Partida Rol por web

¿Que me había pasado?, ibamos despacio, y luego...¿por qué no paraba Foster?, recuerdo mi grito, y después el impacto...un golpe fuerte...y mucho dolor...luego nada...

Y ahora oía a Foster gritar como un loco...me dolía el cuello, y también el brazo...abro los ojos, algo apagados al verme reflejada en el espejo de la visera que impide entrar al sol...intento poco a poco recuperarme, pero tengo una extraña sensación de mareo...todo me parece lejano...

¿Foster?

El inspector sale como malamente puede del habitáculo del conductor, tambaleándose y a punto de caerse, es necesario apoyarse en el coche unos instantes para luego forcejear hasta abrir la puerta de Jones y sacarla afuera.

-Si Jones, soy yo...no se que coño ha pasado pero te voy a sacar de ahí, ¿crees que podrás salir?, seguro que si, vamos allá.

Antes de que la mujer tuviese tiempo de contestar, Foster ya estaba tirando de ella hacia el exterior.

Una vez fuera...

-¿Como estás, tienes algo roto?, intenta andar, es mejor alejarse del vehículo.

Visiblemente inquieto y con gotas de sudor frío corriendo por su frente, Foster se afana por alejar a su compañera del lugar del accidente.

Casi siendo arrastrada por mi compañero nos alejamos del vehículo, me encuentro algo cansada y dolorida, pero tampoco es para tanto la reacción de Foster…parece excesivamente preocupado…busco con la mirada al tipo que llevábamos detenido…

Me encuentro bien, tranquilo, ¿qué ha ocurrido? digo mientras me levanto para confirmárselo, al hacerlo una punzada de dolor en la cabeza y gran mareo…

Siento como no puedo mantener el equilibrio, es como si mi cuerpo no respondiera a mis deseos, comienzo a desplomarme…

Al ver que su compañera mira hacia todas partes, Foster se dirige a ella a la vez que cierra el botón de la cartuchera que lleva al pecho, asegurando el revólver en su lugar.

-Si buscas al tio ese creo que se nos ha escapado aprovechando el accidente...vaya mierda, joder.

Se tranquiliza durante unos instantes al ver que Jones está bien, pero poco dura la tranquilidad, pues esta comienza a desfallecer nuevamente, apresurándose, el inspector alarga sus brazos hacia ella, para evitar que se golpee en la cabeza.

-¡Jones!...mierda, voy a llamar a una puta ambulancia, parece mentira que aquí no venga ni Dios...

Foster intenta encontrar su teléfono móvil, de cuya posesión no está muy seguro teniendo en cuenta la violencia del accidente.

La gente continúa brillando por su ausencia, nadie parece acudir al lugar del accidente, el sonido del tráfico te llega bastante lejano...tienes la sensación de estar dentro de una burbuja...

Sostienes el cuerpo de Jones entre tus brazos, parece perdida, mira sin ver, puedes observar ahora una gran moratón en la parte derecha de se cuello...

Buscas frenéticamente tu teléfono móvil, aliviado al encontrarlo al fonde de tu chaqueta...

-¡Oh, mierda!

¡Joder, joder, seguro que hay emorragia interna, mierda, 999, emergencias!...

El inspector marca el número de emergencias en su móvil, el nerviosismo casi hace que el pequeño teléfono salga disparado de sus manos, pero finalmente puede marcar y pegárselo a la oreja.

¡Vamos, vamos, coged coño!

-¡Aguanta! , estoy llamando a una ambulancia.

Finalmente tu llamada es atendida y la promesa de que una ambulancia será enviada te tranquiliza...

Ahora parece que por fin algunos curiosos se acercan al lugar del accidente, y esa sensación de opresión en el pecho parece desaparecer, quedando sólo la preocupación por Jones...

Algunos preguntan si pueden ayudar, otros se limitan a mirar, curioseando el coche...

Los ojos de la agente vuelven a abrirse durante unos instantes...

