Partida Rol por web

Aetas luporum

Capítulum 1: La ordalía

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20/12/2016, 10:21
Orosia

-Señor, yo tambien podria ser de ayuda. Me muevo en el monte como pez en el agua pues es mi hogar. Tengo aqui una carta de recomendacion para con el Señor de Ucero -digo mientros le enseño la misiva que guardo en mi faltriquera -para entrar a su servicio si tuviera a bien recibirme. Si vos pudiese ayudarme en tal menester se lo agradecería, mas si monseñor obispo cree conveniente que vaya a las tierras de Señor de Ucero acompañando a estos religiosos para ayudarles en su camino creo que tambien será bien visto por el Conde de Ucero

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20/12/2016, 15:33
Diego "el blasfemias"

-Os acompañaré y escucharé vuestra propuesta, buen hombre -declaró Diego, solemne- más ser sabedor de que me debo a una urgente causa para el señor de Calatañazor y no puedo cejar en mi empeño. Os ayudaré si puedo, más no debo desatender los requeridos de ese noble señor.

Dicho eso, el mercenario apoyó una mano sobre el hombro de Orosia.

- Y doy fe de la validez de la dama Orosia, pues se ha unido a mi en esa misión y se la conoce como gran dama de monte.

Notas de juego

Máster, entiendo que los hombres de la guardia han recogido las armas de Diego para entregarlas en la puerta, ¿no?? Porque de lo contrario, las recogerá Diego y las entregará él, lo importante es que no queden en la plaza para que alguien pueda robarlas... jajajaja

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21/12/2016, 00:59
Zacarías, "el judío"

Observo lo rápido que transcurre todo casi sin darme tiempo a reaccionar. De cualquier manera, tampoco tenía pensado meterme en mitad de la trifulca. Eso sí, quedo aliviado cuando veo a don Matías salir airoso del asunto y tomar la iniciativa para que los guardas no condenen a los pobres justicieros que han actuado de buena fé hacia aquellos rufianes.

Al acercarse los soldados y el alguacil, entiendo que quieren reanudar la marcha por lo que arreo a los caballos y pongo rumbo a la explanada.

Curiosa forma de comenzar el día. Sigo sin saber muy bien de qué va todo esto y encima he presenciado una pelea con varios mal heridos, si no muertos. Espero que no sea un mal augurio y esta aventura transcurra sin tales acciones tan trepidantes.

Mientras me alejo, echo una mirada rápida hacia atrás para ver qué hacen el buen hombre del pastor al que le han intentado robar y aquel hombre que tan rápido entró a defenderlo.

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21/12/2016, 09:57
Orosia

 Y doy fe de la validez de la dama Orosia, pues se ha unido a mi en esa misión y se la conoce como gran dama de monte.

-Asi es, asi es. Habremos de facer el encargo que le fue encomendado a Diego et despues ya se verá que es menester- digo un poco avergonzada por haber olvidad el compromiso que habia adquirido con el que ahora es la única persona en la que deposito algo de mi confianza 

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21/12/2016, 23:29
Nuño
Sólo para el director

- Maese Benvido, que cosas más raras pedís. Sí, os he prometido un favor et cualquiera diría que estoy vendiendo mi alma al diablo, cosa que non fago - le digo mientras me santiguo - más os vale que non digáis cosas asín cerca dos hombres del obispo, no es cosa buena ser acusado a la inquisición -

- Tomad el mechón y el trozo de uña, non se para que las queredes, mais dadme raudo el hungüento, que llevarlo he a la plaza de la Catedral. Y luego volveré y falamos, o, se queredes, podeis acompañarme a la plaza-

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22/12/2016, 00:01
Don Matías

Don Matías se calla cuando habla Orosia, y parece meditar sus palabras, pero acto seguido, se vuelve a dirigir a Diego, sin atreverse a cruzar la mirada con ella. 

