Partida Rol por web

Ad intra mare (Mar adentro)

PARTE III. Nuevas gentes y lugares

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16/01/2019, 11:16
Eguzki el Calvo

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   Tras montar el improvisado campamento, agradezco la hospitalidad del extraño.

   - Grra...gracias..ss, su señoría, - digo con la cabeza gacha y luego me acomodo en un rincón, intentando expandir mis conocimientos, que son la vía de escape del humilde en estos oscuros tiempos. Más por suerte que por otra cosa, conseguí leer las apretadas líneas que trataban del saber de las plantas, a ratos paraba un instante para buscar en mi memoria donde pudiera haber visto (si fuera el caso) plantas así. Para así mejorar mis tarros de ungüentos, pues hacía tiempo que trabajaba en un brebaje que puestas sus ramitas y yerbas a herbir y aspirando sus vahos de vapor tras una manta mejorara la supervivencia de esa terrible enfermadad mortal que mataba miles de personas todos los inviernos, la pulmonía.

 


 

   Otra vez en el camino, con calma guio las mulas por el sendero mientras me resguardo de las ocasionales ráfagas de ventisca con la manta que cogí de la habitación, para mantener seca al del carro en reserva. - Pero que frío... - murmuro para mí. Por el camino saco uno de los chorizos y cortando algunos trozos ofrezco a los demás. - Vayan mascando algo, les dará fuerzas para el camino. -

   Acabamos llegando a un conjunto de casas dispuestas alrededor de una edificación de dos pisos que llaman posada. Asomo la cabeza entre la manta y miro a mi alrededor, ni un alma, pero con el tiempo que hace, no me extraña mucho, un escalofrío recorre mi cuerpo, - orain hotza du - murmuro para mi. Pero hay una cuadra donde los animales podrán dormir, e igual yo también.

   - Deberiamos mirar de refugiarnos bajo techo, mis señores, - bajo con cuidado del carro y empiezo a llevar a las mulas (y la carreta) hacia la cuadra.

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- Tiradas (3)

Notas de juego

"orain hotza du", "ahora hace frío" más o menos.

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17/01/2019, 12:56
Dalmau Font de Tossa

El camino prosiguió tras poder descansar calentados por la hoguera de Osvaldo y comer la carne que él mismo había cazado.
Había sido toda una suerte poder encontrarse con el caballero castellano, y Dalmau aprovechó además para preguntarle sobre Segovia, a donde tenía pensado ir una vez solucionara todo el asunto de Don Alejandro para tratar el tema de su prometida.

Siguieron aguantando como podían el frío que golpeaba de forma cruel aquellas tierras.
En cuanto encontraron la siguiente población, decidieron que era un buen momento para descansar.
Sant Pere de Clarà era el lugar al que habían llegado y una única posada parecía el lugar idóneo para descansar.
Sin embargo, era extraña la ausencia de toda persona.
Eso podría deberse al frío, pero Dalmau era alguien precavido y se mantuvo alerta por lo que pudiera pasar.
Vayamos pues a la posada. dijo finalmente, desmontando y dirigiéndose hacia el edificio.

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18/01/2019, 12:23
Sebastián de la Torre Quebrada

El caballero Osvaldo resultó ser una compañía grata en esa parte de su viaje, y supo guiarnos también por aquellas tierras hasta la aldea de Sant Pere de Clarà. Una vez sus casas nos recibieron mientras andábamos en busca de la posada que el templario sugirió para pasar la noche, comencé a ponerme en alerta, como buscando a mi alrededor algo invisible que aún no sabía que podría ser. Ante la duda, la posada sería un buen punto para comenzar a investigar cualquier asunto relacionado con aquella aldea.

- Tiradas (1)
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18/01/2019, 14:23
Caitán "el Largo"

La noche se nos echaba encima y aunque me encontraba algo más caliente gracias a la lumbre de nuestro nuevo amigo Osvaldo, era hora de partir. A regañadientes por culpa del frio recogí todas nuestras pertenencias y nos pusimos de nuevo en camino. Osvaldo nos acompañada y su presencia me resultaba agradable. De primeras parecía un buen tipo y además se conocía aquellos pueblos mejor que nosotros, ya que vivía por allí, lo que jugaba a nuestro favor.