No siento nada...no veo nada...solo la oscuridad me rodea...tengo miedo...me siento como cuando era niña, aquel oscuro armario, aquella sensación de ahogo...

Oía los gritos en el exterior de aquel pequeño mundo que me daba protección y temor...peleas y discusiones, viejos fantasmas que se manifiestan...

Busco la puerta hacia la luz, pero no la encuentro...y entonces...algo me agarra, está frío...me paraliza el terror...su voz...su voz...no tiene voz y le oigo...

Un grito que muere en mis labios al abrir los ojos de golpe...tengo miedo...aprieto con fuerza la mano que tengo a mi alcance....

No me dejes...por favor...tengo miedo...

La mano de Jones le desequilibra debido a su fuerza y termina incando la rodilla en el suelo, junto a ella.

-Tranquila Jones, estoy aquí, ¿me oyes?, una ambulancia viene de camino, te llevarán al hospital enseguida.

El inspector no podía dejar de mirar aquél enorme moratón en el cuello de su compañera, sabía que no podía significar nada bueno y los constantes desmayos de Jones se lo confirmaban.

Intentando alejar a la gente del lugar para que no agobiasen a la mujer ni interviniesen en la escena del accidente, el aturdido Foster aguarda la llegada de los especialistas médicos, rodilla en el suelo, junto a aquella mujer a quien había conocido apenas hacía un par de días, pero cuya mano apretaba sin darse cuenta como si quien estuviese tumbado en el suelo fuese el mismísimo Iván.

La carga de no haber logrado evitar la muerte de su compañero era demasiado peso en su conciencia como para tener que vivir sabiendo que otra compañera murió por un descuido suyo al volante...no estaba dispuesto a permitir que eso ocurriese, por ello se martirizaba por dentro, deseando con todas sus fuerzas que la joven mujer que tenía ante sus ojos se aferrase a la vida.

Sus pensamientos eran interrumpidos fugaz y escalofriantemente por la voz escuchada durante el accidente, esos ojos, ese rostro salido de la nada, todo ello hacía que cada vez apretase más la mano de Jones, esperando a que llegase la ayuda, como un niño cuyo perro acaba de ser atropellado y se debate entre la vida y la muerte.

Quizá no fuese tanta la gravedad, pero los viejos recuerdos sumados a la desconcertante sucesión de los recientes hechos impedían a Foster pensar con claridad.

El inquietante y a la vez tranquilizador sonido de las sirenas de la ambulancía comienza a oirse por encima de la lluvia que empapa vuestros cuerpos, por lo menos Jones sigue consciente, aunque con la mirada algo perdida...

Su mano desprende calor, ansiedad y miedo, sentimientos que puedes palpar, es como si tus sentidos se hubieran agudizado de tal modo al concetrarse sólo en ese contacto que eres capaz de percibir el interior de la agente...

Solo unos minutos y la ansiada ayuda llegará...

Había funcionado… un par de miradas furtivas por la luna trasera de aquel taxi en el que nos apretujábamos confirmaba que no nos seguían… y ahora, mirando sin ver las gotas que resbalaban por el cristal de la ventanilla, me preguntaba cuál era el precio que iba a pagar por ello pensando que… en realidad… no me importaba lo más minimo.

La mentira me había devuelto un dolor profundo en el pecho. La opresión y la rabia de aquella noche… y a los ojos azules y limpios de un Matt que morían… al rojo profundo de la sangre de Leo.. el rojo con el que ahora lo veía todo…

Oía las voces de Michael y Rebecca… Oía, pero no escuchaba… atronada la mente por aquella voz que no iba a olvidar, que no quería olvidar, por la voz de Alas… hablando por boca de Matt… robándole el aliento y la vida con cada palabra… consumiéndole con cada frase... Llevándoselo con él…

