Aërengoll es consciente de que si no sale de ahí es hombre muerto. No puede atacar, ni siquiera defenderse bajo esa nube de enemigos. Así que, aprovecha que muchos tiran de su bastón para soltarlo, y arrastrándose por el suelo logra salir del amasijo de manos y cuerpos que trataban de neutralizarlo. Afortunadamente no son demasiado hábiles ni demasiado listos. ¡Mas había perdido su bastón!
Motivo: MM zafarse
Tirada: 2d50
Resultado: 55(+20)=75
Motivo: % éxito MM zafarse
Tirada: 1d100
Resultado: 13
Éxito MM Muy difícil.
Pardiez, juraría que el golpe habría sido mortal en circunstancias normales, pero esto no son precisamente muy normales... por los dioses, no hay nada que les haga retroceder, malditas bestias, aunque con algo de aliento recuperado, veo que no es suficiente, pero tengo que ser fuerte, mis compañeros dependen de mi para ver un nuevo amanecer... Por la gloria de ERUUUUUUUU grito mientras asesto golpe tras golpe...
Motivo: Ini contra pez-sap Era
Tirada: 2d50
Resultado: 22(+18)=40
Motivo: Ata contra pez-sap Era
Tirada: 2d50
Resultado: 34(+81)=115
Motivo: Cricontra pez-sap Era
Tirada: 2d50
Resultado: 19
Motivo: Ini contra pez-sap Ata
Tirada: 2d50
Resultado: 48(-2)=46
Motivo: Ata contra pez-sap Ata
Tirada: 2d50
Resultado: 83(+61)=144
Motivo: Cri contra pez-sap Ata
Tirada: 2d50
Resultado: 78
PV: 36/88
PP: 0/20
Equipado: Escudo, Yelmo, Daga y SA
Erandil golpea con el escudo -más bien trata de bloquear- al temible pez-sapo, que pese al golpe anterior no ha caído. El paladín sólo esperaba que estas inominadas criaturas no fueran inmortales. En estas se andaba cuando se lleva un nuevo zarpazo de la criatura, pero obviando el dolor, descarga su daga contra el otro individuo. Estos, sí ha comprobado que caen y mueren. Esta vez arranca de la víctima un agudo chillido, bastante humano esta vez, por cierto. Apenas tiene tiempo de comprobar nada, pero maldita sea si no le había cercenado medio brazo.
Motivo: INI pez-sapo
Tirada: 2d50
Resultado: 25(+5)=30
Motivo: INI individuo 15
Tirada: 2d50
Resultado: 21(+5)=26
Motivo: Ataque pez-sapo
Tirada: 2d50
Resultado: 27(+75)=102
Motivo: Ataque individuo 15
Tirada: 2d50
Resultado: 35(+50)=85
Desesperado combate bajo N´gurth: asalto 12:
115 (ataque Erandil) -25 (BD pez-sapo) = 90
-2PV en la tabla de daga.
102 (ataque pez-sapo) -40 (BD Erandil) = 62
-6PVen la tabla de garras.
164 (ataque Erandil) -15 (BD individuo 15) -20 (2º blanco) = 129
14DP en la tabla de daga. El arma alcanza el brazo del escudo: brazo inutilizado. El adversario está aturdido durante 6 asaltos y pierde 3PV por asalto: -12 PV.
85 (ataque individuo 15) -40 (BD Erandil) = 45
0PV en la tabla de presa.
*tus dos ataques van contra el pez-sapo, pero en realidad es uno contra cada adversario. así que, el segundo ataque, como antes, lo paso al individuo 15.
Cada vez había más cuerpos en esa estancia, unos muertos, otros heridos -que os estorbaban muy feamente-, pero la mayoría avanzando. Y una salmodia de gimoteos que os desesperaban. Unos iban pasando por encima de los que habíais matado. Afortunadamente, los que aturdíais se retiraban, o eran retirados por sus compañeros, y gracias a eso aún no se ha convertido la estancia en un ominoso carnizal.
Mas de repente -cuando vuestras fuerzas estaban al límite de su resistencia-, oís un silencio terrible. Empezó más allá estas mazmorras y se propagó desde el corredor hasta la misma estancia en la que combatíais, hasta que incluso, vuestros enemigos -sin descuidar la guardia-, se pararon en seco, visiblemente inquietos.
Lo último que esperabais ahora era poder oír el latido de vuestros corazones -acelerado como el batir de tambores orcos-, pero... ¡Por el sacrosanto misterio de Ilmarë, retrocedían!
