Partida Rol por web

Anima: Cónclave.

Historia y organizaciones.

Cargando editor
10/04/2014, 16:49
Gabriel Holden
Sólo para el director

Gabriel  nació como el hijo menor de una modesta familia de Hausser.  Desde pequeño fue un niño curioso al que le encantaba leer y conocer cosas nuevas, ya fuese experimentando por sí mismo o estudiándolo a través de libros. Acabó sus estudios siendo el mejor de su promoción y gracias a ello le ofrecieron una beca para estudiar en la universidad de Ilmora, la cual aceptó sin parar a pensárselo.  Se matriculó en ciencias e historia y en su tiempo libre aprendía magia gracias a su compañero de habitación (el pobre fue pillado con un sencillo conjuro de literae, a lo que Gabriel le suplicó efusivamente que le enseñase y por miedo a que le delatara, aceptó).  Gabriel había estado leyendo e investigando  durante todo el curso sobre unas posibles ruinas del Imperio de Solomón. No estaban muy lejos y decidió ir a investigarlas cuando acabase el primer año en la universidad.

Llegó el día del viaje, el cual había preparado con mucho esmero y dedicación.  Cuando llegó al lugar exacto buscó durante horas y no encontraba nada. Desanimado decidió volver, cuando por “accidente” cayó en un agujero que le llevó a un subterráneo. Decidió investigar el lugar y para su regocijo eran las ruinas que estaba buscando. Pasó horas descubriendo aquel lugar sin ser muy consciente del tiempo que pasaba. Llegó hasta el final de las ruinas y decidió que era hora de descansar un rato. Sentado en el suelo descubrió algo metálico que le llamaba la atención, se acercó hasta aquello y lo desenterró.  Se trataba de un objeto extraño que Gabriel jamás había visto. Lo guardó con cuidado y decidió salir de allí.

Cuando regresó a la universidad se puso a investigar sobre aquel extraño objeto.  No encontraba gran información sobre lo que podría ser aquello, entonces decidió acudir a un famoso profesor de arqueología. Le contó todo lo que sucedió al  ver el asombro del profesor.  De muy buenas ganas aquel hombre le explicó a Gabriel sobre las logias perdidas y le animó que investigara todo lo que pudiese bajo sus consejos, al ver que la que había encontrado “reaccionaba” de alguna forma al tenerla Gabriel. Llegando a su mitad del segundo año en la universidad, Gabriel siguió investigando aquella logia y eso hizo que el Rector le reclamase en su despacho. Estaba satisfecho con el trabajo del muchacho y su interés por el conocimiento, así que le prometió que cuando acabase sus estudios iba a ser altamente recompensado.

Terminó sus años de universidad y la promesa del Rector se cumplió, le ofrecieron unirse a Bellasarius, un grupo de eruditos que buscaban en conocimiento sobre todas las cosas. Gabriel aceptó unirse a ellos y continuó sus investigaciones sobre las logias y el Imperio de Solomón, pero al contrario que la mayoría de sus compañeros, tenía espíritu aventurero.  Recorría Gaia investigando cualquier rincón que le llevase a descubrir más sobre su campo. Actualmente a sus 28 años Gabriel es uno de los mayores conocedores sobre las logias.

Cargando editor
10/04/2014, 23:25
Darnes Difer
Sólo para el director

"Nacido" hace 24 años en un laboratorio, donde estaba experimentando con la mejora genetica para crear supersoldados de elite, diseñados para determinadas misiones . En mi caso, se usaron genes de maestro marcial y genes de diferentes criaturas para potenciar la faceta ofensiva a la par proporcionaba una defensa de acero. El resultado fue un ser al que llamaron Darnes Difer, totalmente preparado para sobrellevar cualquier mision de eliminacion que se le asignase, pues ese era su cometido.

Tras pasar los primeros 17 años de su vida sufriendo un inhumano entrenamiento en Jormungandr para pulir sus habilides, fue sometido al "examen de graduacion" , una prueba que se realiza a los grupos de futuros agente para graduarse ydeterminar quien seria el lider de escuadron. A lo largo de los años, mientras estuve estudiando obtuve puntuaciones bastante altas en los examenes, de forma que pude obtener, a modo de recompensa, un equipo bastante bueno para poder pasar con exito futuras pruebas que me sometieran: Bram, la espada del Murcielago. Es un arma poderosa, que combinada con mis habilidades naturales hicieron de mi un agente con una tasa de efectividad de 100%. Logicamente, el examen lo supere sin demasiados problemas y me nombraron lider de un modesto grupo de 4 personas.

