Partida Rol por web

Abajo la Basílica

3. ¿Quién Soy Yo?

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03/02/2011, 20:00
Director

Un día más.

Un día más viejo. Poco más podía decirse de tu vida. Intentabas ayudar cuando podías, hacías tus rezos y tratabas de vivir conforme a tus creencias. Pero cuando caía la noche, sólo había sido un día más. Un día menos antes de la tumba anónima que te esperaba.

Y pese a todo, al final del día tenías un plato de comida caliente y un techo bajo en el que cobijarte. No era lo normal en El Nidal y podías considerarte un afortunado. ¿Cuántas veces podían los Celestarum de hoy día volver la cabeza para no ver el hambre y la miseria? ¿Cuántos oídos necesitaban para escuchar a la gente llorar?

¿Cuántas muertes eran necesarias para que se dieran cuentan de que eran demasiadas?

El estruendo de un carro viniendo a toda velocidad te sacó de tu ensimismamiento frente a tu modesto altar a Celestar. Probablemente era el carro de un noble buscando un atajo para llegar al puerto. Ibas a reanudar tu meditación cuando escuchaste claramente el aullido de dolor de una mujer. Al instante se escuchó el chacoloteo de los cascos de los caballos mientras el vehículo se detenía bruscamente, a poca distancia de la puerta de tu casa. La mujer volvió a gritar y se escucharon exhortaciones de varios hombres.

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04/02/2011, 02:00
Nimruil

 
De nada servía la oración más que para mantener fuerte (o al menos viva) su fe, pues aunque los poderes de la diosa eran fuertes en él, Nimruil no dejaba de ser otro simple mortal. Y uno bastante envejecido.

Tras la desconcentración del carruaje intentó volver a centrarse en sus oraciones, pero oyó el grito y aunque algo en su interior le decía que no se metiera en problemas, como cada vez, algo más grande le decía que era su deber meterse. Y como cada vez, intentaba echar una mano.

Miró el símbolo de Celestar e hizo un gesto con la cabeza.

Sé que no os importaria. Disculpadme, Madre.

Se levantó y salió apresuradamente hacia la puerta, a todo correr. Una vez allí, y previendo problemas, tomó aire para relajarse. Estaba ya junto a la puerta y cada vez que se metía por medio en un asunto como ese, era potencialmente la última.

Madre sigue cuidando de mí...

Pronto sería hora de dormir así que realmente no importaba si malgastaba conjuros. Pensaba utilizar un buen truco que le habia ayudado muchas veces... cogió lo primero que tenia a mano, un guante para el frío junto a la mesita de la entrada, y se lanzó Visión Verdadera... luego abrió un poco la ventana y echó un vistazo al exterior. No dudaba que tendría que usar el truco así que con ese hechizo ya estaba listo para la "siguiente fase".

¿Qué rayos pasa ahora...?

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04/02/2011, 10:06
Director

Viste al cochero del carruaje apearse e ir a abrir la puerta de mismo. En su interior había una mujer, probablemente una noble, con un vestido blanco y holgado manchado de sangre del vientre hacia abajo. Por la forma de jadear y gritar dirías que estaba de parto... y que no había llegado a tiempo a donde fuera que la iban a atender.

La mujer volvió a chillar, y tomó la mano de alguien que estaba en el carruaje para aferrársela como una garra.

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04/02/2011, 10:10
Nimruil

 
Nimruil cogió aire.

Genial... Bueno, no sé si es mejor o peor, pero al menos no estan matando a nadie... 

Nimruil dejó el guante en el cajón de la mesita junto a la puerta y abrió, mirando hacia el carruaje, en el arco de la puerta, y su voz anciana y tranquila carraspeó un momento para llamar la atención.

Levantó la mano, no carente de arrugas, y avanzó un paso. Aunque probablemente diese justo lo mismo que sus ojos se iluminasen con la visión en la oscuridad que no, ya que había lanzado el hechizo, se lo ahorró. Quizá pareciera más... 'humano' así a sus ojos.

¡B-Buenas noches! Dijo tratando de mirar al interior, y de nuevo carraspeó ¿Puedo ayudar? Soy curandero... ¡Sé asistir un parto!

Huelga decir que no esperaba una buena respuesta del cochero, pero tal vez los nobles del interior tuvieran una visión más... abierta del asunto en ese momento.

Me veo mudándome después de esto...

