Partida Rol por web

Cuando estás hablando con Tom te llega un mensaje al movil, es de Teresa:

“Lori, estoy abajo, llama a refuerzos y baja URGENTEMENTE”

Y adjunta una foto:

En la foto aprecias a Fuller vestido con una túnica, con una daga ceremonial en la mano derecha, un libro en la izquierda y de pie junto a un altar en el que yace una joven desnuda y atada.

Entro en el lugar, concentrándome en Ofuscarme correctamente para evitar sorpresas, y con cuidado de no tocar nada, intento buscar alguna bajada al sótano.

Cruzas un par de enormes y lujosas habitaciones. No pareces encontrarte con demasiada gente y al poco escuchas un ladrido bajo. Sigues el sonido y llegas a otra habitación. El perro se encuentra tumbado junto a una puerta que parece haber sido forzada. No parece haber nadie más allí.

No escuchas a nadie en las cercanías. El perro se te queda mirando con ojos interrogantes.

Grabas durante un par de minutos sin interrupción. Parece que ninguno de los tipos con túnicas se percata de tu presencia.

Ahora que te fijas más ves algunos símbolos en las paredes, son pequeños y difíciles de distinguir en la distancia, además el ambiente empieza a estar cargado y detectas una especie e humillo que llena la sala. No consigues identificar qué es ni de dónde proviene.

Claro, murmuro mientras esbozo una media sonrisa. Pero antes, ¿dónde está el baño? Sonrío pícaramente. 

Tom te acompaña al interior de la mansión, muy cerca de la salida que da a la piscina llegáis a otra puerta que da al baño:

- Te espero junto a la piscina, no tardes. - dice Tom.

A medida que vas cerrando la puerta del baño ves cómo Tom se aleja. Hay más muchachos por la zona pero están todos a su bola, con la música a tope y no hay ni uno que no lleve algún tipo de bebida alcohólica en la mano.

Me agacho junto al perro y le miro a los ojos.

—¿Qué pasa, chico? ¿Qué me miras? Ya sé que soy feo... ¿Es aquí?

El perro te indica que sí, que es ahí. Y además que otra persona que olía como tú le ha seguido hasta ahí y ha bajado por las escaleras.

Por un momento me asalta la duda. Lo lógico sería deducir que se trata de Lori, pero... ella no tiene un olor tan marcado como yo. Espero, por nuestro bien, que se refiera a ella porque se le ha pegado mi olor de pasar tiempo juntos y en las alcantarillas. Si no, me iba a ver teniendo que noquear a alguien. ¿Dónde estarán las estacas de madera cuando uno las necesita?

Me giro y voy hacia la puerta con cuidado, la abro y, Ofuscado, me adentro en el interior.

¿Cuándo sale el humo los presentes hacen algo? ¿llevan mascaras?

No llevan máscaras, el humo te parece que proviene de ciertas velas o incensarios... y captas el olor de una sustancia que parece psicotrópica. Te fijas con detalle y casi todos parecen algo drogados, algo aletargados... Fuller parece inmune al humo, y a ti te pasa algo parecido.

Respecto a los símbolos y frases que recita Fuller no te suenan de nada.

Sin perder tiempo, entro en el baño y marco el...

Ante ti ves unas escaleras que descienden. Una alfombra roja cubre el suelo.

Abajo escuchas una especie de murmullo, no lo identificas bien.

Comienzas el descenso con cuidado. Las escaleras doblan a la derecha y justo al doblar ves frente a ti otro tramo de escaleras muy similar al que acabas de descender que suben hacia arriba en otra dirección. Y de nuevo a tu derecha unas escaleras que bajan hasta una sala decorada extrañamente, muy al estilo siglo XVIII.

Espejos con marcos de oro, columnas ornamentadas y algún que otro cuadro dan al lugar un aire regio... pero un tanto siniestro. En esta sala no hay nadie pero al extremo opuesto de la sala distingues una abertura en la pared, parece el comienzo de un nuevo pasillo.

Y de ahí proviene el murmullo, que ahora se asemeja más a unos cánticos.

A medida que te adentras en el pasillo los cánticos resuenan con más fuerza. El pasillo gira casi en un círculo completo y al acabar da a una enorme sala que te suena muchísimo, es igual a la que viste en el vídeo.

Te asomas con cuidado y lo que ves es perturbador:

Un grupo de doce personas vestidos únicamente con túnicas se encuentran reunidos a corro alrededor de una especie de altar de piedra.

El altar se encuentra ligeramente elevado en unos pocos escalones, y en él reposa una mujer joven con las muñecas y los tobillos atados al altar con cuerdas. La chica apenas parpadea y tiene los ojos aterrados fijos en un hombre que permanece de pie junto a ella. Distingues a Joseph Fuller, que sostiene un libro en su mano izquierda y una especie de daga ceremonial en la derecha mientras entona con fuerza los cánticos que repiten los 12 acólitos.

Junto a la entrada de la sala, escondida y observando todo en silencio se encuentra Teresa vestida con una de las túnicas que cogísteis en el piso de Fuller.

Abro los ojos sorprendido ante aquello. No esperaba encontrarlos en pleno ritual. Veo a Teresa, pero evito hacer ningún tipo de seña que pueda destrozar mi ocultación. Tengo que evitar que maten a esa pobre muchacha, y que en medio del caos, Teresa pueda capturar a Fuller.

Vuelvo a subir las escaleras y saco mi pistola, rezando por no tener que utilizarla. Le hago un par de gestos al perro para que venga conmigo hacia el interior en silencio. Entrecierro la puerta para evitar que salga demasiado ruido pero sin eliminar la posibilidad de escapar. Entonces miro al perro, esforzándome para que me entienda sin tener que pronunciar palabras:

—Baja y ladra, intenta morder al hombre que tiene cosas en la mano detrás de la humana desnuda.