Partida Rol por web

"-Lo cual nos lleva al mayordomo"-concluye Vanessa cuya excitación por el descubrimiento crece por momentos-"Sir Gustave,esto es increíble y tal y como yo suponía esos dos tenían mucho que esconder aunque propongo ir a ver si los cuerpos siguen donde deben estar no vaya a ser que también nos hayan engañado con sus supuestas muertes.Por cierto ¿quién es Colette?¿La cocinera?"-realmente no se había quedado con su nombre ni con el del putón de la camarera-"Entonces quedamos nosotros,el mayordomo,¿Nate? y ¿ya está?"-golpetea con un dedo en los negativos-" Debe haber algo más,algo que nos lleve hasta él ¿qué tal si revisamos el dormitorio de Greg?"-

Cuando preguntó por Greg el dolor brilló en los ojos de Nadia que no se había movido un ápice. Estaba demasiado cansada y tanta información era abrumadora. Se llevó una mano manchada de sangre reseca a la frente intentando concentrarse.

- Que se conocieran ellos dos antes de trabajar aquí no demuestra nada. El enchufismo ha funcionado desde siempre - dijo abatida  - y según tú, las imagenes que se te mostraban en las pantallas eran seleccionadas por alguien... así que solo has visto lo que ese alguien queria que vieras... - se cubrió la panza una vez más conteniendo un escalofrio.

- No vamos a salir de aquí nunca - sentenció con un tono de voz extrañamente sereno, como si ya no le quedasen más lágrimas, y tendió la mano esperando que alguien la ayudase a incorporarse.

- Pero hagamos lo que ha dicho Vanesa. Al menos estaremos ocupados -

Demuestra que mintieron. ¿Por qué? En cuanto a este negativo, no es fácil manipular algo así.

Dijo el escritor en respuesta.

Creo que aún deberían seguir con vida la cocinera y el joven Wallace, al menos no vi sus muertes y cada vez que suena la voz de Dark intento no prestar atención* para no caer en la desesperación.

Otra cosa importante es este rifle. Una de las cosas que encontré fue un manual que creo que se utilizó para controlar este rifle en remoto. Según lo que decía el manual, este rifle está controlado por Wifi. Eso quiere decir que aquí existe una red de comunicación con el exterior que está oculta a nuestros dispositivos. Pero si está, puede accederse a ella. ¿Tienen un terminal avanzado aquí?

Asiente a las palabras del hombre y saca su móvil del bolso

-"Sí,yo también lo pensé pero sus pasos me han hecho posponerlo.Tome,a mi no se me dan demasiado bien estos aparatos y seguro que usted tarda menos en encontrar esa red si es que podemos encontrarla"-dice tendiéndole su aparato 

Al escuchar a nadia le tiende la mano para ayudarla a ponerse en pie

-"¿Te encuentras bien?No deberías agacharte así estando tan avanzada,ten cuidado"-le dijo con una sonrisa suave

Sir Gustave era un hombre de otra época. Una época en que Wi-fi era el grito de un cowboy durante un rodeo. Pero también de una época en que no se le decía que no a una dama.

Cogió el teléfono y lo intentó.

Independientemente de lo que salga con respecto a la wifi, guardo mi número de teléfono en el movil de Vanessa con una anotación: "por si salimos de esta. G.C.".

Mientras Gustave trasteaba con el teléfono para intentar conectarse con la red WiFi Vanessa se dio cuenta de que estaba tecleando demasiado para hacer estar haciendo eso que decía hacer. Vanessa se asomó un par de veces intentando mirar por encima del hombro del galán en cuestión y le vio trasteando con su lista de contactos del teléfono.

Aquel taimado y ladino escritor estaba cotilleando en su teléfono.

El teléfono móvil ese artefacto diabólico que esclavizaba la mente de millones de personas, haciéndoles perezosos, menos dados a pensar o a los placeres de la conversación, a la reflexión, gente que no separaba a pensar y se creían a pies juntillas lo que leían en twitter o en cualquier blog sin pararse a pensar. Sir Gustave no era uno de esos hombres pero, por esa ocasión, tendría que serlo, tendría que ser uno de esos trogloditas electrónicos y domar aquel teléfono para conectarlo a una red que parecía no existir.

Su manejo de un teléfono era limitado, lo suficiente para llamar y recibir llamadas, y poco más, pero si un niño podía manejarlo el también podría, su intelecto era superior y aquel cacharro se doblegaría dócil cual corderito ante sus encantos. Si funcionaban con las jovencitas tenía que funcionar con aquello.

Le costó 2 minutos encontrar donde se encontraba el menú, otros 3 encontrar como se llegaba a la configuración del WiFi y todo eso para ver que allí no había ninguna WiFi. Pulsó tres veces el botón de búsqueda de red para obtener el mismo resultado, nada, ni una misera red a la que conectarse pero a la tercera vez que intentó detectar una red le apareció una nueva opción

"Configurar red de forma manual" que pedía algo llamado SSID, que sonaba a droga o a banda de rock juvenil, y una contraseña.

