Partida Rol por web

Satisfecha con el tamaño que están adquiriendo algunas cosas, Freya termina por sentarse encima de él, sintiéndolo por completo en su interior, acompañando el movimiento de un nuevo gemido de placer.

Apoya sus manos en el abdomen de Roran mientras sube y baja a un ritmo lento en un principio y algo más rápido después... moviéndose circularmente en algún momento y gimiendo sin parar... Se inclina sobre él, apoyando las manos a lado y lado de su cabeza sin parar de moverse, con una sonrisa tan llena de lujuria y placer que no parece humana. El sudor empieza a perlar su cuerpo, haciendo que aún parezca más apetecible de lo que ya es habitual. Sus pechos se balancean encima de los pectorales de Roran al ritmo del movimiento de sus caderas... y una sonrisa aparece poco a poco en su rostro. Una sonrisa dulce, tranquila y relajada... completamente diferente a las vistas hasta ahora en sus labios.

Sé que voy a arrepentirme pero...

Mis manos pasan por detrás de su cintura cuando ella deja sus manos a ambos lados de mi cabeza. No estoy tan acostumbrado a no tener el control y veo que ella está muy concentrada en lo que hace. Mis brazos pillan con fuerza su cintura mientras mis piernas y mi pelvis hacen un movimiento ascendente y nuestros cuerpos se elevan un poco en el aire para después quedar completamente al reves sobre la cama.

Ahora soy yo el que sonrio, cuando estoy sobre ella. Comienzo a besarla apasionadamente mientras empujo mis caderas con fuerza, haciendo que sienta todo mi miembro dentro suyo...

Otra nueva acción de Roran que pilla por sorpresa a Freya. Pero no por eso va a dejar de disfrutarlo. Rodea el cuello de Roran con los brazos, para atraerlo hacia ella más todavía, respondiendo a sus besos con igual pasión y ahogando gemidos de placer en ellos a cada embestida. Sus piernas atrapan al cuerpo de Roran, rodeando sus caderas para que sus cuerpos queden más pegados... para que llegue por completo a su interior.

Aún estando encima, ella pretende controlar la situación. Me encanta esta chica.

Mis manos vuelven a bajar hasta sus nalgas, y las presiono con fuerza, empujando su caderas aún más haciendo que la penetración sea completa. Ahora es casi imposible que mi sexo salga o entre del suyo, por lo que me dedico a mover lentamente mi pelvis sobre la de ella, rozando suavemente su sexo.

Te gusta jugar, ¿no, pequeña?

Freya rompe el interminable beso con un grito de placer al oído de Roran, seguido de jadeos y gemidos y de su respiración aumentada. No tarda en arquear la espalda y en cortar su respiración, poniendo todos sus músculos en tensión llegando al éxtasis.

¡Aaammmmh..! Pero no... después de haber llegado una primera vez, su cuerpo no se relaja. Sigue moviendo las caderas al ritmo de Roran, jadeando de nuevo en su oído.

Es insaciable...

Debo hacer un esfuerzo terrible para no gritar y contener la respiración para no acabar en el preciso momento que lo hace ella. Mi cuerpo continúa moviéndose junto con ella, dejando que continúe disfrutando de mi cuerpo, tanto como yo lo estoy haciendo con el de ella.

Levanto mis manos y cojo sus muñecas, elevándolas sobre su cabeza mientras que comienzo a meter y sacar mi sexo del de ella como un poseso, sin dejar de besar su boca, sin dejar de juguetear con su lengua.

Freya sonríe satisfecha al ver que Roran no solo aguantará un segundo asalto, sino que su ritmo sigue siendo el mismo o más frenético que antes. Cuando la toma de las muñecas, aprisionándolas entre sus manos y la cama, su satisfacción es aún mayor, aunque no puede ni pensar que ante sí tiene delante a un hombre de caracter, como con los que ella más disfruta... pues su adicción consigue que pierda por completo los papeles por tal de conseguir un poco más de placer, mordiendo el labio del rubio con suavidad y besándolo con igual fuerza.

Sonríe con picardía mientras sus ojos siguen igual de vidriosos por el deseo y su piel brillante por el sudor que perla su piel. Aprovecha escasos milímetros de separación entre sus labios para provocarlo aún más.

¿No es suficiente para vos ésta diversión, joven viajero?

Mis dedos pulgares recorren sus muñecas, mientras que lentamente, van subiendo por la palma de sus manos, acariciándola lentamente, para después, ir bajando mis manos por sus brazos, hasta llegar nuevamente a su cuello y comenzar a besarla otra vez.

¿Diversión? No, no es suficiente. Le digo mientras continúo empujando con mis caderas sobre las suyas.

Entonces era cierto.

Freya sonríe satisfecha una vez más por la respuesta de Roran. Aunque sus extrañas caricias han llamado su atención, no se para a pensar en ellas, disfrutando como está de cada movimiento. Nota que por fin, una vez más, un escalofrío recorre todas las células de su cuerpo, dejándolas en tensión y haciendo que arquee su espalda y arañe la de Roran, soltando un leve suspiro para dejar de respirar los segundos que la oleada de placer invade su cuerpo... hasta que desaparece poco a poco, dejándola casi exhausta y respirando agitadamente.

