A las cinco de la mañana, Fonçinho os despierta con el desayuno ya preparado.
- No lleven muchas cosas, mientras más lleven es peor, solo las cosas normales, un machete, sedal con anzuelos, una brujula, bengalas de señales y una linterna, nada más, lo demás nos retraserá será un peso muerto- mientras os dice esto empieza a cargar su mochila en la lancha- Tomense esto antes de salir- os da un botecito a cada uno donde se puede leer "Specifico Pessoa Contra Veneno de Cobras"
Don Pedro os aleja un poco para despedirse
- Esta noche el río a subido casi cuatro centímetros... Tengan cuidado, puede que simplemente haya llovido mucho en la parte alta del cauce del río, pero... no sé, me huele mal. Jack, ten esto- Don Pedro le entrega a Jack un rifle y 60 balas- Por si tienen problemas, espero que me lo cuides... lo quiero de vuelta... No caigan en la tentación de considerarles simples salvajes, los indígenas tienen su propia cultura, no son chimpancés. Saben qué es un arma de fuego y conocen infinitas maneras de defenderse ante una agresión. Algunas tribus son MUY susceptibles. Ojo con esa diplomacia. A menudo creen que los occidentales son médicos, porque inevitablemente seguro que os piden aspirinas, un calmante o algo así, pero tengan cuidado de ni ofender al hechicero oficial de la tribu
Asentí, echando mi mochila en la lancha. Miro un momento "Pessoa", "Contra"... ¿Qué sería eso? No le di muchas vueltas antes de tomarlo. Aguanté un gesto de asco.
-Muchas gracias, Don Pedro. Tendremos en cuenta sus consejos.
-Gracias Fonçi. -guardé la munición y luego examiné el fusil y las balas que llevaba-
Miro a Nathan la cara que pone al beber el brebaje y le pregunto:
-¿Pasa algo?
Negué con la cabeza.
-Nada sólo... No he dormido demasiado bien.
Sentí unas ganas irrefrenables de volver, pero las contuve. Acabaría esto y sería la última misión en mucho tiempo. Lo prometo.
-¿Para qué es esto Fonçi? -dije mirándole y removiendo el bote de pessoa-
Me senté en el bote, cerrando los ojos. No había dormido bastante bien... Y mi cuerpo notaba la pesadez y la dificultad a la hora de moverme. Podía oír a Jack hablando con el guía.
-Debe de ser algo así como un antídoto preventivo.
-Es que Natham , no se si lo sabes, pero las cobras no son de esta zona...
- Evita que las serpientes os muerdan- explico Fonçinho
A las seis de la mañana emprendeis el viaje, os montáis en la lancha y os alejais del campamento. El sol sale entre las copas de los árboles mientras empezais a remontar el río. Sobre vosotros pasan varias veces el helicóptero de los soldados. Ois algunos disparos entre la vegetación, se tratan de armas automáticas, de los soldados sin ninguna duda. Las aguas bajan recueltas, sobre ellas flotan troncos de árboles de gigantescas rpoporciones arrastrados por la lenta pero continua inundación
Sobre las doce de la mañana Fonçinho atraca en la orilla, acampa una hora para comer y descansar un poco, después os conduce hacia el poblado a través de un cenegal infame y lleno de mosquitos.
- Todo esto era tierra firme hasta no hace mucho, pero la presa ha elevado tanto el nivel del río que la marcha es mucho más complicada. Aun quedan tres horas de viaje
Reanuda la marcha entre el fango, abriendose camino con el machete entre la abundante flora. A la una, el calor empieza a hacer dificil incluso la respiración.
- Estamos cerca, no lleveis nada en las manos que pueda parecer un arma, eso va también por la cámara. No hagan movimientos bruscos que puedan parecer que os estais escondiendo, hablen en voz alta y animadamente, si saben, canten alguna canción. Y muy importante, no se separen
Una última barrera de árboles y ante vosotros se abre un claro de unos cien metros de diámetro, cubierto de agua fangosa hasta aproximadamente la altura de vuestras rodillas. Durante diez minutos no pasa nada, hasta que de pronto, una flecha surge de entre la espesura
- ¡No os movais! Solo es una advertencia ritual, si el tirador hubiera querido atacarnos, ya estariamos muertos
Le gruñí a Jack por su comentario antes del viaje. Por suerte, el viaje era más... Relajante. Casi como ir de turismo... Casi. La flecha casi me saca el corazón del pecho. Me quedé helado y quieto, sin mover ni un sólo músculo.
-¿Puedes... Hablar con... Ellos?
Levanté los brazos para que viesen que no llevo nada en ellos.
Esperais unos minutos y dos jóvenes de unos diecisiete años se acercan, cerbatana en boca uno y un arco tensado en la mano el otro.
