Partida Rol por web

No hay problema.

 Billy entra a la habitación con ambas manos llenas de comida y la cara sucia de chocolate, está claramente feliz y encantado de lo bien que los están tratando antes de que comiencen los juegos, y piensa que por otro lado no tiene nada de malo disfrutar un poco lo que les quedaba de vida, por lo que era él estaba comiendo como (y tanto como) nunca lo había hecho en su vida. De repente Billy se percató de que no estaba solo en la habitación: -Eh, hola Gala ¿como estás? No te vi por el buffet,¡¡¡¿ no sabés las cosas deliciosas que hay y podés agarrar todo lo que quieras?!!! ¡¿Quieres un poco de este chocolate, es exquisito?- Dijo Billy casi gritando emocionado tendiéndole una  mano pegajosa y llena de chocolate más o menos derretido a Galatea.

Talos, el mentor de los dos muchachos, pone una exagerada cara de ofendido.
-Qué, ¿te has olvidado de mí? Seré ya viejo, ¡pero me sigue encantando el chocolate!

-Eh Talos, olvidé que estabas aquí, por supuesto toma, son deliciosos hay muchos más en el buffet.- Billy le dió los chocolates a su mentor y empiezó a masticar la pata de pollo que tenía en la otra mano igualmente pegajosa. -Gala, ¿tu no tienes hambre?, ¿qué te pasa? ¿quieres hablar de esas cosas de las que siempre hablas?

- Talos, ¿sabes como serán los jefes, o como evitar que nos maten?

Los jefes... Bueno, serán fuertes, pero no tanto. La mayoría monstruosos, algunos Talvez humanoides, ¡las posibilidades son infinitas! Tendrán un territorio determinado que no dejarán, y su fuerza equivkadrá a entré dos y un y medio tributos.

Gala miró a Billy perpleja. "¿Cómo puede estar comiendo en estas circunstancias?". Aunque comer era mejor que llorar. El viaje en el tren de alta velocidad hasta el Capitolio había sido especialmente triste para el chico. Los dos estaban muy asustados, pero con 12 años no se podía pretender que se comportara de otra forma. Galatea debía actuar como una adulta por los dos. Cuando había imaginado los Juegos la mañana antes de la Cosecha, no había contado con un chico tres años menor que ella, justo al contrario. Había esperado alguien que realmente la pudiera proteger. Pero cuando miraba a Billy, no podía ver más que a un verdadero superviviente. El menor de 6 hermanos en el Distrito 9. Lo extraño es que no hubiera muerto. Debía ser rápido y tener algún tipo de talento que le había permitido vivir durante 12 años.

- Dame un poco, anda. - le dijo sonriendo suavemente. Buscó con la mirada una caja de pañuelos y fue a por un par en lo que Billy partía unos trozos de chocolate para ella. Cuando volvió, se los metió todos de golpe en la boca. Hacía 5 años que no comía chocolate. Lo había echado tanto de menos... Galatea le sujetó la cara a Billy y se la limpió con los pañuelos que había encontrado mientras le hablaba. - Deberías ir a la sala de entrenamientos. Por lo que vi en la presentación de los Tributos hay un par de chicos de tu edad. Ya es tarde. - Le besó en la mejilla recientemente adecentada.

Gala echó un vistazo a la habitación. Fedora se había quedado dormida en el sofá, frente al televisor, y Talos les miraba. 

- Talos, nuestra pista es "Prado".  Recuerdo lo que contaba Fedora del año en el que la arena era así y absolutamente todo podía matarte. Desde las ardillas hasta las flores. ¿Crees que se referirá sólo a la zona del baño de sangre, o a todo el campo? - luego se interrumpió, no quería asustar más a Billy. Le miró y le ofreció una sonrisa tranquilizadora. - No te preocupes, somos del Distrito 9. Lo nuestro son las plantas. Y contra los jefes bastará aliarse con alguien que sea más fuerte que nosotros. - Le guiñó un ojo. - Yo soy el uno, y tu eres el medio. - y se rió, revolviéndole el pelo.

Luego se incorporó, en dirección al buffet. Mientras pasaba por al lado de Talos, le preguntó en voz baja:

- ¿Tu crees que habrá hoces entre las armas? - al fin y al cabo, era como una espada corta; y los del Distrito de la Pesca tenían tridentes a su disposición. - Billy estaría más cómodo con una de esas. Ya las ha utilizado antes.

Luego se dio la vuelta.

- Billy, ven conmigo, deberíamos hablar de lo que se te da bien mientras comemos. A ver de qué me puedo aprovechar para que me protejas. 

¡Ay! basta Gala no me gusta que limpies así, deja que yo lo hago- esbozó una resistencia Billy aunque sin demasiada convicción, y la perdió del todo cuando Galatea lo beso en la mejilla. La verdad es que a Billy le gustaba mucho galatea, aunque jamás lo admitiría, además de linda era tan adulta siempre pensando en cosas de gente adulta, y en como sobrevivir, y siempre era muy buena, con él y lo consolaba cuando estaba triste, no podía ni imaginarse peleando contra ella, pero tampoco se torturaba pensándolo simplemente esas cuestiones no entraban en la cabeza de Billy. Él sólo estaba contento de que Gala estuviera con él. 

