Partida Rol por web

Hace frío... Murmura, con una mirada claramente pícara y una sonrisa seductora... mordiéndose el labio despues y echándose hacia atrás poco a poco... entrando en la tienda de nuevo sin apartar la mirada de Roran y haciendo un gesto con el dedo índice para que se acerque.

Lo sé... pero tenía que hacer esto antes... Te dice mientras de rodillas, entra en la tienda contigo, sonriendo.

A medida que entra al tenderete, va empujándote poco a poco, para que te recuestes en una de las mantas, mientras el va subiéndose encima tuyo, quedándose un rato allí, mirándote fijamente a los ojos.

Freya sonríe también, mientras lleva sus manos a la nuca de Roran, acariciándolo suavemente y... en un impulso lo atrae hacia ella, mientras ella misma se levanta un poco para llegar antes a sus labios y besarlos con pasión, con furia... como si llevara una eternidad esperando poder hacerlo. Su lengua acaricia con suavidad los labios de Roran hasta que poco a poco se introduce en su boca, buscando su lengua para "salir a jugar".

Roran deja que su cuerpo caiga sobre el de ella, dejando que su lengua entre en su boca, dejándola entrar a jugar como ella quiere. Es ella la que ha tomado la iniciativa, y Roran no pretende contradecirla. Se abraza a ella con pasión, pegándose a su cuerpo más si puede. Sus manos aferran su cintura con fuerza, apretando su hermoso cuerpo contra el suyo.

Después, esas manos comienzan a bajar, lentamente, por un costado de su cuerpo, hasta llegar a sus piernas, las cuales comienza a recorrer con la punta de sus dedos, mientras continúa dejando que su lengua juguetee con la suya dentro de su boca.

Freya sonríe, y lejos de aminorar el ritmo, empieza a besar la mandíbula y el cuello de Roran, sacando la lengua entre beso y beso para rozar su piel con cuidado... sólo rozarla... para luego respirar profundamente sobre ella. Lo coge de una de las manos con las que se apoyaba en el suelo y la atrae hacia sí, haciendo fuerza con la pierna hacia el lado contrario para acabar tumbándolo en el suelo con un golpe seco.

Mientras se acomoda encima de él, soltando una suave risa, empieza a quitarle la camiseta sin dejar de mirarlo con lujúria, levantándo la prenda de ropa poco a poco desde el abdomen, rozándolo y acariciándolo con sus manos y con su lengua... hasta que llega a su cuello, donde acerca sus labios a los de él, pero no llega a unirlos. Es más... se aparta cuando él intenta besarlos... distrayéndolo...

Para cuando Roran se quiere dar cuenta, tiene su propia camiseta enrollada en sus muñecas y Freya, ya recorre sus brazos, extendidos por encima de su cabeza en el suelo, con la yema de sus dedos, bajando con cuidado hasta su pantalón... besándolo en las mejillas y en el cuello... y pasando con sutileza por delante de sus labios sin dejar que él llegue a probarlos.

Veo que quiere jugar. Pienso mientras me miro las manos enredadas en la camisola. Podría desatarme cuando quiera, pero por lo visto, a ella le interesa llevar la iniciativa.

Intento besarla cuando sus labios pasan cerca de mi boca, pero ella evita que mis labios toquen los suyos... bueno... a ver hasta donde quiere llegar...

Freya sonríe de una forma completamente... sensual. Ni el mismísimo diablo en persona podría parecer mayor tentación que ella en esos momentos. Se quita la chaqueta fina negra que lleva encima de la ropa interior, arqueando la espalda y estirando su ya plano vientre delante de Roran... encima de él. Luego deja la chaqueta a un lado y empieza a besarlo de nuevo... igual que antes, cuello, torax, abdomen... hasta que llega al pantalon. Sin mucho esfuerzo lo desabrocha y se lo quita... Su rostro vuelve ahora cerca de la entrepierna de Roran, sobrevolándola...

Empieza a besar, sin dejar de mirarlo, la línea de abdomen justo por encima de la ropa interior de Roran, acariciando sus muslos con sus manos y pasando luego una de ellas a la entrepierna del chico, acariciándola por encima de la ropa interior con suavidad... y sin dejar de besar ese rincón de piel que acaricia luego con la otra mano... Mano que poco a poco va descubriendo un rincón más de piel que no espera a acariciar con sus ardientes labios.

No voy a aguantar mucho más así... pero no voy a darle el gusto de que... dios...