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04/02/2011, 10:47
Director

El corazón se te detuvo en el pecho cuando el familiar rostro de Aunsel se asomó desde dentro del coche. El rostro de tu implacable perseguidor se tornó en una mueca de abierto desprecio... aunque en sus ojos no brilló el reconocimiento. ¿Te había olvidado después de tanto tiempo? ¿Quizá el paso de los años o la oscuridad reinante habría despistado al sabueso?

--¡Tu ayuda no es ni necesaria ni bienvenida, drow! --espetó Aunsel.

Había un segundo hombre en el carruaje además de Aunsel. Ese hombre parecía estar asistiendo el improvisado parto. Te pareció demasiado joven para que tuviera demasiada experiencia.

--¡El niño viene al revés, hay que darle la vuelta! --dijo.

--¡Pues dásela, idiota! --bufó Aunsel.

--P-pero, ¡no sé! ¡No soy médico!

La mujer echó la cabeza atrás y volvió a aullar de dolor.

--¡Traed a ese drow! --rugió.

--Pero señora... --fue a objetar Aunsel.

--¡TRAED A ESE DROW!

El cochero se apartó para dejarte paso. Sentiste sobre ti la reprobadora mirada de Aunsel.

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04/02/2011, 10:59
Nimruil

 
Los ojos de Nimruil se abrieron de par en par y sintió que los brazos y las piernas se le helaron.

Ay... ay Madre... AY! ¿Qué hago yo aquí!? Ay madre!!!!

Tuvo tentación de salir corriendo como aquella vez, de poner pies en polvorosa y usar sus conjuros para evaporarse de Rhevraine y del mismo mundo si pudiera, pero la petición desesperada aunque imperiosa de la mujer, y sobretodo, pensar en el inocente que venía.

Tragó saliva y se acercó, intentando evitar mirar a Aunsel, haciendo gala de todo su autocontrol. Con suerte el paso de los años habría hecho mella en su memoria, además, aparentaba una vitalidad de alguien mucho más joven, sumando todo eso, tal vez...

Llegó hasta el carruaje y dio algunas instrucciones en voz alta para que se le oyera por encima de la parturienta, pero siempre, siempre, con tono de lo más cordial y sobretodo humilde.

Recostada pero sin llegar a tumbarse... y hace bien, coja fuerte esa mano y no sople por ahora. Pidiendo permiso implícito con un gesto, se acercó a la mujer y le levantó el camisón. Bien, relájese, cuente algo para mantener la cabeza ocupada. Está en buenas manos.

Al ver que la criatura estaba saliendo con los pies por delante, Nimruil sacudió la cabeza en un gesto preocupado.

Problemas...

Con permiso, madamme

Llevó las manos al niño y, qué remedio, tuvo que hurgar intensamente para darle la vuelta al bebé desde fuera y forzándole el vientre. Mientras tanto le pedía a la mujer que hablase, que contase cualquier cosa a cualquiera de los que estaban allí, o que contase números, y le explicó que la tensión solo lo complicaría.

Una vez dio la vuelta al bebé suspiró.

Ya está dado la vuelta, muy bien, lo está haciendo bien madamme, siga relajándose que lo peor ha pasado, ahora sí, sople y haga fuerza.

Si no decían nada más, seguiría asistiendo el parto con normalidad. Sin embargo habia sido astuto... en cuanto tocó al bebé, canalizó sobre él la bendición protectora de Celestar... ¿Quién mejor que aquella criatura para recibirla...?

- Tiradas (2)
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04/02/2011, 14:59
Charline DuPoi

Con una seguridad en ti mismo que sólo tienen aquellos acostumbrados a hacer ese trabajo durante toda la vida clavaste las manos en el vientre de la mujer y diste la vuelta al bebé con soltura. La mujer aullaba y gruñía como si la estuviesen clavando un cuchillo en las entrañas y parecía poner todas sus fuerzas y energías en tratar de partirle la mano a Aunsel. Desde luego parecía de todo menos relajada.

Eso complicó y retrasó bastante la salida del niño. Para cuando lo tuviste en las manos estabas lleno de sangre y sudor. Le diste una cachetada en el culo para que el niño llorara y se le abrieran los pulmones... pero el neonato no respondió. Tu habilidad lo había protegido de lo peor, y había evitado que, para horror de todos, hubiera nacido muerto. Pero ahora la vida del neonato pendía de un hilo.

Un hilo que podías rematar de una puntada si quisieras. El más simple de los hechizos de curación bastaría para hacerlo, pero sentías la abrasadora mirada de Aunsel sobre ti. La vida un niño inocente estaba en tus manos y era el momento de decidir quién eras tú. ¿Eras Nimruil de Celestar o un anómino curandero drow del Nidal?

