Partida Rol por web

Silencio, un vacío que cuestiona la propia existencia. No hay movimiento, no hay color, no hay nada. Solo estás tú, una frágil mente que acaba de percatarse de la inexistencia que le rodea.

El tiempo tampoco es tu compañero en este viaje, no sabes de tu creación, no sabes de tu final. Lentamente o, tal vez con rapidez, vas notando algo. Susurros revolotean entorno a ti, un ente sin cuerpo, un ser vacío, una mente que comienza a tomar consciencia. Saboreas y hueles ideas y creaciones, un material abstracto que cobra forma material gracias a tu intelecto. Pequeños brillos de colores comienzan a despertarte de tu letargo.

Una gran esfera de pura luz se enciende, cegándote. No puedes volver a mirar, no sabes que te rodea, no sabes que es la esfera o si, incluso, tu eres ese cuerpo esférico incandescente. 

¿Sientes el honor? Forma parte de ti y tú eres parte de él. La energía del afecto, de la dureza y de la expresión te dan vida -dice una voz dulce y melódica a tu alrededor -observa lo que eres, tu creación y tus creaciones. 

Ves una nueva esfera, una centelleante bola de fuego que desprende una fuerte luz y un calor insuperable. Sus rayos solares inciden sobre una superficie formada por pequeños granos de arena, un extenso paisaje perpetuo que solo se rompe con un enorme lago de agua.

Observa y despierta -concluye la voz en un susurro, relegándote a una oscuridad absoluta, despojándote de todas las visiones, olores y sentimientos...

Silencio, un vacío que cuestiona la propia existencia. No hay movimiento, no hay color, no hay nada. Solo estás tú, una frágil mente que acaba de percatarse de la inexistencia que le rodea.

El tiempo tampoco es tu compañero en este viaje, no sabes de tu creación, no sabes de tu final. Lentamente o, tal vez con rapidez, vas notando algo. Susurros revolotean entorno a ti, un ente sin cuerpo, un ser vacío, una mente que comienza a tomar consciencia. Saboreas y hueles ideas y creaciones, un material abstracto que cobra forma material gracias a tu intelecto. Pequeños brillos de colores comienzan a despertarte de tu letargo.

Una gran esfera de pura luz se enciende, cegándote. No puedes volver a mirar, no sabes que te rodea, no sabes que es la esfera o si, incluso, tu eres ese cuerpo esférico incandescente. 

¿Sientes el miedo? Forma parte de ti y tú eres parte de él. La energía de los sueños, de los deseos ocultos y del subconsciente te dan vida -dice una voz dulce y melódica a tu alrededor -observa lo que eres, tu creación y tus creaciones. 

Ves un espejo, una superficie pulida y perfecta que refleja el brillo de la esfera incandescente. La superficie del espejo comienza a moverse con lentitud, formando pequeñas olas que poco a poco aumentan su tamaño. Ya no estás mirando un espejo sino una extensión de agua que no tiene fin, un enorme mar rodeado por una noche eterna.

Observa y despierta -concluye la voz en un susurro, relegándote a una oscuridad absoluta, aún más profunda que la de a noche anterior, despojándote de todas las visiones, olores y sentimientos...

Silencio, un vacío que cuestiona la propia existencia. No hay movimiento, no hay color, no hay nada. Solo estás tú, una frágil mente que acaba de percatarse de la inexistencia que le rodea.

El tiempo tampoco es tu compañero en este viaje, no sabes de tu creación, no sabes de tu final. Lentamente o, tal vez con rapidez, vas notando algo. Susurros revolotean entorno a ti, un ente sin cuerpo, un ser vacío, una mente que comienza a tomar consciencia. Saboreas y hueles ideas y creaciones, un material abstracto que cobra forma material gracias a tu intelecto. Pequeños brillos de colores comienzan a despertarte de tu letargo.

Una gran esfera de pura luz se enciende, cegándote. No puedes volver a mirar, no sabes que te rodea, no sabes que es la esfera o si, incluso, tu eres ese cuerpo esférico incandescente. 

¿Sientes la justicia? Forma parte de ti y tú eres parte de él. La energía de la valentía, de la luz y de la lealtad te dan vida -dice una voz dulce y melódica a tu alrededor -observa lo que eres, tu creación y tus creaciones. 

Ves un águila volando con seguridad por un cielo eterno. Sus alas, cubiertas de plumas, le dan una gran seguridad y firmeza, una bestia increíble con la que te sientes identificado. Un brillo se refleja en su cuerpo, una iluminación extraña que te hace ver que el animal está formada por un elemento extraño color plateado, más firme de lo que debería, una extraña creación mágica.