- Non se que negocios son aquestos con el conde de Calatañazor, más monseñor ofrece catorce doblas de oro.:Quinientos maravedíes de Vellón por cabeza a quienes acompañasen a los ensalmadores a las montañas, si aquestos echan a los lobos. Non fago ascos a los servicios de moço o moça, et non creo que monseñor tuviese a mal que una montera de valía, con una carta que así lo atestiguáre, siga al grupo..  Id a la explanada et veremos si los conjuradores son dignos de acompañar pues.- 

Carraspea, se vuelve a sacudir la ropa, y con las manos en la espalda parte hacia la plaza. 

Notas de juego

Las armas las lleva Diego todavía y tiene que dejarlas en la entrada.

Doy por hecho que seguís a la gente. 

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22/12/2016, 00:20
Benvido Carretero

-Qué sabéis vos de la Inquisición, incauto...-

- ¿Para que querría un diablo pelo et uña de alma poseída?- Pelo et uña son para mí simple símbolo de promesa, que aprendí en mis viajes.-

Coge tu mechón y trozo de uñay los envuelve en un paño que ata con un hilo, formando un bolsillo que se sube a colgar del frontal, al lado un otra veintena de paños iguales. Y se vuelve a mirarte, para entrar en la carreta y volver a salir con un pequeño recipiente de barro sellado con piel, que te con las dos manos, con una franca sonrisa.  

-¡Corred!- Te señala algo a tu espalda. Al volverte entrevés entre edificios una multitud ruidosa que se agolpa en la puerta este.

Notas de juego

Tira por Conocimiento Mágico (CUL)

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22/12/2016, 07:24
Nuño
Sólo para el director

Cogí el recipiente con cuidado, no fuera a romperlo antes de entregárselo a los frailes. Vi la multitud en la puerta y me pregunte si tendría problemas para entrar. Esperaba poder llegar a tiempo a la plaza.

- Vaya con Dios Maese Benvido - me despedí y me dirigí rápidamente a la puerta para alcanzar lo más pronto posible la plaza de la Catedral

- Tiradas (1)

Motivo: Conocimiento mágico

Tirada: 1d100

Dificultad: 12-

Resultado: 49 (Fracaso)

Notas de juego

Perdón por dejar la tirada sólo mi intención era postear pero no me dio tiempo :S. Edito el post correctamente ahora.

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22/12/2016, 09:14
Sancho "el largo"

No se me iba de la cabeza la imagen de mi padre; tendido sobre el camastro, mal herido, con la pierna descalabrada y el hueso asomando por la carne quebrada. Mal fario me dio el asunto cuanto tomé la decisión de venir a Burgo de Osma. No debí hacerlo dejando a padre tras de mi de esa manera, menos aún sin médicos ni curanderos que pudieran sanarle allá en el pueblo.

Yo sólo era un simple pastor, y ahora me había convertido incluso en asesino. Aquello estaba mal... muy mal. Miré la bolsa de los dineros que había conseguido vendiendo mi rebaño al judío y medité un largo instante.

-He de volver a mis tierras. -dije a la moza y al almogavar con desasosiego. 

Cerré el puño sobre la bolsa de monendas y, tras despedirme de los presentes, me dispuse a buscar un médico que se prestara a acompañarme a casa y ocuparse de padre. Si esos dineros salvaban la vida de mi progenitor, al menos había servido de algo mi venida a Burgo...

Notas de juego

Post de despedida.

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22/12/2016, 18:23
Diego "el blasfemias"

- A fe que buenas serán esas monedas -respondió el almogávar, movido por su espíritu mercenario-, pero las mismas son las que ofrece el buen señor de Calatañazor. 

Meditabundo, Diego echó mano al hombro de Orosia mientras ambos seguían a Don Matías y la comitiva hacia la ciudad. Acercó sus labios al oído de esta y le susurró en tono demasiado alto:

- Digo yo Doña Orosia que bien podríamos aceptar también este encargo. Los caballos no se han vendido aquí y esos rufianes estarán en el monte igualmente, así que podríamos matar dos pájaros de una pedrada protegiendo a los páteres mientras cazamos a los ladrones. ¿Que decís? ¡A medias vamos y bien puedo dar yo fe de vos ante quien pida mi palabra!

