Partida Rol por web

Korinek salio riendose del ancensor, amigo lo habia llamado. Segun sus recuerdos, nadie le habia llamado asi, desde... no estaba seguro, pero era mucho.

La gente normalmente contaba con que el era de fiar si sacaba un benefio de ello. Pero claro, Harding solo sabia de el lo que paso en el segundo sello y la mision que le encomendaron, y en ese informe el salia muy bien parado, a pesar de que habia perdido a casi toda su unidad.

Eso le hizo recordar a los pocos supervivientes. Aquello no le gustaba, no le gustaba sentirse minimamente culpable, asi que se desizo de ese pensamiento con rapidez, recordando a uno de sus soldados. Theodor, el artificiero.
Si no estaba equivocado ese muchacho tenia contactos en el departamento cientifico.

Abrio la puerta de casa lentamente, y antes de empujar la puerta escucho atentamente. Parecia que dentro no habria nadie, se agacho un poco y termino de abrir la puerta de un manotazo.

No habia nadie, eso era lo mejor.

Se fue al sofa, y se tumbo.
Despues de unos minutos tumbado reflexionando se volvio a levantar, el dia no esperaria por el, y el no lo haria esperar.

Fue al armario y aparto un puñado de sus trajes, y detras habia una caja. Hay estaban los informes de cuando era militar, claro que eran los informes rudimentarios, nada que tubiera especial interes. La caja fuerte estaba detras, pero para cualquiera, los informes serian un buen pellizco. Asi alejaba a las miradas inquietas. La puerta de la caja fuerte estaba disimulada, habia que buscar a drede para poder encontrarla.

La abrio desplazando la pantalla que tenia delante, solo con unos puntos de presion se podia sacar. Nada especialmente complicado, pero al menos hacia que fuera entretenido para un ladron.

Introdujo la contraseña ya la abrio. De dentro saco una agenda. Esta contenia numeros de telefonos y direcciones. Y ahora estaba buscando un numero de telefono que no tenia en su PDA.

Y alli estaba, como si lo ubiera puesto ayer. Theodor Grodric, el artificiero especialista. Ese muchacho nunca sabra el favor que le hizo a la humanidad, pero por lo que habia descubierto hoy. El favor no era tan grande como el pensaba. Aquella pequeña fortaleza de lo oscuro era mas grande de lo que decian los de informacion. Pero eso era otro tema.

Se acerco al telefono y se dijo que necesitaba comer y beber algo. Mientras se preparaba algo al microhondas, y se servia otro vaso de wisky. Se planteo como pedirle el favor. Al final decidio que lo mejor seria contarle la verdad, la que el queria escuchar.
Conocia a sus hombres, y este era un patriota, si se lo podia llamar asi.

Finalmente marco el numero y espero a que contestaran.

Después de un par de tonos, la voz ronca y con gracia de su excompañero Theodor sono a través del telefono.

Si, digame.

Existian diversidad de unidades dentro el mecanismo militar de Bahaus. Pero cada una tenia sus propias reglas, sus propios codigos.
La mejor manera de poner en sobre aviso a Theodor de que clase de conversacion iva a tener era utilizar el lema de los Cuervos 41.

SOLO LOS CUERVOS VEN EN LAS NOCHES MAS OSCURAS....

Solo el resto del lema de la unidad le diria si Theodor estaba dispuesto a hacer trabajos para la vieja unidad.
Si bien Su orden lo habia trasferido un poco antes del incidente del segundo sello, y no habia estado mucho bajo su mando, sabia que este hombre era de lo mejor que habia dado Bahaus.
Necesitaba lealtad, y manipular los sentimientos de los subordinados y sacar lo mejor de cada uno, era algo que no le costaba demasiado.

...la oscuridad oculta tras la sombra.

Era evidente que aquel mensaje sólo podría ser de una persona y solo podría significar una cosa.

Teniente...

Dijo sorprendido, con el corazón en la boca, asustado y sorprendido. No sabía a que venía esa llamada, pero dentro de la misma llamada había otra llamada mucho más poderosa. Trabajar nuevamente para la unidad, trabajar nuevamente juntos. Algo tenía que estar pasando para que el Teniente fuese hecho esa llamada, ¿pero que? ¿Que podría estar pasando tan desesperadamente oscuro?

Se quedó sin palabras.

Vamos al grano. Necesito alguien de confianza. Pasan cosas, cosas y no te puedo contar todo. Pero es importante. Puede que haya filtraciones, y necesito gente de confianza. Y solo un cuervo puede darmela ahora.
Sigues teniendo contactos en el sector de investigacion de Bahaus.

