Partida Rol por web

—Había pensado en entrar sin que nos vean, aunque quizás, si añadimos a eso una túnica, nos ahorramos armar demasiado revuelo si alguien de pronto nos ve. Sabemos dónde las consiguieron, ¿verdad?

Salís de la sala de reuniones y os encamináis al parking del hotel Washington donde Carlos, el chófer de Ashley os espera para llevaros a donde le indiquéis.

Dejáis a vuestros compañeros en la sala haciendo planes y preparando el asalto. A vosotros os toca crear maniobras de distracción.

Ashley y Frederick salen de la sala dispuestos a hacer su parte. Se encargarán de crear maniobras de distracción para que podáis entrar en el almacén y dar con Fuller. Mientras seguís hablando para organizaros bien y planificar el ataque. Kipp sigue al teléfono con Weems, que parece estar esperando una respuesta.

Despues de despedirnos de nuestros compañeros subo al coche y espero a que Frederick haga lo mismo.

-Estaba deseando salir de alli - digo poniendome comoda en el asiento trasero - La simple presencia de los Nosferatu siempre me pone nerviosa, pero no es buena enfrentarse a ellos Fred - digo de manera amistosa.

-Bueno, sera mejor que nos dirijamos hacia ese almacen, ¿tienes alguna idea de como vamos a facilitar la entrada a esos tres?, podriamos organizar un buen escandalo, pero prefiero siempre algo mas sutil. Ademas, con lo de anoche creo que cubrimos el cupo de llamar la atención.

Le doy a Carlos la direccion hacia donde nos dirigimos, y despues guardo unos minutos de silencio mientras reflexiono sobre la mejor manera de encargarnos de nuestra tarea.

-¡Bah! - exclamo finalmente algo irritada - Todavia no sabemos a que nos enfrentamos, en cuanto lleguemos alli veremos que podemos hacer, no creo que sea algo dificil de todos modos.

- Saqué un par de túnicas del piso de Fuller- explico en voz muy baja-. Fueron hechas a mano, así que dudo que podamos conseguir más... De cualquier forma, tenemos métodos a para engañar a la mente, ¿no? Yo soy capaz de hacerles creer que llevo una túnica, no creo que sea muy difícil.

La miré extrañado y confuso mientras entraba en el coche.

- ¿Enemistarse con ellos? - Suspiré con algo de decepción. - Vaya, parece que mis escasos conocimientos sociales deben haberme jugado otra mala pasada. No ha sido mi intención crear polémica o discusión con los nosferatu, sé que son seres poderosos.

Estuve unos instantes en silencio reflexionando para encontrar cuales fueron mis errores. Sin duda había encontrado otra oportunidad para aprender, y Ashley me la estaba enseñando, me sentí agradecido.

- Gracias por decírmelo, Ashley.

Al oír los planes de la chica y su aire desentendido al pensar en cómo nos las arreglaríamos sonreí, aunque de manera extraña como si fuera algo a lo que no estuviera acostumbrado.

- Como gustes, quedo a tu servicio. - Miré al cielo unos instantes, y revisé que mis guantes y mi vestimenta estaban en su lugar. - Pero debo advertir de nuevo que no suelo pasar desapercibido... - Mi gesto se torció en una mueca de preocupación o incluso de autocompasión porque las cosas no fueran de otra manera.

Te llega un sms al movil:

"Las alcantarillas es terreno vedado para los vástagos de Washington hasta nuevo aviso. Se ha detectado una amenaza y los tremere están procediendo a su eliminación. Prohibida la entrada de cualquier vástago en cualquier zona del alcantarillado o metro hasta nuevo aviso, bajo pena de Muerte Definitiva. M.V."

El número de teléfono se corrobora con las iniciales... es el de Marcus Vitel.

Compruebas que a Frederick no le llega nada y entonces recuerdas que él no usa teléfono móvil.

Mientras hablas con John te llega un sms al movil:

"Las alcantarillas es terreno vedado para los vástagos de Washington hasta nuevo aviso. Se ha detectado una amenaza y los tremere están procediendo a su eliminación. Prohibida la entrada de cualquier vástago en cualquier zona del alcantarillado o metro hasta nuevo aviso, bajo pena de Muerte Definitiva. M.V."

El número de teléfono se corrobora con las iniciales... es el de Marcus Vitel.

Mientras habláis con Kipp acerca de los planes, y éste habla a su vez por teléfono con John, os llega a ambos un sms al movil... el teléfono de Kipp parece vibrar también a mitad de la conversación:

"Las alcantarillas es terreno vedado para los vástagos de Washington hasta nuevo aviso. Se ha detectado una amenaza y los tremere están procediendo a su eliminación. Prohibida la entrada de cualquier vástago en cualquier zona del alcantarillado o metro hasta nuevo aviso, bajo pena de Muerte Definitiva. M.V."