La primera de nuestras misiones era "sencilla": teniamos que encontrar a un traidor que habia huido y terminar con su vida. Fue una mision bastante sencilla, la verdad, pues descontando el trabajo que nos dio encontrarlo, pues era un ex-agente diseñado para el sigilo e infiltracion, el combate fue rapido y frio: una entra, un corte, una muerte.

Despues de ese exito nos fueron encomendando varias misiones, cada vez mas complejas: reducir un grupo de sujetos que "sabian demasiado", eliminar a una criatura sobrenatural que amenazaba una de nuestras instalaciones, varias de ajusticiar miembros fugitivos...  sin embargo, nuestra ultima mision fue una autentica mancha en mi expediente perfecto:

Parecia una mision sencilla, teniamos que ir a una mansion de Belfort, eliminar a un "ser" que habia atacado a uno de nuestros aliados y traer de vuelta a uno de nuestros miembros que seguia en la zona, por lo que decia el mensaje de ayuda, herido. Cuando mi escuadron llego, no vimos ningun peligro por la zona, sin embargo, ordene a mi aliados un escaneo de zona por seguridad. No encontramos rastro alguno, de forma que nos dirijimos al punto de encuentro para socorrer a nuestro compañero herido, sin embargo, no esperaba una trampa en su lugar: El "ser" habia poseido a nuestro aliado y ahora era su marioneta asesina. En una situacion semejante, una persona norma jamas atacaria a su compañero, por muy poseido que estuviera, e intentaria socorrerlo de alguna manera, sin embargo, yo no era precisamente "normal", de forma que ataque al momento de que me di cuenta de su condicion, y al ataque fue fortuito, pues el enemigo hizo lo propio hacia nosotros, eliminando a uno de mis compañeros en el acto. Aunque la situacion era de 3 contra 1, nuestro rival debia de haber sido tambien sometido a alteraciones geneticas, pues facilmente pudo matar a mis otro compañeros al tiempo que se defendia de mis ataques. Esa fue la primera vez que "desperte" todo mi potencial, renaciendo como una autentica maquina asesina, pero, para mi sorpresa, mi rival hizo exactamente lo mismo. El combate fue muy duro, perdi un brazo, y varios de mis organos vitales estaba dañados, mi fuerte regeneracion me mantenia con vida, pero el combate, que ya llevaba varias horas de duracion, estaba empezanda a ser demasiado duro. Mi rival tambien sufria los efectos de mi continuo castigo, sin embargo parecia no notarlo. Cuando consiguio desarmarme y parecia dispuesto a acabar con mi vida, para mi sorpresa, sonrio, bajo su arma y huyo, dejandome vivo. 

Entre mis compañeros muertos y la mision fracasada, lo logico seria un castigo, no obstante, algo parecia suceder en Gaia, por lo que mis superiores, en recompensa por las misiones pasadas y mi expediente casi perfecto, decidieron enviarme a investigar, de forma que pudiera redimir mis errores cumpliendo con exito esta mision. Sin embargo, si me encuentro de nuevo con aquel sujero, el combate no iba a terminar de la misma manera

Notas de juego

Ya subi la ficha. Las tecnicas aun estan en proceso, pero en cuanto las termine las pongo en notas :)

Cargando editor
14/04/2014, 21:04
Lucius Guildarts
Sólo para el director

Sangre, destrucción y remordimientos.

Las pesadillas de Lucius mostraban de manera muy confusa estos tres elementos. La memoria del Cuervo nunca llegó a recuperarse tras formar parte de las filas de Wissenschaft pero, más a menudo de lo que le gustaría, estos truculentos sueños lo acosaban de noche. Así que, de alguna manera, el subconsciente de Lucius agradecía el no recordar nada de su vida pasada.

Realmente tampoco sabía mucho de cómo llegó a una de las instalaciones de Wissenschaft. Todo lo que le dijeron es que lo encontraron en medio de lo que parecía haber sido una batalla horrible en un estado lamentable, pero que en sus ojos se veía una férrea voluntad. -Soy Lucius Guildarts...- Repetía constantemente en lo que hubiese sido su lecho de muerte. Si hacía memoria, acudían a su cabeza algunos recuerdos fragmentados donde se veía en un quirófano o en una anodina habitación donde gritaba de dolor. Su primer recuerdo consciente fue para él como un nuevo despertar, un segundo nacimiento. De alguna manera se sentía aliviado de seguir vivo a pesar de no saber muy bien por qué. Después de terminar de asimilar su existencia, se percató con cierta sorpresa de una presencia a su lado. No sabía si ya estaba allí cuando se despertó o si acababa de entrar. 