Os quedáis así un rato, entre agotados y sorprendidos. Intentando recuperar el resuello y enteraros de qué acontecía. Qué clase de locura los había hecho parar. Entonces, Atandil agarra del brazo al paladín y se echa el dedo a los labios: CHISSSST-susurra, con el entrecejo fruncido, tratando de escuchar...
Desde varias direcciones se oía a lo lejos el sonido de voces roncas, de pasos, y de un curioso arrastrar y golpeteos que no sonaban ni mucho a carreras o pisadas.
Atandil -sin quitar el ojo a esos sombríos seres- atendía superficialmente sus heridas, tras haber limpiado de sangre su estoque (en las raídas vestiduras de uno de los cadáveres). Apenas sí le quedaban fuerzas y cordura, así se le daba un ardite lo que aconteciera en aquellos corredores. Sí, demasiada cordura había perdido, pensáis, cuando además se puso a tararear una estrofa, no sin cierta ácida ironía.
Por el estipendio recibido
de tan jarifa y gentil Dama,
mas os hubiera valido
morir en servil cama.
Aërengoll, cuando vio -para su estupor- como se iban retirando esos sombríos individuos, se interesó por el estado del muchacho. El clérigo siempre había sido desinteresado, interesándose siempre por los demás antes que por él mismo. El chico había sido torturado mas no tenía ningún hueso roto ni daño grave (más allá de su cordura). Cruzó unas palabras con él, corroborando lo que había intuido tras un primer vistazo. Brago, que así se llamaba, pese a su situación ya se había agachado para recoger una de esas dagas impías de los hombres-pez. Y no tenía si no palabras de agradecimiento para con el clérigo, y reverencias, hasta el punto en que Aërengoll tuvo que instarle a que parara ya.
Cansado, incrédulo, intrigado, débil, pero aun algo cuerdo, veo como se van retirando la impías criaturas, sin motivo claro, les habremos asustado, pero no, no lo creo pues mas bien seria lo contrario.... me asomo por el umbral de la puerta destrozada por la contienda, y apenas si se ve la claridad de las antorchas que en la pared aun yacían, con sumo cuidado y precaución, miro a diestro y siniestro, por si de una trampa mal preparada fuera, y con el temor de ser asaltados por la retaguardia en pleno desconcierto por tal situación.... pero efectivamente se retiran.... que raro, porque... porque ... porque ahora.... avanzo trémulo y temeroso aun, hasta la entrada que da a la galería principal... después de eso rápidamente por mi mente pasa fugazmente unos recuerdos... La capa de Aërengoll y mi espada, estarán por aquí aun... las busco por si la suerte realmente hubiera tornado ahora en nuestro favor...
Motivo: Buscar capa y espada
Tirada: 2d50
Resultado: 80(+25)=105
PV: 36-6=30/88
PP: 0/20
Equipado: Escudo, Yelmo, Daga y SA
Tiro busca +25, a falta de saber que dificultad tendria o si directamente tengo un resultado (sea positivo o negativo)
Erandil, todavía aturdido, se asoma al umbral de la puerta. El pasillo está vacío, pero de las celdas contiguas surgen murmullos y ruidos leves, como si se hubieran metido en ellas. Desgraciadamente, apenas sí puedes ver la zona donde dejasteis el arma y la capa, ya que se han llevado las antorchas (sólo sale luz de la celda de guardia).
je, je, que haya dicho que se van retirando no quiere decir que esté todo libre hasta tu casa ^^. han abandonado la celda y el pasillo de la mazmorra pero andan agazapados en las otras celdas y por la zona que da al corredor y se han llevado las pocas antorchas que había. así que, si te asomas al pasillo oirás eso, ruidos que vienen de las celdas contiguas y desde el umbral que da a la mazmorra. desde luego, la espada no la ves -supones que la habrán cogido-. si quieres tira suerte (1D20) para ver si no han parado demasiado en la túnica. es decir, si me sacas 13 ó más tírame una Percepción V/A de dificultad 4 (Media +0).
Si quieres afinar el oído, tendrás que tirarme una Percepción ERDC dificultad 5 (Difícil -10). también puedes hacer más cosas, pero del corredor también vienen ruidos y todavía andan por ahí (aunque menos).
-No me gusta-musita el veterano clérigo, y se incorpora ayudado por Brago. Ya miraría sus heridas más tarde. Si es que hay un más tarde. Después, frota el encrespado cabello del muchacho-Gracias, Brago, Eru no se olvida de los que ayudan a los ancianos.
-Pardié zi e vuacé un anziano, zeñó. Que tiene los bríos de un mozo berraño*, si me permite-te contesta Brago con la ingenua espontaneidad de un chico de su edad. Y no puedes por menos que esbozar una sonrisa.