-Prado... prado... ¿qué es eso de las pistas? ¿ De dónde la has sacado Gala? ¿Cómo es que una ardilla te puede matar? Yo sé algo de flores y planta, tu también ¿no? Ya sabes del campo...

Mientras la ametrallaba a preguntas Billy seguía Galatea hacia el Buffet, y siempre alerta y despierto escuchaba todo a su alrededor:- ¡¡Hoces!! No me gustan las hoces, te sacan ampollas en la manos y si no tienes cuidado o estás muy cansado te puedes cortar. Y ¿por qué hablas tan bajo Gala?, no creas que no puedo oírte.- Billy hablaba con una sonrisa pícara siempre se sentía muy bien cuando escuchaba lo que otros se decían sin permiso y más aún cuando hablaban de él y se lo podía restregar en la cara a alguien.

Una vez estuvieron solos en el Buffet Billy se acercó a Galatea en tono de confidencia  le dijo: -La verdad es que pelear no se me da muy bien, siempre que peleaba con mis hermanos terminaba lastimado así que prefería correr, casi nunca me alcanzaban jejeje, también se tirar piedras, ah y pescar cerca de mi casa se pueden sacar unos peces ¡¡¡como así de grandes!!! y tu  Gala ¿qué sabes hacer?

- La pista me la dijo Talos mientras te atiborrabas a chocolate.- se le escapó una risita. - Y sobre las ardillas...bueno, sobre la arena en general...El capitolio crea criaturas especiales para los Juegos cada año. Hubo uno en el que las ardillas eran carnívoras. No duraron mucho los Tributos de aquella vez. De todas formas, Prado pueden ser mil cosas... No imagino un prado lleno de Jefes y monstruos. Nos verían y los veríamos, no tendría sentido. ¿Tú que crees que es? 

Hizo una pausa, tenía tres teorías que podrían funcionar. Obviamente la habría oido hablar de las hoces. Se dijo a sí misma que era mejor protegerle de los verdaderos enemigos que de la verdad. No podía esperar a encontrarse en la arena. 

- A partir de este momento, nada de cotilleos - levantó la mano en señal de promesa - Mmmm...¿Pero sabes utilizar una hoz? Mejor eso que nada. Sabes cuánto pesan, y cómo usarla. Ya es más de lo que probablemente sabrán los otros dos Tributos de 12 años. - se quedó pensativa mientras escuchaba lo que Billy podía hacer.

Elementos de distracción, se puede poner a salvo corriendo... Desde luego será más rápido que un profesional cargando con sus armas...Y sabe pescar, y yo no... 

- Yo se mucho de plantas. De lo demás, se hacer prácticamente de todo, pero no soy experta en nada. Se lo que Talos y Fedora me han enseñado. Así que, he aprendido lo que dos personas que no habían cogido un arco en su vida hasta los Juegos han podido enseñarme. Por eso tenemos que aprender lo que podamos en estos días.

Ardillas que comían carne y mataban personas eso era de verdad muy horrendo, a Billy no le gustaba para nada la idea de que un grupo grande de ardillas lo atacara subiendosele por todo el cuerpo y mordiendolo,por todos lados, la sola imagen los asustó mucho pero le daba vergüenza mostrarlo enfrente de Gala, así que trato de contenerse, y trató de decir algo inteligente o ingenioso:

-Hay doce Jefes que no pueden salir de su territorio quizás el de uno sea un prado, ¿quién sabe? 

Billy imito el gesto de promesa de Galatea con toda solemnidad: -La verdad que no creo que me vaya bien con una hoz, en serio, trabajé con ellas pero nunca fui muy bueno y... tampoco trabajé tanto, mis hermanos me ayudaba, pero tengo buena puntería, aunque nunca cogí un arco, tal vez debería probar, o con cuchillos o algo que se pueda tirar de lejos. Por otro lado de verdad que corro rápido.

¿Qué hay de los otros tributos hablaste con alguno, son todos malos, son todos grandes?

Galatea sonrió.

- Tú sabes mejor que yo lo que se te da bien, Billy. Será mejor tenerlo en mente para conseguirte un arma con el que te sientas cómodo durante el baño de sangre y para enfrentarse a los Jefes. A mí sí que me gustaría encontrar una hoz. - Se quedó pensando en el sentido de la pista que le había dado el chico - Es una opción bastante válida, y no había pensado en ella. 

Estuvo en silencio un momento, sopesando posibles opciones en lo que al Prado se refería. Billy interrumpió sus pensamientos con la pregunta sobre los Tributos.

- Mmmmm...Bueno. La chica del Distrito del Bosque me ha tirado al suelo, lo que dice bastante sobre lo que opina de una alianza. Me ha dado tiempo a observarlos, y sí que es posible que nos podamos unir con al menos 2 profesionales y los dos Tributos del Distrito 3. En general todos rondan los 15 años, sólo hay un par más mayores y tres más pequeños, contándote a ti. Y grandes...hay tres que parecen especialmente fuertes. Los dos profesionales masculinos y el chico del Distrito 12. Sólo he hablado con Max...y parece que está interesado en una alianza global...lo que nos vendría muy bien.