Partida Rol por web

Vaesen: A wicked Secret and Other Mysteries

Misterio primero. Escena 1

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06/11/2020, 01:47
Leopoldo Ludovico Castelferro

Milady —intervino Castelferro—. Me temo que no será posible..., dialogar... sí, dialogar con el espíritu bendito del vicario hasta que no nos hayemos en Fjälbacka, cerca de sus antiguas posesiones materiales. De momento, si le parece una propuesta lo suficientemente profesional y decente al coronel, usted, la señorita Björklund, Reidar, Frisk y yo mismo, podríamos ir avanzando en los preparativos de la expedición. Con su talento y posición social podría encargarse de redactar todas aquellas cartas, oficios, requerimientos y formularios que creamos que sean necesarios presentar ante las autoridades civiles y eclesiásticas, no sé —hizo un gesto vago con la mano que sostenía sus bastón—..., el registro arzobispal, el gobernador, etc.

Caminó teatralmente unos pasos hacia el coronel.

Coronel Björklund, me temo que yo tampoco conozco las aptitudes de su maravillosa hija por lo que, y pese a la posible dificultad en la comunicación, me gustaría que ella y yo departiéramos, en esta misma sala y en presencia de testigos por supuesto —aclaró inclinando su cabeza ante Ebba—, sobre nuestros talentos mutuos, con el único propósito de llegar a ser capaces de coordinar nuestras fuerzas en la empresa que nos compete.

Alzó el dedo índice de la mano que tenía libre y se giró mirando alternativamente a todos los presentes.

Una última cosa, señores y señoritas: sugiero... no, exijo que a partir de ahora y por el bien de esta nuestra... Sociedad —pronunció la última palabra con cierto retintín—, dejemos de poner en duda los dones y aptitudes de los miembros de la misma y que mantengamos el fanatismo religioso y el escepticismo racional en unos niveles saludables para nuestra convivencia. Esta feo que algunos de ustedes sigan dudando de que Dios y el Diablo existen y de que hay más de una manera correcta de alcanzar nuestros propósitos. El mundo es muy grande y variado, como habrán podido comprobar aquellos que hayan salido de esta neblinosa península escandinava; como tuvo oportunidad de experimentar nuestro honorable miembro fundador, el mismísimo Carl Linnaeus. Por eso es —buscó la palabra más adecuada—... contraproducente que nos obcequemos en traer a esta mesa una y otra vez prejuicios —guiñó un ojo a Reidar—, soflamas —hizo una breve reverencia a la hermana Agetha— y autoritarismos varios —finalizó mirando a los ojos tanto al coronel como al detective.

Cuando terminó miró la gran mesa como si la descubriera por primera vez, se sentó en una de las sillas libres y agarró una taza vacía.

—Efectivamente, señor Niles, no quedan pastas.

 

Notas de juego

Invocar el espíritu del Vicario requiere estar en la misma zona que él, esto significa que hay que viaja a Flällbacka y está alrededor de 500 kilometros de donde estáis, lo que significa en ésta época un viaje largo en carruaje además de costoso. La sesión en todo caso no sería simplemente la invocación del espíritu, esto requiere de una concentración, unos rituales tiempo y sobre todo calma en una habitación donde sea seguro llevarlo a cabo. Todo esto siempre y cuándo salga bien a la primera y no haya contratiempos.

Sí, tiene toda la lógica. Castelferro nunca ha dicho que fuera a invocarlo en el castillo. Sabe que el viaje a Fjälbacka no se lo quita nadie pero, una vez allí, en vez de desenterrar al muerto, él ha propuesto invocar su espíritu. 

EDITO para corregir pequeñas erratas.

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06/11/2020, 13:16
Øystein Wergeland

El labio inferior del detective comenzó a desplazarse hacia abajo con cada palabra pronunciada por el joven señor Castelferro, hasta que por fin no pudo reprimirse más, y comenzó a reir por lo bajo, de manera entrecortada, con la boca apenas abierta. Se pasó a continuación una mano por la barbilla, incorporándose en busca de su gastado gabán color ceniza. De espaldas al resto del grupo, señaló.

