Partida Rol por web

Pues yo también tengo algo que decirles...  se detiene unos momentos en lo que montaba su propio equipo para ayudarles a descifrar el misterio.  Los distraigo por un minuto.  Comenzó, casi en trance, a describir lo que vio antes de ser capturada.

Atraída por unos ruidos, dejé al Dr. Romij para irme a espiar lo que resultó ser la ceremonia de un grupo de personas cuyas cicatrices rituales era similar a los que vimos llevarse el cuerpo con el cráneo partido. 

Desafortunadamente, me descubrieron -me pase de demasiado sigilosa- Fui apartada a un lado, con dos guardianas flanqueándome con sendas metralletas, mientras el resto seguía con sus monótonos cánticos y una persona al centro llevaba a cabo una danza ritual con griterío.

Los cánticos fueron incrementando de volumen y el ambiente que se respiraba es de gran expectación.   Los relieves dorados del lugar adquirieron un brillo propio a medida que el tipo danzante los iba "mencionando". De hecho, casi el noventa por ciento de los relieves ya despedían una luz difusa que dota de un aura mágica a todo lo que se encuentra bajo la bóveda. cuando la persona al centro sigue con su tarea ajeno a todo y  empieza a quitarse la poca ropa que porta hasta quedarse completamente desnudo. Los cánticos seguían subiendo de volumen sin cesar.

Sharada recordó como se le sacudió el alma ante lo que presenció después...

El tipo desnudo finalizó la lectura de los símbolos de la bóveda y gritó una frase final ininteligible tras la cual el pirograbado de la madera bajo él también se iluminó. Acto seguido, una intensa luz salió de sus ojos, boca, nariz y orejas, y su cabeza, que hizo una mueca final de dolor desgarrador congelada, se abrió en dos como una crisálida en medio de un ahogado grito de dolor inmenso. En su interior, una masa brillante e incandescente del tamaño de un gato o un conejo cayó al suelo, en el que siguió retorciéndose humeante. El cuerpo con la cabeza abierta cayó al suelo, inerte, como una vaina abierta. Alrededor, todos vitorean lo sucedido.

Cuando la nube humeante se disipa un poco, pude ver de qué se trataba: ¡era una figura humanoide alada, envuelta en llamas!

El ángel luminoso flotó unos segundos, luego se elevó y desapareció atravesando el techo abovedado como si fuese un holograma, haciendo caso omiso a todos los que en la sala estábamos. En eso entró su llamada, y luego me llevaron hacia la sala, donde me retuvieron hasta que fueron a capturar al Dr. Romij y lo trajeron conmigo. 

Escuché atentamente el relato de la doctora, pues aquella historia tampoco la conocía. Parecía que el tema se estaba tornando más místico que científico, y tal como había dicho Threkor, quizás las escrituras de aquella sala arrojarían luz sobre las incógnitas que nos asaltaban.

-Según parece, esta sala es una especie de catalizador para sus rituales. Si conseguimos saber qué pone, quizás seamos capaces de entender mejor cómo funciona este ritual, el cual parece ser el núcleo axial de la vida de estas gentes.

No sin dificultad me agaché junto a Threkor, intentando aportar tanto como pudiera.

Pues si los más sabios entre ellos, evolucionan en ángel, ¿porqué atraparlo? 

Sólo podría pensar que lo hicieran para obtener algún poder adicional, como "criarlos" para cosechar sus energías, pero, ¿porqué hacerlo de los más sabios de los tuyos?  Sin voluntad, sin dolor, pues la sabiduría se entrega generosamente a las siguientes generaciones. 

Y queda el misterio de la destrucción en fuego y los dos bandos.  ¿Fueron estos el bando perdedor que se quedó con el ritual para "cosechar ángeles"? 

¿Fue esa la energía del temblor?

Los cuaro os situáis en semicírculo alrededor de la pantalla del ordenador portátil, donde numerosas barras de progreso llevan depositadas vuestras esperanzas de descifrar el enigmático texto que bordea la sala. Los resultados no son muy alentadores, pues no parecen tener sentido, pero cruzáis varios datos más, como los sinónimos posibles de cada una de las palabras obtenidas, su significado exótico en la mayoría de civilizaciones o tribus conocidas y numerosos algoritmos utilizados por los más afamados lingüistas. Finalmente, lo que obtenéis es de una longitud demasiado extensa como para efectuar un profundo estudio, pero lo que creéis tener "entre manos", bien lo vale. Según los primeros párrafos, describen una serie de instrucciones para alcanzar los seres divinos, y eso es, ni más ni menos, "¡las instrucciones para llevar a cabo el ritual!", gritáis todos al unísono.

Abrís vuestro cuaderno, y en letras rojas, y con un círculo para remarcar, como os gusta hacer con descubrimientos de este tipo, señaláis lo importante:

Una sala central contiene un gran bajorrelieve que describe los ejercicios ascéticos necesarios para la ascensión.