-quiéne zon esas criaturas, zeñó-farfulla, señalando con rictus de asco los cadáveres en derededor,-porque no son ya mis paisanos...
*no tienes ni idea de qué quiere decir con berraño, pero ya nada te sorprende en estas aldeas perdidas de Belfalas ^^
-Eso es lo que hemos venido a descubrir. Y también a protegeros-miente al muchacho. Pues quizás menos que él sepa cuál es la naturaleza de toda esta ignominia. Y lo que sabe de sobra es que sólo un milagro podría proteger a esta gente. Si es que queda alguno más que este pobre muchacho.
Después para su atención en Erandil, que se aventura más allá del umbral de la celda.
-Ciudado, Erandil. Mío es el sortilegio de luz, y si quieres ir a algún sitio tendré que ir contigo.
....ilumina pues amigo mío esta sala a ver si vemos que esta pasando....
Motivo: suerte
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 2 (Fracaso)
no hay suerte no....
-Tengan cuidado vuestras mercedes-apunta Atandil desde el suelo. Andaba metiéndose los dedos en una herida para calibrar su profundidad. Y pareció animarse cuando apenas sí le cabía un dedo y medio. Y no era demasiado profunda. Así, sacó su último lienzo limpio de la faltriquera y se lo apretó contra la herida. Después se miro el atuendo, su ropa más cara -la única que le quedaba ya-, estaba hecha girones por todos los lados a causa de las garras de esas criaturas. Una en la cavidad de donde Erandil trajo la palomas. Y la otra aquí. Definitivamente, esos peces-sapo la habían tomado con él.
Por su parte, las palomas empezaban a zurear de nuevo. Ajenas a todo, picoteaban por el suelo en busca de una comida que no existía.
-Entonces, se han ido ya?
Aërengoll se acercó hasta el umbral de la puerta.
-Debemos ser prudentes, maese Erandil-dijo el clérigo, que no tenía demasiadas ganas de aventurarse por el corredor pero que tampoco quería ofender al paladín con su excesiva prudencia. Después salió, justo detrás de donde estaba su compañero, y alzó la mano para iluminar mejor. Desde esa posición, algo podían vislumbrar.
La antorcha del pasillo se la habían llevado y no había rastro de la espada y la capa. Pronto, volvieron a oír el arrastrar de pie y leves aleteos. La luz estaba atrayendo de nuevo a las bamboleantes criaturas...
Motivo: Perceción
Tirada: 2d50
Resultado: 46(+65)=111
Motivo: % éxito
Tirada: 1d100
Resultado: 69
Motivo: Percepción rep.
Tirada: 2d50
Resultado: 60(+65)=125
Motivo: % éxito
Tirada: 1d100
Resultado: 16
*Percepción -escuchar- Muy Difícil -20: éxito!
En la sala de guardia había varios individuos hablando, una especie de idioma extranjero. Sonaba muy poco natural -como un chapoteo-... pero lo que más llamó la atención del clérigo fue una especie de gutural salmodia, una cadencia de sonidos que difícilmente pudieran salir de una garganta humana, y que venía del corredor, más allá de estas mazmorras. Y era como una especie de llamamiento. Como una especie de sortilegio contenido, pensó Aërengoll. Y el clérigo sabía de estas cosas.
Lo que oyó después heló el corazón de los presentes. Era un inquietante arrastrar de pesados anillos y unos gruñidos broncos que helaban la sangre. Un arrastrar que se hacía interminable, y mientras, esas criaturas habían apagado todas las antorchas encendidas que quedaban (incluso los de la sala de guardia, que ya habían parado de hablar). Las palomas -animales inconscientes y estúpidos por naturaleza, siempre ajenas a todo-, se arrinconaron en una de las esquinas de la celda, y pareciera que Melkor les hubiera cortado la lengua. Ni se movían.
Entonces, el sortilegio de luz de Aërengoll se desvaneció de repente. ¡Mierda de Eru!
*bueno, es que ya llevaba bastante, simplemente se acabó el sortilegio ^^
Quietos compañeros, algo mas oscuro y terrible parece arrastrarse por estos corredores, embrazando el escudo y agarrando con más fuerza la daga, que tan útil me había sido hará unos momentos atrás, espero que si de nuevo e de combatir que me sea tan fiel y certera como hasta el momento o incluso más.... creo que a parte de esa criatura no estamos del todo solos, aun oigo el arrastrar de esos seres asquerosos y pútridos que tienen por piel a los humanos, estemos alerta….