-Me alegra ver que por fin despiertas, Lucius.- Le dijo la persona con un tono de voz suave. -Según me han informado, tu proceso ha tenido alguna complicaciones, pero puedo comprobar que ha resultado ser satisfactorio después de todo.- Continuó hablando. El hombre se levantó de su asiento y caminó hasta colocarse a los pies de la cama. Fue entonces cuando vio a la persona que le hablaba. Era un hombre alto y con porte. Sus movimientos denotaban firmeza pero al mismo tiempo destilaban una gracilidad y fluidez capaz de inspirar un poema. Iba vestido con ropa elegante de color negro a juego con su larga cabellera y, a pesar de la amabilidad en su voz, los ojos de aquel hombre mostraban una determinación sin límites. Lo había llamado Lucius y en los más profundo de su ser parecía reconocer ese nombre como suyo.

-¿Dónde estoy?- Preguntó finalmente unos instantes después de escuchar las palabras del hombre. Lucius no tenía ni idea de lo que hablaba aquel hombre. -No sé quien es usted ni como he llegado aquí.- Consiguió añadir con un débil tono de voz.

-Te pido disculpas, ¿dónde están mis modales? Mi nombre es Lucanor Giovanni.- Prosiguió tras una breve pausa para darle a Lucius un tiempo para asimilar la situación. -Los médicos me han dicho que sufres de amnesia, aunque no me extraña después de ver los informes del estado en el que te recogieron.- El hombre se tomó un tiempo para examinar el rostro de Lucius. -No sé si sería adecuado, pero creo que mereces una explicación. Mis hombres te encontraron entre los restos de lo que parecía un campo de batalla. Según me dijeron, por la gravedad de tus heridas deberías estar muerto pero aún así seguías luchando por cada bocanada de aire, por cada instante al que te pudieras aferrar. Parecía que tu destino no era morir ahí y que por eso mismo te encontré en mi camino. Por eso mismo te devolví la vida.- La fuerza con la que Lucanor pronunció esas palabras retumbó en la mente de Lucius. Le costaba comprender todo lo que estaba escuchando, pero algo en su interior se sentía aliviado y complacido por lo que parecía ser una segunda oportunidad. -Tu voluntad de vivir me demuestra que aspiras a un objetivo superior, al igual que yo. Y el destino ha cruzado nuestros caminos para que me ayudes en mi titánica empresa. No sé que es lo que hacías en tu vida pasada y realmente ya no importa. Con la fuerza que te di podrás ayudarme a forjar el destino de la humanidad y del mundo. Dime Lucius, ¿puedo contar contigo?- Los ojos de Lucanor refulgían expectantes ante la decisión de Lucius, quien hacía el esfuerzo por asimilar todo lo que acababa de escuchar. No sabía por qué, pero creía en lo que aquel desconocido le estaba diciendo. De manera inconsciente sentía la necesidad de aprovechar la segunda oportunidad con la fuerza que le habían otorgado. De alguna manera, sentía la necesidad de redimirse y Lucanor le estaba dando esa oportunidad. Así que lo miró fijamente a los ojos y simplemente asintió. El rostro de Lucanor Giovanni sonreía satisfecho. -No me esperaba menos de tí, Lucius.- Respondió complacido.

Los días tras esa breve charla le sirvieron a Lucius para redescubrir su cuerpo. Fue sometido a entrenamientos tanto físicos como mentales que harían volver loco a cualquier persona normal, pero cada día que pasaba Lucius se sorprendía del alcance de su poder. Su instrucción como Cuervo fue intensiva y extremadamente completa. Cuanto más avanzaba el tiempo, más se daba cuenta de la magnitud de las palabras de Lucanor el día que volvió a nacer. Pero en ningún momento flaqueó su voluntad y finalmente aprendió lo que significaba formar parte de Wissenschaft. Durante su largo entrenamiento, comprendió el alcance de las motivaciones de Wissenschaft y el motivo del misterio y el secretísimo que rodeaba a la organización. De alguna manera se sentía identificado, pues su vida también era un misterio a su manera. De modo que abrazó la incertidumbre de su pasado  y el dolor de sus pesadillas para convertirlas en un arma más. Lucius se convirtió en un Cuervo para ayudar en las investigaciones de la organización y mantener ocultos los secretos del Señor Lucanor hasta que el mundo estuviese preparado para comprenderlos. Y haría lo que fuese necesario para cumplir con su misión...

