Partida Rol por web

Peter que se había mantenido callado durante un buen rato habló al parecer a medida que la comida entraba a su estómago este abría sus ganas de hablar,señaló la placa que llevaba en el cinturón y dijo tras tragar.-Agentes Federales...-Sonrió ante el comentario de gente de ciudad y rió un poco.-yo nací en Monroeville en Alabama, un pequeño pueblo.-bebió un poco de agua y siguió dandole buena cuenta a su plato

Jules estivo a punto de soltarle una fresca a la señora, algo parecido a: "Métase en sus jodidos asuntos", pero la intervención de Peter fue especialmente oportuna. Así que se limitó a sonreír tontamente, y seguir comiendo como si nada hubiera escuchado.

- ¿Cuando se largara la señora? La verdad es que no sabía hasta cuando aguantaría la presencia de aquella "buena" mujer.

John no estaba muy cómodo con la presencia de aquella mujer durante la cena. No es que tuviera algo en especial contra ella, pero había deseado poder usar aquel momento para ponerse al día con sus compañeros. Aquello no iba a poder ser posible mientras la dueña del lugar se encontrase con ellos. Los asuntos de los oficiales no eran aptos para cualquier oído, y John tenía la impresión de que, de mencionar algo, las novedades no solo llegarían a los oídos de la señora Norm. Por eso durante la cena se dedicó solamente a saborear aquella comida y no pensar demasiado. Con suerte, tras la cena, la mujer les daría un momento a solas... con suerte, pues de pronto parecía haber adquirido un carácter mas sociable, demasiado, en comparación a como se había mostrado a primer momento. No le sorprende, en ese pueblo la gente parece tener mas interés por los temas ajenos que los propios... y no les culpa, no parece la clase de lugar en la que suceden cosas interesantes muy seguido... o nunca.

- Estamos aquí para investigar los recientes asesinatos – dijo finalmente, sin rodeos, dejando los cubiertos de lado y echando una penetrante mirada a aquella mujer, una mirada que intenta suavizar con una falsa sonrisa, mientras toma una servilleta y se limpia la comisura del labio. Directo y al grano, tal vez así aquella mujer desista de la idea de meterse en esa clase de asuntos, demasiado grandes para alguien encerrado en un pueblo como ese.

Como si nada, desentendiéndose de su propia indirecta, John vuelve a centrarse en la cena.

Ah son ustedes agentes, ya veo. Si me lo hubieran dicho antes no les hubiera cobrado por adelantado... Dijo cuando Peter le respondió. Oh sí. dijo tras la aclaración de John Dwight. Pobre señor Bale y señor Elmore, Dios los tenga en su Gloria. Y la forma en la que dicen que murieron... Un horror, un auténtico horror. En fin, estos temas no son adecuados para la mesa. Será mejor que comamos.

Carraspeó la garganta de modo cortante y lanzó una mirada gélida al ver que algunos de ellos ya habían empezado con el plato. Al mirar hacía ella descubrieron que ni siquiera había tocado los cubiertos. Niña. Dijo volviendo la mirada hacía Salina. Bendice la mesa si me concedes el favor. Dijo con una entonación educada. Me gustaría escuchar alguna plegaria diferente para variar.

Salina no había tocado el plato tampoco. Siendo previsora, se había imaginado que en aquel pueblo serían muy devotos y que bendecirían la mesa antes de comer, podía darse esa opción, aunque también podrían estar ante una persona poco devota. Sin embargo se había fijado en que su anfitriona no había tocado el plato y ella tampoco lo hizo por simple cortesía.

Pese a haberlo imaginado, lo que no hubiera llegado a imaginar jamas es que le tocaría a ella bendecir la mesa. No le gustó que le llamara "niña", pero fue comprensiva dado la educación con la que se había dirigido a ella. No obstante, apenas se sabía alguna oración para bendecir la mesa.

Señor... Bendícenos y bendice los alimentos que vamos a tomar a continuación gracias a tu bondad. Dijo de manera breve, ya que era la única bendición que se sabía de las cenas familiares en casa de su abuela.