Al llegar a Sant Pere de Clará, nos encontramos con un pequeño pueblo o aldea, sin nadie por las calles, pues con semejante frío andar por las calles no era buena opción. Vayamos pues a la posada señores, hace una noche de perros. Allí podremos descansar nosotros y las mulas.

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18/01/2019, 22:25
Director

Los dos caballeros se encontraban alerta, Dalmau y Sebastián, que pareciera que les alertaba que no hubiera nadie en aquella plaza. El segundo estuvo bastante alerta, casi paranoico, pero que aquello era de agradecer en tierras que uno no conocía; pero el De la Torre Quebrada no encontró nada fuera de lo común, y que ya Eguzki andaba a la posada, con la venia de sus compañeros, como Caitán, en pos de adentrarse al refugio.

El curandero vasco logró introducir el carro y las mulas en la cuadra lateral, y luego se regresó a la puerta principal, mientras sus compañeros entraban allí ya. Nada más entrar en el Barril de Oro, vísteis que el local tenía un aspecto muy acogedor: la mayor parte de la posada era de madera, y en el centro del gran salón había una chimenea que calentaba todo el sitio. Estaba muy bien iluminada por buena cantidad de faroles y candiles. En la posada ya descansaban varias gentes aquí y allá, cada uno en algunas mesas.

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18/01/2019, 22:25
Adriá

¡Claraaa! -gritó un hombre de cabello oscuro, alto y que tenía un delantal pardo, y no por que fuera de tal color, sino porque era suciedad-. ¡Ven a atender a estos señoreeeees! -parecía estar gritando a alguien que estaba en la cocina. El tipo se acercó a vosotros, al veros acceder al local. A las buenas de Dios, cierren la puerta señores -dijo el tipo-. Mi nombre es Adriá, dueño de este sitio. ¿Van a cenar? Tenemos muy buenas comidas en este lugar, mi mujer hace un guiso muy agradecido -entonces las gentes de la taberna, las pocas que había, se levantaron y comenzaron a marcharse, seguramente a sus casas. La razón era simple: afuera comenzaba a oscurecer enseguida, como en un visto y no visto, y también a levantarse de nuevo la ventisca. En breves instantes oscurecería, y el posadero miró a través de una de las ventanas. Tal vez quieran pernoctar, ¿me equipoco? Esta noche no es precisamente un buen momento para andar al raso: ¡Va a caer una buena! -añadía el tipo-.

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18/01/2019, 22:26
Clara

Al momento llegaba una chica deunos veinte años o menos, que debía ser su hija. Siéntense señores, les traeré vino caliente y si desean algo de comer, si les parece -dijo la joven-.

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18/01/2019, 22:27
Adriá

Arriba hay habitaciones para todos ustedes; habitaciones con tres camas en cada una, muy baratas, y todas limpias, ¿eh? -añadió el tipo mientras se alejaba hacia la barra, para que fuérais haciendo cábalas-. Clara, ¡trátamelos bien! -le ordenó a la hija-. En pocos minutos tan sólo quedábais vosotros, los dueños de la taberna y tres tipos al fondo de la misma, sentados en una silla. Vosotros hicísteis lo propio, y os sentásteis todos en una mesa, la más próxima a la chimenea. Se estaba muy agusto allí.

Notas de juego

Clara, la hija de Adriá, os servirá lo que pidáis (bebida o comida). En el próximo turno, con vuestra intervención, debéis concretar si os quedáis a dormir allí. En tal caso, también debéis indicarme, para no retrasar mucho la acción, si os vais a dormir pronto o si por el contrario os quedáis un poco más en el salón, al calor de la chimenea. (Si no me especificáis ésto supondré que os iréis a dormir pronto).