Notas de juego

Te pido disculpas por el retraso. Ayer me fue imposible ponerme con la historia. Espero que esté todo correcto y perdona si me tomé alguna licencia con el trasfondo.

Cargando editor
22/04/2014, 18:21
Linael
Sólo para el director

Aprovecho para poner la historia por aquí, que me acabo de fijar que esta sección esta pa esto XD

Venida a Gaïa el 29 de octubre del año 259 antes de la Era de Cristo, Lienne Naredal Elphyed, actualmente conocida como Linael, a sus 1248 años ha visto el mundo cambiar muchas veces.

Desde su nacimiento estuvo relegada a un papel secundario en la sociedad élfica, por culpa de su Don incompleto, sin embargo eso nunca frenó a una niña de una inteligencia tan abrumadora como la que poseía. Durante su época de estudios fue la típica friki empollona y marginada, destacaba ampliamente en los conocimientos y le fascinaba el mundo sobrenatural al que ella no podía alcanzar tan fácilmente como el resto de sus congéneres, pero su incapacidad para lanzar magia de manera fiable y su debilidad y torpeza física la situaban en el punto de mira de las pullas de todos sus compañeros. Sometida a semejante presión y rechazo, lo único que la impulso a continuar con sus estudios fue la historia de Aeriel ul del Sylvanus, el rey de Argenta, que tenazmente se había enfrentado incluso al todopoderoso Ghestalt Noah Orbatos, para dar esperanza su pueblo. Muchas veces tuvo que leer de sus gestas para recordarse a sí misma que, pese a todo, el legado de tan bravo héroe corría por sus venas, y que cualquier resultado que incluyese el abandono era sencillamente inaceptable.

Con apenas 258 años, la joven Lienne era ya toda una figura en temas históricos y había comenzado un tímido acercamiento a la convocatoria gracias a sus amplios conocimientos de las ciencias ocultas. Tenía claro que lo de convocar seres y subyugarlos a su voluntad no era su estilo, eso mejor dejárselo a los Duk’zarist; jugar con dioses y prometerles cosas a cada cual más locas, tampoco le parecía muy sensato pero… la idea de encarnarse en los héroes de la antigüedad era tan poderosamente atractiva, que solo lamentaba no haber comenzado antes y haber perdido casi 150 años dando vueltas en sus estudios. Cómodamente asentada en la capital del imperio de Sylvanus, y con ninguna clase de contacto con el resto del mundo, poco sabía que en menos de un lustro se convertiría en otra clase de mujer. El evento que propició tan tremendo cambio fue la llegada de Abel, el nuevo profeta.

La primera vez que oyó hablar de Él fue cuando un emisario suyo llegó para tratar con el emperador, y las historias que contaban eran tan fabulosas, que en la imaginativa mente de la joven elfa, la comparación con Aeriel era inevitable. El detonante que la llevó fuera de la ciudad a intentar conocerlo, fue la historia de cómo había llegado completamente solo a Khronos a hablar con la emperatriz de los Oscuros. Sin una sola duda que la frenase, recogió todos sus bártulos, usó su escasa magia para disimular sus rasgos élficos y abandonó Sylvania, para ir tras el Mesías. El magnetismo del mundo humano, y en particular de Cristo la fascinaron y decidió pasar más tiempo estudiando también sus distintas culturas y leyendas. El odio humano hacia la magia la obligó a usar conjuros para ocultar su magia, puesto que nunca había entrado en la Academia Mágica su instrucción en este campo era pobre. Sabía que no funcionarían con todo el mundo pero sin duda evitaría muchos problemas. Así, oculta entre los humanos, disfrutó de cada triunfo del Hijo de Dios, de la fundación de cada Reino Santo y también lloró desconsolada con la traición y crucifixión de Abel. Para una mente inocente con una memoria privilegiada como la suya, aquel episodio la atormentó muchos años.  Una vez recuperada del trauma, durante el siglo previo a la guerra de Dios, comenzó a viajar y a aprender más de los humanos, casi como una obsesión para honrar el nombre de Cristo. A tanto llegó, que muchos de los suyos incluso la consideraron una traidora a las tradiciones élficas, pero tampoco le importó mucho ya que nunca había sido bien recibida. Temerosa de envejecer y dejar de ver el crecimiento y desarrollo de una raza tan apasionada y brillante, aprendió a usar su energía interna para ralentizar su envejecimiento.