—Veo que Monsieur Castelferro es un hombre de muchos talentos, pero no estaba al tanto que el humor fuera uno de ellos —aún de espaldas, cogió su sombrero y se lo colocó con cuidado— No le gustan los autoritarismos, pero lo primero que hace es dar exigencias —comentó alzando una ceja, en un gesto del cual sólo la pared fue testigo— Autoritarismo del cual me desentiendo por completo, pues no creo haber impuesto mi voluntad contra ninguno de los presentes —añadió con una sonrisa a modo de disculpa, dándose la vuelta ya completamente abrigado.

—Y que recuerde, quien ha puesto en duda mis métodos de trabajo ha sido usted con vuestro sarcasmo —dijo, devolviéndole la lupa a su mayordomo— Pero, en todo lo demás, estoy de acuerdo con usted. Si vamos a trabajar juntos, ya no hay lugar para estas impertinencias.

Luego miró al Coronel, quien al parecer guardaba cierta inquina hacia la cazadora, y añadió.

—¿Vamos, Coronel? Reidar puede quedarse aquí, si mi colega así lo prefiere —dijo mirando dubitativamente al viejo— Es un leal amigo de Ebba —añadió procurando tranquilizar al señor Björklund, aunque con toda seguridad el efecto sería el contrario. Aún en caso de que accediera tenía dudas; por lo que el vagabundo le había confiado sobre el hospital, era probable y hasta conveniente que Reidar fuera con ellos.

Luego se volvió con cierta brusquedad hacia el otro mayordomo.

—Señor Frisk, ¿no os gustaría acompañarnos? Estoy seguro que la visita de un viejo conocido complacería sobremanera a la señora Elfeklint. Sería como un bálsamo para su delicada salud.

Se quedó mirandole con atención, con un brillo calculador en los ojos al recordar las palabras de su viejo amigo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Empatía + Observación para estudiar la reacción del mayordomo de clase inferior ;P

Baaah, 0 éxitos XD

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06/11/2020, 16:17
Algot Frisk

Algot Frisk  procesó cuidadosamente la pregunta del señor Wergeland a sabiendas que cada uno de sus movimientos, palabras y tipo de reacción serían escudriñados hasta el más mínimo detalle por el investigador privado. Seguramente se debiera a su costumbre de no fiarse de la gente, o a intentar averiguar secretos en los mínimos detalles que las reacciones involuntarios de cada persona pudieran revelar.
Sin embargo o bien la experiencia del mayordomo en cuanto a no revelarse era amplia, o tenía un control absoluto sobre su cuerpo y sus reacciones, ya que no profirió nada más que un enarcamiento de ceja dirigido explícitamente hacia el detective.

—Mucho me temo señor Wergeland que mi sitio y mi trabajo está aquí en el castillo, donde ahora mismo tengo una larga lista de tareas que llevar a cabo, y que retomaré en cuánto den ustedes por finalizada la reunión. No dudo de que una visita a la señorita Elfeklint seria de gran ayuda para su entrecomillado estado mental, más me temo que no soy yo quien debe hacerlo. Mi cometido, y permítame la impertinencia, es adecuar el castillo a la perfección para usted, y acomodarles y mimarles en todo tipo de materia. Incluso me puedo hacer cargo de adecuar sus pertenencias elegidas para que las tengan siempre en el carruaje antes de su partida, siempre y cuándo decidan partir, claro está. La investigación mucho me temo que es cosa suya.—

La mayoría de los presentes comenzaban a moverse tras el extraño y urgente mensaje de Linnea, por lo que al parecer la reunión como tal parecía haberse dado por finalizada.
—Bien, si me disculpan volveré a mis quehaceres. Camarada Niles, no dude en comunicarse conmigo mediante telégrafo en caso de que necesiten algo preparado de forma rauda desde el Asilum, y transmítale a la señorita Linnea mis palabras de mejoría.—

Tras una reverencia hacia los presentes, Frisk se apresura a abrir el enorme portón de madera de nogal que guarda el castillo. Con un chirriante eco del portón, y con una sonrisa en la cara, Frisk termina mirando amenazadoramente a las bisagras que se atreven a seguir oxidadas tras el tratamiento de recuperación y limpieza primario que Frisk ya había realizado.
—Parece que libraremos varias batallas, pero esta guerra la ganaré yo.—

 

 

Notas de juego

@Linnea: El Coronel Björklund, Ebba?, Oystein, Niles, Lady Lovisa, Agnetha. ) Pasaremos a una escena nueva, El Asylium de Upsala

@Castillo Gyllencrutz: Reidar, Leopoldo, Ebba?. Os manteneis en esta escena.

