Partida Rol por web

La pequeña Amanda estaba en su cama, tapada hasta la cabeza y llorando asustada. No comprendía muy bien lo ocurrido y tenía mucho miedo. Miró asustada a los agentes cuando entraron y se cubrió más con la manta intentando protegerse de ellos. Los agentes habían encendido la luz del cuarto para que la niña no se asustara más de lo debido pero la tormenta provocaba que la luz apagara y se encendiera intermitente durante todo el tiempo mientras el cielo rugía en el exterior y los cristales se sacudían de vez en cuando.

La pequeña se tranquilizó un poco al ver a su hermano y su prima allí con ellos. Y miró a los agentes confiando en que fueran buenos después de que John dijera sus nombres. -¿Se ha ido ya el monstruo?. -Preguntó con una aguda vocecilla.

Con la ropa y el pelo chorreando, Peter intenta seguir como puede las huellas que van desapareciendo frente a él. Se mueve con velocidad entre los maizales como un perro de presa que ha captado el olor de su objetivo hasta que finalmente no puede avanzar más.

"Es inútil, con esta tormenta es imposible encontrar ningún rastro más, aun así, parece que todo guía hacia la granja del viejo loco Hill. De nuevo" se queda pensativo unos segundos, bajo el torrente de agua, mirando hacia la dirección por donde se pierden las huellas. "¿No tenía ese viejo un granero cerrado a cal y canto? Sabía que teníamos que haberlo abierto a la fuerza!" gruñe mentalmente el joven. Exasperado y renegando desanda el camino hasta la casa. Sea lo que sea que se esconda en ese sitio, no se moverá mientras dure esta tormenta. Y Doc prometió información nueva respecto al cadáver de la víctima. Peter se limpia lo mejor que puede las botas cuando llega a la entrada de la casa y busca una toalla con la que secarse. Chapoteando y calado hasta los huesos vuelve a la planta tercera, donde Sullivan estará terminando su autopsia.

-Doc, dime que tienes algo bueno que contarme...

-Pero ¿a qué puñetera piscina te has lanzado, muchacho?. -Dijo cuando vio el estado en que venía su compañero.

El humor de Peter no estaba para las bromas de Jules y este lo entendió enseguida, así que sin perder más tiempo procedió a relatarle a Peter lo que había sacado en claro del examen médico. Mientras hablaba, se quitó los guantes y los tiró a una papelera que había junto a la pared y después recogió su instrumental en el estuche del que lo había sacado antes.

-¿A qué no adivinas como era el tipo de arma con el que se cometió el crimen?. - Le preguntó de forma retorica, aunque Jules ya estaba hablando antes de que él respondiera. - En efecto, una hoja curva de un sólo filo. He encontrado restos de paja sobre la victima. No hay señales de resistencia y creo que la herida de la garganta pudo ser causada en primer lugar, sería lo inteligente para evitar que la victima alertara al resto. La herida del pecho se la produciría después, la muerte fue instantánea. -Jules miró algo perturbado a Peter, cosa que parecía improbable que sucediera algún día. -Creo que nos enfrentamos a un tipo con una gran fuerza. Las heridas han sido completamente limpias, y tenían gran profundidad y una contundencia atroz.

Peter se queda mirando a Jules cuando comenta su aspecto de perro mojado. Decide no responder bajo amenaza de no parar de soltar reniegos hasta el día del juicio final. Escucha con atención lo que le dice su compañero mientras trata de secarse en vano con la toalla, que no da para mucho.

-Tiene que serlo si ha escalado tres pisos con la sola ayuda de un pico y una cuerda de esparto. ¿Has notado si tiene alguna marca de ligaduras en el cuerpo nuestra dama sureña?- le pregunta el joven, porque lo de la paja en la ventana y el suelo lo tenía más o menos resuelto pero en el cuerpo no tenía todavía aún sentido.

Jules enarcó una ceja mostrándose ofendido y miró fijamente a Peter.

-¿Tú crees que si hubiera alguna marca de cuerdas no te lo hubiera mencionado ya?. He examinado todo minuciosamente y si la hubieran atado saltaría a la vista. Además, ¿qué sentido tiene?. La mata rápidamente, la ata, luego la desata ¿y huye?. - A veces había que tener mucha paciencia con el hombretón negro.

-¿Crees que la mató con el pico que usó para escalar?.