La voz de Korinek sonaba apremiante. Queria que Theodor entendiera rapidamente lo que significaba esa llamda, y que lo que le iva a pedir era urgente.

Todo le vino de sopetón y no sabía como abordar un tema que le estaba llenado tanto la cabeza como los oidos. El Teniente hablaba muy deprisa y todo era tan inesperado... no estaba preparado.

No, lo siento Teniente. Mi contacto murió hace menos de una semana, le sacaron una bala del pecho.

Se tragó la pregunta: ¿Que sucede?.

Pero puede contar conmigo para lo que le haga falta. Ya sabe que nunca fallo.

Tsk

El sonido de chasquear la lengua de Korinek, casi lo deja en evidencia, era un contratiempo con el que no contaba.

Bien, veamos que puedes conseguir. Pero dime, ¿puedes hablar comodamente ahi donde estas?.

Si, puedo hablar comodamente aqui. Pero preferiría algún lugar para vernos, ya sabe... cuando algo importante se está tramando, siempre consiguen pinchar los telefonos indicados.

Mientras hablaba por el telefono, hacía gestos con la cara y las manos, como si su teniente estubiera allí delante y asi le entendiese mejor.

Mejor quedar en otro lugar. ¿Le viene bien que comamos juntos?

Si, iba siendo hora de comer, o mejor dicho, iba siendo hora de volver a ver a su Teniente, y si había suerte a los dos supervivientes, que junto con él y el Teniendo sobrevivieron a la muerte y la Oscuridad en en Anillo de Fuego. Aunque en eso tenía dudas, no sabía lo que tenía pensado el Teniente.

Un poco de nostalgia, terror y ansiedad se hicieron hueco en su corazón y su cabeza, luchando por ser la sensación más fuerte, dejando un regusto a nada y sentido de estar totalmente perdido de sentimientos que dejaba absorto a Theodor. Le comenzaba a doler la cabeza.

Quizás me esté subiendo la tensión

Bueno, organiza una comida ligera. Pero necesito acceder a informacion del departamento de investigacion.

Korinek, vio que podria no sacar demasiado en claro.

Cuando tengas la reunion lista, llamame.

Korinek corto la llamada, tenia que dejar que Theodor se imaginara cosas, la imaginacion era un herramienta inigualable.

Mientras tecleo un mms en su PDA, nunca estaba seguro de con quien de su Orden estaba hablando a traves de ella.
Informo de la recuperacion del diario. Y solicito un especialista. Lo dejaria dentro de 2 dias en el lugar convenido.
 

La orden de Böhmdorfer era extremadamente cauta. Solo se reunian en persona un par de veces al año, o por motivos de fuerza mayor. Asi que tenian todo un sistema de entrega de objetos, documentos e informacion. Su propia clave era IX.
 

Dejo la PDA, sabia que dentro de poco llegaria informacion, tanto de la orden como de Theodor, y necesitaba una ducha para despejarse.

Tenia claro que era lo que queria de Theodor. Uno, informacion de las instalaciones, y los investigadores que tenian el artefacto.
Y en caso de que el mismo tubiera que ir a buscar el artefacto, necesitaba un plan B. Algo con lo que hacerse con el artefacto, y no levantar sospechas contra si mismo.

Habia una partida en marcha, y habia que empezar a mover sus propios peones.

El telefono volvió a sonar de la misma forma que lo hacía siempre. El número que identificaba era el de Theodor.

Korinek Bundeskanzler Böhmdorfer IX al habla. ¿que desea?

Empezaba la conversacion, como si no hubiera pasado nada. Queria ver que tono de voz tenia Theodor.

Soy Theodor.

Su voz era más alegre y mucho menos sorprendida que la primera vez. Había conseguido la cita con los otros dos compañeros que faltaban de los supervivientes de la Compañía de Cuervos que sobrevivió a la Guerra del Segundo Sello.

Lo he conseguido, Teniente. Hemos quedado dentro de dos horas en el Hotel AC Heimburg para comer.

El mensaje era corto y conciso. No quería extenderse mucho por la vía del telefono, ya habían dado suficientes datos de interés, y eso no era especialmente bueno, sobretodo porque podrían tener el telefono pinchado.

Eso es lo que era vivir después de haber participado en una guerra. Que tu vida sigue corriendo peligro y sigue estando perseguida y custodiada, por si por algún motivo, tu tendencia iban en dirección a la Oscuridad. Siempre te sentías perseguido, escuchado, etc.