La mujer pasó del alivio a la tensión en una fracción de segundo. Si ello fuera posible, palideció aún más y se incorporó.

--¿Qué pasa, qué ocurre?

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04/02/2011, 15:04
Nimruil

 
Nimruil sonrió Un varón, madamme Pero al darle el cachete tragó saliva, con el niño en brazos.

 --¿Qué pasa, qué ocurre?

Nimruil miró a Aunsel durante una fracción de segundo y luego a la mujer. El corazón le latía con una fuerza inusitada

Ha estado mucho tiempo del revés, no respira... Aunque... tengo una solución.

Sosteniendo a la pequeña criatura con la mano izquierda la dejó sobre la madre y puso ambas sobre el niño

Que la luz de Celestar bañe a esta nueva vida y su Luz de pureza sane su frágil salud.

Las manos de Nimruil se iluminaron con un suave color vainilla que bañó al bebé. Al terminar el hechizo, tosió y empezó a llorar.

Larga y saludable vida, pequeño Nimruil le dio una caricia mientras aún duraba la sorpresa y echó a correr tan deprisa que de no tener atadas las zapatillas las habría dejado por el camino. Por ahora intentaba esquivarles, pero su intención sería llegar a la zona más fuertemente cubierta por Balaena, donde podrían salvarle el trasero si es que llegaba vivo.

- Tiradas (1)
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04/02/2011, 15:18
Aunsel

Tus deseos de escapar fueron más aprisa que la coordinación de tu anciano cuerpo. Cuando fuiste a salir del carruaje calculaste mal la ubicación del escalón y te caíste al suelo de bruces. Sentiste un estallido de dolor en la nariz, que empezó a sangrarte profusamente. El golpetazo te dejó aturdido unos momentos. Mientras, a tu espalda, Aunsel salía del carruaje con una tranquilidad que se antojaba pavorosa.

Te levantó como a un muñeco de trapo, y sentías como su enorme mano aferraba con fuerza tu brazo.

--¿Puede ser verdad? No creo lo que ven mis propios ojos. Una... criatura de tu condición... invocando a la Santísima y manejando una magia semejante.

Los ojos de Aunsel se convirtieron en una rendija, escrutando tu rostro.

--Me hacéis pensar en un hombre de hace muchos años. Un hombre que escapó de la Justicia.

Notas de juego

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04/02/2011, 15:29
Charline DuPoi

--¡Aunsel! ¿Qué significa esto? Este hombre salvó la vida de mi hijo. No puede ser un criminal --le espetó la mujer, acunando al bebé en sus brazos.

Notas de juego

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04/02/2011, 15:30
Aunsel

Aunsel te contempló durante unos instantes más antes de soltarte el brazo. Chocó los talones entre si en una posición marcial.

--Disculpad mi osadía, madame. Es que sólo he conocido a un hombre que pudiera hacer lo que este hombre acaba de hacer. Es un convicto de la ley rhevraina que llevaba quince años fugado --Aunsel esbozó una sonrisa triunfal mientras sacudía el polvo de tus andrajos--. Pero este hombre no puede ser él. Hemos encontrado su escondrijo hace unos días y ha vuelto a ser arrestado hace poco. Se presentará ante el Tribunal mañana y será juzgado de Herejía. El pobre diablo lo niega, por supuesto, ¿pero no lo hacen todos los criminales? Lo más probable es que lo envíen al patíbulo.

Notas de juego

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04/02/2011, 15:38
Charline DuPoi

--¡Santa Madre de todos! --se escandalizó la mujer acunando su bebé, como si este fuera capaz de entender de qué estaban hablando los presentes--. Tú, drow, ¿cómo te llamas?

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04/02/2011, 15:41
Nimruil

 
Nimruil bajó la cabeza y se limpió la nariz. Desde tan cerca no podía escapar de aquél tipo. No había perdido el miedo hacia él, claro... pero el choque le había obligado a mantener la cabeza fría, más fria que nunca.

Miró a la mujer.

Bueno... es el día. Con suerte... bueno, con suerte si me resisto me mata en el acto.

Pero no voy a cargar la muerte de otra persona en mi conciencia.

Me pregunto, señora, qué mas da. Sea o no culpable, ese hombre morirá por ser un drow, porque su vida vale menos que la vergüenza de un caballero que se equivocó de hombre, y yo, me llame como me llame, quedaré a merced de aquí el caballero, Hizo un gesto hacia él porque él cree que soy un criminal, y hará y deshará si le place, cuando vos no miréis. 

