Partida Rol por web

Ya... pero no ha sido para tanto... vamos... y recuerda las palabras de Glaedr, no toques nada. Te dice mientras apoya su mano sobre tu cintura, por si te caes hacia atrás.

¡Y tú tampoco toques nada! - exclama sonriendo, ya tranquila mientras va subiendo las escaleras aun con las llamas en sus manos, tampoco es plan que se caigan por la escalera.

Cuando subes al primer piso, unas puertas enormes te cierran el paso.

En las puertas puedes ver unos bonitos bajorrelieves que están iluminados por unas lámparas de aceite enano.

En ellos, ves una serie de imágenes de las Guerras de los Dragones, cuando hace milenios lucharon contra los elfos y los hombres por el control de Alagaësia.

Grandes batallas, grandes dragones, y grandes elfos... todos, plasmados en las dos puertas.

Unos picaportes de oro blanco se encuentran justo en el centro... esperando que te decidas a abrir la puerta.

Apaga las llamas de sus manos, para colocarlas ahora en lis picaportes... y empujar con fuerza, ya que la puerta parece muy pesada, para abrirla.

Las puertas se abren de par en par mientras las empujas...

Una brisa con olor a flores te rodea a medida que abres esas dos grandes puertas...

Shimrod se coloca a tu lado, esperando que des tu el primer paso. Te giras para verlo y ves como sonrie divertido.

Observa la expresión de Shimrod... la elfa vuelve a mirar hacia delante, abriendo aun las puertas... cerrando los ojos para oler mejor aquella fragancia, y abriéndolos cuando ya tiene la puerta abierta del todo.

Entras a la sala y puedes ver una gran mesa redonda, donde a su alrededor hay cinco tronos, y un poco más alejado, puedes ver un trono más grande, que al parecer es el del jefe del consejo.

Cada trono es distinto, cada uno tiene sus propias caracteristicas. Aunque nunca has entrado, te das cuenta que cada uno tiene un nombre puesto en la parte de arriba del respaldo.

Unas luces de colores adornan toda la sala, que iluminan de manera extraña todo el lugar.

Observa la sala maravillada... pasea por la sala con las manos en la espalda, observando la mesa, el suelo... incluso el techo, y mira las paredes, tranquilamente... sin embargo, se mira muy a menudo los sillones... sobretodo el grande.

¿Qué se sentirá sentado en él...? :3

Interesante, ¿no? ¿Qué piensas que miras todo muy curiosa? Te dice acercándose a ti lentamente.

Se gira hacia Eärwen, sonriendo, como siempre, y señala el sillón grande.

Nada, pensaba que se sentiría sentado en él... pero como no podemos tocar nada... ya no imagino sentarme.

Comenta divertida.

Creo que el jefe del consejo se sienta allí. ¿Sabes quien es? Yo creo que conozco al anterior jefe del consejo... Creo que tu maestra se sienta allí, en el sillón decorado con ramas de árboles, plantas y flores. Te dice señalándolo.

¡Oooooh...!

Se dirige dando saltitos a la butaca de Elenwë, y la observa de cerca... mirando sus detalles. Mientras su curiosidad aumentaba por momentos... así que decidió ir a mirar los cuadros.

Miras con detenimiento el trono de tu maestra y te das cuenta que está completamente hecho de maderas y ramas, de las cuales salen flores de todos colores y también puedes ver un nido en una de ellas.

Cuando te giras a ver los cuadros, puedes ver que en la mayoría de ellos, se recrean escenas de las Guerras de los Dragones, hace mucho tiempo, cuando los Dragones lucharon contra los elfos, para después, lograr la paz y compartir conocimientos.

Va caminando para mirar todos los cuadros... observarlo todo sin tocar absolutamente nada. Cuando ya lo ha mirado todo, se gira hacia Shimrod, haciendo ondear su largo cabello con el giro.

¿Qué te parece?

¿Todo esto? Pues... bonito. Pero no es mi estilo, de verdad. Te dice sonriente.

Se acerca hasta él, sonriente... y ladea un poco la cabeza.

¿Y cual es tu estilo, entonces...? Para cuando tengamos la casa, y tal... - comenta divertida, aunque no se sabría adivinar si va en serio o en coña.

Mi estilo... no sé... es menos... no sé... escandaloso. Y por la casa no te preocupes, tengo un gran castillo en el medio del bosque, así que por eso no hay problema. Te dice con una sonrisa.

¿Un castillo? - se pone ambas manos en la nuca, sonriendo - No sé yo si merezco un castillo... demasiado grande para una sencilla elfa, como yo, no sé si te has fijado que vivo en una mini casa en un árbol.

Comenta divertida, mientras se dirige a la puerta de nuevo.

¿Vamos? Creí que sería más interesante...

Bajáis por la escalera y nuevamente la voz os habla...

Veo que no habéis tocado nada. Muy bien. ¿Os ha gustado la visita?

Se encoge de hombros.

Bueno. Ha estado entretenida, ¿no? - mirando a Shimrod sonriendo.