Partida Rol por web

La cosa iba de mal en peor. Aquellos humanos que se suponía eran mas diestros en el combate de corta distancia estaban muertos, el único que quedaba era Assisi y había recibido un tiro en el pecho que le había quemado la ropa y perforado el pecho, por lo que pronto tendría que dejar de contar con él.

Consciente que ahora el destino de los pocos supervivientes y de él mismo recaía en él se transformó en el ultimo ancestro de la bestia primigenia que Shoak había llegado a descubrir en su búsqueda espiritual. Su cuerpo se retorció y cambio, sustituyendo la ropa por un espeso y duro pellejo y unos prominentes colmillos.

Sin reparar en su propia seguridad el cambiante carga con fiereza contra el esqueleto que parecía ser el capitán del barco, esperando convertirlo en un estallido de esquirlas. Aunque el ataque era poderoso su precisión dejaba mucho que desear.

El capataz bloquea la embestida de Shoak con su escudo y lo aparta a un lado.

-VaYa No EsPerAbA TaNtAs pRIsAs PaRA enTraR a foRmaR FIlas- Dice mofándose del cambiante.

El efecto del golpe de francotirador causo estragos en el italiano que no fue capaz de hacer nada suficiente con mantenerse en pie, de echo intento golpear al esqueleto que tenia delante pero fracaso.

El francotirador esqueleto parecía extremadamente peligroso y certero por lo que era una prioridad terminar con él antes de que hiciese lo propio con alguno de sus compañeros.

Con presteza preparó una carga resplandeciente y disparó al esqueleto pero, lamentablemente, el disparo fue muy alto y no causó ningún daño.

El francotirador había gastado su mejor disparo con Assisi pero aún se mantenía en pie, si bien el cansancio y la perdida de sangre hacían mella en el.

Su arma brilló de nuevo, lista para volver a disparar ... lo que hizo sin dudar un instante.

Le volvió a dar de lleno en el pecho.

La voz temblorosa resuena en la calavera del capataz mientras sus ojos brillan tenebrosamente.

-¿Te sIeNTes coN suErTe?- Acto seguida manda una fuerte patada que lanza a shoack metro y medio atrás al borde de la barandilla.

El capataz ríe con una oscura carcajada mientras ocupa el lugar vacante y amenazando a Shoak a ser lanzado al vacío.

El saco sin piernas que se aferra a las piernas de Assisi continua con su lucha particular, mordiendo y arañando entre risas maníacas.

Assisi consiguió recuperarse levemente de sus herida y del impacto, parecía que la herida ya no sangraba. Intento golpear al esqueleto pero esta parecía que se movía muy rápido para ser un muerto viviente.

Elisa se jugó el todo por el todo con la ultima de sus municiones especiales, la que tenia la carga de ácido. El tiro fue certero y el acido de desparramo por el pecho del tirador haciendo agujeros en lo que llevaba puesto e, incluso, en alguno de los huesos de su cuerpo. Un pequeño éxito al fin.

El francotirador recibe el impacto de Elisa que deja un enorme agujero en el torso goteando con ácido, trastabilla a un lado y parece tardar un poco en recobrar la compostura.

Shoak responde furioso con dos golpes de garra a diestra y siniestra, desesperado por recuperar la posición perdida y alejándose de la barandilla.

Shoak lanza sus garras hacia el capataz pero no consigue mas que arañar su coraza y escudo sin atravesar el gastado acero que lo protege, intentando evitar una caída funesta salta a un lado ocupando el espacio entre este y Elisa.

El esqueleto ríe a carcajadas con su voz trémula antes los inútiles ataques del cambiante.

-Ha hA HA Ha ha hA!- La voz resuena por toda la cubierta.

Momentáneamente cambia su espada de mano para intentar agarrar a Shoak, pero no consigue mas que quedarse con un puñado de pelo en la mano.

-nO hUYas PeqUEño.- Dice mientras vuelve a empuñar su arma.

El francotirador parece dudar unos instantes, el disparo de la mujer lo había dejado sin fuerzas unos instantes y por si fuera poco había lanzado una infusión a su objetivo que parecía haberle restaurado las fuerzas en gran medida.

Finalmente decidió apuntarla a ella y disparó alcanzándola de lleno.

El amasijo de huesos continua atacando las piernas de Assisi que no puede descansar ni un momento sin su acose constante. Pero al menos el italiano sabe defender su piernas con habilidad.

Estaba siendo un combate duro y aunque odiaba admitirlo, aquel monstruo compensaba la falta de carne con acero. Sin dejar que esta vez su instinto de depredador nublara su mente intentó encontrar una solución al problema, y esperaba que sus compañeros comprendieran lo que planeaba.

Lanzó otro golpe, esperando mejores resultados que la vez anterior. Sin detenerse a contemplar el resultado de su ataque Shoak se lanzó sobre el enemigo de Assisi. Si lograba librarle de ese molesto engendro el italiano podría centrarse en un duelo de espadas.

Aquel andrajoso montículo de huesos le estaba dando problemas al italiano, no tenia intención de dejarlo tranquilo, con una pequeña patada lo alejo unos centímetros lo suficiente para intentar golpearlo de nuevo y quitárselo de encima. Consiguió golpearlo con los dos golpes y hacerle daño.
...

Shoak consigue zafarse de las garras del capataz, aunque su garra apenas ralla su coraza, y abalanzarse sobre el esqueleto que martiriza a Assisi, destrozándolo en el proceso.