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06/11/2020, 17:28
Ebba Björklund

La joven Björklund se había detenido a medio camino mientras se ponía el abrigo al escuchar las palabras de su amiga Lovisa y el señor Castelferro. Su mirada inquieta se alternó rápidamente entre ambos y su propio padre, dubitativa. Entendió la mirada directa de la señorita Swedenborg y también sentía curiosidad por entender mejor las habilidades de Leopoldo y conocer su historia, pues se trataba del más desconocido para ella y no le gustaba no saber con quién trabajaba. Sin embargo, no necesitó fijarse más de unas décimas de segundo en las microexpresiones del rostro de su padre para percatarse de que no le hacía ninguna gracia la idea del viaje.

Tras unos instantes de indecisión, la manga del abrigo que estaba medio subida, descendió de nuevo y la joven volvió a colgar la prenda en el perchero con un parsimoniosa calma. Después sacó el sempiterno cuaderno, para que todo el mundo (y no solo dos de los presentes en la sala) la entendiese y escribió con letra grande, sin perder aun así su estilizada caligrafía: 

«Creo que serviré de más ayuda si me quedo. Es cierto que deberíamos hacer preparativos para el viaje inminente, y escribir algunos documentos puede resultar útil, puedo encargarme de eso mejor que de ir a "hablar" con alguien». Dejó escapar una risa silenciosa ante su propia broma sobre sí misma.

Después lo mostró a su padre y al resto. Luego esbozó una sonrisa tranquilizadora y realizó un par de movimientos rápidos de manos hacia el coronel: el índice de lado a lado, después los cinco dedos extendidos y separados delante del rostro y finalmente el índice de lado a lado de nuevo y las dos manos avanzando una delante de otra como en una rueda para terminar ambas apuntando con las yemas de todos los dedos juntos hacia abajo. «No te preocupes. No haré nada absurdo», decían sus gestos, de tono acorde con su mirada sincera. 

Entonces se volvió hacia Lady Swedenborg, la señaló con el índice, apuntó con ambas palmas hacia el suelo mientras subía y bajaba las manos varias veces y luego se señaló a sí misma: «¿Te quedas conmigo?». Aunque no quería reconocerlo en voz alta, la pequeña de las hijas del coronel Björklund siempre se sentía más segura si él estaba a su lado, pero cuando su padre se ausentaba, tener a la habilidosa Lovisa junto a ella la había tranquilizado desde que era una niña. 

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06/11/2020, 19:03
Lady Lovisa Swedenborg

La verdad es que no esperaba que un hombre confiara en mi criterio, mucho menos en mi capacidad de controlar una situación por más que mis actos hablan una y otra vez de mis capacidades. Y, sin embargo, me reservaba alguna esperanza.

Ver la reacción del coronel es interesante y aleccionador: no le ha molestado tanto mi propuesta, como el tono en el que la he formulado. Suponer que en algún nivel lo pongo nervioso, lo inquieto, me hace sentir poderosa. Luego se centra en Ebba y le aconseja como si fuera una niña: Ebba está a un paso de ser una mujer y no sé si él tan siquiera lo ha notado, esa fue una de las razones por las que había empezado esta… breuissimi temporis interpellatio.

Pero no, no ha sido solo eso; si uno posee una capacidad solo hay una forma de usarla con sapiencia y es experimentando poco a poco con ella; evitando que su hija corra riesgos lo único que logrará es que corra un riesgo mayor cuando deba hacer algo inesperado. No tengo tiempo de decir todo esto, pero creo que mis facciones son más elocuentes que yo misma, mi sonrisa afilada y el brillo de mis ojos que hablan de una muesca en la coraza.