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23/12/2016, 08:31
Orosia

Abro los ojos como platos al escuchar la sugrenica de Diego et maravillome de su astucia. Esta claro que este hombre sabe exprimir un fruto hasta dejarlo seco e valdio 

¡A medias vamos y bien puedo dar yo fe de vos ante quien pida mi palabra!

-Et yo de vos, yo daré fé de vos. Pareceme perfecta la proposición- 

Parece que al final las cosas se iban enderezando en mi penosa vida et varios trabajos se presentaban ante mi que me ofrecian posibilidades de poder ganarme el sustento holgadamente

-Vayamos a la explanada pues, a ver aquestos conjuradores

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23/12/2016, 08:35
Orosia
Sólo para el director

Non solo eso, mas todo este entuerto con mis hermanos los lobos poniame al piel de gallina. Como est posible que mis hermanos estén comportándose de aquesta forma? Acaso no saben que atacando al ganado solo conseguirán despertar la bestia que llevan los hombres dentro. Debo mediar como sea, pues si no veo grandes posibilidades de que acaben con la vida de muchos de mis seres queridos. Mi manada bien puedo abandonar sus tierras para acudir a esta locura 

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26/12/2016, 18:10
Director

Sólo cuando partís, y los mozos han apartado todas las ovejas por una calle lateral, véis como se atreven a acercarse a arrastrar los cuerpos de los tres desgraciados muertos, con la intención de subirlos a la carreta que los trajo.  

Diego y Orosia tienen que abrirse camino hasta la muralla a empujones entre una multitud de hombres y mujeres que vociferan rezos y canciones populares sin orden, aunque famélicos, la mayoría son recios, por lo que no resulta fácil.

Pero es en el momento en que miráis atrás cuando os sorprende ver una multitud que llena toda la plaza Mayor, de la que veníais. Una decena de carros más, cargados de hombres encaramados, están atascados en la plaza sin poderse mover y varios jinetes aguardan en los extremos de la plaza a que haya vía libre. 

El aguacil hace un gesto a Diego, al veros abriros paso a empujones, para que se coloque al lado del carro, junto a los soldados, y frunce el ceño, mientras parece buscar con la mirada a Sancho. Don Matías va detrás del carro escoltado ahora de dos hombres que llevan kippa a los que no habíais visto antes.

En el carro, véis cómo de los cuatro religiosos, sólo uno parece responder al entusiasmo de la masa que os rodea. Godesteo, el más joven, sonríe y levanta los brazos. Y parece no comprender la actitud reservada de sus compañeros, que viajan con la cabeza gacha. Fray Tomás reza, Froilán mira alrededor inquieto , como buscando a alguien entre la multitud, y Pere mira al vacío. 

Al llegar a la puerta nadie os pide que dejéis arma alguna, puesto que el guarda de la entrada se ha refugiado en la puerta de la garita donde observa a la gente entrar con impotencia. Al pasar la muralla podéis ver como las ventanas de las casas están abiertas de par en par. Algo os cae por encima. Os están tirando grano, y alguna flor. Una bandada de niños que estaban esperando tras la puerta, echa a correr por delante de los caballos. Y así subis por la calle Mayor hasta la explanada de la Catedral. 

Allí además de la impresionante construcción de piedra clara enmascarada por un inmenso andamiaje, la catedral, podéis ver también dos podios de madera, uno en cada extremo de la plaza, norte y sur.

En los bordes aguarda otra multitud que va engordando conforme va entrando la gente de extramuros, pero el centro de la explanada aguanta vacío. 