Observa y despierta -concluye la voz en un susurro, relegándote a una oscuridad absoluta, despojándote de todas las visiones, olores y sentimientos...

¿Por qué?

¿Por qué?

¿Por qué me has despojado de esa maravilla?

Sentía la oscuridad, notaba dolor ¿tristeza? realmente tampoco sabía el significado de las propias palabras que se forman alrededor de mi esencia. ¿Por qué me han despojado de esas sensaciones? Quiero volver a oler, quiero volver a sentir la claridad y la oscuridad contrastar delante de mi.

Intenté ver más allá, pero no podía, algo me bloqueaba ¿una barrera? No, ni si quiera puedo mantener mucho tiempo el significado de esa palabra.

Me esforzaba por seguir sintiendo, quería volver a escuchar esa voz cálida que pronunciaba sílabas que tenían un significado, un significado que me hacían sentirme completo ¿pero porqué ahora estoy vacío?

Despertar, ¿despertar de qué? ¿cómo estoy ahora?¿qué es lo contrario a no estar despierto?

Necesito saber más

Necesito ver más

Necesito sentir más...

Luz, cielo... eternidad todo brilla a mi alrededor cubierto de azul... el color de la justicia, el color de la valentía y la lealtad, esos son mis valores, mi esencia... trato de mirar hacia la gran esfera pero me hace daño... obligándome a cerrar los ojos, cuando consigo abrirlos, me concentro en la luz dejando que mis ojos se llenen de ella, el vuelo de un ser magestuoso se alza sobre mi, quiero tocarlo al menos con mi pensamiento y entonces se cubre de una especie de metal... un metal puro que me hace sonreir.

¿Quién soy? ¿por qué me embeleso con aquellas imágenes? los susurros se hacen cada vez más fuertes tratando de recordarme mi identidad.

- Mi creación...- pretendo susurrar sin saber siquiera si mis labios se han movido o emitido algún sonido.

Y justo cuando pensaba que el misterio sería revelado, la extraña voz que me susurra me dice que observe y despierte... ¿despertar? ¿Donde? Las preguntas se agolpan en mi garganta, así como un sentimiento de angustia se apodera de mí... sin embargo mi conciencia vuelve a abandonarme, hasta que la luz queda relegada a un destello azulado y este.. termina cubriéndose de un denso manto de oscuridad.

La oscuridad sigue girando a tu alrededor, como un manto impenetrable, pero notas que algo ha cambiado. Sientes algo distinto, una atmósfera opresora entorno a ti, tu espalda apoyada en una superficie lisa y fría, tus manos y piernas adormecidas, incapaces de moverse. No tienes poder sobre tu cuerpo pero sabes que posees uno. La sensación de estar encerrado en una tumba corpórea se apodera de ti mientras tu mente herida trata de entender lo que ocurre.

Notas una gran debilidad, la sensación de que gran parte de ti se ha desvanecido o está en proceso de desaparecer. Te imaginas unas garras que surgen de entre las sombras para arrebatarte tu naturaleza, tu poder, una fuerza que se alimenta de tu propia existencia.

Sigues dormido, debes despertar, despierta antes de que sea demasiado tarde -la dulce voz vuelve a surgir de algún lugar sobre tu cabeza. Tratas de erguirte pero tu cuerpo no responde, no te obedece. La oscuridad entra de nuevo en tu interior, desvaneciendo tus pensamientos.

No eres un ser etéreo... sientes, sufres, amas... lo sabes, o al menos lo has echo siempre... y lo más importante, quieres seguir haciendolo... pero ¿qué me pasa? hay algo que me impide despertar... que se alimenta de mí, robándome mi identidad... una identidad que comienza a resquebrajarse como un cristal...

Quiero incorporarme... me aferro a la idea de que tengo un cuerpo tangible que está luchando por sobrevivir... por romper la cadena que está tratando de absorverme, la angustia se intensifica... voy a desfallecer... y si lo hago... ya no existiré... Entonces escucho nuevamente la voz urgiéndome a hacer precisamente lo que mi instinto me está chillando a voz en grito.

- ¡¡DESPIERTA!!- me ordeno a mi mismo aferrándome a la vida- ¡¡¡DESPIERTAAAAAAAAAAA!!!- grito con desesperación

Lo notaba, notaba la pérdida de fuerzas, notaba de nuevo el desvanecimiento, notaba la oscuridad ¿pero qué es esta sensación nueva?¿Qué es este peso que me bloquea?

Quiero despertar

¡Muéstrame cómo hacerlo!

Notaba la impotencia de querer hacer algo y no poder, de creer ser algo y dejar de serlo. Seguía esforzándome a pesar de los obstáculos, quería seguir adelante, usar la prisión a mi antojo, pero notaba que la oscuridad seguía apoderándose de mi.