Próximo turno: martes 22

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20/01/2019, 11:20
Damiá, el Gavinet

A las buenas de dios. Saludo el capitán. Un caldo, y un chorrito de orujo si no es mucho pedir. Podría pedir una cerveza como era costumbre pero con el frio que había pasado con la nieve lo que le apetecía ahora al marinero era algo caliente, que templara su cuerpo. Luego pidió algo de comer y se asentó en una mesa a la espera de ver que hacían sus compañeros de viaje. Lo propio, seria dormir aquí y luego proseguir el viaje. Con este frio poco vamos a poder hacer.

Mientras daba cuenta de la comida, el capitán andaba a la busca de fuentes de información. La hija del posadero parecía un buen punto de inicio, así que, después de comer, trato de acercase a ella para iniciar una charla intrascendental y preguntar un poco sobre la zona.

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20/01/2019, 21:39
Dalmau Font de Tossa

Entraron al Barril de Oro, y por suerte no hubo que lamentar ninguna trampa ni suceso extraño.
El lugar era acogedor, y el calor de su chimenea casi atrae a Dalmau como un iman.
Sin duda había sido una travesía dura debido al clima, y una buena comida caliente frente al fuego sabía a gloria.

El posadero se mostró amable al igual que su hija, Clara, quien les propuso traer vino y comida.
Algo de sopa con condimento o potaje para mí, por favor.
Por cierto señorita, ¿suele ser normal que no haya ningún alma por el pueblo?
preguntó Dalmau desconcertado.

Damiá propuso quedarse allí a dormir, algo que parecía obvio, y Dalmau además creía conveniente descansar pronto y proseguir el camino con las primeras luces del día.
Descansemos, si todo va bien mañana al anochecer deberíamos llegar a nuestro destino si partimos bien pronto por la mañana. dijo el caballero, que después de cenar prácticamente se iría a dormir a la habitación que compartiría seguramente con los otros dos caballeros.

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20/01/2019, 22:09
Caitán "el Largo"

Al entrar en la posada noté como un golpe de calor entraba en mi cuerpo...y lo agradecí tanto..El lugar se veía acojedor, de las mejores posadas en las que había entrado. Pronto me sentí cómodo en aquel lugar. Éramos casi los únicos en el Barril de Oro, pues ya empezaba a anochecer y el temporal hacía que los lugareños se marchasen. Saludé con la cabeza a los pocos que se quedaron en la posada, los que estaban sentados al fondo.

Buenas noches, una sopa de pan y huevo y unos trozos de lomo, gracias..- Dije a Clara, la hija del dueño que amablemente nos atendía y nos servía una botella de vino caliente. Si, lo mejor será quedarnos a dormir y descansar en este lugar, mañana será otro día señores. Estaba cansado del viaje pero sobretodo del frío. Por eso más que dormir lo que me apetecía era estar al calor de la lumbre. Me quedaría un ratillo allí, con los señores que estaban al fondo.

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20/01/2019, 22:26
Director

Notas de juego

Dalmau, si puedes, antes del martes haz una tirada de Elocuencia (COM).

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21/01/2019, 10:17
Sebastián de la Torre Quebrada

- Cualquier guiso que tengan servirá mientras esté caliente - dije a la muchacha - y acompañadlo con un poco de ese vino si hacéis el favor.

Después, mientras tomábamos la cena, intercambié palabras con el resto de compañeros y coincidí con ellos de que pasar la noche allí era lo propio. No había motivo alguno para pernoctar afuera tal y como se había puesto la noche.

Notas de juego

Sebastián se retirará a la habitación una vez todos hayan ido a la suya.

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21/01/2019, 10:23
Sebastián de la Torre Quebrada
Sólo para el director

Una vez que todos se hubieran retirado a sus respectivas camas, me acerqué cortesmente a Adriá, el posadero.

- Parece una aldea muy tranquila, apenas vimos gente a nuestra llegada - intenté con ello abrir la conversación esperando sacar algo de información al respecto.

A continuación, busqué entre mis pertenencias el misterioso anillo que encontré la otra noche tras el sueño y se lo mostré a Adriá.

- ¿Le suena de algo? - pregunté.

Notas de juego

Realiza este turno en el momento que consideres oportuno una vez que Sebastián pueda quedarse a solas con el propietario de la posada.