En el podio del norte: tres tronos y varias bancos, que parecen sacados de la catedral, sobre un fondo de tres pendones, el real, el de Burgo de Osma, y otro que no habíais visto nunca, tres lobos blancos sobre un fondo blanco. La construcción del sur está vacía, en cambio, está vacía y a sus pies hay un brasero encendido. Zacarías conduce el carro al centro de la plaza y lo detiene al lado del brasero. 

 

 

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27/12/2016, 01:45
Director

La plaza Mayor, de la que venías está repleta ahora. Una decena de carros más, cargados de hombres encaramados, están atascados en la plaza sin poderse mover y varios jinetes aguardan en los extremos de la plaza a que haya vía libre. Una multitud se interpone entre tú y la puerta de entrada a la ciudad, en la que está el carro que habías visto antes.

Desde dónde estás, aciertas a ver el carro que había recogido a los cuatro saludadores, y puedes ver cómo de los cuatro religiosos, sólo uno parece responder al entusiasmo de la masa que os rodea. Godesteo, el más joven, sonríe y levanta los brazos. Y parece no comprender la actitud reservada de sus compañeros, que viajan con la cabeza gacha. Fray Tomás reza, Froilán mira alrededor inquieto , como buscando a alguien entre la multitud, y Pere mira al vacío. El carro desaparece al atravesar la puerta.

Te cuesta llegar hasta la puerta y tienes que valerte de empujones y tirones. Al llegar a la puerta nadie te pide que dejéis arma alguna, puesto que el guarda de la entrada que habías visto antes, observa a la gente entrar con impotencia refugiado desde la puerta de la garita. Y dentro, el tapón formado por la multitud es aún peor, puesto que la calle Mayor es estrecha. Al fondo ves como la silueta del carro desvaneciéndose en la luz del final de la calle. Y el griterío crece por momentos. 

Al llegar al final de la calle, además de la impresionante construcción de piedra clara enmascarada por un inmenso andamiaje, la catedral, puedes ver también dos podios de madera también, uno en cada extremo de la plaza, norte y sur. En los bordes aguarda la multitud, pero el centro de la explanada está vacío, y es dónde se ha detenido el carro con tus compañeros de viaje, acompañado por los soldados y a los dos extraños que llegaron a la venta al caer la noche. 

En la construcción del norte: tres tronos y varias bancos, que parecen sacados de la catedral, y de fondo tres pendones, el real, el de Burgo de Osma, y otro que no habíais visto nunca, tres lobos blancos sobre un fondo blanco.

La construcción del sur está vacía, pero a sus pies hay un brasero encendido. 

 

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27/12/2016, 02:02
Director

Notas de juego

Tirada de Corte (COM) todos, por favor. 

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27/12/2016, 02:03
Director

Podéis ver como muchos campesinos de los alrededores, se han instalado en los bordes de la plaza con sus sacos llenos de legumbres o sus montones de leña, y aprovechan para vender como si fuera un mercado. Grupos de mujeres van formando corrillos en el centro de la plaza. Y hordas de niños harapientos invaden el espacio, mendigando mientras ríen y juegan. Detrás, poco a poco van entrando carros, que estaban aguardando fuera, tirados por mulas y caballos cargados de forraje, y también de más campesinos, los cuales parecen llegados de más lejos.

Los monjes del monasterio salen en un instante a cantar desde el pórtico en construcción de la catedral, donde se agolpan también gentes extrañas, peregrinos extranjeros y enfermos de maladías variopintas que se unen a los cantos o rezan a su aire. Suenan las campanas de la catedral tras el andamiaje que las cubre, y mozos, criados y aprendices empiezan a poblar la explanada. Mientras, los burgueses de buena vestimenta prefieren la entrada de la catedral para reunirse. Los últimos en mostrarse, tras las campanadas, son la familias nobles del burgo. Incluso se ve un grupo de judíos en una esquina de la plaza, donde queda el brasero, rodeando a don Matías. 

