Partida Rol por web

Abajo la Basílica

14. Corderos en Leones.

Cargando editor
17/11/2011, 10:39
Director

El rumor había volado, y en la ciudad no se hablaba de otra cosa que de la mujer carbonizada. En algunas historias era una drow de infernales poderes concedidos por Voth Urla para su venganza. En otras, había sido una malvadas bruja drake, impíos adoradores de dragones, que había venido a asesinar al joven rey. Pero en todas se expresaba la repulsa por los males que causaba la magia, el luto por aquella víctima anónima y su familia, y el alivio de tener a mano a los Cazadores de Brujas para que velaran porque los magos no impusieran su voluntad a las personas más sencillas. Los Cazadores paseaban por las calles de Port Coeur, con los imponentes ástirax (enormes lobos de pelaje blanco) olfateando en busca de magia prohibida.

Cuando llegasteis al Laúd era medio día, y os informaron de que Marb no estaba disponible en aquel momento. Aranys os dio de comer un consomé de ostras algo aguado y unos filetes de raya con salsa de alcaparras. Dijo que su marido estaba trabajando en la armadura de Rowane, pero esquivó la mirada del ojo sano de Aimée. Cuando disteis buena cuenta de vuestra comida y del pudding de pan y manteca que os sirvieron después, se os condujo hasta el sótano.

Se accedía por una precaria escalera de madera sin barandillas, cuyos peldaños se combaban y crujían peligrosamente bajo vuestros zapatos. Las lámparas de aceite iluminaban la estancia velada por el humo del tabaco de liar. Un ventanuco enrejado, por el que se venían las botas de los viandantes al pasar, era incapaz de eliminar el olor a sudor y a vino agrio que flotaba en la habitación.

La estancia estaba repleta de jóvenes de bromeaban, fanfarroneaban, bebían y dirigían de tanto en cuanto miradas de apreciativa curiosidad a las recién llegadas. Saltaba a la vista que eran un puñado de jóvenes imberbes. Muchos de ellos apenas tendrían veinte primaveras. Marb estaba repantigando en una mesa llena de mapas y pergaminos. Escuchaba los susurros de una drow que estaba en pie junto a él. Era una mujer de llamativa pese a su madurez, y hubiera sido arrebatadora de no ser por la nariz aquilina, demasiado grande y aguileña, que dominaba su rostro como una atalaya. Tenía arrugas de preocupación en torno a los ojos cansados.

Cargando editor
17/11/2011, 11:04
Marb

Marb levantó la vista hacia vosotros.

Hola, Astor —saludó a su amigo primero antes de extender su saludo a los demás:—. Aimée, Lotte, y Rowane, bienvenidas. Ella es...

Cargando editor
17/11/2011, 11:06
Lassitress

Lassitress. Una amiga de la familia —resumió la susodicha.

Cargando editor
17/11/2011, 11:11
Marb

Marb carraspeó.

Espero que traigáis buenas noticias. Necesitamos buenas noticias.

Cargando editor
18/11/2011, 22:44
Rowane

Rowane no sabía qué resultaba más alucinante: Si la cochina manía que tenían todos aquellos charlatanes que se inventaban historias sobre los hechos (Lo de asociar a los drow con el fuego demoníaco parecía ser una constante... lo cual era curioso teniendo en cuenta lo mucho que les molestaban los fogonazos de luz) o la gente que se creía por completo aquellas historias.

Sin embargo, todos aquellos pensamientos entre irónicos y resignados quedaron relegados a un segundo plano cuando en El Laud de Seis Cuerdas le pusieron aquél festín delante de los ojos. ¡Comida! ¡Y comida digna de tal nombre! Desde que tenía uso de razón lo más lujoso que le habían dado era un trozo de pan sin moho... pero duro como una piedra. Y un cuenco de agua. ¡Aquello era digno de una reina a sus ojos!
Lo cierto es que pese a que evidentemente estaba muerta de hambre porque lo único que le quedó por zamparse fue el plato, no comía de forma grosera ni ruidosa. Simplemente pinchaba y mordía un pedazo de algo y se quedaba mirando con un ansia canina el resto mientras masticaba hasta tragar, que era cuando no perdía tiempo en ensartar otro trozo con el tenedor y morderlo.