-Dimelo tú. Crees que un pico de escalar podría dejar ese mismo tipo de corte?- le pregunta Peter pasando por alto el tono ofendido de su compañero. Sólo necesitaba saber si era eso posible -Por muy fuerte que sea el asesino, dudo que escalara tres pisos de altura cargado con un pico y una guadaña, complicaría demasiado la subida, así que como se suele decir, lo más simple suele ser lo más certero: ¿para qué llevar dos cuando con una tienes suficiente?- se encoge de hombros, cosa que hace que aún se le pegue más la ropa mojada al cuerpo. Peter reza mentalmente para no acabar con una pulmonía tras esta misión.

-Y empieza a quedar claro que la paja proviene de la cuerda de esparto que usó para subir. Quizás la paja en el cuerpo fue por simple transferencia del asesino a la víctima, pero sigue sin encajarme del todo. Las casas de las otras dos víctimas eran plantas bajas, no necesitaba usar una cuerda para entrar, no? Y en cambio encontramos la misma paja...- Peter sigue dándole vueltas al tema, algo le mosquea tremendamente en todo este asunto.

-Pues... -Jules lo meditó un instante. -No. Los picos de escalada suelen tener hoja de sierra y los que se usan para cavar no tienen hoja. Así que no lo creo. Puede que utilizara el mismo arma para subir y para asesinar, pero no creo que fuera un pico, tendría que ser otro tipo de herramienta. -Jules también pensaba que llevar una guadaña cargando para semejante escalada complicaría mucho el asunto, así que en ese punto le dio la razón a su compañero.

-Lo de la paja también me escama a mí. Es muy extraño. Puede que usara una cuerda para subir una guadaña hasta aquí arriba mientras escalaba y que esas hebras de paja se quedaran en la hoja o el arma. -Jules sacudió la cabeza como si nada le cuadrara.

Era lógico que la niña estuviera asustada. Lo que vio, añadido a una noche de tormenta, era algo que ningún niño normal aguantaría. Así que intentó que sus movimientos no fueran bruscos y darle tiempo a Amanda para que pensara las respuestas antes de hablar.

-Sí, se ha ido. Ahora estás a salvo- dijo, deseando haber estado antes para que nada de aquello hubiera pasado. Una vez más, el asesino se les había adelantado- estamos aquí para atrapar al monstruo. Así que si nos cuentas lo que viste nos sería de mucha ayuda, por supuesto, tómate todo el tiempo que quieras.

Meter prisa a una niña en esa situación no serviría de nada. Lo mejor era dejar que el ritmo lo marcara ella.

Tomándose cierta confianza, Salina avanzó hasta la pobre niña y le dio un abrazo tranquilizador. No tan efusivo como para recordarle los abrazos que seguramente su madre le daba, sino que simplemente quería demostrarle su apoyo, enseñarle que no estaba sola. 

No dijo nada, ya que John había realizado la pregunta cuya respuesta necesitaban, pero intentó transmitir un gesto sereno y amistoso. 

Amanda se tomó su tiempo. El abrazo tranquilizador de Salina ayudó a que la niña se calmara y dejara de llorar y temblar asustada como hasta entonces y las palabras de John relajaron la tensión y el miedo que sentía.

-Mami estaba aquí. -Empezó a explicar la pequeña. -Yo no podía dormir porque tenía miedo de la tormenta. Me estaba cantando una canción para que durmiera. Pero... algo hizo clash... y mami se fue a ver que era.  -La niña recordaba lo que había sucedido y hablaba despacio y en voz baja. Utilizaba un lenguaje de niño pequeño, como era natural, pero los agentes conseguían entender lo que estaba explicando.

-Entonces el rayo hizo brummm, y yo me asusté, y fui a buscar a mami pero... pero cuando llegué a su cuarto... -Llegados a este punto los agentes tuvieron que darle fuerzas para que recordara lo que había visto y no se desanimara. La niña estaba muy asustada y empezó a llorar otra vez. Entre sollozos lograron entender lo que decía. -Mami estaba en la cama tumbada y el monstruo de paja tenía una hoz y se la había clavado....- Amanda rompió a llorar y se abrazó a Salina con muchísima fuerza.

-Me miró...- Dijo entre sollozos con la cara hundida en el regazo de la agente Sparks. -El hombre de paja me miró... tenía los ojos ciegos pero me miró. -Después de eso les costó largo rato que volviera a poder hablar y lo que les dijo fue que tras lo ocurrido fue corriendo a buscar a su hermano Lucius.