Quiero hacerlo, sé que puedo hacerlo, pero necesito tu ayuda

De repente una sensación de ahogo me espantaba, era una curiosa sensación pero ella vino a través del concepto de "demasiado tarde" ¿Demasiado tarde para qué?¿Para mi?¿Para la fuente de la voz?¿Para toda la existencia?

En esta ocasión la oscuridad es apartada bruscamente por un brillo multicolor.

Te sientes fuerte, poderoso. Tu cuerpo es una cáscara construida según tus deseos, un receptáculo para contener tu poder, una fuerza primigenia de creación.

Abres los ojos y el resto de los sentidos, dejando que estos se inunden por un maremoto de sensaciones y sucesos.

El escenario en el que te encuentras se mueve y muta a gran velocidad. Ves frente a ti unas puertas ricamente ornamentadas de color blanco hueso. Su tamaño debe ser colosal puesto que, pese a que os separan decenas de kilómetros, su tamaño a simple vista es elevado. Tus pies se encuentran sobre las losas de oro de un puente que une dicha puerta blanca con otra arcada de gran tamaño, esta de color rojo y adornada con miles de rubíes, situada justo a tu espalda.

Estas construcciones son los únicos elementos a tu alrededor que se mantienen estáticas. Miles de seres celestiales luchan a tu alrededor, atacándose unos a otros, enfrentándose sobre el extenso puente o en combates alados. Las espadas chocan entre sí mientras haces de energía vuelan por el aire buscando un objetivo. Algunos de tus hermanos usan su energía para dar vida a nuevos combatientes. De su poder nacen dragones, los únicos saurios de gran tamaño que sobrevivieron a la primera traición, grifos, hidras, gigantes de piedra y otros muchos seres.

Pese al movimiento constante te percatas de que la batalla no es tan caótica como parece. Sin duda alguna hay dos bandos claros, uno de ellos da la espalda a las puertas de rubíes mientras que la otra hace lo propio con las arcadas de hueso. 

Los soldados de esta guerra se dirigen al combate presos de una gran convicción, valores que tu compartes. Sientes en tu interior el deseo de justicia y venganza por la gran traición que tus enemigos han realizado, un hecho que te conmueve pero que desconoces. Esa misma falta de reconocimiento inunda todo lo que te rodea. Las estructuras y gran parte de los combatientes te son familiares pero no logras darles un nombre o un pasado. Solo existe la batalla, el presente, la lucha contra los traidores.

Reúnes tu energía y te lanzas contra tu primer enemigo, un celestial montado en un carro de fuego impulsado por un elemental de este mismo elemento. 

Repentinamente el silencio se adueña de la escena y todo parece marchas más despacio. Solo puedes escuchar nuevamente la dulce voz que en susurros se dirige a ti -Despierta...

Parecía que la esperaba había acabado. Notaba como el brillo consumía la desconcertante oscuridad ¿significaba que mi despertar estaba cerca?

Lentamente la sensación de poder regresaba a mi conciencia, ¿siempre lo he tenido?¿me lo arrebataron?¿o es que es tan especial que ya lo siento mío como si hubiese nacido con él?

No pude contener el asombro cuando por fin comenzó a materializarse un escenario... era embriagador... aquellas puertas... el hueso... las joyas... el color blanco y el color rojo... Sentía que todo tenía un significado; todo mi ser vibraba cuando reconocía las formas y además al mezclarse con esas nuevas energías conllevó a sufrir la impotencia de querer comprender lo que estaba sucediendo exactamente.

Fue entonces cuando se estrellaron las espadas. Una encarnizada guerra se alzaba a mi alrededor ¿mis hermanos?¿por qué?¿por qué lucháis?

Miraba a mi alrededor mientras todo seguía en movimiento a velocidad frenética; poco tardé en sentir un gran dolor, un dolor indescriptible ¿por qué nos han abandonado? sentía físicamente la traición, había dos bandos y uno de ellos eligió el equivocado.

Fue entonces cuando sentí o mejor dicho compartí ese espíritu de cólera y venganza. Observé como aún quedaban hermanos que defendían lo que al parecer yo también hacía. Sentí la palabra honor explotar en mi mente, honor hacia los que han respetado la virtud, deshonor para los que han decidido darnos la espalda.

Antes de lo esperado hice contacto visual con uno de ellos, aquellos que nos traicionaron. Todo su ser estaba envuelto en fuego, el mismo fuego que ahora alimentaba mi sed de justicia.

Me abalancé contra él sin saber qué usaría exactamente para defender, pero me sentía seguro, seguro porque lo que hacía era lo correcto... hasta que la dulce voz sonó de nuevo y simplemente abrí los ojos.