Glenda sonrió agradecida aunque fue sincera. Gracias muchacha, aunque esperaba escuchar una oración más larga. Supongo que las viejas costumbres se pierden entre los jóvenes de hoy día. Suspiró con cansancio y empezó a comer.

John se quedó paralizado tras la petición de la señora Norm. Ya se había echado sobre la comida sin demoras, olvidándose completamente de aquella costumbre, seguramente mas habitual en la gente de aquella zona que en las personas de la gran ciudad. Nunca había sido demasiado creyente, mucho menos en los últimos años, aunque no por ello dijo nada. Tan solo disimulo un poco mientras seguía masticando la comida, lentamente, y puso las manos sobre la mesa mientras Salina recitaba aquella breve oración. No es que acompañara aquello, ni mucho menos, pues no se sumó a aquel ritual ni por un segundo, pero trató de mantener el respeto, mas que nada por la vergüenza que había sentido ante aquella situación. Tras ello siguió comiendo sin mas reparos ni remordimientos.

Jules casi soltó un suspiro de incredulidad ante la situación. Dejó los cubiertos sobre la mesa y trago lo que tenía en la boca. Cuando Salina acabó la bendición, Jules lo acompañó de un sonoro: - Amen! Aunque sonó algo teatral. Después continuó comiendo, sin dar mayor importancia a lo acontecido.

- ¿Que sabe usted de lo ocurrido a Bale y Elmor, señora Norm? Dijo de improvisto Jules sin levantar la vista del plato. Nunca se sabía, a lo mejor la chismosa señora sabía quien era el asesino. No perdía nada por preguntar. Jules levantó la mirada del plato, y observó a la buena señora.

Lo único que sé de sus muertes, Dios los tenga en su gloria, es que al pobre James lo encontraron en su propia casa y al señor Bale lo encontraron en el jardín, sobre sus queridas plantas. ¡Cuánto amaba ese hombre las plantas! Bendito sea. Se santiguó con un rápido movimiento de manos. Toda su vida trabajando en el mundo bancario. Cuándo vino aquí hace dieciocho años pocos eramos los que teníamos algún dinero que guardar. Pero él logró sacar adelante el banco y ayudo a prosperar al pueblo concediendo créditos a muchos granjeros de Ashville. Era un hombre justo. Trataba de dar siempre lo que necesitaran aunque muchas veces no fuera posible. Y ahora con su muerte esos cabrones quieren cerrar la sucursal... ¿Saben ustedes lo que supondría para el pueblo? ¡Es indignante! Ni si quiera lo han enterrado todavía y ya hablan de llevarse la sucursal, esos banqueros no tienen el mínimo ápice de respeto. Solo les importa nuestro dinero. Pues me se de más de uno que preferirá guardar sus ahorros bajo la almohada como antaño que tener que ir hasta Joshua Tree.

John siguió concentrado en su comida mientras la señora Norm da su testimonio extraoficial. No escucha nada nuevo, ni piensa hacerlo. Viendo la naturaleza de la gente de aquel pueblo, si no a escuchado nada nuevo aun es por que seguramente no lo sabe, pues la gente de aquel lugar parece tener la tendencia de estar muy bien informada.

Jules esbozó una media sonrisa algo forzada cuando la señora Norm concluyó. - Gracias por compartir los datos con nosotros, seguro que alguna cosa de la que nos ha contados nos será muy útil. Cogió un poco de pan blanco y se lo llevó a la boca.

- Será mejor que acabemos de cenar, así los cuatro podremos contrastar los datos obtenidos. Esperaba que si se lo decía directamente, la señora Norm les dejaría solos después de la cena.

Cuando terminaron de cenar la señora Norm les ofreció café. Ella tomó un poco y después de eso se fue un rato al salón de la casa, donde estaba el único televisor. No volverían a saber de ella en lo que restaba de día, ya que Glenda no se metería en sus asuntos.

Tras la cena, ya con las estomago ceno, mas que satisfecho, y viendo que la dueña de la posada finalmente les dejaba un momento a solas, John se dio el lujo de relajarse un poco mas. Sacó el cigarro del bolsillo de su abrigo y lo puso en la comisura de su labio, como de costumbre, sin encenderlo, de la misma forma que de su abrigo también emergió una pequeña libreta llena de anotaciones.

