Te encontrabas en uno de los puestos de mando de Berlín. Hoy tenias dia libre pero eras consciente de que esa noche se acaba de firmar un pacto importante, debias hacer llegar esa información vital a los puestos de mando británicos fuera como fuera.
Lo primero que vino a tu mente era hacerle llegar esa información a alguno de tus contactos franceses que podías encontrar en dos locales de la ciudad o a tu contacto britanico, una mujer que encontrarias en un pequeño local de alterne en la parte sur de la ciudad.
Fuera como fuera, primero tendrías que llegar hasta allí.
Dejó de limpiar su pistola, que siempre llevaba encima, y decidió que iba a ver a su contacto británico.
-Ella hará llegar la información a alguien que sepa qué hacer con ella.
Saludó a un par de soldados que le reconocieron y continuó andando, pensando en los alemanes y en todas las cosas que él mismo tenía que hacer continuamente para pasar despercibido como oficial de las S.S.
-Al final todo esto acabará bien. Yo mismo me encargaré de que sea así.
Miró el letrero de la calle en la que estaba, ya se encontraba cerca.
Las calles de Berlin era especialmente oscuras durante la noche, aún así los locales estan repletos de soldados y oficiales. Himnos y banderas, el orgullo nazi, el ser una raza superior... aquello les llenaba de valor dia tras dia, noche tras noche, animándoles a seguir luchando siempre por aquello en lo que creian con firmeza.
No tardas en llegar al local de alterne, abres la puerta y entras. Cuentan con dos plantas, un bar de copas en la inferior y habitaciones en la superior, a primera vista no encuentras a tu contacto y en la panta baja quedan 3 mesas libres y algun hueco en la barra.
Me acerco a la barra.
-Ponme una cerveza, por favor.
Echo un vistazo a mi alrededor y después pago la cerveza.
Espero que llegue ya, sino esta puede ser una noche muy larga.
Doy un sorbo a mi bebida mientras las canciones que oí antes en la calle resuenan en mi cabeza.
El camarero se acerca a tu mesa con la copa que has pedido, y mientras la deja frente a ti te mira.
- Deseará... ¿algo más esta noche? - posiblemente queriendo saber si esta vez también querrias ver a Diana, tu contacto británico
Esperó un momento la respuesta, retirandose después.
Me acabo la cerveza y me acerco a la barra de nuevo.
Le hago una seña al camarero y cuando se acerca le pregunto si la ha visto.
Después echo una mirada a mi alrededor comprobando si hay algún oficial nazi que conozca, nunca se tiene demasiada precaución.
No reconoces a ningun camarada cercano en el local. Entretenido con tu bebida ves bajar en ese mismo instante a una mujer rubia, su cabello cae en cascada sobre sus hombros y su vestido rojo pasión remarca su contorno, indiscutiblemente perfecto.
La mirada de los hombres a tu alrededor se posa sobre ella, pero es a ti a quien ella sonrie y se dispone a acercarse.
Cuanodo se acerca la pido que tome asiento.
-Encantado de volver a verte, me preguntaba si te había pasado algo... ¿Quieres tomar algo?
Cuando me mira no puedo evitar un estremecimiento... Es realmente preciosa.
-Tomaré una copa de ron blanco, por favor.
Me levanto y le pido al camarero su copa y otra cerveza. Vuelvo y tomo asiento.
-Tenemos que hablar, tengo nuevas muy importantes.
-Como siempre directo al grano...
-¿Qué quieres que te diga? La importancia de esto lo merece.
Se apoyó en la mesa un poco, dejando entrever más sus pechos
- Y no prefieres... ¿que hablemos en privado? - sugerente
Intenta no actuar por los PNJ xD te podrias llevar una sorpresa
Evito mirarle los pechos. Tengo que mantenerme firme... además que seguro que me vería y no le agradaría.
-Si no te importa, estaría más cómodo.
Perdona... es que es la primera partida y aún me estoy acostumbrando. Tú cualquier cosa que creas que pueda mejorar, por favor avísala.
Se levantó, acarició tu cuello... debiais mantener las apariencias, al menos en publico. Cuando te pusiste en pie te tomo de la mano y se encaminó a la segunda planta haciendo que le acompañaras. Ya habias estado otras veces en su habitación, sabias donde ibais.
Abrió la puerta, cerrando en cuanto entraste. La habitación era sencilla pero a la vez elegante. Una cama amplia en el centro, una cómoda a tu derecha con un gran espejo sobre ella y por ultimo una mesita a cada lado con unas pequeñas lamparas de luz tenue sobre ellas.
Tu contacto britanico te dedicó una sonrisa en el mismo momento en que sonó el "clac" que confirmaba el cierre de la puerta.
- ¿Que era eso tan importante que tenias que decirme? - mientras se adentraba un poco mas en la habitación dejando la puerta a sus espaldas
Simplemente narra solo tus acciones, yo me ocupo del entorno :)
Por lo demás todo genial.
Me apoyo en la pared y la miro.
-Necesito que guardes esta información y se la hagas llegar a algún puesto de mando. Han firmado un pacto esta noche, tenemos que investigarlo para poder adelantarnos a sus acciones.
Me quedo mirándola, a ver cuál es su reacción.
Vale... Gracias por la ayuda!
Te miró con seriedad e interes
- ¿Donde?¿Con quien?¿Para que? - hizo una pausa para ordenar sus ideas - ¿Que has podido averiguar?
Nota: Como ves en el mensaje en el que te lo notifiqué tienes un enlace con la información.
La miré y dije con seriedad:
-Hitler se ha reunido con Kurusu y Ciano, y han firmado una alianza militar. Finalmente ha ocurrido... Alemania, Italia y Japón son ahora uno.
La miré para ver cuál era su reacción.
No dijo nada, no hizo nada... quizá pudiera verse venir pero... ¿tan pronto?
Finalmente terminó por reaccionar
- ¿Estas seguro de eso? - no queria creerlo, no encajaba en los planes...en sus planes.
Mi mirada permaneció fija en ella durante varios segundos.
-Tengo total certeza de esta información, no hay duda... ha ocurrido. Ahora puede haber mucha gente cuya vida depende de que esta noticia llegué a buenas manos. Hay que prepararde, yo diría incluso que actuar, no podemos permitir que ellos sean los que den el primer paso, tenemos que hacer algo.
Es difícil de aceptar, pero, si no hacemos algo nosotros nadie lo hará.
Asintió algo desorientada
- Esta bien, informaré - se limitó a decir
Se volvió hacia ti y te miró, su mirada era lo suficientemente neutra como para no dejarte adivinar en que pensaba.
Me acerco a la puerta:
-Si no hay nada que te preocupe y quieras contarme, lo mejor que podemos hacer es comenzar a trabajar en este asunto cuanto antes, ¿no crees?
No sé si he parecido un poco seco con ella, pero es que la tensión que llevaba sintiendo toda esa noche le estaba poniendo de los nervios.
Asintió despacio, casi ausente
- Claro, como quieras.
Abro la puerta y salgo... Suponiendo que ella me sigue, no tenemos tiempo, pero la verdad es que ahora mismo no sé por dónde empezar a actuar, primero debemos hacer llegar esa información, y cuando decidan qué hacer podré empezar a actuar en serio.