Sir Gustave cogió el teléfono de Vanessa y empezó a trastear el terminal, con aires de tenerlo todo controlado y saber lo que estaba haciendo, mientras Vanessa daba vueltas nerviosa y miraba por encima del hombro del escritor para ver si conseguía algún avance significativo. Por su parte Nadie se había levantado y se cubría el vientre con ambas manos mientras su hija, Andrea, pataleaba con intensidad, pataleos que eran visibles desde fuera y que daban la apariencia de que en cualquier momento un alien podía salir del vientre de la mujer y atacarles.

Durante unos minutos Sir Gustave estuvo trasteando con el teléfono sin perder su sonrisa y sin alterarse hasta que algo les hizo sobresaltarse. El gatillo del rifle de francotirador se movió ,como si una fuerza invisible lo estuviera accionando, y el click del percutor sobre un cargador vacío fue lo único que escucharon, 3 clicks, 3 disparos, uno por cada uno de ellos, unos chasquidos que anunciaban la promesa de sus muertes.

Sir Gustave probó lo único que se le ocurría: SSID Irving, password 0407 y SSID Alexander, password 2008.

Sir Gustave intentó configurar una red a voleo, sabiendo de las pocas posibilidades de acertar que tenía pero envalentonado con el pasado éxito al entrar en la habitación de Dark. Pulsó los botones del teclado, necesitando varios intentos por la falta de práctica de escribir en una pantalla tan pequeña, y finalmente pulsó en el botón de búsqueda apareciendo un reloj de arena que indicaba que el móvil estaba en proceso de búsqueda. Unos segundos después apareció el mensaje que esperaba pero no deseaba. La red Irving o Alexander no existía, no es que se hubiera equivocado de contraseña sino que se estaba intentando conectar a algo que no existía, o al menos con ese nombre.

Sir Gustave le devolvió el móvil a Vanessa.

Querida, esta wifi habrá que capturarla manualmente. Y eso, me temo, significa que...

El rifle entrando en operación y disparando tres imaginarias balas con un característico "click", "click", "click" restalló en el silencio entre palabras del escritor como los tañidos de un campanario anunciando la oración por sus almas.

Sir Gustave tragó saliva. No tardó en levantar la vista y buscar cámaras o puntos rojos que denotaran la presencia oculta de un sistema cerrado de video. Dark les estaba vigilando y les acababa de amenazar en un silencioso anuncio de muerte.

El silencio siguiente fue aún más sepulcral, y Gustave lo volvió a cortar.

Encontré la clave para acceder a la habitación de Dark en la habitación de Hemmens. Está jugando al gato y al ratón con nosotros. Y eso significa que el acceso a esta wifi también nos espera en la casa. Debemos encontrar el código de identificación de la wifi y su contraseña de acceso. Y creo que sé en qué habitación debemos empezar a buscar. Puedo equivocarme, pero creo que es una elección al 50%.

Vanessa era una mujer brillante. Su astucia y su rapidez mental eran legendarias. Estaba seguro de que ella ya sabía perfectamente cuál sería su siguiente paso.

Vanessa no dijo nada sino que guardó de nuevo el teléfono en su bolso y asintió al hombre mientras el rifle que tenía en su mano se activaba de nuevo.Frunciendo el ceño la mujer volvió a meterse en el pequeño ordenador que el arma portaba y miró si el control remoto se había activado de nuevo

-"Estoy de acuerdo con usted"-dijo a Gustave-"Juega con nosotros y ya me estoy hartando.Vamos a esa habitación,le seguimos"-

Cuando Vanessa miró por el visor vio que no había ninguna red WiFi conectada y que el Iphone de Dark ya no estaba conectado. Sin embargo el arma se había disparado aunque no tuviera ninguna bala en la recámara por lo que, o Dark se podía conectar al arma de alguna otra manera o el arma tenía algún tipo de salvaguarda en caso de perder la conexión que le hiciera dispararse aun sin que nadie le diera la orden directa.

Nadia dio un pequeño respingo ante el primer click. Luego su cuerpo se relajó al ver que estaba descargada.

- Creo que con los dispositivos móviles Dark lo va a tener más fácil para tenernos localizados - añadió con timidez. No quería seguir insistiendo ya que antes había tirado el walki sin consultarlo con Vanessa. Simplemente se dispuso a seguirles a aquella habitación. La cual no tenia ni pajolera idea de a cual se referia

Gustave encaminó la marcha aun a sabiendas de lo que aquello significaba.

Debemos ir con cuidado

Me pongo en camino con un destino fijo, y no es ninguno de los dos que inicialmente barajaba: la habitación de la cocinera.

De camino recuperaré mis zapatos.