- Entonces – dijo finalmente - ¿Cuales son las novedades? - Preguntó a Peter y Salina.

Después de que la señora Norm les dejara solos, Jules se permitió el lujo de recostarse cómodamente en su silla, y desentumecer los hombros cansados y agarrotados después de todo el día.

Observó el gesto de John, el mismo que le había visto hacer en la cafetería. Tendría que preguntarle cuando dejó de fumar... Pero en otro momento. Ahora Jules miró con interés a Peter y a Salina, tenía ganas de saber que habían averiguado.

Salina, aunque podía dejar hablar a su compañero, prefirió empezar ella, y que él completara lo que ella no dijera.

Al ver la libreta de Dwight, se reprendió a si misma, por no haber hecho lo mismo. Se nota que tienes mucho que aprender, Salina...

Aunque su memoria era buena, apuntarlo todo les hubiera facilitado mucho las cosas. Con un pequeño carraspeo, para llamar la atención, Salina empezó a resumir sus pequeñas averiguaciones.

- Lo primero que pudimos descartar, es el robo. Por lo visto, a Bale le encontraron la cartera en el bolsillo, con todo el dinero dentro. Primero, empezamos con Elmore. El asesinato ocurrió en el salón, que se encontraba todo destrozado, tirado por los suelos, y roto. Además...había muchísima sangre, por todos lados, que espero que podáis explicar tras analizar el cadáver. ¡Ah, y en ambos escenarios, había paja por el suelo. Por una parte, es un detalle curioso, porque es algo que no tendría que estar ahí, pero...Esto es Ashville, y la paja no descarta a muchos sujetos que digamos. La otra cosa que nos llamó la atención fue la esquina de la mesa, que se encontraba desportillada. Pensamos que Elmore podía haberse golpeado ahí. ¡Ah! Y el asesinato ocurrió por la noche, sus vecinos escucharon gritos de dolor. Y otro vecino dijo que vio la tele encendida, mientras ocurría.

Además, el médico comprobó que estuviera muerto desde la ventana, así que supuestamente no entró hasta la llegada de la sheriff. Cuando entraron, el rigor mortis estaba muy patente, según el médico. El cuerpo se encontraba en medio de la habitación, con la cabeza ligeramente inclinada, y...junto a una mesa. De ahí mi sospecha de que se podía haber golpeado ahí. Al parecer, el doctor también lo piensa. Y aunque no es forense, nos dijo su opinión, que "el asesino irrumpió en la casa, le cortó el vientre con una hoja curva (como una hoz), y que Elmore al caer se golpeó en la esquina de la mesa. Y su muerte no fue nada agradable". 

Salina se mesó unos segundos el cabello, intentando recordar algo más. Encogiéndose de hombros, decidió pasar a Bale.

- En este caso, el asesinato ocurrió en el jardín. De igual forma que con Elmore, el jardín se encontraba lleno de desperfectos, jarrones rotos, todo revuelto...Y de nuevo, la sangre abundante, y la paja. No entramos dentro de la casa, porque la sheriff Baker nos dijo que no había nada extraño. Al parecer el asesino ni siquiera llegó a entrar. El cuerpo de Baker fue encontrado bocabajo, sobre un charco de barro. Se ve que se encontraba regando las plantas cuando ocurrió el asesinato, o eso piensa el hombre que encontró el cuerpo, el señor Buch. 

Con un sonoro suspiro, Salina se echó hacia atrás en el asiento, relajando el gesto de concentración que tenía hasta entonces.

-Lo que está claro, es que ninguno de los dos tenía ningún problema muy serio con la gente del pueblo (según los testigos, claro está. Que luego sea verdad ya...), aunque Elmore tenía deudas en su tienda. Pero pensaba cerrarla, así que tampoco es una gran pista. 

Jules dejó escapar un suspiro largo, había tenido la esperanza que con los datos aportados por sus compañeros se pudiera cerrar el caso. Estaba claro que no era así. - Hubiera sido demasiado fácil...

