momento y observé el cristalino mar... era hermoso. Esbocé una sonrisa cuando se me escapó un suspiro, el lugar era de ensueño.

Con el bolso de playa colgándome del hombro y sandalias en mano, comencé a recorrer la playa.

Continué caminando hasta divisar a una bella mujer, rubia y de cuerpo delgado

-¿Será de verdad?, ¿o un espejismo?-

Pensaba mientras continuaba mi camino por el hotel.

El lugar era de lujo, de eso no cabía la menor duda y mientras la recorría pude ver que había bastante gente, obviamente todos huéspedes del hotel, lo que no sabía era si al igual que yo estaban ahí por haber ganado el concurso o eran particulares.

No recordaba que Sue me dijera cuántos se suponía habían sido los favorecidos con ese premio, en todo caso y como fuere, no debían ser muchos ¿O sí? Es que se me hace un poquito difícil imaginar qué empresa podría desembolsar semejante cantidad de dinero para conseguir publicidad.

Me encogí de hombros, al final de cuentas eso no era cosa mía, si el patrocinador del concurso quedaba en quiebra o no, asunto mío no era, pero de una cosa podía estar seguro: voy a gozar al máximo estos días.

Llegué junto a una tumbona y dejé mi bolso a un lado. Me quité la falda y la camiseta, extendía el pareo sobre la tumbona y me recosté a tomar el sol.

Las aguas de cristalino azul invitaban a sumergirse en ellas y yo no podía ni debía seguir ignorando más aquella invitación. Mis cosas no me preocupaban, ya había visto que la seguridad del lugar era más que buena así que mis pertenencias no corrían peligro, de todos modos y por seguridad, dejé el bolso bien amarrado a la tumbona.

Caminé hasta la orilla y me fui adentrando en el mar, cuando ya el agua me llegaba a la cintura, me sumergí y comencé a nadar, teniendo cuidado de no alejarme demasiado de la orilla ni perderme de la visual del salvavidas, no conocía cómo eran las corrientes en esas aguas y tampoco es que sea una sirena como para arriesgarme tanto.