Esta vez no puedo detener la oleada de placer que recorre mi cuerpo y dejo que el orgasmo llegue, sin detenerlo bajo ningún concepto y sin trucos.

Mi cuerpo tiembla mientras que mi espalda se arquea al sentir sus uñas clavándose en ella, y dejando varios surcos en ella, de los cuales brotan algunos hilillos de sangre.

Cuando mi cuerpo se relaja por completo, dejo que caiga a un costado del suyo, con mi boca pegada a su oído, el cual comienzo a besar mientras sonrio.

Ha sido divertido, ¿no?

Poco a poco empieza a respirar más tranquila... y el brillo de sus ojos se va apagando lentamente.

No ha estado mal.

Sentencia, con tono divertido pero notando como un nudo va creciendo en su garganta. Siempre es igual.

No espera demasiado a sentarse y empezarse a vestir, sin pudor alguno, mostrando su cuerpo sin vergüenza mientras busca por la habitación todas y cada una de sus prendas de ropa, evitando mirar a Roran en todo momento.

¿Dónde vas? No te vayas todavía. Sientate aquí un momento, que tenemos que hablar seriamente tu y yo, Jinete del Dragón.

Roran te suelta las palabras como si fuera algo totalmente común, como si te dijera guapa o lo que sea. Le sale tan natural que hasta parece que esta acostumbrado.

Freya deja caer la bota que se estaba poniendo al suelo, y se gira lentamente hacia él, mirándolo ahora a los ojos completamente sorprendida.

¿Qué acabáis de decir?

Dice con voz seca mientras busca la daga que oculta en sus botas para empuñarla, mirándolo con desconfianza.

Jinete del Dragón. Eso es lo que he dicho. ¿Por qué? ¿Tienes algo que decir?

Roran te mira desde su cama con ojitos graciosos y espera tu respuesta.

La mirada de Freya no es para nada graciosa. Se ha vuelto gélida y cortante, al igual que su voz, mientras sigue poniéndose la bota sin soltar la daga.

¿Qué queréis?

Yo no quiero nada, pero mucha otra gente sí. Eres una Jinete del Dragón, de eso no hay duda y además, la marca en tu palma lo demuestra. Lo que no sé es donde está tu dragón en este momento. Te dice con una sonrisa.

Brom no ha podido venir, por que estaba un poco indispuesto todavía. Pero me dijo que dejo a tu cuidado el huevo y al parecer, ha eclosionado y te ha elegido como su jinete. Eso es bueno, ya que hay varios más como tu que en este momento están pensando en que demonios hacer con una lagartija superdesarrollada, yo te puedo ayudar con eso, tengo... algo de experiencia.

Una vez vestida, Freya mira sorprendida a Roran cuando pronuncia el nombre de Brom.

¿Brom? ¿Está vivo? Pregunta ansiosa, dando un par de zancadas hacia la cama y sentándose en ella, delante de Roran, sin soltar la daga, aunque ahora ya no la sujeta con tanta fuerza.

¡Qué alivio...! Suspira. Luego vuelve a mirar al chico sentado delante de él.

¿Y como pensáis ayudarme? ¿No sería más facil que si tanta experiencia tenéis, os lo llevárais y lo criárais vos mismo?

Sí, Brom está vivo, pero de milagro. Esos Raz´zac casi lo dejan fríto. Con respecto a ayudarte, bueno, eso puedo hacerlo, pero la cria debe ser cuidada por la persona que ha elegido. Esa marca en tu mano te erige como Jinete del Dragón, como su jinete, y sólo tu tienes poder sobre él o ella. Te dice mientras posa su mano en tu rodilla.

Yo sólo puedo indicarte que hacer, mas o menos, para que su crianza sea la correcta, pero nada más, después serás tu la que tenga que realizar las demás tareas. Pero tranquila, que al final, terminan cuidándose solos, ya verás.

Freya niega con la cabeza.

Él no eligió a nadie. Yo fui la primera a la que vió tras ver el cuerpo de Brom.

Suspira, sabiendo que puede que el dragón no tuviera más remedio, pero ella ha sido la elegida y ella debe ser quien lo críe.

¿Pero como voy a criar yo a un dragón? He vivido aquí toda mi vida y ahora me veo obligada a escapar si no quiero que nadie lo descubra. No voy a dejar que nadie le haga daño, pero yo no soy la persona adecuada para ello. Esta noche partiré hacia el bosque y ni siquiera sé cómo voy a alimentarlo o qué dirección seguir. Creedme, el dragón no hizo una buena elección.

Los dragones siempre hacen buenas elecciones, ya lo verás. ¿Criarlo? Pues, para eso estoy aquí. Si no te quieres quedar en la ciudad, podemos viajar por la noche y en poco tiempo estaríamos entre amigos. Brom me ha enviado a mí, pero si prefieres viajar sola, pues, no puedo impedirtelo.

Además, te repito, dentro de unas semanas, podrás ver como tu dragón se cria sólo. Solamente necesita un poco de tiempo.