El número de teléfono se corrobora con las iniciales... es el de Marcus Vitel.

Prácticamente de seguido os llega otro sms, esta vez de Nathan, vuestro primogénito:

"Haced caso al mensaje de Vitel. No regreséis a vuestros refugios ni bajéis a las alcantarillas hasta nuevo aviso. Si necesitáis buscar un refugio temporal en la superficie contactad con George Lawrence."

Leo el mensaje que he recibido en mi móvil, enarco una ceja y vuelvo a guardarlo en mi bolso.

-No creo que tus comentarios hayan sido muy ofensivos Fred - digo mirandolo con una sonrisa tranquilizadora - Pero los Nosferatu suelen ser algo susceptibles, hay de todo, pero Cohen parece de esos.

-Bueno, en cuanto lleguemos a nuestro destino tendremos que coordinarnos con el otro grupo, tu no llevas ningun telefono, asi que me encargare yo de ello. Si hay alguien vigilando la entrada tendremos que despistarlo de algun modo, sigueme la corriente y todo ira bien - me acomodo en mi asiento y miro por la ventanilla apartando el pelo que cubre parte de mi rostro.

-Y una ultima cosa - digo distraidamente - Si nos separamos intenta evitar las alcantarillas y el metro, es un territorio vetado hasta nuevo aviso.

-Bueno, para mí ya estaba vedado de antes.-Dice Kipp, mientras revisa su teléfono y vuelve a guardarlo en su bolsillo.

Cayendo en la cuenta de pronto, mira de soslayo a los Nosferatu frente a él, pasando los ojos del móvil a ellos, y de ellos al móvil continuamente.

-Ey, dos preguntas. La primera es que tengo al teléfono al pobre Weems esperando que le de una dirección para unirse a nosotros. La segunda... ¿tenéis algún problema ahí abajo? Quiero decir... en vuestras zonas privadas... ya sabéis... Si es una pregunta muy personal, no tenéis por qué contestarla, no pasa nada. Pero lo de Weems es urgente, no es un personaje con mucha paciencia por lo que he visto.

- Alcantarillas y metro. - Repito en voz baja como si tomara nota en mental. - Ningún problema.

Sonreí ante la amabilidad de Ashley y luego deseé llegar pronto. Así mi bastón mientras recordaba mentalmente las calles de la ciudad. Tenía ganas de saber qué nos depararía aquel extraño lugar.

—No paso mucho tiempo abajo, así que no tengo ni idea de lo que ha pasado, la verdad —contesto con rapidez, encogiéndome de hombros, pero intentando pasar rápidamente a otro tema. Parece un asunto de clan, y hasta que no sepa nada, no quiero meterme en berenjenales.

—Dígale al Sr. Weems que nos vemos en <insértese dirección cercana al almacén>.

Su insistencia y el ruido de la calle se apagaron con el sonido de la puerta del coche al cerrarse. Joooder, la cosa se ha puesto fea tío, venga , cúal es el plan, dejaros de mierdas o me voy a enfriar. Atento a la respuesta el motor delató que ya estaba en marcha.

- La verdad es que dormir en las alcantarillas... me parece bastante antihigiénico- murmuro, pensando que debería ponerme más en serio a buscar piso fuera de allí.

Aunque la obsesión por la limpieza debería haberla eliminado tras mi transformación, claro: - ¿Nos vamos moviendo?

-Ya está. Cohen dice que te esperamos en <insértese dirección cercana al almacén>. Venga, si cuando acabemos sobra tiempo te puedo echar un cable. ¡Nos vemos allí!.- Rápidamente guardó el móvil y miró ansioso a sus dos compañeros. -Éste va en coche. Lo mismo llega antes que nosotros... Vamos yendo, venga.- Con una sonrisilla, se dispone a seguirle el paso a Lori. Mientras tanto, volvió a sacar el móvil del bolsillo y comenzó a escribir para distraerse por el camino.

Los tres salís del hotel Washington y os encamináis a la dirección que Cohen os ha proporcionado.

Yendo en metro tardáis alrededor de una media hora y luego otros diez minutos más andando. La zona de la ciudad parece bastante pobre y os dáis cuenta de que estáis yendo al interior de un polígono industrial.

Siguiendo las indicaciones acabáis dando con el lugar y lo observáis ocultos en la lejanía:

Un almacén con las paredes pintadas de azul y varios camiones aparcados en la puerta parece ser vuestro destino. Sólo parece haber una entrada, y aunque está abierta parece vigilada por un par de tipos que esperan de pie junto a ella mirando al exterior. Varios hombres vestidos con monos de trabajo cargan y descargan cajas de los camiones y entran y salen del almacén sin que sepáis qué hacen en su interior.

Mientras observáis la escena John se os acerca caminando, llevaba un rato esperando.