Terminaron de comer y mientras bajaban por la escalera pensó con curiosidad en cómo quedaría su armadura. El marido de Aranys debía ser todo un artista puesto que no debía ser nada fácil trabajar con una pieza mágica (Y aquella valía miles y miles de monedas de oro) Aunque nuevamente sus pensamientos quedaron relegados a un segundo plano al ver a la drow. ¡Otra drow considerada "amiga"! La opinión que tenía de Marb subió unos cuantos puntos más.

Hola—saludó sin aquel tono tímido que siempre ribeteaba sus palabras. Pero cuando Marb añadió la coletilla se le quedó la mano en alto a medio saludo, tragó saliva y miró alternativamente a quienes la acompañaban y al líder de la resistencia—. Eh... es curioso que lo digas. Nosotros estábamos a punto de preguntarte lo mismo...

Cargando editor
19/11/2011, 14:12
Aimée

Aimée sabía que el refuerzo de los cazadores de magos se debía a sus acciones. Que la opinión pública, ayudada por los mandatarios religiosos, despreciaría aún más a los magos. Sabía que el asesinato de Dorenne había sido cruel y despiadado. Y por eso, sufría. No era ninguna desalmada y tenía una conciencia. En los días que pasaron desde la muerte de Edith, a pesar de los intentos de sus compañeros por confortarla, había tenido pesadillas. En ellas, Edith se retorcía bajo las llamas porque se había confundido de víctima. Otras veces, Dorenne se levantaba calcinada y trataba de estrangularla. En las peores pesadillas, sus hijos recibían tortura como venganza por haber asesinado a una informadora de la Basílica.

Nunca antes había matado con sus propias manos. No era una santa, desde luego. La gente hablaba y decía muchas cosas de ella; la mayor parte eran exageraciones, pero sí había ordenado alguna paliza o alguna puñalada por la espalda para proteger a sus chicas o a su negocio. El marido de Edith había sido uno de ellos. No lo había vuelto a ver desde que se presentara en el Dragón con una violenta borrachera clamando por su esposa. Se había dicho que un pescador había encontrado en sus redes un cuerpo comido por los peces, meses después de la misteriosa desaparición del marido de Edith, pero Aimée nunca había querido saber. Sin embargo, matar a alguien ella misma era algo distinto y difícil, y aunque había decidido pensar en ello como algo necesario y pasional, seguía sintiéndose mal.

Comprendió la evasiva mirada de Aranys y se contentó con mantener su ojo bajo y centrado en el consomé de ostras. Era agradable comer algo bueno después de tantas semanas sobreviviendo con comida barata, pero en el Dragón Rojo había disfrutado de platos deliciosos que le daba mil vueltas al triste consomé. No se quejó, desde luego, pero se mantuvo en silencio. Sólo ante Marb levantó la vista y se encontró en posición de mantener una conversación.

-No tenemos buenas noticias -contestó a la petición de Marb-. Lo siento. Lo que sí tenemos es un plan absurdo y peligroso. Quizá la palabra plan es un poco exagerada. Tenemos una intención, más bien. Queremos sacar a un drow de prisión antes de que lo ejecuten, Nimruil el sanador. Es un mago poderoso, tengo entendido, y quizá pueda incluso resucitar a los muertos. Si lo sacamos de allí conseguiremos un aliado importante. Y le daremos a la Basílica algo por lo que lamentarse.

Ya era hora. No sólo iba a seguir perdiendo cosas ella.

Cargando editor
23/11/2011, 11:16
Lassitress

El líder de la rebelión en Port Coeur rebuyó inquieto en su asiento y se mesó la barba, en un gesto pensativo y preocupado.

Marb —dijo la drow, depositando su mano en el hombro del rebelde con naturalidad—, tienes que hacer algo. Clemence, Nimruil, Adrienne. Probablemente también Marat. Estamos perdiendo la guerra antes de empezarla.

Cargando editor
23/11/2011, 11:25
Marb

Lo sé, lo sé —admitió—. El caso es que Nimruil va a ser juzgado por Jean Paul Marat. Su hija fue ejecutada por colaborar con nosotros. Quizá lo declare inocente y podamos ganar a los dos para nuestra causa.