Me llevo una mano al pecho y bajo la mirada, ¿un peligro? ¿Por qué? ¿Por alentar a Ebba a tomar decisiones por sí misma? -Lamento que alguien que tengo en alta estima no me considere capaz de cuidar de Ebba, cuando lo he hecho durante años en el internado junto con mi hermana -dejo salir meditabunda y entonces interviene Castelferro con palabras coherentes y comedidas, me agradan sus florituras y elegancia, -Le agradezco sus valoraciones mi señor Castelferro, su propuesta colaborativa es sumamente interesante, apropiada y necesaria, a ser tenida en cuenta cuando efectivamente se lleve a cabo -apunto. No estoy de acuerdo con todas sus apreciaciones, pero tampoco en desacuerdo. No hace falta que lo aclare manifiestamente de todos modos.

Miro a Ebba y leo su mensaje, una sonrisa se esparce por mi rostro: -Claro que me quedo contigo, docka -me encuentro diciendo con cariño, no la llamo así desde el internado. Me volteo hacia la ventana -Vayan ustedes estimados, yo me quedaré aquí preparando la expedición, si es que finalmente vamos a embarcarnos en este viaje.

Notas de juego

Notas: intercalo la primera y la tercera persona dependiendo de lo que quiero transmitir con mi mensaje.

Docka: muñeca de porcelana.

Dire: me quedo en esta escena, estaba esperando a que Ebba contestara, como puse en el offtopic. Siento la confusión...

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06/11/2020, 20:26
Edwin James Niles

El efectivo Niles guardó la lupa de su señor como por arte de magia, giró su rostro de rasgos afilados hacia Frisk e hizo un cortés gesto de asentimiento mientras sus ojos glaucos se perdían en el éter de la estancia.

-Así lo haré, camarada Frisk, pierda cuidado-, confirmó con lo que podía considerarse una fría muestra de cordialidad entre profesionales. Niles no perdonaría fácilmente la insuficiencia de pastas -¡Un error imperdonable para un pretendido veterano como Frisk!-, si bien valoraba en su mente que alguna mano aviesa y en exceso golosa se había apropiado de más dulces de lo que dictaba el decoro en aquella reunión.

El mayordomo, no se sabe bien cómo, eliminó un indigno pliegue del abrigo de su señor con una silenciosa, rauda y precisa pasada de su siniestra y quedóse firme a su lado, dispuesto a marchar al sanatorio donde parecía reposar la tal Linnea Elfeklinnt.

Notas de juego

Niles listo para partir.

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06/11/2020, 21:16
Alvar Egil Björklund

Lovisa parece tomarse mis palabras más a pecho de lo que esperaba, abandonando incluso su actitud atrevida. O puede que tan solo sea otra estrategia para salirse con la suya. Intento que la decepción de la joven no se sienta como un cuchillo en el estómago al tiempo que decido que será mejor destensar un poco la cuerda.

No estoy discutiendo con usted, lady Lovisa. Creo que es la mejor amiga que Ebba podría tener. Pero comprenda mi preocupación.

Me quedo mirando a la mujer, momentáneamente paralizado en mi intención de salir del castillo. Hace muy poco tiempo que todo esto empezó, demasiado poco. Todavía no sabemos a qué nos enfrentamos. Lo que sí sabemos, mi hija mejor que nadie, es el precio que se puede llegar a pagar por tratar con lo incomprendido. Mi voz no dice todo esto, pero sí mis ojos. En esta sala no soy el coronel Björklund, sino el padre de Ebba, algo que pocos parecen comprender.

La voz del señor Castelferro me saca de mis pensamientos, sugiriendo con cierto sarcasmo grueso y mal disimulado la posibilidad de ir comenzando con los preparativos para el viaje. Lo escucho con los brazos cruzados mientras propone que mi hija y él hablen acerca de sus respectivos dones sobrehumanos, lo que en sí no me parece una mala idea.

Me parece lo suficientemente profesional y decente, señor Castelferro —respondo, repitiendo las mismas palabras del hombre—. No tengo nada que objetar a sus sugerencias, pero en un futuro puede usted deshacerse de su innecesaria acidez. Le irá mejor.

Su siguiente declaración de intenciones, que toma la forma de una altisonante y dramática exigencia, me hace sonreír. Cuánta inseguridad. Creía que los jóvenes de su generación tenían más confianza en ellos mismos y en sus convicciones, que no tenían por qué exigir que no se los cuestionase. No añado nada más a la elocuente y acertadísima réplica con la que el detective Wergeland nos deleita a todos; él ya ha puesto bastante en evidencia lo improcedente que ha sido Castelferro. No creo que Leopoldo sea mal chico, pero parece como si sintiese constantemente que necesita demostrar. Y definitivamente, esa boca suya va a meterlo en más de un problema, como sin duda ya habrá hecho en el pasado.

