Partida Rol por web

Lady Violetta camina con Eleazar hacia el septo. "Quiero acompañaros", insiste. "Espero que ésta sea ocasión para discutir de algunos detalles de la boda. Como sabéis, vuestro asesoramiento es importante. Harwin, ven también con nosotros."

Harwin "Manosuelta" sigue al septón y su señora, refunfuñando y siempre un par de pasos por detrás.

Llegando al Septo, Lady Violetta se detiene y observa durante un momento los bancos y las paredes.

"El Septo parece un poco pobre para un acontecimiento así. Quizá podamos encontrar un buen artesano que pueda construir algunas efigias de los Siete. ¿Qué sería más apropiado, Septón Eleazar? ¿El Padre y la Madre, quizá?"

Viendo que la señora está empeñada en acompañarme y, por alguna razón que desconozco, llevar a cabo la boda todo lo rápido posible, cuando tenemos todo el tiempo del mundo. Mientras camino en silencio, le lanzo una mirada de reojo al mayordomo, pero dejo que mis pensamientos viajen por todos los materiales con que contamos ahora mismo en el septo. Y es un proceso largo, porque me ocupa hasta que llegamos al edificio, que abro para que la señora pase primero.

-Milady, considerad también que el día de la ceremonia lo veremos todo bordado por los colores de las casas, por lo que la mayoría de espacios ahora vacíos estarán ocupados por blasones e invitados. Aun así, concuerdo con vos en que alguna efigie adicional sería ventajoso no solo para realzar la ceremonia sino también para evitar los aglomeramientos frente a las que ya tenemos, y que así se les pueda pedir favores para la pareja sin verse apretados. Diría de figuras de piedra, pero requerirían bastante tiempo para esculpirse, así que quizá la madera pudiese servir, y recomendaría empezar por la Madre, seguir con el Padre y, si hay tiempo, contar también con la Vieja para que guíe al matrimonio por el buen camino. -Mientras hablo, voy comprobando el estado de todo el mobiliario una vez más, pensando en cómo posicionarlo entre las siete paredes para poder meter a más invitados sin que estos estuviesen los unos sobre los otros, dejando espacio suficiente para la ceremonia en sí.

"Milady"

Manosuelta se adelanta un paso y acerca la cabeza hacia vosotros dos. 

"No creo que las finanzas de la casa estén para costearse estatuas ahora mismo, Milady. Ir a buscar un artesano llevará tiempo y, sobre todo, Venados." 

"El dinero no será problema, Harwin. Sin embargo, buscar un artesano... Puede no ser tan sencillo. Septón, conocéis, quizá, alguno por la zona?"

Había estado hablando directamente a la Señora, sin tener siquiera en mente la presencia del mayordomo Fagart, cuando se pone a hablarnos y a pensar en dinero. Viniendo de alguien como él, no me sorprende en absoluto ese comportamiento, así que sonrío para mis adentros cuando llega la respuesta de que el arte merece la pena, incluso aunque sea un mensaje un tanto encubierto. Viendo la disyuntiva, me pongo a pensar sobre si hay alguien que cumpla las expectativas que he puesto, ya que serían las óptimas.

-A ver que piense...

Me quedo pensativo durante más tiempo del que querría, pero lo cierto es que, si bien conozco varios artesanos capaces de cumplir la tarea y a tiempo, estoy seguro de que la señora querrá lo mejor para la boda de su hijo. Y conseguir lo mejor tiene sus desventajas, porque la historia es algo que afecta en mucho a todas las decisiones tomadas. Y ésta no es una de esas historias que han ido bien, los Siete lo saben.

-Mi señora, se me ocurre un candidato perfecto, pues no solo es el mejor de la zona sino que conseguir sus servicios reportaría un beneficio para las relaciones de la casa. Sin embargo, témome que precisamente por eso no será fácil -y me giro para lanzarle una mirada a Fagart-, y no solo en el ámbito económico. Estoy pensando en el artesano de la familia Fax. Quizá, y perdonadme si sueno demasiado atrevido, podríamos eliminar con la boda viejas rencillas entre familias. Saben los Siete que la paz es mejor que la batalla, y quizá nos están ofreciendo una oportunidad.

"¿Falx? Realmente preferiría que hubiera otra opción... Hablad con Lord Stronghold. Podéis hacerle entrar en razón mejor de lo que yo puedo, y lo necesitaréis en todo caso para viajar hasta allí. Quieran los Siete que los Falx sean tan razonables como lo estoy siendo yo."

Le muestro mi sonrisa más afable, sabedor de que la situación no es la mejor para mostrar ninguna otra. En otras circunstancias, tal vez hubiese abogado por pensar alternativas, pero siendo una ceremonia importante, y solo quizás, podría ser lo suficiente para convencer a dos familias enfrentadas para deponer la actitud y aunarse en beneficio mutuo. Y quién sabe, igual hasta Fagart pudiese sacar algo positivo de todo esto, quieranlo los Siete.

-Iré a hablar con el Señor de inmediato, y confiemos en que todo el mundo se muestre tan comprensivo como vos ahora. -Dicho eso, inclino levemente la cabeza en gesto de respeto hacia Milady y les dejo el septo. Estoy convencido de que la próxima vez que venga por aquí habrá cambios más allá de los que yo hubiese realizado. Pero ya se sabe lo que dicen de las madres y las bodas... atesoro como pensamiento, mientras considero dónde puedo encontrar al Lord.