Deacuerdo, me encantara un almuerzo para recordar viejos tiempos.

Lo dijo en un tono jocoso, divertido. Algo antinatural en el. Todo para que Theodor pensara que estaba disimulando.

2 horas mas tarde estaba en el restaurante del hotel indicado. Habia cambiado su ropa. Pantalon de pinza, camisa y corbata. Blanca y azul respectivamente, y una chaqueta de vestir a juego. Elegante pero informal.

Echo un vistazo para ver si encontraba a sus contertulios.

Tras más de hora y cuarto debido al espeso trafico en algunas zonas de la ciudad, Korinek llega a la entrada del hotel, uno de los hoteles más lujosos de Heimburg. Su visión es simplemente majestuosa.

Una vez dejado el coche en el aparcamiento, tras una breve petición por el "interfono" de éste a un empleado del Hotel, Korinek alcanza la planta baja a través del ascensor, donde indica que está el restaurante. El hotel por dentro es casi más impresionante que por fuera, la entrada es enorme y la recepción se encuentra en el lado izquierdo, donde una mujer joven pero no muy agraciada, está detrás de la mesa de recepción. Un gran gato negro adorna la pared.

Al otro lado hay una gran sala de espera, repleta de sillones de todos los tamaños, pero con el mismo diseño, acompañados por un gran piano de cola negro, que en estos momentos se encuentra vacío. Unas cristaleras enormes, rodean toda la sala de espera, pudiendose ver el exterior, la gran avenida que hay delante.

El Restaurante se encuentra a la espaldas de los ascensores.

La vista de Korinek recorre el lugar y descubre que en uno de los sillones de la entrada se encuentra Klaus, uno de sus antiguos subordinados. Al parecer ha sido el primero en alcanzar el lugar.

Sabia que la historia no quedaba solo asi.
Salio de la habitacion. Se fue al ancensor y bajo una planta, luego subio por las escaleras.
Permanecio atento hasta que Klauss salio de la habitacion y se marcho.

Finalmente volvio sobre sus pasos a la otra habitacion que habia contratado.
Nunca se tenian todas consigo. Pero esperaba tenerlas casi todas.

Se metio en la habitacion.
Y se quito la ropa y lleno la bañera.
Necesitaba un descansito. Y aclarar las ideas.
Parece que todo lo que tenia en mente estaba en marcha, ahora tenia que seguir observando y esperar sus frutos.

Despues de una hora, y de un buen baño estaba esperando sentado en el sillon con el albornoz puesto.

Y ahora que... tengo que conseguir la lista de los usuarios de las habitaciones colindantes. Y tengo que vigilar este pasillo. Seguro que tarde o temprano Harding llamaria otra vez. Desesperado porsupuesto. Y le daria la siguente clave para este asunto.

De repente, el sonido del telefono le perturbo su descanso. En el visor de éste, aparecía bien claro el número de Harding. Quizás traiga noticias sobre el cientifico, tal y como prometió.

Esperaba su llamada. ¿Digame, que es lo que necesita ahora?
Se removio en el sillon. Estaba tranquilo, todo iva segun el lo estaba planeando.

Me alegro oirle de nuevo, Teniente Korinek. Ya le he averiguado el último miembro a su grupo. La cientifica que le prometí para tenerlo todo controlado. Le paso con ella para que puedan quedar en algún sitio y planear el robo.

Sin decir nada más, cogio el telefono y se lo paso a una mujer que se encuentra a su lado.

Presentese, es el Teniente Korinek, de Bauhaus.

La mujer coge el telefono y contesta amablemente.

Buenas noches teniente. Habla con Melba Fish.

Es lo único que se le ocurre a Melba después de haber aceptado la petición de Harding. Todavía pensaba si era buena idea o no, lo que estaba claro es que ya no había marcha atrás.

La voz de la joven era sugerente.

Buenas noches, habla con Korinek Bundeskanzler Böhmdorfer IX, para servirla.
Y ahora dejando a un lado las tonterias del protocolo. ¿Entiende la necesidad imperiosa que tenemos de que este plan se desarrolle sin problemas?

No tenia del todo claro que ella entendiera todos los detalles. Pero no estaba de mas acerla preocuparse un poco.

Se preguntaba que aspecto tendria. Pero eso ahora daba igual.

Las tonterías del protocolo me hacen saber con quien estoy hablando, gracias - dice Melba con todo cortante, luego relaja su voz y prosigue - Y sí, he entendido todo, Harding ha sabido hacerme llegar el mensaje perfectamente.