Partida Rol por web

Estais tan pendientes el uno del otro, del crepitar de la hoguera que no existe el mundo a vuestro alrededor, solo vosotros. El mundo deja de tener sentido, incluso teneis la necesidad de besaros sin a penas conoceros.

Le entregué la guitarra a Jaime y cogí una ramita para acercarla al fuego. Sonreí al recordar cuando de niña salíamos de campamento y nos poníamos alrededor de la fogata a tostarlos o asarlos. Sin duda eran buenos recuerdos.

Me quedé con la mirada clavada en el fuego, siempre me ha parecido cautivante observar la danza de las llamas y el crepitar del fuego. Nuevamente me sonreí, disimulada. ¿Quién lo diría? Mi primer día en estas playas y a cada instante que pasa se va tornando más mágico e inolvidable, sin duda este viaje será un recuerdo que atesoraré durante mucho tiempo.

De mi bolso saqué la cámara fotográfica y me puse a sacar fotos de ese hermoso atardecer, de la fogata y, por supuesto, de él, aprovechando para mirarlo bien... en especial a sus labios.

Era extraño, desde aquel instante en el que la ví, algo me decía que aquella visita a Barbados sería inolvidable.

Cada momento que pasaba con ella era casi perfecto, su sonrisa, su mirada, su cabello, su figura, era casi un sueño, y sentía que iba siendo momento de sincerarme con ella, tenía que ir al grano, me gustaba y quería probar sus labios, pero por supuesto, ¿qué clase de caballero sería si lo hiciera de esa forma?, tenía que ser delicado y hacerlo poco a poco, paso por paso:

"¿que te parece si nos tomamos una foto pero los dos juntos?, para que conserves un lindo recuerdo de tu visita a Barbados, y por supuesto de este muchachón, jeje"

Me acerqué más puse mi brazo detrás de su espalda, sujeté la camara y presioné el botón.

-¡Sí, buena idea! -le respondo y apoyo una mano en su hombro, así de medio lado, posando de forma graciosa.

Entre juego y juego le digo que se quite la chaqueta, está demasiado trajeado y me da la impresión de que se ha de sentir incómodo. Al menos yo lo estaría si anduviera de también de traje y tacos en la playa.

Miro el agua y me acerco para mojarme los pies y ver qué tan agradable está.

Me daba la impresión de Jaquie se alejaba de mí, quizás estaba un tanto confundida, así es que no me quedó otra más que ir al punto:

"Oye, sabes que se me antojó..."

Me acerqué la tomé de hombro le dí la vuelta y con un delicado abrazó, acerqué mis labios hacia los suyos, no me importaba si reaccionaba con una bofetada o algo por el estilo, lo único que tenía en mente besarla...

-¿Qué se te antoja? -terminé de decir eso con un hilo de voz, porque lo que menos me esperé fue lo que sucedió, aunque en mi incosciente lo deseaba. La acción de Jaime me tomó por sorpresa, pero no lo evité, entreabrí los labios y correspondí a su beso.

Fue muy placentero el beso, era bastante buena la tecnica de Jaquie para besar, asi es que lo único que dije cuando terminó fue:

"Wow"

Abrí los ojos mi me despegué poco a poco y con un largo suspiro continué:

"Baya, sentía que me saldría un grano si no lo hacía... disculapa el atrevimiento, pero ya no aguantaba más"

Le dije con la mirada abajo como regañado, había sido bastante atrevido el gesto de mi parte, pero tenía que hacerlo.

-¡¡Pufffffffff!! ¿¡Sentía que me saldría un grano si no lo hacía!? -repito la frase tal cual- ¡¡¡Eso es la cosa menos romántica que jamás nadie me ha dicho nunca!!!

Me aparto de él y me quedo mirándolo con los brazos en jarras.

-Es como si yo te dijera -empiezo a gesticular- ¡¡Ohhhh es que si no te besaba se me escapaba un pedo seguido de un zurullo!! ¡¡Por Dios!! ¡¡Es que no me lo creo!!

Solté la carcajada a aire abierto, era lo más gracioso que había dicho Jaquie en todo el día, por lo que no me pude quedar callado:

"JAJAJAJA... disculpa, pero no quería que se rompiera ese lazo de bromas, es solo un decir en el lugar de donde vengo,  en verdad disculpame, lo intentaré otra vez..."

Sorpresivamente, antes de que se diera cuenta y de nuevo la tomé entre mis brazos y le dí un beso más apasionado, romántico y duradero, algo que nunca olvidaría, sentía sus labios en los míos y esos pequeños chispazos de energía cuando rozaba su lengua con la mía, la abrazaba contra mí y no la soltaría hasta que quedara del todo sin aliento...