Cuando Salinas acabó de exponer los echos, Jules sacó una pequeña libreta del bolsillo interior de su chaqueta, y empezó a mirar las anotaciones que había echo en ella. - Si queréis, os cuento las conclusiones que saqué después de examinar a los fiambres de nuestros amigos. Dijo levantando la vista de la libreta. - John ya las ha escuchado, pero no creo que le importe volver a oírlas. Añadió con una sonrisa afable a su compañero. - Así tendremos todos los datos recopilados hasta ahora, y podremos empezar a sacar hipótesis... Supongo...

- Empezaré... En el cuerpo de James Elmore, había restos de astillas en la mano izquierda, y en su derecha hebras de paja... Como ya sabíamos, tenía una incisión terrible en el vientre, que seguramente le provocó la muerte. Encontré pequeñas fibras de un color rojizo adheridas a su intestino delgado, y también restos de orín de hierro. La herida fue producida por un arma de hoja curva de un solo filo. Hizo una pausa, y miró la expresión de sus compañeros.
- Que mas... Volvió la vista a la pequeña libreta. - La herida craneal de Elmore presentaba pequeños trozos de madera incrustada. No era una herida profunda, así que podría ser fruto de la caída del cuerpo, al recibir la herida de arma blanca.  Probablemente, la victima llevaba muerta entre ocho y doce horas cuando fue encontrado su cuerpo.

Jules hizo una pausa, y observó la reacción de los demás antes de proseguir con la exposición de las pruebas halladas en el cuerpo de la segunda víctima.

- ¿Por donde iba? Mientras volvía a sumirse en las notas de su libreta. - Eso, Robert Bale. Las manos y los brazos de Bale, al contrario que las de Elmore no presentaban heridas, ni había señal de astillas clavadas. La parte del frontal del cuerpo de Bale estaba manchada por barro seco, además de las mismas hebras de paja pegadas en la ropa, iguales que las que encontré en el cuerpo de Elmore. Hizo una pausa, y buscó con la mirada algo que beber. Tomó un vaso de agua, e hizo un par de sorbos. Luego, retomó la explicación.

- La herida fue en el pecho y atravesó directamente su corazón, haciendo que su muerte fuera prácticamente instantánea. Por la trayectoria de la herida, idéntica a la que tenía Elmore, supongo que el arma debió ser una arma de hoja curva de un solo filo. Además, la herida también presentaba restos de orín. Jules levantó la vista de su libreta, buscando la mirada de sus compañeros. - Según mi opinión, está claro que se trata de la misma herrumbrosa arma homicida.

- Que más... Prosiguió. - El rigor mortis y el grado de descomposición en el cuerpo de Bale indicaba que llevaba muerto entre 6 y 9 horas cuando fue descubierto. Además, presentaba muchos organismos larvarios en sus cavidades, como si hubiera yacido varias horas en un entorno húmedo y orgánico. La verdad es que este dato me resultaba desconcertante, después de oír los datos de la señorita Sparks, el misterio ha sido resuelto. Y añadió una sonrisa satisfecha a su comentario.

Cuando acabó, guardó su libreta en el bolsillo interior de la chaqueta.

- ¿Alguien es capaz de atar algunos cabos y llevarnos hacia la siguiente pista? Preguntó inocentemente Jules.

-Sinceramente...yo no. - Reprimiendo un nuevo suspiro, que no ayudaría en nada, Salina intentó ocultar su frustración - Ahora sabemos el escenario, y la muerte. Pero ¿sospechosos? Todos y a la vez ninguno. El problema de este pueblo es que la mayoría tienen ese tipo de "armas", porque podría tratarse de una hoz. Y los que no las tienen, pueden conseguirlas fácilmente. Los restos de paja siguen en la misma dirección, así que tendríamos que empezar a hablar con todos. 

Cruzó las piernas, cambiando de posición, antes de preguntar.

