Partida Rol por web

Freya cierra la puerta con un portazo.

¿Y se va así sin decirme nada? Pues a ver si cuando vuelva no voy a estar aquí.

Abre la puerta de nuevo y la vuelve a cerrar de otro portazo. Camina a grandes zancadas hacia ninguna parte, sin ningún destino concreto... Hasta que finalmente pone rumbo a la cabaña donde tenían a Robert.

Llegas a la cabaña donde habían dejado a Robert, pero está cerrada completamente. A cal y canto. En la puerta hay clavadas dos maderas en forma de cruz mientras que a los lados de la cabaña, dos elfos con armas y armaduras guardan la entrada de esa misma cabaña.

Cuando te acercas te hacen una reverencia y te saludan.

¿Qué desea, Jinete del Dragón?

Freya mira extrañada la puerta y luego se dirige a los elfos. Al menos se le había pasado un poco el cabreo. Sin embargo, no sonríe.

Busco a Robert, mi amigo. ¿Dónde lo han llevado?

Habla con un tono de voz duro y bastante brusco. Demasiadas sorpresas en un día, parece ser...

A ningún lado. Está aquí dentro. Dice uno de los guardias.

Durante la fiesta se ha puesto mal y hemos tenído que encerrarlo con un grupo de sanadores. Al parecer, la Sombra que habitaba en su interior intentó dominarlo otra vez mientras estabamos distraidos, pero hemos logrado controlarlo y ahora está siendo observado por un elfo del consejo que decidirá su suerte, Freya-elda. Continúa el elfo, llamándote con el sufijo de honor de los elfos.

¿Freya-elda?

Enarca una ceja, pero se mantiene fría y serena.

Vale... quiero verlo. Tengo que hablar con él. Y ese... elfo del consejo no es nadie para decidir su suerte. Así que si me disculpáis...

Se acerca a la puerta e intenta arrancar las maderas, agarrándolas con las manos y tirando de ellas.

¿Cómo que decidir su suerte? Lo saqué de allí y él era él. Si el Sombra ha intentado dominarlo de nuevo, yo acabaré con él. Pero su suerte no corre ningún peligro. Vamos que no. Lo que me faltaba por oír hoy ya...

Las dos lanzas de los elfos se cruzan frente a ti cuando intentas sacar las maderas de la puerta con un sonoro *ziiiink*.

Ambos hombres se miran el uno al otro, no saben si acaban de hacer bien lo que acaban de hacer, pero sus órdenes son de no dejar pasar a nadie y nadie incluye a los Jinetes del Dragón.

Si el Jefe del Consejo ha dado esa orden, desobedecerla equivale a morir de la forma más lenta y dolorosa.

Lo siento, Freya-elda. No podemos dejaros pasar. Dice el otro, medio tartamuedando.

Ahora sí, su mirada muestra un cabreo monumental. Como si quisiera aniquilar a ambos elfos con el pensamiento.

No os estoy pidiendo permiso. Estoy diciendo que quiero hablar con él.

Empieza a golpear la puerta de la cabaña con el puño, ignorando las lanzas y los elfos.

¡¿Me habéis oído ahí dentro?! ¡Si no lo queréis aquí, lo llevaré a otro lugar! ¡¡Pero nadie va a decidir la suerte de nadie!! ¡¿Entendido?!

Sigue aporreando la puerta un buen rato.

¡Exijo verlo! ¡¡AHORA!!

Se incorporó en la cama, poniéndose la mano en la frente...

¿Tanto bebí...? Parece que me haya comido mil fresas de borrachera...

Se levantó tambaleándose a por un vaso de agua... y luego se metió directamente a la ducha. Cuando salió, se vistió con el primer vestido que pilló... y se tiró a la cama de nuevo.

Mi cabeza va a estallar...

Me tapo la cara mientras intento que no me vean mucho como estoy de roja y encima tengo que beber algo mas.
Cuando me subo, casi estoy por resistirme y lo que veo me encanta es tan hipnotizante.
Esa musica como si fuera parte de mi como si....me pica la mano y, no se ni que pasa pero de repente no me sostienen los pies, ni mis piernas y caigo al suelo redonda sin sentido.
La voz de Skie, sonrio y respiro con tranquilidad.

