Partida Rol por web

Durza, sí. Supongo que algunos os habéis granjeado grandes enemigos, aunque con todo el poder de un Sombra y los Jinetes Apóstatas, poco podremos hacer si no nos ayudadáis. Dice Alihad mirando a todos y cada uno.

Sois la última esperanza de los Vardenos y la única forma de destruir a Galbatorix.

Con todas esas explicaciones, Bella va esbozando cada vez una mayor sonrisa. La provocaba la adrenalina correr por sus venas y el nerviosismo antes de la batalla que le hacía dar lo mejor en el combate.

Ella solo quería oír la orden de atacar. Era lo que más deseaba. Todo lo demás, le daba igual. La estrategia y las preparaciones del combate no se le daban muy bien. Pero sabía que aquello era un equipo y se esforzaría por cooperar con ellos.

Adam acentúa ante la expicación de la pelirroja, apoyándose también en el respaldo de la silla y los brazos en el reposabrazos de la misma. - Bueno, está claro que aquí no aguantarán otro ataque de dragones. - les dice negando con la cabeza. - Lo que podemos hacer és que algunos de nosotros vayamos a cazar ese Sombra, si es que alguien tiene alguna forma de localizarlo. Una vez eliminado, podremos dedicarnos a los dragones como muy bien ha dicho mi compañero. - comenta mirando a Pàris.

Ahora eso.. falta saber dónde podremos encontrar al sombra..

Freya vuelve a sonreír de nuevo...

Bueno... si el plan es ese, no será problema encontrarlo. Me está buscando, ¿verdad? Sólo tengo que llamar su atención.

Si el plan de sus compañeros llegaba a llevarse a cabo, aquella era una buena idea. Pero ella no tiene ningún tipo de noción sobre estrategia militar, así que espera a que los demás miembros que hay sentados a la mesa, den su opinión sobre aquel asunto.

¿Encontrarlo? No creo que se deje ver hasta el momento indicado. Dijo Roran bebiendo un poco de hidromiel. Además, tened en cuenta que lo acompañan varios Apóstatas, así que no será fácil llegar hasta él, por no hablar de la horda de Úrgalos que nos pueden atacar en cualquier momento.

Roran miró a Freya y sonrió.

No sería conveniente ir a buscarlo. Será mejor que esperemos que muestren sus cartas nuevamente.

Eärwen había estado medio asuente, escuchando las conversaciones y dirigiendo una fugaz mirada a Shimrod. Después de haber visto la batalla que se había forjado y escuchando a los demás... realmente, no le apetecía en absoluto hablar. Miró a Nessa por última vez, que se alejó hacia los establos de los demás caballos.

Cuando se sentó en la mesa no comió ni bebió nada, miraba a los que hablaban de vez en cuando, en silencio. Estaba nerviosa, incluso las manos le temblaban.

Les he escuchado, estan absolutamente locos y dejan que haga eso. Suspiro mientras me quedo donde estoy y no me siento. Mi mirada se cruza con la de Bella, creo que hay algo que quiere decir, pero...

Deberia quedarse en un lugar seguro, si es a la que esta buscando si la encuentra hara lo que sea por matarte Freya. NO podemos perder a ningun jinete.

Lo primero que deberiamos hacer es buscar a sus tropas y diezmarlos antes de que puedan actuar, luego los jinetes y mas tarde con suerte a la Sombra.

-Tsk, no me gusta nada pero no podemos hacer nada al respecto. La cuestion es que por muy jinetes que seamos tendremos que atacar entre varios a un solo apostata para tener alguna posibilidad de liquidarlo. Si van todos juntos sera imposible, a parte del Sombra, que no conozco sus capacidades

Freya enarca una ceja mirando a Illyana. Su escéptica sonrisa hace entender a cualquiera que la vea que no va a aceptar esa "parte" del plan. Ella no había ido allí para esconderse.

Sin embargo, no dice nada y escucha la opinión de los demás, sobretodo la de Roran, hasta que finalmente, sentencia su opinión final.

Pues... en ese caso, quizá sería mejor esperar y atacar a lo que primero venga. Si vienen los úrgalos, atacarlos junto a los demás guerreros para diezmar sus fuerzas, si luego salen los jinetes, atacarlos a ellos, y si llega a aparecer Durza... Ocuparnos de él. De todas formas, si vienen todos a la vez, no podremos hacer nada, vayamos a por quien vayamos primero, ¿no?

Fácil y sencillo. Sin complicaciones. Qué diferente era esta explicación de la naturaleza de quien la explica.

No podemos atacar en oleadas y que al final solo quedemos pocos para conbatir. Ellos no harán lo mismo. Sus fuerzas también han sido diezmadas, más no las de sus dragones ni la del Sombra. Cuando vuelvan a atacar, lo harán con todas sus fuerzas, con todo lo que tienen e intentarán arrasarnos. Dice el comandante mientras mira el cielo.

Alihad os mira a cada uno de vosotros y levanta una copa de Hidromiel para brindar.

¡Por la victoria!

Adam niega mientras sigue el brindis, aunque tras pegar un largo sorbo dice; - Pero vamos a ver.. a mi lo que me preocupan no són la cantidad de tropas que posean, sinó los dragones y el Sombra. - suspira y prosigue - ¡¡nosotros somos 6 jinetes!! Tenemos que apoyarnos y seguro que podremos hacerlo pero.. tenemos que priorizar objetivos.. - explica sin moverse un pelo, sigue apoyado en la silla. - si nos atacan todos a la vez, tenemos que procurar que no abancen mucho las tropas de a pié para que no se carguen a todos nuestros aliados, tenemos que hacer que aguanten. Y como segunta prioridad.. és el Sombra. Iremos los 6 a por él en cuanto lo veamos, intentando esquivar en la medida que nos sea posible los demás jinetes.