Cuando Judas atacó al resto del mundo, Lienne ya había conseguido estabilizar un poco su Don, atando sus débiles pulsos a la fuerte y vibrante música humana lo que le permitió ampliar sus escasas capacidades mágicas. Gracias a ello pudo sobrevivir a tan dantesca y aberrante matanza. Muchos fueron los momentos en los que se planteó si valía la pena seguir viviendo escondida como una refugiada con poca o ninguna capacidad para la lucha pues su poder aun no era suficiente para encarnar a sus preciados héroes. Curiosamente no fue ni un elfo ni un humano quien la ayudó en tal tesitura si no que fue un animal, Arturia el león blanco de Zhorne Giovanni. Tras ser rescatada por tan noble animal de un ataque de hechiceros que la tenían acorralada junto a otros refugiados, Lienne sintió por primera vez el poder correr por sus venas que, años más tarde, cristalizaría en la capacidad de encarnar a La Bestia.

El fin de la guerra dejo el mundo devastado y destruido. Su familia había perecido en la guerra luchando contra la Cofradía de Rah, y la mayoría de sus congéneres sufrían por la falta de energía mágica que había provocado la deflagración que hubo en la isla de Tol Rauko. Gracias a su débil Don, sus necesidades de energía mágica eran mucho menores a las del resto de elfos, sin embargo esto le planteó una dura decisión, abandonar a su raza o abandonar su pasión por la raza humana y con ella todos sus sueños. Con lágrimas en los ojos, se despidió de su gente, a la que no volvería a ver nunca más, y se encaminó hacia las tierras humanas a proseguir con sus estudios. Mientras las cicatrices de la guerra se cerraban, el Imperio de Abel se formaba y el odio racial se aplacaba, Lienne adoptó un nuevo nombre basado en la primera silaba del suyo propio y de sus apellidos, y de ahí nació Linael.

Durante siglos siguientes, Linael viajó a todos los confines del mundo y se familiarizó con todas las culturas que estuvieron a su alcance. Para evitar la soledad se unió a Samael y asi no cortar todos los lazos con su raza. Pese al debacle mágico que provocó la destrucción de Tol Rauko, su contacto con Arturia mientras todavía estaba vivo le permitió canalizar su poder y defenderse contra sus enemigos. Pero a medida que el poder mágico volvia a Gaïa, pudo encarnar a mas héroes humanos de los que había oído hablar: Linx Kazte Hex la asesina de magos de la que encontró escritos en Togarini; Quezcatli el hijo del Sol en las tierras de Itzi donde la tradición oral mantiene vivo su recuerdo; Eiko miembro del clan Asakura que poseía sangre demoniaca y de la que aprendió por medio de los haiku de Lannet;  Gygjur aniquilador de dragones e incluso Nerval el protector de los inocentes, héroes antiguos que descubrió en recónditas bibliotecas de Ilmora.

Linael se encontraba en un antiguo asentamiento élfico de Alberia, ocupado ahora por los humanos, cuando se enteró de la destrucción de Sylvania, la más majestuosa de las ciudades élficas. Aquella noticia arrasó con su mundo interior como en su día había hecho ver la crucifixión de Cristo. El dolor le descubrió que, pese los humanos le resultaban poderosamente atractivos, no podía negar su origen élfico. Esta tardía enseñanza le dio la energía que le faltaba para encarnar a su héroe de la infancia. Lágrimas amargas y dulces, de dolor y alegría recorrieron su cara. Tras este suceso decidió implicarse más con Samael e intentar ayudar más a los de su raza.

Linael estaba en Ilmora de nuevo, leyendo unas antiguas tablillas de barro acerca de un curioso y extraño D’anjayni conocido como Anassilish, cuando alguien de su organización se puso en contacto con ella. Por lo visto un nuevo poder estaba surgiendo en Gaïa y amenazaba a  las organizaciones más poderosas del planeta, y estas estaban dispuestas a frenar esta escalada de violencia. Ella había sido seleccionada como representante de Samael, por antigüedad y versatilidad.

No les iba a fallar a sus hermanos. Eso es un hecho.