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21/01/2019, 13:15
Dalmau Font de Tossa
- Tiradas (1)
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21/01/2019, 18:02
Eguzki el Calvo

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   Tras sacudirme los copos de nieve asiento con un - gabon, a la paz de dios señores - digo con una leve de inclinación antes de entrar en la posada.

   - Se agradece a vos su hospitalidad, me vendrá bien algo de ese vino caliente y una generosa ración de carne, más primero antes de cenar tenemos dos sufridas bestias en el establo, un par de mulas que precisan forraje y avena, ayudaré al mozo para dejar pronto listos los animales, - comento a Clara, luego me dirijo a los caballeros - con la venia de sus señorías. -

   Después de dejar acomodadas las mulas y asegurarme de que tienen ración (y antes de dormir bajaré a ver que siguen teniendo y que al darme la espalda no les vacían los pesebres, que de esos pillos hay a veces) me siento con los demás a disfrutar de la cena. Después de cenar, arreglado donde dormiré, con un cuenco de vino caliente me caliento a la luz de la hoguera, observando la posada. Si los demás se retiran, o si me empiezo a amodorrar, me retiraré.

   Allí donde vaya a pernoctar, aprovechando la luz del candil, leeré un poco antes de echarme a dormir.

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Notas de juego

   gabon = buenas noches.

   Yo no me iré a dormir de inicio, leeré algo, aprovechando luz y techo, pero en la intimidad de la habitación o donde duerma, salvo que nos quedemos a solas del todo en el salón.

   Hoja de ruta de Eguzki, asegurarse de que las mulas reciben avena y forraje, luego tomar algo de vino caliente y una ración de carne y si tras ello me queda dinero (o si me invitan) a una habitación, o duermo con las mulas si no me llega.

   Si se queda alguien del grupo, yo me quedaré un rato en el salón, aprovechando el buen fuego, pero Eguzki no se queda sólo, si los demás se retiran, yo también. Pero no me retiro el primero, sino de los últimos de nuestro grupo (Osvaldo no cuenta, por mucho que nos haya acompañado xD)    

   Si no son demasiados bultos, subiré a la habitación parte de la comida, más o menos la mitad, la otra mitad puede quedarse en el carro, que hay mucho pillo suelto...

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22/01/2019, 11:17
Clara

Creíase el caballero Dalmau que, a cada paso que daran, y en cada lugar nuevo que anduvieran, una trampa nueva iba a estar presente; sin embargo, y aunque tal pensamiento ayudara a conservar la vida a muchos, no era así tal caso, que St. Père de Clará era una aldea y poco más, cuyo mayor mal era el frío, la nieve y las ventiscas. Mientras a Damiá le era servido un caldo amarillento y con buen olor, y también vino caliente (que no sabían nada de eso del orujo), la muchacha no añadió nada sobre el lugar, que aquel lugar era el aquí y el ahora, es decir, la taberna de sus padres y el atender a los clientes. Y que otra ració nde sopa le fue entregado a Dalmau, de la misma manera, y olía igual de bien que la del Gavinet.

Pues mire vos, señor -señalando la ventana con la cabeza-. No sé muy bien si lo verá, pero ahi afuera la nieve cae y cosa de gracia no es. No es de extrañar que no haya nadie por el pueblo y que las gentes anden al calor de los hogares, o de esta taberna.

Por su Parte, Caitán el Largo agradeció aquel golpe de calor, entre tantas horas al raso, bajo la nieve cayendo o ya posada, y que las cabezas y los pies fríos a uno no le dejan pensar bien, y que a veces es mejor calentarlos. Otra ración de caldo le fue servida al almogávar, que no veía el momento de probarla.

Y para vos, un guiso, como pedís -le dijo entonces a Sebastián-. Y la muchacha trajo momentos después úna bandeja con una fuente de barro, y allí, humeante ella, que sobresalía carne ahumada ahogada en el caldo del propio guiso, con zanahorias y alguna que otra legumbre flotando para acompañar. También traía más vino para él y para todos.