- Lo que me llama la atención son los trozos de astillas en la mano izquierda de Elmore. ¿Las astillas las tenía clavadas en la mano? De ser así, no podrían ser de la caída, ¿no es así? Y viendo el estado en el que se encontraba el salón, puede que Elmore intentara defenderse antes de...su muerte. Pero el jardín de Bale también estaba echo un asco, y claro...si su muerte fue tan rápida, no pudo defenderse. De hecho, llevaba la manguera, y encendida, cuando lo encontraron...¿Puede ser que el asesino armara todo ese alboroto en busca de algo? 

Pero, ¿qué podría haber en un jardín interesante? Seguramente no fuera para eso, pero...¡menudo lío!

- Por cierto - agregó finalmente - Se me olvidaba decir que el doctor observó el cuerpo de Elmore al día siguiente, no por la noche. 

Peter se mantuvo en silencio mientras Jhon comenzaba a hablar y observaba su extraño ¨Ritual¨ pero la duda del tabaco y algunas pequeñas preguntas que le surgieron fueron aparcadas a un lado pro las palabras de su compañera,su mirada se desvió a ella y observó como esta iba ¨lanzando¨ sobre la mesa las pruebas descubiertas por ellos...que ya de por si no eran muchas  y de vez en cuando Peter asentía con la cabeza o apoyaba las palabras de su compañera con las suyas propias para darle algo mas de colaboración al asunto.

Tras hablar Salina comenzó a explicar Jules y con las palabras del otro agente la imagen de Salina abandonó su mente y comenzaron a llegarle pequeñas preguntas para jules sobre los cadáveres.-El asesino usó un arma Oxidada?...tal vez haya mas rastro de óxido por las casas..no?se que parecen ideas un poco estúpidas pero..tan lejos de la civilización y de los buenos equipos lo que nos queda en conjeturar e intentar hallar algo inteligente no?...-Peter preguntaba mientras pausaba para beber o simplemente tomar aire.-Preguntar tal vez a algunas personas que hacían sobre esas horas,hablar con el resto de testigos...¿había una chica que decían que podía  haber visto algo no?.-Preguntó Peter a Salina.-Tal vez empezando por ahí..consigamos algo,para seguir..sobre lo de la muerte de Robert Bale...-Se crujió los dedos de la mano a medida que hablaba,de uno en uno para liberar algo de tensión¨Necesito dormir¨.-si la herida entró por el pecho...o su asesino era alguien sumamente silencioso o tenía la suficiente confianza con el señor Bale como para poder matarlo de frente.-Peter no sabía que mas decir aparte de algunas pequeñas ideas  que no eran mas que eso...fantasmas en su mente,así que dejó que las palabras de los demás iluminaran un poco el camino de la investigación.

John escuchaba atento las nuevas noticias, aunque no levantaba la mirada, y sus ojos se clavaban en las anotaciones que tenía en su libreta. Jugueteaba con el cigarro, ahora en su mano derecha, mientras se mantuvo en silencio durante unos segundos eternos, mirando aquellas anotaciones, como en trance.

- Mierda... - maldijo finalmente, entre dientes, mientras su mano izquierda iba hacia la libreta y arrancaba la hoja que estaba llena de notas y garabatos. Instantes después aquel papel era una pelota arrugada entre los papeles y John se encontraba de pie, caminando de un lado a otro, cerca de su silla, aun jugueteando con el cigarro entre los dedos de su mano derecha.

- Bien, vamos a ver – dijo finalmente, tras caminar de un lado a otro durante un par de segundos, como un científico loco de caricatura. Finalmente se detuvo frente a la mesa y se dirigió a sus compañeros.

