Partida Rol por web

¿Sobrevivir a estas bestias? Pues claro que se. Por supuesto que se. De casualidad creo haber descubierto que estar impregnado hasta la médula de su repugnante olor les desorienta. La sangre es lo que más les atrae, eso y los olores y signos propios de la vida; sudor, movimientos rápidos, el habla, el grito, el llanto. Son bestias muy primitivas, pero efectivas. Heredarán la tierra!!! HEREDARÁN LA TIERRA!!, dice reprimiendo un alarido.

El mismísimo Dios estaba equivocado. Heredaríamos la tierra nosotros, los justos de corazón! Y no estas bestias. He tenido que matar a mi propia esposa, con mis manos, a golpes! Así es como se sobrevive a esta basura. Con violencia primitiva, machacar sus cabezas. Eso o con armas de fuego. Alguien ahí tiene armas de fuego, y te aseguro que la voy a conseguir. Esas bestias inmundas han logrado sacar de nuestro interior la peor de nuestra especie. Para sobrevivr, tienes que ser peor que ellos.

Parece dispuesto a levantarse y salir de la ambulancia, decidido a conseguir la recortada.

No me hace falta nadie.

Parece al borde de la locura desenfrenada.

Muy bien, salgamos de aquí y recuperemos NUESTRA TIERRA!! -exclama Jack, mientras se incorpora y da un paso, luego se vuelve de nuevo hacia el superviviente-. ¡Vamos!

El Loco espera a que el hombre reacciones, para salir juntos de la ambulancia y encontrarse con el resto del grupo. Definitivamente no quería quedarse a solar con el superviviente, podía ver en sus palabras como poco a poco iba perdiendo más y más la cordura. Además quería hacerse con la recortada, seguramente para volar cabezas... ¿Pero cuáles?

Jack Torrance recordaba que había perdido el martillo y el destornillador en el focejeo con los zombis. Si aquellas bestias no estaban por la zona de ambas armas improvisadas, en la carrera hasta encontrar al grupo las intentaría recuperar. Ya se había decidido un camino, un camino junto al grupo y que momentáneamente compartía con aquel loco.

Los pasos se suceden hasta llegar al linde de la ambulancia, donde observa con atención la calle para escoger el trayecto más seguro o encontrar a algunos de los otros.

La mano salvadora de Wilmor devuelve a la tensa realidad a Jeremías, que reacciona al contacto físico co un sobresalto. El pizzero logra relegar al más oscuro subconsciente sus pensamientos, y darse cuenta del peligro que está corriendo. Sin más se da la vuelta dispuesto a continuar la carrera.

Irnos? Pues vayámonos y acabemos con esta mierda de una vez!

El superviviente, del que desconoces su nombre, se deshace de tu mano brúscamente, se libera de los zombies muertos que le rodean y sale decidido al exterior.

Tu decisión ha sido tomada. Al parecer el grupo tendrá un nuevo e inestable compañero.

Wilmor y Jeremías se dan la vuelta y salen raudos de la cercanía zombie prestos a alcanzar al resto del grupo, que se encuentra en su mayor parte en la bifurcación.

De repente algo nuevo aparece en escena!!!

Eh! Vosotros! Esperadnos! Hace falta gente para aniquilar a estos cerdos!

La voz es nueva, y proviene de la ambulancia donde se suponía que estaban el loco y el superviviente. Es difícil ver sus rasgos en la oscuridad de la noche. Estatura media, regordete, mediana edad, con barba y gorra... Parece decidido a unirse a vosotros.

Detrás de él y un segundo después, una familiar silueta en bata de hospital, espigada y desaliñada: El Loco.

Wilmor, que había emprendido la marcha, se detiene de nuevo al escuchar la voz.
¿Quién…?- observa la desconocida figura en la ambulancia, y al loco justo detrás de el.
¡Vamos, daros prisa!- Wilmor les apremia con un gesto impaciente de la mano. Se mantiene a la espera de que lleguen, con la recortada presta a ser utilizada para cubrirles de hacer falta.

Una voz desconocida obligo a Franky a lanzar una rapida mirada guiandose por el sonido. Al hacerlo pudo ver a un hombre que aparecia desde la zona donde estaban aquellas ambulancias volcadas, debia ser el hombre que les grito anteriormente cuando ellos aun se encontraban en el interior de la facultad: el superviviente.

Estaba vivo! Lo habia conseguido! Habia resistido todo ese tiempo y solo el sabria como habia sido capaz de conseguirlo. El informatico alternaba su carrera con rapidos movimentos de su cabeza hacia el frente y hacia detras, para no perder la visibilidad de lo que podia encontrarse ante el pero sin dejar de mirar hacia las ambulancias. Jack no estaba, definitivamente habia muerto...y todo por su culpa...