Me quedé con los ojos abiertos como platos porque Jaime literalmente me estaba tomando por asalto. Ni tiempo me dio a respirar, nada... Cerré los ojos y me dejé llevar, la cantidad de cosas que estaba sintiendo en ese momento era indecible, me sentía como una muñeca de trapo, totalmente dopada, carente de toda voluntad para rechazarlo o apartarme.

Pasé mis brazos por encima de sus hombros y lo abracé a la altura del cuello, mientras que mi mano, trémula en principio, se posaba en su nuca y mis dedos se enredaban con su cabello.

Recién terminado el beso, me separé poco a poco, al mismo instante que abría los ojos y clavaba mi mirada en la de ella, en sus labios y pensaba en lo maravilloso de aquel momento y las posibilidades que tenía de que fueran en incremento las sensaciones tan placenteras que comenzaba a sentir al lado de esa hermosa mujer, aquella belleza que ahora tenía frente a mí con cara de incredulidad, con cara de estar soñando:

"Y qué opinas, ¿te agradó esta vez?, ¿o quieres otro para estar segura?"

Ahora le había dado la elección a ella, quería estar seguro de que me correspondería, que le había gustado todo aquello...

-¿Dije acaso antes que no me gustara el beso? -le digo todavía algo mosqueada- Lo que yo dije fue que tus palabras no lo habían sido... no mezcles peras con manzanas -lo último se lo dije haciéndome la ofendida-. Y yo no tengo que estar segura de nada, he respondido a tus besos y ha de ser por algo ¿no? -le guiño un ojo y sonrío- Ya deja de buscarle la quinta pata al gato y no te pases de listo conmigo.

Pareciera que no me entendía, pero lo que menos quería era alejarla de mí, y menos ahora que estabamos más juntos:

"Bueno, ya esta, disculpame si te onfedí, pero quizás no me estoy dando a entender..."

Puse cara lo más tierna posible como cuando un niño quiere que lo perdonen, tratando de parecer tierno pero al mismo tiempo gracioso:

"¿Me disculpas si te ofendí?"

Solo esperaba un sí para tratar de darle otro beso, o preguntarle que que era lo que se le antojaba hacer, por que, si por mi fuera, estaría  bien besarnos toda la noche, pero quizás nos aburriríamos, y dado que dos personas piensan mejor que una, pues quería escuchar su proposición...

Le miro la cara de circunstancia que tiene y no puedo más, me largo a reír.

-¡Pareces un niño al que hubiesen regañado!

Me acerco a él y tiro de su nariz.

-Que no hombre, que no me ofendiste, simplemente me quedé medio plop con lo que dijiste, pero igual me hizo gracia.

Sonreí, estaba feliz, Jaquie se convencía de mí cada vez más, y se volvía más tierna y me mostraba aquella parte que toda mujer tiene cuando está feliz y lo que menos quería era arruinar el momento, así es que continué:

"Entonces, ¿ahora qué propones?,¿ quieres que nos sigamos besando, que regresemos al hotel, que nos durmamos aquí, o qué?"

De nuevo le di la elección, no quería volver a tomar una desición apresurada como la que había tenido en anteriores ocaciones...

-Mmmmm... ¿Y la guitarra? -le digo haciendo morritos y con voz de inocente- Dijiste que ibamos a cantar ¡¡Miento!! Dijiste que me cantarías alguna de tus canciones y todavía no lo haces.

Me acerco a la fogata y me siento otra vez sobre la arena.

-Dormirnos aquí no es buena idea, seguir besándonos -me sonrío-... sí, esa suena mejor, pero nos quedan varios días aquí. ¿Mejor no abusar, no crees? Quedémonos aquí un rato más y ya regresamos al hotel...

Estaba tan contento y emocionado que había olvidado por completo la sorpresa que le tenía a Jaquie:

"Tienes razón, aún te debo una sorpresa..."

Me acerqué hasta donde estaba la guitarra, la tomé, me centé junto a ella y mirandola a los ojos comencé, tocaba una melodía rasgueada y un tanto alegre, casi improvisada pero pudiendo pasar desapercibida tal cosa:

Mira que cosa, tan preciosa pasa por aquí

De este la veo salir

Su ojos solo muestran la belleza,

pura, intensa, buena pero perversa,

Ilumina el cálido amanecer

Su figura que me hace olvidar

Los problemas pues al parecer

No hay nada más en lo que pueda pensar

¡¡¡Nena... nena... nena...nena!!

Seguí rasgueando unos cuantos acordes y terminé:

"Y... eso era la sorpresa que te tenía, aún no esá completa, faltan varios detalles, pero creeme que por ser tu canción, quedará bien, bien bien, jeje"

Cuando Jaime termina de cantar comienzo a aplaudir, sonriente.

-¿Mi canción? -pregunto sorprendida- ¿Me vas a decir que escribiste eso ahora y para mí?

Me quedo mirándolo entre seria, sorprendida y sonrojada.

-Mi canción -susurro-, vaya, creo que ese ha sido un detallazo de tu parte.