Partida Rol por web

La galera apestaba,eso es algo que habías tenido claro desde la segunda hora de la estancia en esa cutre nave.Las olas parecían que fuesen a romper el casco debido al mal estado del mismo pero por suerte o milagro resistían cada envite.

No podías llegar a saber a ciencia cierta cuantos días estuviste ahí metido pero al fin tuviste el anuncio de que avistaron tierra.Gracias a Odín.

El puerto no era extremadamente lujoso y parecía desembarcar en una pequeña aldea pero era suficiente para poder empezar algo nuevo,en un lugar distinto y olvidar,aunque no literalmente,lo malo del pasado.

Nada más pusiste un pie una mujer de mediana edad te agarró del hombro.

- Este chiquillo será para mi,parece interesante.

La mujer arrojó unas monedas de oro al capitán que no rechistó,aunque tampoco debiera hacerlo.Tampoco entendías que podía haber visto esa mujer en ti sin verte apenas pero su voz sonó firme y contundente.

- ¿Estás de acuerdo,pequeño?¿Cómo te llamas?

Estaba acostumbrado a que me llevaran, en mis hombros se han posado cientos de manos.
Para empujarme, llevarme, para que me quede en el lugar, que no me pierda, para cuidarme.
Cuando la mujer me sostiene me erguí, poniendo recto los brazos y desde abajo la miro a la cara.
Parece amable, le sonrío.
Pestañeo y entonces me doy cuenta de que no le he respondido...

-Vili, me llaman.-

- Vaya,Vili...nunca había oído ese nombre.¿Eres de cerca a estas tierras?.

Mientras te decía estas palabras comenzó a andar invitándote a caminar con ella.No dejaba de apoyar la mano en tu hombro pasándola por detrás de tu nuca.

Niego con la cabeza mientras sigo sus pasos, a su pregunta respondo señalando con facilidad el norte.
La mano en la nuca, tan sensual para los hombres me resultaba inocua, pese a tener cierta idea...

-Wotan, Vili y Ve. Ellos crearon el mundo de la carne del primer gigante.- Recuerdo la historia para mostrar que el nombre no es desconocido.

- Debes perdonarme pequeño nunca he sido muy dada a las historias de los Dioses.

Una sonrisa cariñosa asomó de sus labios.

- Y dime Vili,¿qué esperáis ser en la vida? Ya tienes edad para pensar en ello.

Esa era una pregunta que aun no me había hecho.

-Se pescar...- Como el oficio del hombre que me crío.
-La diligencia lleva a riquezas- Citando el Havamal.

-Pero es uno guiado por el destino...- Mirando al cielo, esperando encontrar las estrellas. -Las estrellas guían, son ojos de los grandes, puestos en el cielo.-

Por los traumas de la niñez una gran apatía era el espíritu de Vili. No pretendía ser ni guerrero y jarl.
Pero si que sus ojos formaran parte del cielo y su vida eco en las voces de las historias.

Finalmente concluí -Quiero ser una leyenda-

- Vaya,tienes grandes miras y eso conlleva una gran gran responsabilidad y aun más largo camino.¿Estás dispuesto a recorrerlo,pequeño?

El tono de voz de la mujer era claramente más serio y no te miraba a la cara al hablarte.

Recordando el Havamal, que decía que cada hombre con su falencia igual siempre servia para algo sabia que tenia todas mis capacidades, no era cojo, ni sordo, ni siego, por lo tanto... -Puedo hacerlo todo-
Y aceptando el camino por el que se me guíe... -Sea lo que el destino quiera...- Dije y bufe, ya estaba ansioso por conocer el futuro...

La mujer seguía mirando hacia el horizonte llevándote por un largo camino que subía una cuesta y acababa en la casa más lujosa que podías ver.Os internasteis en ella y allí dentro pudiste ver multitud de gente que bebía y disfrutaba de una gran fiesta,parecía que llegabas en un día importante.

- Pequeño,el destino te ha traído hasta aquí un día de suma importancia y creo que conoces bien las tradiciones de nuestro pueblo.Hoy se eligen los pillajes y los nuevos nórdicos que rinden obediencia a nuestro Jarl para poder prosperar y ser mirado como igual.