La plaza se silencia cuando una comitiva del obispo, Bernabé de Garray, aparece. El obispo asoma del palanquín que le transporta para hablar con un caballero vestido de negro que camina al lado. Y tras ellos una escolta de soldados da solemnidad a la comitiva, entre los cuales uno de ellos va vestido también de negro y porta el blasón de los lobos. Al llegar el palanquín a las puertas de la catedral, los nobles de la ciudad comienzan a seguirlo hasta el podio del norte, donde se detiene para que el obispo salga y suba los escalones. Antes de sentarse en su trono, se vuelve hacía la plaza y tras abarcarla con una mirada de ojos entornados, levanta el brazo para mostrar un gesto de beatitud con la mano y respira hondo. Tras esto, se sienta con dignidad, y la algarabía se vuelve a apoderar de la plaza.

  

El caballero que departía con él se sienta a su vez en el trono que queda a su izquierda, bajo el pendón de los lobos, con semblante serio. Un soldado de cabeza afeitada que le acompañaba se queda a su lado de pie. El trono de la derecha, bajo el pendón del rey de Castilla, queda vacío.

Tras ellos, abad, diáconos, nobles y algún burgues de ropas caras suben al podio, y se sientan en los bancos de detrás. 

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27/12/2016, 02:28
Director

Cuando las campanadas se se detienen, un hombre camina al centro de la plaza mientras soldados y notables comienzan a pedir silencio. Una vez que consiguen que la algarabía se atenúe, el hombre que está en medio de la plaza, comienza a pregonar:

- En aqueste domingo de Maius del Anno Domini mil trescientos cuarenta y ocho, día de Santa Judit, en el Burgo de Osma, tiene a bien su excelencia reverendisima, el señor de Garray, de dar su bendición a la celebración de un juicio del señor et ordalía. Asiste como invitado el buen noble y señor de Ucero, don Gregorio, cuyo condado fuesse asolado por una temible plaga de lobos, et cual ha tenido a bien el obispo auxiliar para encontrar honrados saludadores que deseen partir a las montañas de Ucero a expulsar la feroz bestia. Más non puede tolerar el obispo que partan gentes en nombre su señor, sin antes probar su honradez ante el señor et su excelencia reverendísima et el pueblo de Burgo de Osma, en pública ordalía.

Con aqueste fin se requerirá que conjuradores, saludadores et ensalmadores porten la distancia que separa aquestos dos podios, un yerro al rojo con sus manos, mientras rezan. Sólo tras haber pasado esta prueba, et si non mostrassen ferida alguna en sus manos, podrán partir hacía Ucero a ayudar a las gentes de allá, con la bendición de monseñor Bernabé de Garray, et el pago del Consejo de Mesta, cuyos rebaños pastorean en aquestas montañas durante el verano.-

Los soldados han empujado a los religiosos del carro y los llevan adonde está el brasero. El aguacil coge unas tenazas y se comienzan a oir murmullos...

 

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27/12/2016, 22:58
Diego "el blasfemias"
- Tiradas (1)

Motivo: Tirada Corte

Tirada: 1d100

Dificultad: 10-

Resultado: 62 (Fracaso)

Notas de juego

Tirada Corte: COM 10 Fracaso flagrante.

Diego se queda a la espera. 

Nota DM: Lo posteo para todos. 

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28/12/2016, 12:25
Orosia
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Corte

Tirada: 1d100

Dificultad: 5-

Resultado: 91 (Fracaso)

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28/12/2016, 12:29
Orosia

Sólo tras haber pasado esta prueba, et si non mostrassen ferida alguna en sus manos, podrán partir hacía Ucero a ayudar a las gentes de allá, con la bendición de monseñor Bernabé de Garray, et el pago del Consejo de Mesta, cuyos rebaños pastorean en aquestas montañas durante el verano.-

-Ay Dios!!, o gran milagro vamos a presencia o aqui o gran mofa de aquestos hombres que se hacen llamar conjuradores o ensalmadores cuando les vemaos corretear con esas teas en las suyas manos