Sin embargo, al instante pudo ver aquella destartalada silueta recortandose justo detras del superviviente...esa bata, esas grandes gafas...Esta bien!!!. Volvio a centrar su atencion en llegar al aparcamiento cuanto antes pero ahora sentia que se habia quitado un peso de encima. La sensacion de culpa que le habia estado atenazando desde que perdio el contacto con el loco a traves del auricular desaparecio. Era una grata sensacion para el, ese peso habia desaparecido de su conciencia hasta tal punto que se sentia incluso mas liviano, mas rapido, mas veloz...hasta ahora todo marchaba mas o menos bien...iban a conseguirlo?

El superviviente salta de la ambulancia y se lanza a la carrera hacia Wilmor. Inmediatamente después le sigue "el loco". La manera de correr del nuevo compañero denota que hace tiempo que no hace nada de ejercicio. Entre ellos y el resto del grupo se interponen los dos zombies que antes rondaban la misma ambulancia de la que han salido. Ambos muertos vivientes se giran al escuchar las voces a su espalda. Ambos dos deben ser obstáculos fáciles de sortear pero algo va mal. El superviviente falla al fintar a los zombies y se ve metido de repente entre ambos con el avance cortado.

El loco está a punto de tropezar con el trío formado, pero hábilmente, a pesar de ir descalzo, esquiva un inminente golpe y sobrepasa el peligro!!! En su mano está seguir avanzando o ayudar. Los zombies no consiguen agarrar al superviviene, pero con bastante destreza lo han acorralado...

GHHHHHHHHHHHH!!!!

OOOOGGGHHHHHHHHH!!!

El superviviente se revuelve entre los dos muertos vivientes, esquivando de casualidad un manotazo de uno y encajando otro en el tronco que le hace retroceder un paso. El humano se muestra desconcertado ante el ataque de ultratumba.

Vamos joder, voladle la cabeza a esos cabrones. Tiradme una de esas recortadas!

La violencia de sus palabras parece ir cargada de un odio voraz hacia esas criaturas.

Oigo voces nuevas y veo de pasada las figuras pero continúo la carrera ajeno a los nuevos encuentros y a las dificultades que tienen más atras, yo solo pienso en llegar a los coches y escapar. En ese momento recuerdo de repente al Loco, lo habia olvidado totalmente y ese pirado debía estar por aqui fuera todo este tiempo. Me sorprende el hecho de que siga vivo pero sin invertir más tiempo en pensar en eso me esfuerzo en el sprint final hasta los coches. El primer paso para la libertad.

Extasiado por su obra macabra, solo reacciona cuando Wilmor se acerca hasta el y le toca en un brazo devolviendole a la realidad. Habia mas de esas criaturas cerca, y si perdian mas tiempo acabarian sirviendo de desayuno para algunas de ellas.

Justo antes de comenzar a correr de nuevo, una voz llama su atencion desde la zona de ambulancias caidas. Son dos tipos que se acercan rapidamente, y uno de ellos es el tarado que escapo del hospital. No puede evitar mostrar una mueca de sorpresa. No esperaba verle con vida de nuevo...

El otro superviviente es incluso mas torpe que el propio Jeremias, y pasa cerca de los zombies como si estuviese en un zoco arabe. Joder, sera torpe. Si solo hay dos... Es presa facil para ellos, y pronto consiguen alcanzarle. El individuo grita pidiendo ayuda, a lo que el pizzero responde acercandose a una prudencial distancia para disparar de nuevo. Sin duda, estaba cogiendole el gustillo...

Wilmor observa como el nuevo queda atrapado entre dos zombies. Si no le echa una mano seguramente acaben que el pobre infeliz. Wilmor se coloca junto a Jeremias, que está dispuesto a disparar. Parece que le ha cogido el gustillo, Wilmor solo espera que no demasiado…

El ex-policia apunta a uno de los zombies y aprieta el gatillo, esperando que el nuevo no se mueva mucho, para no darle.

Conrad gira la cabeza mientras corre y trastabilla.

¿El loco? ese era el jodido tarado, ¡la Virgen!

Por un momento se detiene y a punto está de volver atrás, pero sigue corriendo buscando la camioneta.

Al final, tiene que estar al final...

Al encargado de mantenimiento los pulmones parece que se le van a salir por la boca, las pesadas botas de seguridad complican cada paso.

Al final del parking, la camionetas está allí.