Bien, si no hay nada más…

Entonces veo cómo Ebba se quita el abrigo que ya había empezado a ponerse. Atiendo a las palabras, escritas primero y gestuales después, con las que mi hija nos explica la decisión que ha tomado. Tras un suspiro reflexivo, asiento lentamente con el ceño fruncido. «Confío en ti», le dicen mis manos a continuación con movimientos lentos aunque precisos. Después dedico una última mirada a lady Swedenborg.

Tras una escueta despedida, abandono finalmente la sala en pos de la salida del castillo Gyllencreutz, dispuesto a ir al encuentro de Linnea Elfeklint.

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09/11/2020, 14:01
Reidar Rotløs
Sólo para el director

Se sentía invisible.

Etéreo, incorpóreo, oculto.

Sin Raíces.

Una mota de polvo llevada por los caprichos del viento, un trozo de hierba cortada antes de tiempo por el azar del destino, la nota a pie de pagina que pocos se tomaban el tiempo para leer.

Aquello no era nuevo para el viejo, triste certidumbre de su día a día, y aunque con el tiempo se hubiese acostumbrado a que el resto del mundo le apartase a un lado cuando no le precisaba, había veces, escasas y puntuales, momentos de flaqueza en la dura vida de aquel que nada tiene y por ende debe obligarse a ser duro, en que, - nunca lo admitiría -, dolía.

 

Pies cansados y agrietados,

¿Cuántas calles han caminado?

Ojos hielo y sensibles,

¿alguna vez realmente te han mirado?

Despojo de riquezas.

Arropado de dolencias.

Corazón quebrado y herido.

Todos pasan por tu lado,

Pero nadie te ve.

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09/11/2020, 14:29
Reidar Rotløs

El viejo acarició la testa de Geri durante un instante mientras muchos de los presentes se marchaban, Wergeland entre ellos.

Uno a uno se fueron, decididos y dignos.

Aunando caminos.

Reconociéndose, el uno al otro.

Iguales, a fin de cuentas.

Los vio, mientras pensaba.

 

Con un brusco movimiento de la cabeza finalmente el anciano se despejó de pensamientos y emociones, las paredes habían comenzado a parecerles mas cercanas las unas a las otras, aquel sitio se hacia agobiante, debía salir, afuera, donde él también se sabía parte de algo.

Afuera, a donde todos eran iguales.  

Notas de juego

Reidar sale de la habitación.

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09/11/2020, 16:15
Storyteller

La habitación principal, en la que se había llevado a cabo la primera reunión de la Sociedad en siglos se había quedado súbitamente en silencio. Todos se habían marchado con prisa debido a la súbita llamada de Linnea. Reidar estaba jugando con Geri hasta que decidieron salir los dos al jardín.
El tiempo ha cambiado a peor. Lo que era un día soleado de repente amenaza una tormenta inminente. El frío viento que antes mecía suavemente los pétalos de flor del jardín ahora comienza a ganar fuerza y los tallos se estremecen con fuerza. Los pájaros se han ido volando buscando algún refugio cercano donde no sean atacados por la cruel lluvia y los posibles fragmentos de hielo de una tormenta clásica en Upsala.
Las nubes han conquistado el cielo y ahora toda la zona queda más oscura, más triste más...amenazante.

Sería el momento perfecto para llevar a cabo una sesión de invocación espiritual, ya que se dice en las historias comunes, que los espíritus se vuelven más activos cuándo hay tormenta. Algo relacionado con la electricidad de los rayos o con el campo electromagnético que generan. Sea como sea, las oportunidades están ahí para el que quiera apreciarlas.

El castillo, más viejo que el mismo tiempo comienza a emitir ruidos. Quizás causados por los animalillos que aún viven entre sus paredes. Quizás sea solamente el crujir de la madera con el cambio de presión y temperatura. Quizás sea solo vuestra imaginación. Frisk os abandona con una reverencia y una bandeja en la mano:

—Si me disculpan—

Notas de juego

Desmarcad a los que no estan presentes en la escena.

Decidme si vais a llevar a cabo algún ritual o solamente os váis a preparar para el viaje.