No hay mozo para los caballos y las otras bestias -le dijo a Eguzki-, yo misma los recogo en el establo y los vuelvo a ensillar cuando los viajeros se van. Tenga, esto para vos -y le sirvió la cena-. Sin embargo, Eguzki insistió en ir proveer a las mulas, y que la joven, por no importunarles, y en tanto que su padre le había dicho que los tratase bien, que se fue con el curandero,y tal que así encerraron bien a los dos animales bajo techo, quedándolos sobre la paja del establo, y guardando allí el carro, junto a los animales. A buen seguro nadie entraría allí, que con cerrojo y cadena guardaban a los animales, para que no escaparan y quedaran bajo la nieve. Tampoco había más bestias en esos momentos allí guarecidas. El curandero, tomó algunos fardos, com oel de los tres kilos de lentejas y los dos de alubias.

Cuando entró en laposada, mientras sus compañeros aún degustaban las sopas y la carne, los comensales del fondo les miraron de forma extrañada, pues no era común ver a un "proovedor" entrando en casi al comienzo de la noche con tantos fardos... Por su parte, Osvaldo pidió también unas sopas, y agradeció aquel plato en plena casi noche de ventisca.

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22/01/2019, 11:19
Director

Un buen rato después, anocheció del todo. Afuera no se veía nada, sólo se intuía la nieve caer y caer. Tanto el pirata catalán y Osvaldo como Dalmau fueron los primeros en subir a las habitaciones, siendo llevados los tres por la joven Clara para indicarles el lugar. Eran dos salas con tres camas en cada una, donde se notaba el calor de la taberna en el piso de abajo, mas no tanto como en la propia taberna. Una ventana cerrada ya acompañaba el lugar de descanso, junto a un par de sillas y unas palanganas con agua en cada una de ellas. No obstante, Abajo quedaron Caitán, el almogávar, que de tanto guerrear en su oficio natural también gustaba de momentos de descanso, como podía ser ese, el de después de la cena; y también Eguzki, que parecía no tener sueño y sí ganas de leer un poco su nuevo libro, encontrado en la gruta de Burriac, aquella cueva cuyos sucesos mejor no recordar... También Sebastián de la Torre, pese a que no iba a quedarse mucho, marchó a charlar en privado, unos instantes, con Adriá, el posadero, mientras éste recogía los últimos taburetes y limpiaba la barra de pura grasa.

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22/01/2019, 11:19
Director

Quedásteis en el comedor, entonces, vosotros tres, y un único tipo de los del fondo. Mientras el tabenero Damiá recogía todo y Sebastián se acercaba a hablarle en un lateral, Clara y la madre, esposa de Damiá, subieron a sus aposentos arriba, a descansar. El tipo del fondo, entonces, quedó charlando con Eguzki y Caitán.

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22/01/2019, 11:19
Adriá

Lo es señor, aldea tranquila es -respondió el tabnernero-; ya véis la nieve, que rezamos para que caiga la menos posible. Entonces miró el anillo encontrado la otra noche. Los ojos de Adriá se abrieron, pues jamás había visto un anillo como ese. Mejor dicho, jamás había visto un anillo; y una baratija como aquella era para él una visión impresionante. No señor, jamás ví tal hermosura -dijo el posadero-, pero desde luego es muy bello. ¿Es de vuestro padre, de vuestra familia tal vez? -el tipo, al que la curiosidad le podía, preguntó si era algún tipo de herencia familiar, a lo cual, para no darle más detalles, asentiste justo antes de recogerlo y guardártelo*. Acto seguido, tras despedirte de Adriá, subistes a las habitaciones, dejando allí abajo a Eguzki y Caitán, a quienes el tipo del fondo, un viejo anciano, parecía estar contándoles la típica historia al calor de un fuego.

Notas de juego

Vuelvo a preguntarte (ya sé que me respondiste, pero vuelvo a hacerlo), para que me lo respondas cuando puedas (dado que has vuelto a sacar el anillo y supongo que vuelves a guardarlo): ¿dónde lo guardas exactamente?