Cargando editor
23/11/2011, 11:27
Lassitress

Las Hermanas de las Bendiciones Piadosas no lo permitirán. Ejecutarán a Nimruil de todas maneras, y a Marat también si lo declara inocente. La Hermana Piadosa Genevre le tiene ganas.

Cargando editor
23/11/2011, 11:28
Marb

Que Marb tenía miedo de actuar lo podía ver cualquiera. El rebelde deseó no por última vez que su padre estuviera allí.

Alzaos, una y otra vez, hasta que los corderos se conviertan en leones —murmuró, más para si que para las mujeres—. ¿Cómo están los ánimos en el Nidal?

Cargando editor
23/11/2011, 11:32
Lassitress

Soliviantados —dijo Lassitress—. Lo de aquella drow que le quemó la cara a Ser Hawald encendió mucho los ánimos. Les enseñó a muchos que podían devolver el golpe. Y Balaena se ha encargado de arrimar el ascua a su sardina. No me cabe duda que también usará lo de Nimruil como arma.

Cargando editor
23/11/2011, 11:36
Marb

Marb torció el gesto.

Se está volviendo muy poderosa. Al final tendremos que elegir: o con ella o contra ella.

Cargando editor
23/11/2011, 11:37
Lassitress

Es una mujer muy astuta, y tiene mucho carisma —admitió Lassitress—. Los drows del Nidal darían su vida por ella. Muchos de ellos no tienen nada más que perder.

Cargando editor
23/11/2011, 11:39
Marb

Marb clavó sus ojos en Rowane y se quedó pensativo durante unos momentos.

Rowane... ¿podría hablar contigo en privado?

Cargando editor
23/11/2011, 12:45
Rowane

Rowane se estremeció al escuchar aquel nombre. Cada vez que cerraba los ojos por las noches podía ver todavía con claridad a aquel paladín espada en mano avanzando por la arena con tanto odio chispeando en los ojos que parecía que fuera a explotar. Lord Hawald desde luego jamás habría esperado lo que pasó después.

Y en honor a la verdad, decir que ella misma tampoco.

Dudaba de si abrir la boca o no para preguntar algo pero enseguida le llamaron la atención los nombres que mencionó Lassitress. Clemence, Adrienne y Marat no sonaban a nombres de drow... Eran nombres humanos. ¿Y uno de ellos iba a juzgar a Nimnruil? Los únicos que juzgaban a la gente eran los Hijos de la Luz, pero eso no podía ser a menos que... no, espera, ¿quién cuernos era aquél Marat?

Muy a su pesar, estaba más de acuerdo con la visión de Lassitress de la "suerte" que podían tener. En la basílica sabían bien poco de juicios justos.

Nimruil le salvó la vida al hijo neonato de una noble con sus poderes de sanación—suspiró con amargura y cierto deje de frustración conforme iba terminando la frase—. Si no llega a ser un drow fijo que le hacen una estatua de oro y diamantes en medio de la maldita Buitrera. Pero como resulta que sí es un drow, en vez de un héroe digno de una estatua, es "un hereje" y un monstruo horripliante.

Agitó las manos a ambos lados a la par que ponía los ojos en blanco en un muy poco inusual gesto sarcástico al pronunciar "hereje". Como si realmente quisiera manifestar lo ridículo que le resultaba el razonamiento. Si es que a eso se le podía llamar razonamiento.

Pero entonces Marb se fijo en ella y enseguida apartó la vista. Era difícil aplacar el instinto y el instinto de años y años le decía que si un humano te miraba fijamente es que lo siguiente que va a pasar no va a ser bueno... pero como aquél humano en cuestión era distinto, respondió mientras se acercaba.

Sí, claro...

Cargando editor
27/11/2011, 14:48
Aimée

-Balaena es una perra venenosa -escupió Aimée, que no olvidaba ni las afrentas ni las malas palabras-. Nos habría matado sin dudar. No nos ayudó. Dejó que Edith muriera. No le importamos nada, y si trabajase con nosotros, nos traicionaría antes o después.

Sí, quizá fuese muy poderosa, pero no dejaba de ser una drow, con todo lo que ello conllevaba. Puede que Rowane fuese la excepción a la regla, pero hasta el momento, sus contactos con los elfos oscuros habían tenido muy mal final. Y si esa tal Lassitress apoyaba la alianza con Balaena, posiblemente era porque estaba de su lado.