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09/11/2020, 16:25
Storyteller

La lluvia comienza a caer con fuerza y en cantidades. De un momento a otro estabas seco y ahora pareciera que has caído a la corriente de un río. La tormenta te ha pillado por sorpresa jugando con Geri en el jardín, y ahora no puedes evitar el recordar la última vez que pasó algo así. A menudo has aprendido a leer el clima, pero hoy estabas demasiado preocupado con La Sociedad. ¿Es en serio el lugar al que perteneces? Todavía hay quien duda de tu habilidad, pero muchos no parecen tener problema con tu aspecto y olor, y eso te hace pensar. Al menos eres más libre que el resto. Presos del dinero, de los modales, de la moda y de los favores que deben hacer a aquellos que les juzgarán siempre por ese favor que se negarán a hacer. Lanzas un palo a Geri para que vaya a recogerlo y sigues pensando en tus profundos ideales y pensamientos. Escuchas un ladrido. Puede que Geri no encuentre el palo.

Sigues distraído y llegas al cobertizo cercano al rió Fryss. Puede que este sitio te de cobijo temporal, y te permita pensar en paz. El lugar está hecho un asco; madera podrida, un candado oxidado, un pequeño agujero en la venta, y aún así podrías entrar y sentirte como en casa. ¿ Pero qué es tu casa? ¿A qué puedes permitirte el lujo de llamar hogar?.

Varios ladridos más te sacan de tu ensimismamiento. Geri sigue llamando y tu no estás cerca. La lluvia es más intensa y tu sabes que puede pasarle algo a tu único amigo. No vas a permitir que le pase nada a tu compañero de vida.

Notas de juego

Tirada de observación.

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09/11/2020, 16:39
Reidar Rotløs
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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10/11/2020, 15:56
Storyteller

El crujido de una rama te hace pensar que Geri por fin ha conseguido encontrar el palo que le has lanzado, pero aun sigue sin aparecer. Tu fiel amigo emite un chillido hosco, de miedo, y comienza a sollozar en la lejanía. La lluvia parece no acabar nunca y del lecho del río una neblina espesa cruza desde tu orilla a la siguiente. Ciertamente esa niebla no debería ocurrir, no al menos con una clima tan específico como el de ahora.
Tras varios minutos de búsqueda frenética por fin ves a tu amigo. Está tirado en el suelo, con sus patitas cruzadas sobre sus ojos. Visiblemente asustado, o mejor dicho, atemorizado. La rama que habías tirado está hecha añicos y por la forma dirías que lo ha producido una pisada terriblemente pesada. En medio del campo, bajo la lluvia, Geri te mira y se mete entre tus piernas mientras llora desconsolado.

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10/11/2020, 15:35
Lady Lovisa Swedenborg

Recuperándose todavía del intercambio de puntos de vista Lady Lovisa permaneció junto a la ventana contemplando cómo el grupo que se dirigía al sanatorio mental se alejaba, luego volteándose suavemente se acercó a Ebba y al señor Castelferro. Miró extrañada al notar que Reidar se había retirado, aunque si se lo pensaba bien no era un suceso tan inesperado; lo que sí captó su atención fue la tormenta que se estaba desatando fuera...

Le echó una mirada significativa a la ventana y luego a sus compañeros -Bueno amigos míos, ¿Empezamos con los preparativos? -ladeó la cabeza y parpadeó lentamente -¿Qué les parece si hablamos un poco para conocernos mejor? Ya que el destino nos ha metido en esta empresa tan singular... -propuso con ánimos de estrechar vínculos.

Miró a Ebba con una mezcla de curiosidad y profundo cuidado, no quería contradecir a la muchacha en su palabra hacia su padre: -¿De verdad no quieres intentar probar suerte? ¿Desde cuándo es que tienes este don? No sabía nada al respecto... -hizo una mueca reprendiéndose a sí misma por estar tan lejos de su amiga que ni siquiera sabía algo tan vital.

Notas de juego

Editado: perdona Auri, se me cruzaron los cables, arreglado XD

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10/11/2020, 18:45
Reidar Rotløs
Sólo para el director

Disperso en sus pensamientos Reidar no se percato con la suficiente celeridad de que su fiel amigo Geri no volvía a su lado. El cachorro nunca se alejaba demasiado de la sombra del viejo y este, a su vez, siempre le buscaba con los ojos cuando no le sentía a su lado.