Salina se sintió furiosa y confusa. Furiosa por el cruel asesino, que era capaz de forma tan retorcida, a una pobre madre que se preocupaba por cuidar a sus hijos. Confusa especialmente por el comentario de la niña sobre que tenía los ojos ciegos. 

¿Llevará lentillas blancas?¿Algunas gafas protectoras? No creo que nadie de Ashville posea gafas de visión infrarroja...No creo que un verdadero ciego pueda haber cometido estos asesinatos. 

Sin llegar a una solución clara al respecto, Salina preguntó:

-Dime cariño, cuando dices que era el hombre de paja, ¿a qué te refieres exactamente? Descríbemelo lo máximo que puedas por favor. 

Amanda tembló de miedo por la pregunta que Salina le acababa de hacer, la agente notaba los temblores que sacudían el cuerpo de la pequeña. Sin levantar la cabeza del regazo de Salina la niña contestó a la pregunta:

-Era de paja. -Y después se echó a llorar desconsolada.

Su prima Linda se acercó a ella para abrazarla y consolarla y los agentes se dieron cuenta de que no lograrían sacarle ya nada más. La prima aseguró que se quedaría con ella para pasar la noche y la esposa del Alcalde, y tía de la pequeña les pidió por favor que la dejaran descansar por el momento.

Peter se queda pensativo tras oír las respuestas de Sullivan. Las marcas no coinciden pero eso no quiere decir que su teoría no sea válida.

-Pues entonces hay que empezar a determinar el arma a la vieja usanza, probando absolutamente todo lo que encontremos en esa maldita granja- determina el joven, que a cada segundo que pasa está más decidido a poner patas arriba el agujero del viejo granjero, aunque fuera lo último que fuera a hacer en su carrera profesional.

-No, la cuerda la usó para subir él, eso está bastante claro. Lo demás, veremos. Si terminaste con la mujer, deberíamos ir a reportar al jefe o pensará que nos hemos dormido aquí arriba- sonríe levemente, tratando de destensar un poco el ambiente. Coge la foto de polaroid embolsada y se la queda mirando un buen rato mientras Doc decide si ya ha acabado con su trabajo o no.

La tormenta seguía retumbando con fuerza sobre sus cabezas, los rayos pegaban fogonazos intermitentes que duraban apenas unas décimas en algunos casos y casi segundos en otros e instantes después los cristales de la casa retumbaban con fuerza por la sacudida. Las luces de la casa parpadeaban continuamente y los plomos saltaron un par de veces cuando los rayos de más intensidad cayeron cerca. La lluvia se escuchaba caer continuamente con un rumor interminable, como si toda el agua del océano estuviera siendo descargada sobre Ashville.

Tras realizar su trabajo, los cuatro agentes se reunieron de nuevo en el recibidor de la casa para ponerse al día de lo que cada pareja había averiguado. John y Salina, por un lado, habían hablado con Lucius, el hijo de la fallecida y el, a priori, único testigo presencial del crimen. Mientras que Jules y Peter se habían encargado del cadáver y la escena del crimen.

-Esto va a ser incómodo...-Repuso Salina titubeante, al reencontrarse con Jules y Peter - Me gustaría hablar con la sheriff o con alguna otra persona del pueblo, y hacerles una pregunta sumamente ridícula. 

Sumida en sus pensamientos, Salina intentaba encontrar algún detalle que hiciera menos descabellada la idea que le acababa de venir a la cabeza. Negando con la cabeza, lo apartó por el momento.

-Está bien, lo primero es lo primero. ¿Habéis encontrado algo? Algo aparte de paja, ¿por casualidad?

-¡Muy bien, agente Sparks!. -La felicitó Jules. -Había paja en el cuerpo de la victima y Peter ha encontrado por la escena. Seguro que también te costará poco adivinar cual era el tipo de arma homicida pero esta vez lo diré yo para los más rezagados de la clase: hoja curva de un sólo filo. -Se quedó mirando expectante al grupo, casi como si estuviera esperando sus aplausos.

