Partida Rol por web

Vamos. Digo sonriendo.
Te acompaño hasta tu coche.

Liz miró extrañada a Bell.

A mi coche no, a mi casa. Que donde nos hemos visto ha sido en la puerta de mi casa. ¿No te dije que vivía allí?

Disculpándome.
Es verdad, tienes razón, lo siento. Le digo mientras le tomo del brazo y le acompaño a su casa.
¿Vives sola?

La verdad es que no. Comentó un poco avergonzada por la situación.

Vivo aún con mis padres y mi hermana, que es cuatro años más pequeña que yo. Aún no tengo unt rabajo fijo como para vivir sola, pero si tengo suerte y me quedo al final en el aeropuerto trabajando, me iré de alquiler a vivir sola.

Tienes que ganar bastante en el aeropuerto para permitírtelo tú sola. Le digo jugueteando con su pelo.
Bueno... No quiero retrasarte más...¿A qué hora te parece que nos veamos mañana?

Los pisos hoy en día valían mucho, y además, no sabía si podía conseguir otro trabajo en cuanto la hecharan del espaciopuerto. Hasta no tener un trabajo fijo no se lo podría permitir, aunque ganas no le faltaban para independisarce.

Bueno, mañana si quieres, puedes recogerme aqui sobre las 9 o así. Ya abré terminado mi turno y te podré pasar toda la información conseguida.

La espera se me hará eterna. Tratando de alabarla mientras sonrío.
Entonces le doy un abrazo y le suelto segundo más tardes.
A las nueve estaré aquí.
¿Qué demonios haré hasta las nueve?
Me despido de ella, y me dirijo al coche dirección al hotel... ¡Ahora podré por fin dormir!

Liz responde al abraza, nunca había visto a alguien tan cariñoso y por la contra, que no haya intentado besarla. Es sin duda un hombre extraño pero entrañable. Una mezcla que le hacía sentir por momentos incomoda y por momentos feliz. Bueno, sólo había sido una cita y tenía otra para mañana, todo sería cuestión de tiempo y conocerlo más.

Se despidió de él y continuo sus pasos hasta la entrada del bloque y se introduzco dentro, no sin antes decirle adios con la mano a Bell.

Me dirigí al coche, y con él, hasta el hotel.

Las horas que eran, ayudo a que el trafico fuera fluido, más que fluido, diria que casi inexistente, por lo que, Bell tardó más bien poco en llegar al Hotel.

Al llegar, enciendo la televisión, y me tumbo en la cama, escuchando las noticias.

Cerrado el 'caso Nieleda': 14 meses después no hay culpable

Los McNa y un capitolino serán librados de la condición de sospechosos.

La Fiscalía Venusiana decidió este lunes archivar el caso Nieleda McNa y desestimó la posibilidad de realizar nuevas investigaciones o abrir un juicio por la desaparición de la niña capitolina.

El caso ha sido archivado por falta de indicios del paradero de la niña capitolina.
Aún son sospechosos los padres de Nieleda y el Capitolino Rebo Aru. La decisión llega tras 14 meses de infructuosa investigación. La Policía, sin aparentes progresos, entregó a los fiscales el informe final de sus investigaciones hace tres semanas.

Ahora, los arguidos o sospechosos (los padres de Nieleda - Take y Rregy McNa - y un capitolino residente en Venus) serán liberados de esa condición y el siguiente paso será el fin del secreto del sumario, prorrogado ya varias veces, cuando concluya un periodo de posibles apelaciones.

Los bancos prevén perder 120.000 millones de euros durante tres años

Asimismo, a combinación de crecimiento en préstamos por parte de los bancos, junto con el riesgo que supone el actual marco macroeconómico, significa que estos tres corporaciones están a la cabeza de los peor posicionados, aunque los problemas vayan a darse en la mayoría de mercados.

El estudio revela que el mayor impacto aparecerá el año que viene, cuando las pérdidas en préstamos hipotecarios y crédito al consumo en Bahuaus podrían ser de más de 21.000 millones de coronas. De forma similar, las pérdidas en Capitol serán de 2.100 millones de coronas más que el año pasado y en Imperial alcanzarán alrededor de los 400 millones más que los niveles registrados el año pasado.

Los datos reflejan que Imiperial será la corporación con tasas de pérdidas hipotecarias más elevadas. Estas tasas se multiplicarán entre seis y diez veces y se espera que los “write-offs” hipotecarios, que alcanzaron los 700 millones de coronas el año pasado, logren llegar hasta los 4,7 millones de coronas el año que viene.

En corporaciones como Imperial, Capitol y bauhaus ha habido un rápido aumento en el número de préstamos hipotecarios en los últimos años, a la vez que se han introducido productos de mayor riesgo y préstamos a plazos muy largos. Imperial ha sufrido un importante incremento en los préstamos sub-prime y near prime, contando hoy en día con mayor oferta de productos de riesgo. En los últimos años, los mercados Capitolinos y Bahueses han introducido a su vez productos de alto riesgo, particularmente en el mercado hipotecario, a la vez que han disminuido sus estándares de financiación con el fin de mejorar la accesibilidad a la vivienda.

Por otro lado, dado el rápido deterioro en los mercados de crédito minorista, los bancos deben prestar una mayor atención a los procedimientos seguidos a la hora de tratar con sus prestatarios de mayor riesgo.

Entonces quedo dormido, al cabo de unos quince minutos.

De pronto el ruido de la puerta suena con varios golpes y el sonido de una mujer tras ella.

Caballero, le traigo el desayno.

Sí, por favor. Digo tras bostezo, tratando de averiguar la hora que era.

La señorita, que posee tarjetas de todas las habitaciones, abre la puerta y pasa para poner la bandeja del desayuno sobre la mesa, encontrando a Bell en el sofá.

El desayuno consiste en un par de huevos fritos, bacon, salchichas y zuma de naranja.

Aqui tiene. Comenta la señorita y cuando termina de ponerlo y antes de salir de la habitación, comenta. Buen provecho

Todavía en el sofá, asiento con la cabeza.
Muchas gracias.
Y miro entonces la comida y el reloj...
Será mejor que me levante...
Y entonces me levanto a tomar el desayuno.

Supongo que debería de buscar algo de información sobre Bauhus... Y conocer a mis guardaespaldas...
Me levanto del sofá, apago la televisión, y me dirijo a la puerta que da a la habitación de mis hombre.
TOC TOC

Tras la puerta se oye la televisión puesta a un volumen un poco más alto de lo normal y se puede intuir el ruido de unos pasos acercándose hacia la puerta. Al poco rato, la puerta se abre y un hombre de unos 40 años se asoma, vestido con un uniforme azul oscuro de miembro de seguridad típico.

Una mirada hacia Bell le bastó para reconocerlo, pues para el trabajo le habían dado varias fotografías de él para reconocerlo.

Buenas. ¿Ya necesita de nuestros servicios?, Señor