Así de inseparables eran uno del otro.

Por eso ahora, cuando el perrito no respondía a su llamado y esa maldita lluvia confabulaba con la densa y extraña niebla para deformar el entorno y ahogar los sonidos, Reidar sentía que su corazón, desbocado, estaba a punto de salírsele del pecho en cualquier instante.

Corriendo. ¡Si, corriendo! Como bien podía mientras la respiración le faltaba y la cabeza le martilleaba con fuerzas, el viejo rebuscaba aquí y allá desesperado.

Peor fue el escuchar el lastimero quejido traído por el maligno viento. Un sonido que implicaba miedo y dolor. Un pedido de ayuda urgente.

Las lágrimas ardientes recorrían el rostro del viejo y la visión se le había nublado. El cuerpo le dolía de muchas formas diversas y el aire hacia rato que le faltaba, pero, aun así, incluso si tenia que partirse en mil pedazos en el proceso, Reidar siguió obligándose a marchar.

 

¡GERIIIIIIIIIIII!, ¡GERIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!, gritaba desesperado con la garganta destrozada.

 

Contra todo pronóstico, - quizás alguna olvidada deidad pagana se hubiese apiadado del puro amor del hombre -, finalmente Reidar encontró a Geri. A sus ojos ahora el perrito le parecía más pequeño e indefenso que lo usual. Sin pensarlo alzo del suelo a su amigo y tras cubrirlo con sus viejas prendas el viejo comenzó a retroceder paso a paso y con el mayor silencio posible. Había visto esa terrible huella, enorme, profundamente marcada en el húmedo suelo.

Algo andaba por allí, algo grande y quizás peligroso, ¿Cómo podía una criatura así permanecer oculta?, ¿se habría marchado ya o aun andaría por allí?

 

Reidar tenia muchas preguntas, dudas a montones y ninguna certidumbre y lo peor de todo, es que ninguno de los dos estaba a salvo allí afuera, entre la niebla.

Notas de juego

!Muchas gracias por hacer parte de la historia a Reidar Dire!

¿Cómo puedo intentar descubrir hacia donde se ha ido la criatura?, ¿tengo idea de que tipo de Vaesen pueda ser?, !que intriga!.

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11/11/2020, 09:13
Leopoldo Ludovico Castelferro

Ejem —Castelferro interrumpió a Lady Lovisa—. Bien, ahora que nos hemos quedado solos —se giró como buscando a más gente dentro de la gran sala—, me gustaría conocer un poco más sobre sus habilidades. Lady Lovisa sugirió que es usted capaz de invocar a los espíritus pero, ¿cómo lo hace exactamente?

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12/11/2020, 22:05
Ebba Björklund

Ebba hizo un rápido gesto señalándose el ojo y después juntando los dedos de esa misma mano y chocando la base de la palma contra el dorso de la otra: "Ten cuidado" le dijo a Reidar antes de que saliese, después señaló por la ventana al cielo, donde se gestaba amenazante y arremolinada la incipiente tormenta...

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12/11/2020, 22:08
Ebba Björklund

Una vez hubo salido el vagabundo, la muchacha se volvió hacia los dos acompañantes que se habían quedado con ella y esperó educadamente a que el mayordomo hiciera lo propio. Mientras callaba, escuchaba los sonidos de aquel ancestral castillo, viejas paredes, vigas crujientes, batientes ventanas, ratas en las paredes... 

Finalmente, Frisk también salió de la sala y entonces la joven Björklund se volvió hacia sus adláteres*. Escuchó con calma las preguntas de Lovisa y, después, las palabras de Castelferro, mientras se servía una nueva taza de té, esta vez un oscuro azul semifermentado, haciendo gala de una tranquilidad y una parsimonia que avergonzaría a cualquier princesa.

No tenía muy claro en qué orden empezar a hacer las cosas que pretendía. En su colección de libros seguramente encontrase información interesante para su viaje y le llevaría tiempo buscarla, pero por otro lado, aquello que su padre no le permitiría hacer... al menos de momento, también podría llevar tiempo. Y no sabía cuánto tardarían el coronel y los demás en volver. Inspiró hondo, dubitativa, mientras removía la taza distraídamente con la mirada perdida en algún punto entre la ventana y el jarrón de porcelana china que flanqueaba la puerta sobre un pedestal.