Cargando editor
29/11/2011, 17:55
Rowane

Rowane torció el gesto como si se hubiese tragado un vaso entero de aceite de ricino, en un principio se quedó quieta al lado de Marb como si dudase entre decir algo o no con una chispa dolida en los ojos pero finalmente se mordió el labio inferior.

Bueno, no estuvo nada bien nada de lo que te dijo—habló finalmente—. Pero también tendríais que entender que no tiene motivos para ayudar a ningún humano que le venga exigiendo algo. Si la situación hubiera sido al revés, ¿la habríais ayudado a ella?

Se encogió de hombros. Obviamente, no.

Suspiró con resignación y desvió la vista. No le hacían gracia los métodos de Balaena, eran demasiado agresivos, sin embargo entendía de dónde había salido tanta agresividad por la simple razón de que ella había pasado por lo mismo, ella y todos los que eran de su misma raza. Ese sentimiento derivaba en algunos drows en un odio exacerbado hacia los humanos, otros en miedo, otros en resignación, otros en desesperación...

Rowane concretamente se sentía extraña al "contrariar" a un humano pero había empezado a perderles un poco el miedo a Marb y los demás porque sabía que aquellos no eran monstruos que daban patadas ni la trataban como si fuese un pedazo de basura.

Quien dejó morir a Edith no fue Balaena, fueron los Hijos de la Luz. ¡Ellos se llevaron a Nimruil, ellos se llevaron hasta la última poción y ellos provocan que estemos así!abrió los brazos para enfatizar el "así" como si abarcase no sólo la habitación, sino la situación—. Pero yo sigo sin entender por qué demonios si todos en el Nidal estamos hasta las narices de ellos, perdemos el tiempo escupiéndonos por ser humanos o por ser drows.

¿Por qué hacía falta una alianza cuando ambos querían lo mismo? ¿Por "si a caso" el otro no cumplía? A sus ojos no tenía sentido que Balaena entorpeciese a Marb ni al revés, ella misma lo había dicho: no quería problemas con el humano.

Cargando editor
29/11/2011, 20:57
Lotte

Lotte no conocía a Balaena más que de oídas, y lo que había oído no era bueno. No sabía los detalles, pero sabía que se había negado a ayudar a Edith. Se sentía más cerca, por lo tanto, de Aimée, y desdeñó las palabras de Rowane como un intento de defenderla por ser drow.

-Creo que si esa Balaena quisiera colaborar con nosotros lo sabríamos. No habría dejado morir a un miembro de la rebelión. -Ni Edith ni el resto eran oficialmente rebeldes sino refugiadas, que supiera, pero pensó que la etiqueta podía aplicárseles-. No va a ayudarnos, eso lo ha dejado claro. Pero si tanto le importa Nimruil... No sé. Si hacemos las cosas bien, acabará acudiendo a nosotros, ¿no? Y si no, es que es estúpida.

Cargando editor
29/11/2011, 21:04
Rowane

La mirada de Rowane se ensombreció, acababa de decir que no había una sola poción en la casa de Nimruil cuando habían llegado y volvían a salirle con que habían "dejado morir" a Edith. Llegados a ese punto, no tenía sentido volverlo a repetir.

"No sé qué esperaba" se reprendió en su fuero interno enfadada consigo misma "¿Desde cuándo importa lo que diga?".

Eso no responde a mi pregunta—suspiró dejando caer los brazos—. Pero da igual...

Aquella pescadilla se mordía la cola, y Rowane no tenía la suficiente confianza en sí misma como para rebotársele demasiado a un humano. Balaena no iba ayudarlos porque se fíaba tanto como ellos de ella, eso era evidente, pero el caso es que ninguno de los dos tenía la verdad absoluta... así que se limitó a asumir la misma historia de siempre: Nadie confiaba en un drow porque simplemente era un drow, y por lo tanto ningún drow confiaba en un humano.

Aunque ella se sentía como una extraña excepción.

Cargando editor
29/11/2011, 22:00
Marb

¿Edith? ¿Vuestra amiga? ¿Ha muerto? —se sorprendió Marb.