Os aseguráis de guardar los datos con redundancia y estudiarlos detenidamente en cuanto volváis a las oficinas de Alma Máter y saboreéis un agradable café, pero aquí no ha acabado todo: Arcam Romijnsen, que lidera la investigación, se fija en una porción de texto curiosa, la que habla de las condiciones geográficas que el lugar destinado al rito debe reunir, y se menciona que la "esfera de realidad divina se manifestará a través de una membrana vegetal con las inscripciones grabadas a fuego, desatando una gran energía de manera esporádica, sólo controlable por los ángeles a voluntad". Los ojos del historiador parecen dos cámaras que intentan registrar lo máximo posible y dilucidar su significado.

"esfera de realidad divina se manifestará a través de una membrana vegetal con las inscripciones grabadas a fuego, desatando una gran energía de manera esporádica, sólo controlable por los ángeles a voluntad"

Pues esto, profesores, es para mi la causa de los temblores.  Y muy a voluntad no estaban los ángeles, déjenme decirles. 

¿Membrana vegetal?  ¿Se refiere a "papel"? 

¿Donde vimos inscripciones grabadas a fuego? 

¿Qué zona nos falta por explorar?

-Estas instrucciones... -murmuré, fascinado de que hubiéramos encontrado las instrucciones que justamente nos daban la clave para llevar a cabo un ritual en el que convertir a un ser humano en un ángel-. No sé si esto debería salir alguna vez a la luz. Espero que Alma Máter sepa mantener esto en secreto. Este ritual... Algunos podrían verlo como una ascensión, pero ¿hasta qué punto los ángeles conservarían su humanidad?

Escuché la pregunta final de la doctora, que indicaba que aún nos falta algún lugar por explorar.

-Threkor y yo llegamos por la puerta de la zona superior, la del norte -aclaré, señalándola y pensando en qué camino deberíamos tomar-. Si vosotros llegasteis por la otra, nos quedan esas escaleras de enfrente y la otra entrada. O al menos eso creo...

La investigacion desvelo algo que ya sospechaba, aquellas inscripciones no eran sino las instrucciones del ritual.

—No se si estoy de acuerdo con usted, Nathaniel, el conocimiento pertenece a la humanidad, no creo que nadie tenga derecho a esconder nada del resto. Lo que aqui estamos descubriendo reescribira los libros de historia y de religion. Hasta donde se, es la primera prueba fehaciente de la existencia de lo que podriamos catalogar como "divino". No se que clase de organizacion es Alma Mater, pero mantener en secreto estos hallazgos solo puede beneficiar a los poderosos, que seran los unicos que tendran acceso a ella.

No sabia las consecuencias exactas de liberar al mundo lo que estas ruinas mostraban, pero sabia que la sociedad tenia derecho de conocer todo esto.

—Aunque lo primero es lo primero. Todavia quedan algunas incógnitas por resolver, y este tobillo me esta matando. ¿Queda alguna sala por explorar? Las escaleras por las que hemos bajado dan al templo de la superficie, y aquel pasillo da al barranco por el que accedimos Sharada y yo.

¡Vayamos al oeste!

  Esto no me parece nada divino, mas bien una forma de contacto con otra civilización, en otro planeta. Lo que más me preocupa fuera lo de la auto-destrucción rápida de esa civilización. ¿Trataron de controlar la energía de los ángeles y se les fue de control? ¿Para que usan esa energía ahorita?

Avanzáis esperanzados hacia la puerta oeste, pero al llegar, vuestros deseos se frustran de manera drástica. La losa de piedra que hace de puerta está partida hacia fuera (hacia vosotros). Los últimos derrumbes deben haber provocado que lo que haya tras de ella colapse y la presión del otro lado haya roto la puerta de piedra. Este camino es impracticable.

-¡Maldición! -exclamé, al ver que la entrada por la puerta del oeste resultaba ahora innaccesible-. No podremos avanzar por aquí. -Resoplé, mirando a mis tres compañeros-. Ahora mismo solo veo una posible opción: tomemos las escaleras del sur y regresemos a las ruinas, puede que nos hayamos dejado algo sin registrar. No creo que podamos hacer nada más aquí abajo en estos momentos.

Si señor Nox. Creo ir no hay otra opción, aunque no creo que nos hayamos dejado nada

Era extraño que lo hubiera otra salida por ahí pero así era. Sólo podíamos salir por donde habiamos entrado o por donde habían aparecido la doctora y Arcam.

Decepcionado tras comprobar que aquel pasaje era impracticable, escuche las sugerencias de mis compañeros.

—Dudo mucho que arriba nos hayamos dejado algo, ademas corremos el riesgo de volver a encontrarnos con la mujer de la ametralladora que dejamos ahi arriba.

Medite unos segundos cual seria el mejor curso de accion, y me acorde de una incognita que todavia no habiamos resuelto del todo.