Sentí la debilidad en las rodillas…el hormigueo impreciso que te avisa de que pronto cederan… Esa extraña sensación que te invade las piernas y el valor cuando sabes que vas a caer, cuando sabes que tienes que apartar la mirada para permanecer en pie… No mires… o cae de rodillas…. Pero no lo haces… nunca lo haces… y apelas a toda tu fuerza de voluntad para seguir firme, para seguir mirando… para seguir adelante… Para seguir encontrando los rayos de sol en medio de aquel país de aire de agua… de vidas de charco…

Las sirenas parecieron enfocarme… cincelarme dentro de aquel taxi al que me devolvieron desde un sueño del que desperté con la sensación de la caída aún en el estomago… Y sintiendo las rodillas fuertes pero con la nausea aún demasiado presente busqué con la mirada… Un accidente de tráfico… heridos… y curiosos carroñeros… Nadie conocido…

Suspiré mientras afilaba la mirada casi con rabia… más y más dolor… por lo menos, esta vez, no había sido culpa mía…

Nos alejábamos del hotel sin que al parecer no siguiera nadie...podríamos respirar e ir a ver al amigo de Rebecca sin ningún problema, aunque últimamente los problemas aparecían solos en los sitios más insospechados...problemas que resultaban penosamente mortales.

Sentado medio ladeado para intentar no encontrarnos demasiado agobiados por la presencia de los demás, dejé que mis pensamientos volaran...dejándolos atrás al igual que hacía el vehículo con cada metro que recorría...un instante de paz, era lo único que necesitaba por el momento....irrisoria ilusión la paz, y allí estaban unas molestas luces para demostrármelo.

Tal y como estaba colocado, tenía una visión clara de lo que ocurría por la ventanilla contraria a la que yo me encontraba, dejándome ver un coche siniestrado y junto a él un hombre herido....tendrían que quitarle el carnet de conducir a más de uno....un momento...esa cara...sí.

¡Un momento! - exclamé sin saber si me dirigía al taxista para que parase el coche o a mis acompañantes - A ese tío le conozco, es Foster, el detective que lleva el caso de Cloak's....y con el que tuve ciertas discrepancias.

Por un lado quería continuar el viaje y alejarme de allí a toda prisa....pero por otro, sentía curiosidad por lo que hubiese podido ocurrir.

Ella observa con gesto indolente a través del cristal de la ventana, jugando a enfocar su reflejo moviéndose rápido sobre el paisaje, doblando esquinas, lamiendo paredes.

El accidente le provoca una atracción morbosa. Su alma se para para mirar, se vuelve prudente, y provoca un embotellamiento de tantos sentimientos que circulan por la misma autopista. Es difícil no recordar el mismo dia de ayer, el hombre que cae al suelo cuando es consciente de que ya no tiene vida, el segundo disparo en su hombro, sangre en el pecho, sangre en las muñecas.

Michael ha reconocido a ese policía. Y ella se zambulle en el asiento, haciéndose más pequeña si cabe, evitando ser vista desde el exterior. Al ver que el resto permanece erguido frunce el ceño desde abajo preguntándose por qué interpretó las palabras de Saunders como un aviso de peligro en lugar de una mera señalización. Trata de mantener esa postura con la máxima dignidad posible mirando al techo del vehículo como si hubiese notado en él un detalle de trascendente relevancia en ese momento.

El taxista continua su camino dejando atrás el accidente...por un momento piso el freno, pero al no recibir ninguna instrucción concreta no detiene el vehículo...

La lluvia ha vuelto a hacer acto de presencia con cierta intensidad, en apenas unos minutos llegaréis al lugar donde habéis quedado con Sam...