La mujer no dijo más,simplemente se arrodilló un poco ante ti y te dio un beso en la frente.Luego se levantó y se dio media vuelta.

Los nórdicos, repartían herencia en la forma de las tierras para uno y las riquezas para el otro, lo que con las riquezas contrataría mercenarios para conquistar nuevas tierras.
Yo no tengo ni lo uno ni lo otro.
Mi camino estaba claro, debía hacerlo todo desde abajo.
Es el destino. Sentir miedo es una opción. Yo no lo sentía desde antes de tener la decisión.

Y así permanecí en esa situación, quieto, esperando, mirando sin moverme a todos a mi alrededor. Algo me iba a guiar...

Voy a ver al oráculo.
No se que hacer en la aldea recién llegado.
Podría trabajar, aunque me llevaría un tiempo hasta que me paguen algo.
O buscar algunas hiervas para mis conjuros...

Tu primer día no había sido lo más cómodo posible.Todo un revuelo había sacudido "tu nueva hogar" y salvo por lo poco escuchado en la reunión no conocías el por qué.Pese a tu corta edad tu inteligencia poco usual para la misma te había hecho darte cuenta que "tu señor" no os había contado todo lo que hubiese debido y quizás por ello te planteaste acudir al oráculo,pero no tenías una idea clara de cómo llegar a él.

Ensimismado en tus pensamientos no te diste cuenta de que una joven se acercaba a ti hasta que su voz llamó tu atención.

- Hola Vili,me envía Svana para enseñarte dónde vivirás de aquí en adelante.¿Podrías acompañarme,guapo?

En su voz se notaba que intentaba tratarte como si fueses un niño pequeño pero ya sea por su forzada intención o por lo exagerada de la misma te diste cuenta que no era cómodo para ella.

"En donde viviré de ahora en adelante" Eso me recuerda a que han pagado por mi... y perdido en el pensamiento veo como unas ardillas jugaban con unos grilletes que colgaban entre tantas cosas en un galpón.
Estas jugaban a que una le ponía los grilletes en el cuello a la otra. Luego en un pestañeo desaparecen, habrán sido obra de mi imaginación, pero la visión me lleva a preguntarle a la mujer.

-También seré un esclavo?- Mire su reacción, pues como sabría yo que ella lo es? Quizá no lo sabia...

Así decidí acompañarla, su forma de tratarme era amarga y no me gustan las cosas amargas. -Te sucede algo malo?- Le pregunte.

Tras escuchar tu primera pregunta una pequeña cara de asombro asomó en su rostro,se agachó hacia ti y te acarició el pelo.

- Los hijos de los dioses no serán nunca esclavos de hijos menores del norte pequeño.

Sus palabras sonaban frías y con algún sentido oculto que quería darle pero a la vez intentaba ocultar.

- Y tranquilo,no me pasa nada.Sólo que estoy cansada de tener que recoger a los pequeños de la aldea,no lo tomes a mal,no es personal.

Volvió a su postura inicial y te encaminó por las casas de la zona alta de la ciudad.

Sus palabras me parecieron suficientes, por lo que no le pregunte más al respecto.

Como siempre estuve interesado en el espíritu de cada ser, le pregunte -¿Cual es tu historia?-

- Eres un niño muy curioso para tu edad.

Fue toda respuesta que recibiste a tu pregunta.Caminasteis 5 minutos más entre las casas y al fin te señaló una.

La casa era grande y podrías afirmar que hasta lujosa comparada con alguna de alrededor.Tenia una gran puerta doble y un par de ventanales más grandes que el resto.Tenía un pequeño jardín en la parte lateral y desde tu posición no alcanzabas a ver el interior.

De buena pregunta y sepa escucha uno se hacia sabio, pero también es sensato saber callar.
Esa mujer no quería decir más de lo que dijo y con eso fue más que suficiente. En silencio la acompañe.

Así llegamos a una casa. No le pregunte si... o de quien... o... Sino que me adelante a entrar a ella. Las respuestas estarían dentro.