- Yamirogami- os dice Fonçinho
El guía les enseña las palmas de las manos. Los jovenes dan varias vueltas alrededor de vosotros, mientras os observan detenidamente. Van vestidos con apenas un taparrabos, llevan pinturas en tonos ocres y verdosos por todo el cuerpo y sus pies desnudos chapotean en el barro.
Fonçinho empieza a hablarles en un idioma que no lograis entender, los jóvenes en ningun momento miran a Fonçinho, solo a vosotros. De pronto los dos jóvenes se alejan haciendoos gestos de que los sigais.
A las cuatro y media de la tarde. El sudor hace que la ropa parezca sólo una pasta pegajosa y caliente sobre la piel, la humedad del aire hace que la respiración se convierta en una agobiante tarea. Podeis ver las plataformas que han construido los Yamirogami. Son todo un prodigio de mimetismo y camuflaje. Por allí solo se ven jóvenes, todos armados, preparados para la emboscada. Fonçinho empieza a hablar con uno que tiene pinturas llamativas en el cuerpo, os explica que se trata del jefe
haced tirada de trepar
Dejé escapar un suspiro de alivio cuando los vi, pero no me relajé del todo. Aún tendríamos que subir ahí arriba, y hacía mucho que no practicaba subida a la cuerda...
-Dile que le presentamos nuestros más profundos respetos.
Motivo: Trepar
Tirada: 1d20
Dificultad: 12-
Resultado: 18 (Fracaso)
No conseguía subir la igual que Nathan:
Por lo menos el lo hace peor...
-Ayúdanos Fonçi, que nosotros somos mas bien urbanitas.
Motivo: trepar
Tirada: 1d20
Dificultad: 10-
Resultado: 13 (Fracaso)
Ninguno de los dos estáis acostumbrados a caminar por esas plataformas, terminais cayendoos, manchandoos enteros de barro.
- Nos van a llevar a su campamento- anuncio Fonçinho
Una escolta de media docena de jóvenes os conduce al autentico poblado, tras unos tres cuartos de hora de marcha. Entre la floresta, las chozas apenas si se ven. Forman un círculo, cocn una plataforma en medio sobre la que arde un fuego. EL agua llega hasta las rodillas en algunas partes. No se ven ni mujeres ni niños, solo hombres en atictud cautelosa. Poco a poco, los nativos se van acercando.
Segundos después, un anciano con el cuerpo lleno de pinturas rituales en tonos no demasiados chillones, las orejas adornadas con plumas de pájaro y un enorme bastón en la mano, se acerca a vosotros. Le acompaña, con gesto desafiante, un niño de unos doce años. El anciano empieza a hablar y Fonçinho os traduce
- Bienvenidos, soy el brujo, ¿que desean?- en todo momento habla directamente con vosotros, nunca mira a Fonçinho
Levanto la mano y le digo al hechicero mientras bajo mi cabeza:
-Hakuna matata.
Esperaba que Nathan le explicase mejor y de forma mas diplomática lo que queríamos, y que necesitábamos. El estaba mas concienciado con todo esto que yo.
Mantuve la calma ante el chiste de Jack. Por suerte, el hechicero no lo entendería.
-Puedes decirle que hemos venido a aprender de ellos y de lo que puedan enseñarlos. Que su cultura es muy preciada para nosotros. -le dije al guía, pero sin dejar de mirar al hechicero con respeto, y con ligera admiración, pero sin dejarme avasallar.
Fonçinho traduce lo que Nathan dice al hechicero, esté habla hacia Nathan, mientras vuestro guía os traduce
- ¿Que es lo que quieren saber?
-Dile que queremos convivir con ellos un tiempo, que queremos integrarnos en sus costumbres. -comenté mientras sonreía mirando al brujo- que podemos intercambiar información y conocimientos.
Prueba de fuego... Si daba un paso en falso, sólo podía acabar de una manera... Muerte dolorosa. Por suerte, Jack no había dicho una burrada... De momento. A ver cuánto duraba.
-Queremos aprender sobre vuestras costumbres ancestrales. Nuestro único afán es el del conocimiento.
- Los necios blancos no pueden conocer su cultura, para saber sus costumbres, debeis demostrar que no sois necios blancos, sino auténticos hijos de la diosa, para eso debeis ir al nuevo emplazamiento del hechicero, sin ayuda, está protegido, si lo consiguen, sereis aceptados como miembros honorificos de los Yamirogami- os traduce Fonçinho- El nuevo emplazamiento está a un día
Fonçinho os mira preocupado
- Pronto anochecerá, no creo que sea buena idea ir ahora, es mejor esperar a que amanezca
El hechicero empieza a decir algo más
- El brujo, dice que podéis quedaros esta noche si quereis, está noche harán el ritual de la Yeye-ga, sus mujeres la tomaran esta noche, os invita a probarla también si quereis