—De camino aqui desde la abertura por la que accedimos Sharada y yo hay una especie de pintura que describe una especie de lucha entre dos facciones. Quizas podais verla por vosotros mismo, y ofrecernos vuestra propia interpretacion —sugeri—.

Asentí a las palabras del señor Romijnsen.

-Podría ser buena idea que nos dirigiéramos a la sala donde se encuentra esa representación que vieron ustedes antes -dije, pensativo-. Al menos para comprobar cuál sería nuestra interpretación de la pintura. Por otra parte..., ¿están seguros de que no nos hemos dejado ninguna otra sala sin revisar?

Mientras los guiaba hacia la pintura que habíamos visto Sharada y yo en aquel pasillo, me quedé pensando unos segundos, recapitulando lo que sabíamos.

-De las salas de arriba, quizás quede estudiar los estratos extraños que usted y Sharada encontraron en las ruinas donde estaban también las estatuillas. En el templo dudo que quede nada por estudiar, y en el camino en el que ahora nos estamos internando, encontramos la sala con la pila de armas y el fresco del fuego, el cual mostraba que esta civilización se consumió en cuestión de semanas, y la pintura que os voy a enseñar ahora. Que yo sepa, eso es todo. 

Les comenté, mientras avanzaba con dificultad por aquel irregular suelo.

Tras un rato de camino ayudándoos de las linternas para esquivar los golpes en el irregular suelo, llegáis a una ramificación hacia la izquierda, donde un arco os da la bienvenida a una gran bóveda, que es a la que la Dra. Srinivasan y el Sr. Romijnsen hacían referencia hace un rato.

La bóveda es en realidad un gran cementerio, con oquedades excavadas por toda la pared hasta casi el techo esférico donde, en su interior, hay de manera inquietante restos óseos de individuos portando artilugios de batalla como escudos, espadas, etc... Llama la atención que todos o casi todos utilizan sus armas contra ellos mismos, como una especie de sacrificio voluntario, cuya huella queda ahora en forma de oxidadas hojas atravesando cráneos, costillas y otros huesos.

En el centro de la sala hay una enorme cantidad de armas, armaduras y otras herramientas de batalla, formando una montaña de óxido que se ha llegado a esparcer por el suelo, a causa de las filtraciones de agua que hayan habido a través de los siglos.

El suelo de la sala es un mosaico formado por miles, o millones, de piedras seleccionadas de diferentes tonalidades que aún mantienen los colores, en el que se puede ver una un lugar arrasado por el fuego del que sólo quedan cenizas.

A un lado de la pared hay un pequeño bajorrelieve, y rodeando perimetralmente la sala, piras en llamas encendidas hace ya un rato por Arcam y Sharada, que aún mantienen la llama, dotando al lugar de un aura mística.

El aire que se respira tiene un carácter metálico, probablemente debido al orín del metal, que mezclado con el humo del fuego crea un ambiente especialmente denso.

A pesar de los fantástico del lugar, vuestra mirada examina con avidez los rincones buscando "algo" de origen vegetal en algún lado, sin éxito.

Entramos en la nueva sala de la que habían aparecido la doctora Sharada y el profesor. Me quedé impresionado de la magnitud de la sala y de los colores distribuidos por el suelo y las paredes. La verdad es que aquel lugar no dejaba de sorprenderme lo más mínimo. Cada paso que cada encontraba algo que me seguía dejando con la boca abierta.

¿Qué significan los grabados de las paredes y el suelo, señores?

Observé, fascinado, la inmensidad de aquel lugar, asombrado al ver la montaña de huesos que teníamos justo frente a nosotros.

-Esta debió de ser la sala de la que ellos nos informaron cuando estábamos en la sala del recipiente con agua, señor Ohrin -comenté, mientras echaba un vistazo a aquellos cuerpos-. Esto... parece como si se tratase de un sacrificio ritual, como cuando los integrantes de una secta deciden inmolarse todos juntos para el encuentro con su deidad. Aunque, dada la antigüedad de esta civilización..., ¿por qué lo harían? Señor Romijnsen, doctora Sharada, ¿cuáles son las teorías que manejan?

Y ahí estaba, de vuelta en aquella sala. La última vez que había estado aquí había cogido un arma, intentando reunir valor para liberar a Sharada, la cual había sido capturada. No había sido agradable, pero me sentía aliviado de que estuviéramos todos juntos de nuevo. De una forma u otra, habíamos ido esquivando los diferentes peligros que han ido apareciendo, haciendo fascinantes descubrimientos por el camino.

-Esta es la sala que os describí por el walkie. El fuego representa la completa destrucción de esta civilización. Parece que de algún modo, estos cometieron algún tipo de suicidio colectivo. Y ahora que han visto esto, me gustaría enseñarles un dibujo que hemos pasado por alto en nuestro camino hacia aquí, el cual creo que encierra la clave de la caída de esta pobre gente. Podemos volver a seguir examinando, si queréis, tras haberlo visto.

Tras aquellas palabras me giré y salí de la sala, andando unos pasos hasta la composición de la que hablaba.