Atandil, que había precisado la ayuda del muchacho para vendar su herida, levantó la cabeza y habló:
-¿A qué clase de nuevo horror nos enfrentamos esta vez? ¡Decidme! Pues muchas son las leyendas de Tierra Media que hablan de criaturas de las profundidades. Ancestrales demonios creados por las malas artes del Señor Oscuro cuando Arda todavía era joven. Porque hasta ahora, incluso yo -que las cantaba para atemorizar campesinos e impresionar a las hijas de los taberneros-, las tenía sólo por leyendas. Pero veo que esta noche de horror y pesadilla vamos a comprobar que es verdad-barruntó el bardo mientras hacia por incorporarse de nuevo con la ayuda del chico para escuchar por él mismo ese ominoso arrastrar de pesados anillos que parecía provenir de los corredores.
-¡Y por todos los valar!¡Hagan luz de nuevo o este hijo de su madre perderá la poca la cordura que le queda!
De más información os doy sin haber tirado Percepciones ^^:
Ya puedes postear, Nagredog! suerte ^^
Despojado como estaba de su tunica, maldita la hora en que urdieron la artimaña, agotado por el ajetreado dia y exausto por los ultimos acontecimientos, Aërengoll estaba apoyado en la fria piedra de la pared, recuperando el resuello y aunando fuerzas para lo que se preveia un nuevo esfuerzo. Por un lado incontables hombres-pez parecian huir, huir de aquello que se acercaba por detrás. - ¿Y ahora, que? - se preguntaba el sacerdote. Erandil y Atandil no sabia lo que ocurria, que podria ser aquello, el dunadan tampoco. No habia tiempo de discernir, discutir o intentar adivinar a que se enfrentaban ahora, habia que huir, aunque eso implicara correre en plena oscuridad, rebanar algunos pescuezos y con seguridad tropezar en varias ocasiones.
- Amigos, no se a que nos enfrentamos ahora, pero hemos de tomar una decision - dijo solemnemente - o huimos en la oscuridad o corremos hacia el temor de los hombres-pez, aquí parados solo postponemos nuestro ocaso.
El clerigo no era hombre de accion, pero tampoco esperaria alli su muerte, tenian que enfrentarse a lo desconocido, llamese ser oscuro u oscuridad solamente.
- En mi opinión, deberiamos huir, abrirnos paso, tal vez encontremos alguna antorcha, esos peces tendran que ver de algun modo.
Solo quedaba esperar a que su fiel amigo y protector tomase una decision. Por supuesto Atandil se habia portado como todo un heroe, pero Aërengoll confiaba plenamente en el criterio de su paladin.
Motivo: Teologia/historia
Tirada: 2d50
Resultado: 13
Motivo: % exito
Tirada: 1d100
Resultado: 41
- ¿Tal vez una tirada de historia o teologia o una mezcla de ambas podrian darme alguna pista de esos seres a los que se refiere Antadil?
Pues muchas son las leyendas de Tierra Media que hablan de criaturas de las profundidades. Ancestrales demonios creados por las malas artes del Señor Oscuro cuando Arda todavía era joven.
Tiro pero sin modificadores, por si valiese y para ahorrar tiempo. Los modificadores de la tirada:
70 ME a Teologia
55 ME a Historia
De todos modos con esa mierda de tirada creo que ni merece la pena...
-¿Huir a dónde? ¿A oscuras y con los corredores infectados de esas zainas criaturas?... seguro que es una trampa, que quieren sacarnos de nuestra madriguera donde nos hemos hecho fuertes-argüyó Atandil.
»Pero voto a Eru que si vuecencia nos guía o tiene una idea lo seguiré presto. Mas sólo pido eso, al menos una idea y un poco de luz-después hace una tensa pausa, y en medio de la oscuridad imaginais su gesto crispado por el terror-O eso o enfrentarnos a lo que quiera que sea que viene por ese corredor...-mas no puede terminar la frase pues se le rompe la voz...
De repente, Brago, aprovechando el silencio final de Atandil -quebrado su verbo por el desánimo-, murmura como para sí unas palabras inconexas. De tal manera que tenéis que instarle a repetirlo pues capta vuestra atención. Entonces, el muchacho, cohibido por haber llamado la atención más de lo que hubiera pensado, lo repite, esta vez alto y claro.
-El viejo Zadok me dijo en alguna ocazión ke la resihtencia tenía corredore propio por estas catacumbas. Los utilizaban al principio para intentar rescatar a los camaradas que caían bajo sus garras. Yo no zé kién las hizo, pero de lo que eztoy seguro e de ke no fueron esos mostruos de las profundidade. Y los que se rebelaron a Obed, tampoco.
De un tirón. Tal cuál.