Pasado un rato alzó los ojos, decidida. Se terminó la taza de té y dejó la taza y el plato sobre la mesa, tratando de relajar la mano que le temblaba ligeramente. Siempre le asustaba aquello que estaba a punto de hacer. Cogió su cuaderno y escribió en él, absteniéndose de hacer gestos por deferencia a Leopoldo, poco a poco iba enseñando a los otros dos lo que su rápida mano escribía: 

"Pues claro que quiero probar suerte. Le he dicho a padre que no haría nada absurdo. Y no lo haré. Intentarlo me parece perfectamente lógico y necesario en estos momentos. No obstante, puede salir mal, ya me ha pasado antes... podría volverme... maleducada e irreverente... o... bueno... podría no ser yo misma durante un rato. Así que debo pediros disculpas por adelantado si sale mal y digo o hago algo que os pueda ofender...".

Entonces se volvió a Lovisa un segundo e hizo gestos muy rápido con una mano. "Y a ti debo pedirte que no me dejes hacer nada malo... si ves que no soy yo, párame, sujétame, átame si es necesario, hasta que se me pase... pero no dejes que haga daño a nadie, ni a mí misma, ni nada de lo que luego me pueda arrepentir".  

Entonces volvió a escribir: "En cuanto a qué es lo que puedo hacer... Es más fácil enseñarlo que explicarlo...". 

Entonces se sentó en la mesa, abrió su cuaderno por una página a estrenar, destapó su estilográfica más ligera, apoyó la punta sobre el papel y, para sorpresa de los otros dos, cerró los ojos. 

Se mantuvo así unos segundos que parecieron eones hasta que, finalmente, de pronto, su mano comenzó a escribir a una velocidad vertiginosa con una letra estilizada, diminuta y sin una sola errata.

Aún con los ojos cerrados. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Ahora cada vez que pongo esta palabra me hace gracia jajaja.

¡Pues un éxito, dire, justo! XD Menos mal... uf... jajaja tu dirás.^^

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13/11/2020, 14:21
Storyteller

Las luces de la habitación empiezan a oscurecer. Las velas aunque han sido protegidas del aire para evitar ser apagadas de forma fortuita por alguna corriente de aire, se tambalean bruscamente. Un leve siseo comienza a escucharse mientras la mano de Ebba agarra con fuerza la pluma estilográfica con la que escribe en el cuaderno de notas. El ambiente es seco y frío. Una pequeña neblina se empieza a formar dentro d el a habitación mientras la temperatura parece caer drásticamente.
Algo o alguien parece haber tomado posesión de su mano y está escribiendo algo. Os arrimáis a ella para ver de qué se trata. Las letras, una detrás de otra son runas nórdicas que se asemejan bastante al noruego antiguo y que puede ser traducido con cierta perseverancia. Por un momento pensáis que Ebba os puede estar gastando algún tipo de broma pesada, pero ella simplemente tiene los ojos cerrados y el resto del cuerpo relajado, no hay forma posible de que esté fingiendo, y si lo hace, ha entrenado muy bien sus reacciones corporales. Los trazos son frenéticos, crudos y carentes de estilo. Las runas más que letras parecen talladas en piedra. El rencor con el que se pronuncia cada una de las palabras escritas es temible.
Tras unos densos minutos, los gritos de Reidar os sacan de vuestra concentración justo en el momento en el que la mano de Ebba deja de escribir. GERI!!!GERII!! Grita desesperado, como si algo terrible acabara de pasar.

Jeg er forløperen. Jeg er den eneste. Jeg er den jeg burde være. Våpnene mine må returneres. Min ære venter på meg på slagmarken. Min arv er historie. Av gudene lever jeg. For Valhalla dør jeg. Gi meg tilbake våpnene mine, eller led vrede.

 

Notas de juego

Una tirada con éxito de investigación os permitirá traducir lo escrito por Ebba. También podéis ir a ver qué pasa con Reidar.

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13/11/2020, 14:45
Leopoldo Ludovico Castelferro
- Tiradas (1)

Notas de juego

Ahí va mi tirada. Un éxito.