Freya... basta... por favor... Le suplico entre dientes cuando comienza a jueguetear con mi ropa interior, besándome por todos lados, haciendo que ya me sienta muy incómodo al seguir llevando mi ropa interior.

Princesa, basta... por... favor... ven aquí... Le digo suplicante, casi susurrando.

Freya sonríe de medio lado, sin dejar de mirar su rostro... pero ella sabe que en el fondo, le encantaba estar así. Podría haberse soltado sin mucho esfuerzo... así que... no iba a parar ahora. A ver hasta dónde podía llegar... suelta una risilla tan cruel como divertida.

Y luego se deshace con manos seguras de la ropa interior de Roran. dejando su miembro completamente al descubierto y acariciándolo con la yema de los dedos ahora sin nada entre su piel y la de él. Luego la acaricia con la palma de la mano, mirando divertida el rostro de Roran... y luego lo agarra con suavidad para saborearlo con su lengua. Tan solo rozando su lengua con el extremo de su miembro... haciendo pequeños círculos a su alrededor hasta que lo introduce en su boca, acariciándolo ahora con sus labios.

Lentamente, mis manos se deshacen de la camisa, pero no para utilizarlas y conseguir con ellas llevar la iniciativa yo, sino para llevarlas lentamente hasta su cabeza, donde comienzo a acariciar sus mejillas, lentamente.

No hago ningún tipo de fuerza con ella, no pretendo guiar su boca, que está haciendo un excelente trabajo, sólo, acariciar su rostro mientras mi miembro se encuentra dentro de su boca.

Muy lentamente, comienzo a subir y a bajar mis caderas, introduciendo mi sexo dentro de su boca un poco más, pero sólo un poco, mientras ella sigue jugueteando con el, con sus manos, con sus labios, con su lengua...

Freya sonríe y coge sus manos, separando luego la boca de su miembro... y subiendo de nuevo, quedando sus caderas encima de las suyas. Sus manos, toman las muñecas de Roran y las llevan de nuevo por encima de su cabeza...

Ahí... Susurra al pasar cerca de su oído...

Después de asegurarse de que sus labios no están al alcance de los de Roran en ningún momento, baja sus caderas hasta que sus sexos entran en contacto... con la ropa interior femenina de por medio. Se muerde el labio, con mirada completamente lujuriosa mientras se mueve hacia delante y hacia atrás, rozando su entrepierna con la de él...

¿Ahí...? ¿Quiere seguir jugando conmigo? Ya... pero el cerebro que va a estallar es el mío...

Parece que lo único que pretende es volverme loco y hasta ahora lo está consiguiendo... ¿como puede ser tan buena en esto? ¿Ponerme de esta manera pero no dejar que ni siquiera la toque? Perversa... sádica... malvada... ¡pero me encanta!

Aunque mi cerebro estalle en cualquier momento.

Dejo mis manos donde ella quiere mientras siento como su sexo se humedece debajo de su ropa interior. ¿Cuanto tiempo aguantará con ella puesta?

Freya sonríe de nuevo, esta vez acercando sus labios al oído de Roran...

Vaya... no pensé que fueras tan obediente... corderito... Susurra, justo antes de volver a reir suavemente y dar un pequeño bocado al lóbulo de su oreja y empezar a juguetear con él con su lengua.

Todo eso, sin dejar de moverse, pegando su pelvis a la de él... rozándose... Entonces, intenta sujetar las muñecas sin fuerza de Roran con una mano, mientras baja la otra para apartar con cuidado su ropa interior, dejando al descubierto la humedad de su sexo... y volviendo a rozarlo contra el de él, sin llegar a introducirlo... simplemente rozándose. Hasta que se detiene. Se detiene dejando tan solo un milímetro de distancia escaso entre ellos, dejando de juguetear con su lengua en su oreja y encarándolo para mirarlo directamente a los ojos... desafiante.

Ahora me desafia... ahora... ¡quiere volverme loco!

Intento respirar profundamente cuando su boca muerde mi oreja, intento no gritar cuando su sexo comienza a rozar el mío, intento no abalanzarme sobre ella cuando se aparta su ropa interior y deja su sexo a un milímetro del mío...

La miro a los ojos... con fuego en la mirada... suplicandole... rogándole que me deje poseerla...

¿Lo quieres? Vuelve a susurrar cerca de su oído... volviendo luego a encararlo. Baja sólo unos instantes... el miembro de Roran casi consigue introducirse... pero no. Una falsa alarma. Vuelve a reír. Pasa de un oído al otro, rozando sus labios con la punta de su nariz.

