Partida Rol por web

El silencio se adueña de los dos jóvenes cuando un criado los acompaña al vestíbulo del castillo. La sala es amplia, y la decoración, aunque no es ostentosa, deja ver que la casa Stronghold no se olvida de la estética. El criado que acompaña a los dos jóvenes se inclina ante ellos, con una sonrisa pícara.

"Será mejor que los deje solos, mi señor. Seguro que preferís ser vos quien le explique a su prometida dónde va a vivir."

Una vez dicho esto, se marcha, dejándoos solos con los impasibles guardias de la puerta y las escaleras. Quizá os equivoquéis, pero parecéis oír una risita mientras sale de la habitación.

Un paseo por el castillo con mi prometido, puede que asi le conozca un poco mejor. Pero una pregunta me asalta en este momento ¿podre amarle? se que la mayoria de los matrimonios se basan no en el amor, sino en custiones politicas o territoriales.

Mi mirada por un segundo se ha parado en los tapices que decoran el vestibulo, casi todos son escenas de caza aunque hay uno que me llama mas la atencion, sale un dragon, solo los habia visto en los libros que me habia dejado mi septa y el maestre para aprender a leer y algunas cosas mas que segun ellos las damas debemos saber.

Mi señor estoy deseando que me mostreis vuestro hogar que pronto se convertira en el mio digo con una leve inclinacion de cabeza y con una sonrisa en los labios.

Eric camina a tu lado, sin apenas levantar la mirada del suelo. Se apresura, como para terminar rápidamente lo que parece ser algo muy incómodo para él. No menciona en ningún momento asuntos personales, y te da la sensación de que tanto daría pasear con un criado cualquiera como con tu futuro marido. Te explica como puede (que no es muy bien) los orígenes de la Casa Stronghold, la construcción del castillo, el significado de los tapices más importantes y asuntos sobre otras familias de la zona. De vez en cuando, se detiene y parece que va a decir algo, pero parece pensarlo mejor y continúa explicando temas de la familia.

Timido o tal vez no desea realmente casarse. Creo que nadie cuando llega el momento desea casarse y menos con una desconocida. Pero de ahi a ser tan frio hay un paso tan corto que no se da cuenta nadie hasta que pasa.

Me paro y me apoyo en una pared donde da un poco de luz de la luna que ilumina el exterior.
Mi señor, habladme de vos y no de la historia de vuestra familia digo con una sonrisa y le tiendo la mano podemos sentarnos para hablar o ir a un sitio donde podamos ver la luz de las estrellas