Lucha, sangre, guerra... caos... todo es caos a mi alrededor... un caos surgido de una guerra fraticida en la que yo soy participe, una guerra necesaria entre celestiales que estaba teniendo lugar ante mis propios ojos, unos ojos que miran a mi alrededor posándose en escenarios y figuras que me son completamente familiares... pero lejanas al mismo tiempo.

- Mis hermanos...- me digo a mí mismo... tratando de alzar el vuelo y unirme a la lucha, aquello sabía a traición y soberbia, un bando había traicionado al otro y debía ser expulsado... pagar por aquella traición... pero aún así, es tremendamente triste ver sangrar a los que siempre fueron mis hermanos... aquello, aquello no podía seguir así, una cólera como nunca antes me inunda, siento sed, mucha sed de venganza y me lanzo sin dudar hacia el primer traidor que se alza ante mí pero entonces una fuerte luz anaranjada se refleja en el filo de mi espada...

- Despierta- vuelvo a oir la voz... creí haber despertado ya... o... ¿es que acaso llevo una eternidad durmiendo?... quiero despertar ya...
 

-Siento el miedo -respondo en silencio a la voz, satisfecho de existir y de oírla, como si hubiera esperado por ella muchísimo tiempo, aunque creo saber que eso no es posible. Y lo siento, en verdad siento el miedo, el mío y el que susurra a mi alrededor, el que agita mentes y corazones, el que se oculta en los rincones oscuros y en las negras profundidades que de alguna forma me son tan familiares. Y al sentirlo me siento a mí mismo y me sé poderoso. Éste es mi reino: la oscuridad y lo oculto; de ello me alimento y a ello doy forma.

"Ser lo que soy me complace", me digo al contemplar mis creaciones, hermosas y terribles como yo. Deseo observarlas por siempre, vivir en ellas, con ellas, ser yo junto a ellas.

Pero la voz que tanto he añorado susurra hasta desaparecer, y con ella desaparece mi obra y cualquier otra obra, y me encojo y agito lamentando que todo haya sido tan breve.

-¡Quiero ser! -grito a la horrile y vacía negrura -. ¡Quiero ser! ¡Deseo ser! ¡Deseo hacer!

...............

¿Qué ha sucedido? ¿Por qué me ha abandonado la voz amada? Si había de destruirme, ¿para qué crearme? Siento de nuevo el miedo, pero sólo el mío esta vez, invadiendo hasta el último rincón de mi cuerpo inmóvil, y me desagrada. ¿Qué me detiene? ¿Por qué no puedo moverme? He sido tan libre y tan pleno... Lo añoro, lo ansío de nuevo. ¡No quiero irme, no tan pronto!

¡Sálvame!

Y entonces regresa, y el temor abandona mis miembros y se desvanece. Deseo contemplar el rostro dueño de la voz amada pero no logro dirigir hacia allí la mirada. ¡Lo intento!, trato de responderle, ¡Quiero despertar!, pero tampoco soy ya gobernante de mi garganta y la voz desaparece de nuevo sin haberme escuchado.

Y permanezco sumido en la negrura, la que me rodea, aprisionándome, y la que me devora por dentro.

¿Regresará?

...............

Toda una eternidad creo haber permanecido preso, solo y débil, cuando de pronto aquella luz hermosísima me devuelve la libertad y con ella el poder. Y esta vez, así lo siento, el poder que hay en mí es mucho mayor.

Me deleito en el caótico devenir a mi alrededor mientras pruebo mi fuerza y contemplo mi forma. El lugar es hermoso pero me decepciona contemplar a tantos otros. Me gustaba ser sólo yo, aunque recuerdo, o eso creo, que en realidad nunca he sido yo solo. Sí, recuerdo... recuerdo algunas de las criaturas que pasan ante mí, aunque al mismo tiempo siento como si nunca antes las hubiera visto. Es extraño, pero creo conocer mi papel en este caos: sé a quiénes pertenzco y a quiénes deseo hacer desaparecer. Los odio tanto...

Busco con la mirada al enemigo más cercano, y armado o no, pues ni siquiera sé si lo estoy, me abalanzo hacia él.

-¡Traidooooor! -le grito lleno de odio. Yo le haré pagar el precio de su nefanda traición.

Pero todo parece detenerse con el repentino regreso de la voz amada, y yo me detengo también, desconcertado, pues creía estar despierto al fin. Retiro el ataque a pesar de que ya veo cercano el final del enemigo y concentro todos mis sentidos, toda mi conciencia y todo mi poder en despertar. Pues lo que ella ordene, yo lo acataré.