Me giro en la cama, me despierto, no recuerdo ni haber llegado a la cama, me esta doliendo la cabeza y mucho, creo qeu bebi demasiado anoche. Me tumbo mirando al techo y me tapo la cara, me duelen los ojos con la luz del sol y la cabeza me va a estallar, no quiero levantarme.

Como un humo negro comienza a salir de debajo de la puerta de la casa y lentamente, se forma una figura conocida a tu lado. Los dos elfos dejan las lanzas a un lado de su cuerpo mientras se cuadran al ver a Muerte, que hace su aparición como siempre, de manera especial.

¿Qué es lo qué quieres, Jinete del Dragón? No puedes pasar.

Cuando te levantas tienes que hacer un poco de fuerza para quitarte el brazo de Shimrod de encima, el cual está durmiendo placidamente a tu lado. Después comienzas a caminar entre dormida, esquivando cuerpos de elfos y elfas, enanos y enanas, el padre de Illyana, todos desnudos entrelazados.

¿Qué demonios ha pasado aquí durante la noche?

Niegas con la cabeza meintras te das una ducha y después, esquivando nuevamente los cuerpos dormidos, te tumbas en la cama y Shimrod vuelve a abrazarte.

Freya no se asusta, aunque sí da un paso atrás para dejar cierta distancia entre ellos.

¿Qué es lo que quiero? Quiero saber qué le está pasando y qué van a hacer. Y sobretodo, quiero que no se decida ni se actúe sobre él sin mi presencia. Es MI amigo, no vuestro. Y exijo estar informada. Si vosotros no podéis hacer nada con él, encontraré a quien sí pueda. Pero NADIE va a matarlo. Y menos después de haberlo sacado de allí con vida.

Explica conteniendo la rabia en su interior. Sus puños se cierran temblando, y sus nudillos se vuelven blancos de la fuerza. Pero se mantiene quieta, sin apartar la mirada del rostro de la Muerte.

TEngo sueño, pero lo que veo hace que se me olvide. Me miro asombrada y me toco las orejas antes de girarme y de mirarle asombrada.

¿Que me ha pasado? esto es... vuelvo a mirarme y me rio negando. Me giro y me acerco acariciandole el morro Muchas gracias, es un regalo muy hermoso. Creo que ahora se por que Eragon es asi..ahora que lo pienso no le he visto en...

Skie ¿has visto a Eragon?

Madre mía. Aquí se ha montado una orgía...

No puede evitar que sus mejillas enrojezcan, pero una sonrisa también aparece en su rostro... una sonrisa de... "me cago en todo no m acuerdo de nada".

Shimrod... Shimrod... - lo zarandea - Despierta...

Quita... quita... que no puedo mal. Yo soy un simple mago no un elfo con mucho aguante... déjame dormir un rato más... no entiendo como puedes querer más después de todo lo que me has hecho ayer por la noche. ¿Sigue por aquí el enano? Mantenlo lejos de mi, quieres. Dice mientras se gira e intenta seguir durmiendo.

Creo que está en la montaña, justo al lado de la entrada al bosque, con Saphira, ¿por qué me lo preguntas? ¿Deseas que lo vaya a buscar? Dice tu Dragón realmente extrañado.

¿Te sientes bien? ¿Estás bien?

¿Matarlo? ¿Quién ha hablado de matarlo?

Muerte mira a los dos soldados allí parados y frunce el ceño.

¿Habéis hablado de matarlo vosotros? 

Estos niegan como locos.

No sé a qué te refieres, Jinete, simplemente, estamos evaluando su situación y como nos deja eso a nosotros en Ellesmera. Nadie va a matar a nadie.

No pasa nada, solo que no le vi anoche. Creo que no debi decirle que no queria que me molestara mucho. Voy a lavarme un poco y luego me ocupare de practicar un poco con el arco y...

Me cayo  y sonrio Creo que podriamos ir a volar un poco si no hubiera inconveniente, a menos si el maestro  Oromis no necesita que  hagamos otra cosa

Freya parece perder algo de su impulso, pero sigue sin suavizar los rasgos de su ahora más delicado rostro.

Entonces ¿Qué suerte es la que debéis decidir vosotros? Porque espero que cuando esa suerte tenga que decidirse, contéis con mi punto de vista y mi opinión. No quiero que me dejéis al margen.

Explica algo más tranquila ya. Al menos deja de apretar los puños y coloca las manos en su cintura, sin dejar de mirar desafiante a Muerte.