La voz de Saunders provocó que le mirara un segundo con extrañeza, un segundo perdida en el perfil de un escoces que seguía mirando en dirección al accidente.. a aquel policía… e inclinando la cabeza, con el labio entre los dientes aún observé con más atención mientras el taxi continuaba su camino despacio…

Entonces… es ese? El poli insensible al que pegaste? El que te metió en la cárcel?... el gesto de una Rebecca callada y hundida en el asiento casi me hizo ruborizar… mi voz había resonado en la parte trasera de aquel taxi sin ningún tipo de amago o disimulo… solo la pregunta brotando entre los labios. Quizá la lluvia habría podido acallarla… pero ahora, viendo como me alejaba de aquel tipo pálido y de gesto severo a través de la luna trasera del taxi, ya no sentía la lluvia… solo curiosidad…

Me recosté de nuevo en el asiento para seguir observando por la ventana el discurrir bajo las ruedas de un Londres empapado… preguntándome qué tipo de vía seguiría la investigación que un tipo como aquel llevaría a cabo… y negando con la cabeza, suspirando desdeñosa, volví al recuerdo negro de la sombra de Alas y sus ojos vacios… Y pensé que no tenía ni idea de qué sabría aquel poli de lo pasado en el Cloak’s… pero de algo estaba segura… la información realmente importante escapaba de él… en aquel taxi…

Finalmente la ayuda llega...una ambulancia entra con aspavientos a través de aquel grupo de curiosos...

Jones parecía debatirse en su mundo interior...sus párpados se movían repetidamente...su mano seguía aferrada a la tuya, como si buscará un apoyo, casi sientes como escapa tu fuerza fluyendo a través de aquel contacto...cuando finalmente uno de los médicos prepara la camilla en donde tienden a la agente es cuando te das cuenta de que el mundo sigue moviéndose...parecía haberse detenido...

¿Qué ha pasado señor? interroga el recién llegado...

-¿Eh?, ¿qué dice?.

Se había concentrado tanto en las dos manos apretándose y en el rostro de Jones, que había ignorado por completo todo lo que había a su alrededor, ahora, como llegado de la nada, se encontraba ante él un miembro de la dotación de la ambulancia que aún mantenía sus luces encendidas.

Poco a poco fue despertando de su trance, mientras soltaba poco a poco la mano de Jones, quien estaba siendo incorporada a la camilla.

-No lo sé, ibamos en el coche y de pronto estába todo oscuro y ella sangraba por la boca, debimos chocar contra algo, aunque no se contra qué...

Tenía muy claro que montaría en esa ambulancia, no podía dejarla así, su mano volvió a recobrar la fuerza con la que apretaba antes y se aferró de nuevo a la de Jones mientras acompañaba a los camilleros.

Los camilleros no ponen ninguna objeción a que acompañes a la seminconsciente mujer en la ambulacia, siempre y cuando los dejes hacer su trabajo...

Uno de ellos examina el moratón de su cuello y luego la cabeza con sumo cuidado, buscando signos de algún otro golpe...la despojan de sus chaqueta y su camisa para comprobar si tienen alguna otra herida...pero no parece que tenga nada...

Esto... señala el moratón mirando a su compañero...Necesitamos llevarla al hospital...es como si se hubiera roto el cuello...pero...entonces, o estaría muerta o no podría moverse de cuello para abajo... se vuelve hacía tí nuevamente...

¿Usted se encuentra bien?

Foster se queda paralizado al escuchar la conversación entre los camilleros...si lo que dicen fuese cierto, la vida de su compañera pendía de un hilo en estos momentos...y todo por su culpa...que se encontrase viva era un milagro si realmente tenía el cuello roto.

Cuando uno de ellos le pregunta por su estado, el inspector tarda un poco en contestar.

-Yo...estoy bien, es ella la que se ha llevado lo peor...tienen que examinarla en el hospital cuanto antes...no puede haberse roto el cuello joder...no puede...

Los codos, apoyados en las rodillas y las manos en la frente, daban una sensación de agotamiento a Foster, quien repasaba en su mente los momentos anteriores al accidente, intentando encontrar el motivo por el cual todo acabó en tragedia.

El médico te mira durante unos instantes...No amigo, no lo tiene roto, parece como si así fuera, pero ya le digo que entonces estaría muerta o no podría moverse...simplemente es algo sorprendente...

Sigue manipulando el cuerpo de Jones y la zona afectada con cierto interés, aunque no con demasiada delicadeza...

La ambulancia recorre las calles a gran velocidad, en breves instantes llegará al hospital