Tomó aire.

Aún así, antes de la Guerra, hace más de setenta años, ya era un elfo Celestarum. Y como Celestarum, es mi deber salvar vidas... Miró de reojo a Aunsel y tragó saliva. Aún a costa de la mía, aún pudiendo quedarme en casa. Señora, el hombre al que acusan es realmente inocente. Y yo también. No hay crimen en adorar a Celestar. Mi nombre es... Nimruil. Y no cargaré la muerte de alguien en mi conciencia, ni un viejo drow, ni un bebé humano.

El elfo cogió aire y miró el cielo nocturno sin levantar la cabeza. Sería la ultima vez que lo viese.

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09/02/2011, 10:29
Aunsel

Se hizo un silencio espeso mientras la expresión de Aunsel cambiaba del estupor al odio abyecto primero y al desprecio después.

--Me vas a hacer llorar, dos-tres-seis-dos-tres --se mofó Aunsel mientras sacaba unos grilletes de su cinto y te los colocaba.

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09/02/2011, 10:34
Charline DuPoi

--No envidio tu destino, drow. Pero admiro tu valor --dijo la noble acunando al niño cuando empezó a berrear.

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09/02/2011, 10:35
Aunsel

--¿Valor? --repitió Aunsel, estupefacto--. Llevo una vida detrás de él. Si tuviera un ápice de valor se hubiera entregado hace quince años. ¿Puede un hombre así cambiar? ¡No, jamás!

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09/02/2011, 10:37
Charline DuPoi

La mujer alzó la barbilla.

--No olvidaré lo que he visto hoy aquí, Nimruil --dijo con gravedad--. Mi hijo crecerá sabiendo quién arriesgó su vida para que él tuviera derecho a la suya.

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09/02/2011, 10:39
Aunsel

--¡Vamos, dos-tres-seis-dos-tres! ¡Te esperan en prisión! --dijo dándote un empellón--. Señora...

Aunsel se despidió de la mujer con un saludo marcial. Recuerdas borrosamente el penoso trayecto hasta La Jaula. Aunsel te quitó el símbolo sagrado y llamó refuerzos. El camino estuvo lleno de golpes, insultos y escupitajos. Cuando llegaste a prisión sangrabas profusamente por la nariz y la cabeza te zumbaba.

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09/02/2011, 10:44
Director

Arrojaron a Nimruil a una celda apestosa que miraba a la bahía. La minúscula ventana se abría al mortal acantilado de rocas afiladas. En el suelo de la celda había un hombre tendido bocabajo, aparentemente herido y vestido con una túnica hecha jirones. En la esquina opuesta había un drow de mirada aterrada y perdida, que se balanceaba suavemente en posición fetal.

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09/02/2011, 14:10
Nimruil

 
Nimruil bajó la cabeza entristecido y miró a los ojos a la noble. Inicialmente digno, no pudo evitar que a medida que le esposaban y se lo llevaban su mirada se convirtiera en una súplica desgarrada hacia la mujer. No lo hacía por hacerla sentir mal... tan solo tenia miedo. Probablemente no de la muerte, si no de lo que vendría antes de ella. La muerte al fin y al cabo resultaba un descanso en ese momento, y confiaba en haber sido lo suficiente buen celestarum para no tener que temer a lo que encontraría al otro lado.

Cuando le quitó el símbolo sagrado se resistió, aunque fuera inútil. El 'caballero' le quitó la conexión con la diosa, pero más que eso, le quitó algo que no se había quitado en meses, años. Fue a mirarle para tratar de dialogar, pero en su mirada se podía ver que era inútil, y los golpes e insultos lo dejaron bien claro.

Una vez en la celda, tomó aire y se puso de rodillas, haciendo unos segundos de oración.

Al girarse vio al drow transtornado y al hombre tendido, a quien se acercó en primer lugar. Quiso darle la vuelta para evaluar sus heridas. Podría curarle, claro, pero probablemente no podría hacerlo sin que le viese algún guardia, y eso significaba más golpes aún para él.

Tampoco debí esperar un fin pacífico para mi vida...

Dio la vuelta al hombre, maullado y golpeado, y la mirada se le fue a la ventana un instante. Sacudió la cabeza y cuando volvió a mirarle, parpadeó. De perfil... De perfil tenia un aire... a...

Ladeó la cabeza y con la manga de la túnica le limpió la cara.

No puede ser... ¿No era uno de ellos? ¿Hasta donde alcanza su locura?