- Tenemos a Elmore por un lado. El hombre vive solo, trabaja en una tienda de alimentos. Se encuentra en su casa, sentado, viendo televisión, descansando luego de un día de trabajo –  mientras hablaba comenzó a ir de un lado a otro de nuevo, gesticulando con sus manos y mirando al suelo, como recitando un monólogo -  alguien entra a su casa. Elmore se da cuenta de esto, pero no reacciona por que conoce a esta persona. Este tipo se aprovecha de la confianza, se acerca lo suficiente a Elmore, y entonces le apuñala en el estomago – representa la situación, haciendo de cuenta que tiene algo en la mano, la cual lanza con fuerza hacia adelante. Guarda silencio unos segundos y se vuelve a girar hacia la mesa – o, nuestro asesino se acerca sigilosamente, toma a Elmore por sorpresa, le inmoviliza y le apuñala – vuelve a representar la situación, ahora un poco mas compleja, como quien ensaya para una obra de teatro. Tras ello se queda pensativo un instante – aunque la autopsia no muestra marcas de forcejeo ni golpes. En cualquier caso, Elmore recibe un golpe en el estomago. Ese no es un golpe mortal, uno tarda bastante tiempo en morirse por una herida de esas características, y antes queda inconsciente por la perdida de sangre. Así que Elmore resbala mientras grita de dolor, los vecinos le oyen, se golpea la cabeza contra la mesa, lo cual explica el golpe y las astillas, para luego caer al suelo inconsciente. Para cuando llega alguien a la casa entonces ya está muerto.

Volvió a hacer una pausa, mirando a la mesa, esperando alguna señal de aprobacion, aunque no la espera y sigue.

- Ahora vamos a Bale... el hombre está regando sus plantas, alguien se acerca, tal vez lo reconoce, tal vez no lo ve, el caso es igual que con Elmore, pero este tampoco muestra señales de forcejeo o pelea en la autopsia. Recibe un golpe mortal directamente en su corazón. No hay gritos de ningún tipo, Bale muere de manera instantánea, sin agonía, sin pelea – dijo mientras volvía a su numero de danza con sus manos, caminando de un lado a otro – un simple y unico golpe mortal. Nuestro hombre – dijo en referencia al asesino – aprendió, no fue al estomago, fue directamente al corazón, no quiso correr el mismo riesgo que con Elmore.

Hizo una pausa. Se quedó pensando ahí, de pie, durante unos instantes, antes de seguir, mirando de nuevo a sus compañeros.

- ¿Por que tanto alboroto? - preguntó, aunque para ese momento ya parecía hablar consigo mismo – quiero decir... con Elmore era comprensible, el no murió instantáneamente, tal vez tiró un par de cosas luego de recibir el golpe, dio un par de vueltas, gritó, incluso hasta pudo haber tratado de defenderse luego del ataque, pero al final cayó inconsciente luego de darse la cabeza contra la mesa. Pero no tiene sentido con Bale, pues no hay gritos, no hay signos de pelea. A menos que sea el mismo asesino quien haya hecho todo ese desastre, tal vez para cubrir sus huellas. Tal vez quería dar la impresión de que hubo una pelea, tal vez quería hacernos creer que ni Elmore ni Bale le conocían y trataron de defenderse.

Volvio a sentarse, abandonando aquella obra. Se llevo el cigarro a la boca y las manos a la cabeza. Despeinándose. Lucia cansado, agotado, pero no se permitía darse por vencido.

- No tiene ningún sentido – dijo casi en un suspiro – es inútil. No tenemos ningún móvil, siquiera estamos seguros de que las victimas conocieran o no a su atacante. Lo único que sabemos es que ambos asesinatos se produjeron con un arma blanca, de hoja curva, probablemente una hoz, y en ambos casos se trató de la misma arma oxidada. La paja en la escena del crimen nos indica que fue el asesino quien la llevo hasta ahí, probablemente en su ropa... ¿pero como iba a ser tan descuidado? ¿Jodió nuestra escena del crimen pero no reparo en ver que sus zapatos estaban llenos de porquería?... Da igual, lo que sabemos nos sirve para incriminar a prácticamente la mitad del pueblo.

Se echó para atrás sobre el respaldo de su asiento, completamente derrotado, mirando al techo, volviendo a dejar que sus dedos juguetean con el cigarro apagado, cansado de darle tantas vueltas a lo mismo, de seguir hilando teorías sin ningún resultado. Al menos sus dedos seguían despiertos, y el cigarro bailaba de aquí para allá.

- No se si este sujeto es muy idiota, o simplemente está jugando con nosotros – dijo frustrado, sin poder añadir mas de momento. Su cabeza daba mil vueltas y sentía como si le fuera a explotar en cualquier momento - ¿Alguna sugerencia? - dijo finalmente, mirando al resto de la mesa.