-En definitiva, mi novia cadáver presentaba dos profundos cortes. Uno en la garganta y otro en el pecho. No había señales de resistencia y creo que la herida de la garganta pudo ser causada en primer lugar para evitar que gritara. Las heridas tenían gran profundidad y una contundencia atroz. La de la garganta casi logra separar la cabeza del tronco y la del pecho dejaba al descubierto parte de las costillas. -Jules dibujó una sonrisa en sus labios gruesos y su cara se serenó de felicidad. -Y he descubierto un detalle importante sobre el asesino. Esperaba a que estuvierais todos para daros la buena noticia: el asesino es zurdo. En los ataques anteriores no tuve la suerte de poder comprobarlo pero el golpe que efectuó en la garganta le ha delatado.

-¡¿Es zurdo?! - Exclamó Salina, arqueando las cejas por el asombro - ¡Al fin un detalle que nos permite reducir los sospechosos! No creo que haya demasiados zurdos en Ashville, aunque quién sabe...Por cierto, el arma homicida es una hoz, nos lo ha contado la hija de la víctima, que ha resultado ser la verdadera testigo. Por cierto, ya sabemos por qué en todas las escenas del crimen hay paja; resulta que el asesino se "disfraza" de hombre de paja...

Salina no quería contarles ya su extraña idea, pero callarse las cosas no iba a beneficiar a nadie. Y quién sabe, si su loca suposición les servía para algo...Así pues, decidió comentarlo, aunque visiblemente azorada.

-Veréis, se me ha ocurrido algo...La pequeña Amanda nos ha asegurado que el asesino era un hombre de paja. Su madre estaba tumbada, y él se la clavó. Además la niña sostiene que el hombre estaba ciego, pero la miró. Lo que me hace sospechar que llevaba lentillas blancas o de algún otro extraño color. De ahí mi suposición de que el asesino se disfrace de hombre de paja para realizar sus asesinatos. De esa forma no podrían reconocerle. - Pasando a la parte más fantasiosa, agregó - ¿Y si tuvieran en Ashville alguna especie de cuento o de fábula que hable sobre un hombre de paja? No sería raro teniendo en cuenta la importancia que tiene ese tipo de plantación en el pueblo. ¿Recordáis la muerte del párroco? He llegado a suponer que la visión del hombre de paja fue lo que le provocó el ataque al corazón. Claro está, que todo esto son suposiciones...Por eso quería preguntarle a alguien del pueblo sobre el hombre de paja.

Lo que decía Salina tenía sentido para él. El miedo en los ojos de la niña al hablar de un hombre de paja le hizo pensar a él la misma idea y por eso no se sorprendió al oír que habían restos de paja. Era ridículo pensar en algo así pero visto el arma que usa y la paja encontrada apoyaban esa teoría. Sin era así y se disfrazaba, quien estuviera detrás sería alguien con una psicopatía importante. Quizá quisiera, como decía su compañera, simular alguna leyenda, o bien quería ocultarse a sí mismo el hecho de que asesinaba... como si huyera de la realidad y no fuera él quien realizara los crímenes.

Otro dato que su compañero le dijo le resultó importante. Comenzó a dar unos pasos de frustración, mientras hablaba.

-Genial- balbuceó con tono sarcástico- esto cada vez me gusta menos. El asesino de la polaroid también es zurdo. ¿Coincidencia? No lo creo. No quiero decir que sea el mismo, pero si como creo tenía un cómplice o a iniciado a alguien- cosa difícil estando en la cárcel- para él sería una broma perfecta que también asesinara con la mano izquierda. No sé si en este pueblo habrá muchos zurdos, y no podemos descartar tampoco la idea de que sea ambidiestro.

¡¿Un falso hombre de paja?! ¡¿Y zurdo?! Peter se queda pensativo con la idea expuesta por su pelirroja compañera. Lo cierto es que encaja demasiado bien y ya le pareció aquel espantapájaros de la granja más espeluznante de lo normal...

-Bueno, entonces hombre, zurdo, totalmente tarado y con mucha fuerza física. Escaló de subida y bajada tres pisos cargado con una hoz y un pico de escalar- resume el joven sin más -Encontré huellas y marcas en el exterior de la casa que indicaban eso, aunque yo en un primer momento pensé que la paja procedía de una cuerda de esparto- aclara el agente mientras se encoge de hombros -También localicé la dirección hacia donde se alejaban las huellas antes de que la lluvia lo borrara todo. Apuntaba hacia nuestro amigo, Hill. Creo que deberíamos volver y poner patas arriba ese granero y toda la propiedad entera, si es necesario- afirma taxativamente. Su pelo y ropa aún mojada demuestran cuanto se había calado bajo la lluvia torrencial para seguir las pisadas en la tierra.