¿No te mueves? ¿No lo quieres...? Vuelve a dar un pequeño mordisco al lóbulo de esa oreja ahora mientras baja de nuevo sus caderas, introduciéndo sólo el extremo del sexo de Roran en el suyo. Sólo unos segundos y soltando un gemido en su oído. Vuelve a separarse, dejando escasa distancia entre ellos...

Cógelo si lo quieres...

Mis manos se mueven rápidamente a su cintura, la cual cogen con fuerza. Mis ojos la miran tranquilos, pero no se apartan un segundo de su mirada.

Mis manos hacen un poco de fuerza, tirando sus caderas hacia abajo, haciendo que mi sexo se introduzca sólo un poco dentro del de ella. Después dejo de hacer un poco de fuerza... dejando que se confíe y con una sonrisa, termino de empujar sus caderas hacia abajo, al mismo tiempo que las mías suben con fuerza, introduciendo todo mi sexo en el de ella, con fuerza.

No dejo de mirarla a los ojos, mientras mantengo mis manos y mis caderas en ese sitio, haciendo fuerza, evitando que bajo cualquier concepto ella logre sacarlo fuera. Después, lentamente, empujo con mis manos sus caderas hacia delante y hacia atras, haciendo rozar su entrepierna contra mi pubis una y otra vez, sin dejar que mi sexo salga del suyo.

Muevo sus caderas hacia delante y hacia atrás lentamente al principio, y después, un poco más rápido.

Siento como su entrepierna se humedece cada vez más...

Freya vuelve a gemir, esta vez sin cortarse un pelo... en el oído de Roran, donde exhala su aliento a cada penetración, jadeando al ritmo de las embestidas y gimiendo de vez en cuando.... cuando ya no puede aguantar más. Llevaba tanto tiempo queriendo jugar con él de ese modo... llevaba tanto tiempo queriendo saciar su sed de nuevo.

Siente que necesita acercarse más a él... que necesita que su miembro entre más en su interior. Así que se incorpora, sentándose sobre él, subiendo y bajando con las manos en su pecho y abdomen. Arqueando la espalda sin parar de moverse y mordiéndose el labio inferior con lujuria para bajar la mirada y clavarla en sus ojos... para leer el placer en su rostro.

Continúo haciendo fuerzas con mis manos a medida que ella se incorpora. Meto mi miembro erecto dentro suyo una y otra vez y cada vez que sus caderas descienden, las presiono con mis manos y con mi pelvis, introduciendo todo mi sexo hasta el fondo, como a ella le gusta.

Su cuerpo se encuentra encima del mío y pretendo que siga allí durante mucho tiempo más. Me muevo junto a ella, siguiendo sus movimientos, copiándolos... mi pelvis sube y baja junto con la de ella, hasta que lentamente, mis manos dejan su cintura y comienzan a subir por su abdomen, hasta llegar a sus grandes pechos.

Mis manos comienzan a acariciar sus pechos, y mis dedos, dibujan círculos alrededor de sus pezones, para después, pellizcarlos despacito, mientras ella continúa moviéndose sobre mí.

Freya sigue moviéndose encima de Roran, apoyando sus manos en las rodillas de él para conseguir la máxima penetración posible, disfrutando de todas y cada una de las veces que nota a Roran en su interior. Jadea y no puede evitar gemir cuando él empieza a acariciar sus pechos. Se deja caer hacia delante y apoya sus manos a lado y lado de la cabeza de Roran, sin dejar de mirarlo... ni de subir y bajar encima suyo.

Sonríe con picardía cuando tiene su rostro a la altura del suyo, bajando al cuello y... mordiéndolo sin cuidado pero sin hacer daño... al menos, no demasiado.

Dejo que me muerda el cuello, y cuando lo hace no puedo evitar soltar un gemido de placer. Mis manos dejan sus pechos por un momento y se dirigen a su cabeza, cogiéndola suavemente por los lados, para levantar su rostro y que sus labios vuelvan a fundirse con los mios.

Mi lengua entra en su boca rápidamente, buscando la suya, acariciándola, jugueteando con ella mientras que mis caderas siguen empujando con fuerza mi miembro erecto dentro suyo, haciéndola jadear cada vez más. Mi respiración se entrecorta y cada ves me cuesta más respirar. Tengo que separar su rostro del mio por un momento, para mirarla a los ojos, para recuperar un poco el aire, pero nuevamente, mi boca se junta con la de ella, fundiéndonos en un apasionado beso...