Los miro, estan locos, no se dan cuenta que aunque seramos jinetes, no estamos preparados. La copa en mis manos arde y la aprieto haciendome daño en los nudillos, poniendolos blancos antes de soltarla sin llegar a probarla.

Voy a respirar aire puro. Cuando tengais algo sabreis donde encontrarme o mas bien mi dragon sabra donde hacerlo. Salgo del salon, estoy muy cabreada, para ellos parece un juego y no lo es.

Eärwen opinaba como Illyanna, aunque no lo pareciese porque no decía nada... acariciaba su jarra nerviosa, mirando alrededor y suspirando una y otra vez. Pero tampoco iba a levantarse e irse, eso sería una falta de respeto... se mordió el interior del labio y finalmente decidió coger la jarra para brindar, esbozando una mínima sonrisa. Aunque solo fuese para desear suerte.

Por la victoria. - respondió sonriendo muy sutilmente.

Freya se estaba tomando todo aquello muy en serio. Igual que el resto de sus compañeros. Pero quedándose callados y huyendo de la conversación no iban a solucionar nada. Tampoco iban a hacerlo si se cerraban pensando que no estaban preparados. Porque en esta situación, TENIAN que estar preparados. Lo estuvieran o no. No había más salida para defender al mundo tal y como lo conocían, e incluso mejorarlo. No tenian opción.

Mira alejarse a Illyana enarcando una ceja, y casi puede verse un brillo de desprecio en su mirada.

Sí, no te preocupes, cuando la batalla esté ganada iremos a buscarte... Tsk... criaja...

Vuelve a prestar atención a la mesa y levanta la copa con energía. Ella no iba a huir. No iba a venirse abajo. Haría lo imposible por ganar... y ganaría. Siempre había sido así.

Ahora sed bienvenidos y comed lo que hemos preparado. No es mucho, pero supongo que con vuestra ayuda pronto tendremos mucho más para compartir. Dice el comandante mientras se sienta en la mesa, en la cabecera a un lado de su hija y de Shimrod, que está allí sonriente.

Cuando terminéis de comer, podemos pasar a las presentaciones de mis hombres, los cuales lucharan a vuestro lado. También a las líderes de las hechiceras, que también nos ayudarán con todo esto. Torik, en representación de los enanos, también está invitado a unirse a la lucha.

Estupidos, crios estupidos, no se dan cuenta de lo que puede pasar por su maldita cabezoneria murmuro mientras me alejo del salon por los pasillos con cara de muy mala leche hasta un sitio donde pueda sentarme y donde poder pensar en que hacer.

No ven lo que se podria hacer si fueramos amparados por la oscuridad, solos hariamos mas daño a esos soldados que con los dragones, nada de magia, solo nuestras habilidades, tengo la suficiente para hacerlo y...

Cojo el anillo de i cuello y lo aprieto con fuerza. Padre, madre, dadme fuerza para no terminar matandolos.

Bella, a pesar de mantenerse en silencio, no se pierde ni una de las palabras que dicen sus compañeros. Va siguiendo la conversación como si de un partido de tenis se tratase, mirándoles a medida que hablaban. De momento, lo que le parecía mejor era la idea de Freya. Ella parecía segura y la había convencido. La idea era ir todos juntos a por lo que viniese. Si se dividían estaban perdidos. También era lo mejor esperar (en la medida de lo posible) a que vinieran ellos. Quizá no hasta el pueblo, pero si iban en su busca estarían perdidos. Se arriesgaban a una emboscada. Era mejor esperarles preparados.

Levanta su copa para el brindis y bebe un gran trago. Asiente a Ajihad y empieza a comer cuando los demás lo hacen.

Levantando la copa Pâris brindo con mas bien pocos animos, sabia que aquello era obligatorio pero no se sentia bien sabiendo lo que habia a su alrededor y perder el tiempo en nimiedades, pero las reglas de la burocracia a veces eran duras y más para el, acostumbrado a una fragua donde a todo se moldea como uno quiere con esfuerzo.

-Por la victoria

Un chico alto como Eragon pero con la piel un poco mas blanca se acerca corriendo hasta donde os encontrais comiendo y bebiendo. Se queda a un lado de Alijah, el comandante, apoyando sus manos en sus rodillas e intentando recuperar el aliento.

Comandante. Dice. Las tropas de los Urgalos se estan acercando nuevamente a las puertas de las montañas. No parece que haya Jinetes ni hay rastros del Sombra con ellos, pero la Sacerdotiza del Van Gata nos ha dicho que no andan muy lejos. Se disponen nuevamente a atacar la fortaleza, pero esta vez, parece que se han dividido en varios frentes de ataque. Ahora mismo estan montando un campamento a varios kilometros de aqui, supongo que para empezar la invasion.

El chico toma aire nuevamente y os mira a cada uno sorprendidos.

Lo siento, Jinetes, Elfa del Bosque, no me he presentado, mi nombre es Murtagh.

Freya no se altera por las palabras del chico. Ya hacía tiempo que estaba preparada para luchar y para demostrar lo que había aprendido. Lo que sí hace es recorrer con sus ojos negros el cuerpo del chico que se presenta como Murtagh. De arriba abajo y de abajo arriba. Finalmente sonríe complacida y asiente con la cabeza a su presentación.

En otra ocasión se habría presentado y se habría acercado incluso a él, pero esta vez se conformaría con observarlo desde su asiento, con las piernas cruzadas dejando ver parte de sus muslos por su minifalda y con la barbilla apoyada en su mano y una sutil y sugerente sonrisa en sus labios.

Había demasiadas cosas en las que pensar en aquellos momentos como para distraerse.