Partida Rol por web

Venga mozos. Bien está lo que bien acaba. Podemos quedarnos aquí tanto tiempo que nos crezcan las barbas o marcharnos y hacer algo útil.

Erackand escuchó a Vargad sobre el evaluador.

Una pena que no esté por aquí para soltarle un par de gritos. No creo que le gustase vernos parados. La iniciativa también es un valor a tomar en cuenta.

Hiuz olio el aroma del aire nocturno, la esencia de las cenizas se mezclaba con la suave fragancia de las flores nocturnas creando así un atractivo aroma ahumado y frutal.
Se alegró de ver a sus compañeros sanos y salvos, dejo escapar un leve suspiro y se dispuso a montar  su montura. Subió de un salto en ella sin apartar la mirada de los arqueros, no quería perderlos de vista ni por un segundo
Echo una pequeña mirada a su grupo y asintió con la cabeza al oír los comentarios del señor enano y Sondra.

Vamos, los demás tienen razón, no deberíamos quedarnos aquí a platicar.
Deberíamos buscar un claro para establecer un campamento y así poder descansar un poco e intercambiar la información que hemos conseguido

Saludo a mis compañeros al verlos llegar mientras no despego los ojos de los tipos sobre los muros. Cuando todos indican que deberíamos alejarnos, asiento a las palabras y agrego:

 - "No sé ustedes, pero yo no quiero descansar. Quiero comenzar luego y así disminuir la ventaja que los otros mercenarios nos tienen. Si están de acuerdo, hablaremos mientras cabalgamos hacía el punto situado en el mapa que nos dieron. ¿Están de acuerdo?"

Independiente de si la respuesta es o no afirmativa, no es donde estamos ahora el lugar en el que debemos quedarnos, por lo que vuelvo a montar mi caballo y comienzo a caminar por el camino de regreso.

Nuestros compañeros parecían de una pieza. Y, al parecer, también les había ido mejor que a nosotros, pues no tenían a unos guardias enseñándoles la salida de forma "civilizada". Solo deseaba quitármelos de encima y salir de allí.

Empezaron a charlar entre ellos y Cassandra preguntó que tal nos había ido a lo que respondí señalándome la ropa aún sucia por el incendio.

- Nada grave, intentando salvar los suministros de un hombre quizás, poco agradecido.

Intenté no alzar demasiado la voz y esperar a que los guardias se retiraran un poco para no darle aún más motivos para mirarnos mal. Ya había divisado que había guardias apostados en lo alto observando todo aquello que hacíamos, seguramente esperando cualquier tipo de acto irregular para borrarnos del mapa a golpe de flecha.

Parece mentira que todavía nos consideren un peligro, después de todo lo que hemos hecho por ellos...

Dirigí la mirada a Vargad, sentía curiosidad por saber que había pasado dentro del castillo. Que había conseguido averiguar y cual había sido la conversación final con el Manor, aquella que había alterado tanto al hombre tullido.

Dijeron de continuar el camino y hablar por el camino, a lo que no puso reparo.

Miró el caballo de reojo, aún le dolía el interior de los muslos del último viaje. Suspiró, resignada y lucho por aferrarse a las bridas con fuerza mientras hacía ademán de subir.

Ignoré por completo al hombre del manor que se quedo haciendo gestos a los guardias de la entrada para que nos vigilasen... para mí lo importante era que volvíamos a estar todo juntos y que todos estábamos bien. Al parecer todos teníamos la misma sensación de que lo mejor era marcharnos de allí, por lo que, cogí las riendas de mi montura y empecé a alejarme de la fortaleza junto a los demás.

¿Dónde estará sir Haguen?- pensé a raíz de los comentarios de mis compañeros, aunque tampoco me preocupaba demasiado... había quedado claro que dependíamos de nosotros. Empecé a hacer mentalmente un repaso de lo que había averiguado, pero un comentario interrumpió mis pensamientos.

¿Qué mapa?- le pregunté a Amon cuando sugirió dirigirnos a algún lugar que al parecer le habían indicado -Podemos ir yendo pero antes de hacer nada es mejor que pongamos en común hemos descubierto- les dije -Aunque no aquí- añadí en voz algo más baja, mientras echaba un vistazo a la fortaleza, que aun podía verse... era mejor esperar a que nos hubiésemos alejado lo suficiente -Tenemos que aprovechar el tiempo y no quedarnos parados- dije, aprobando lo que habían dicho Amon y Erackand -Pero vale la pena pararnos un momento y ver que hemos averiguado antes de ir y hacer nada- les dije -Supongo que vosotros querréis saber que ha pasado en la fortaleza, y yo por lo menos quiero saber que tal os ha ido a vosotros- añadí.

Contadnos que ha ocurrido y así contrastamos nuestra información con la vuestra -pido al estar ya lo suficientemente lejos de los guardias, ansioso por contar lo que se pero esperando para saber antes que han descubierto mis compañeros.

Tras las palabras de Gareth, el grupo acelero moderadamente la marcha por el camino a Longerswold con el fin de alejarse lo mas pronto posible de la fortaleza del Manor Krole. Quienes estuvieron allí antes eran muy concientes de la torre vigía que se erguía en lo alto de las colinas al sur y desde la cual el grupo era fácilmente divisado.
Tras un corto recorrido el grupo detuvo la marcha temporalmente para conversar sobre lo ocurrido, tenían mucho de que hablar, mucho que planear y mucho que decidir. Amon había mencionado un mapa y su urgencia por llegar a cierto lugar sin esperar mas, información que solo aquellos fueron al poblado sabían; por su parte estos mismos no sabían que habían averiguado Gareth y los demás ni que había desatado aquel incendio que presenciaron desde lo lejos.
Ya era de tarde y el grupo de 8 legionarios se encontraba ahora tenido a orillas del camino rumbo al poblado. El viento soplaba suave a esas horas y el cielo empezaba a nublarse, probablemente las lluvias regresarían.

Allí en el camino el día comenzaba a oscurecerse. El cielo se llenaba de nubes que amenazaban con complicarnos aun más nuestra tarea. La idea de caminar por el bosque acechados por un grupo de enemigos más numeroso, cubiertos de barro y calados hasta los huesos, no era demasiado alentadora.

Hice acercarse a mi caballo hasta Gareth al tiempo que acariciaba al animal. Había estado cabalgando de un sitio a otro las ultimas horas y se merecía un poco de gratitud.

-Gareth este es el mapa al que se refiere Amon, poco más hemos logrado averiguar en nuestro tiempo en el poblado. Me saco el mapa que tenia guardado y alargo la mano hacia Gareth.
-Por suerte ya estas aquí para volver a guiarnos. No sabes el peso que me quito de encima. Digo mientras muestro una ligera sonrisa.

Dado que no estaban corriendo de un lado a otro el enano pudo descabalgar y caminar junto a sus compañeros. No le gustaba montar a caballo, no es que no pudiese hacerlo. Únicamente le gustaba sentir el suelo bajo los pies. La solidez de la tierra era importante para él.

Mientras los jefes discutían sobre dónde iban y qué iban a hacer, él, como buen subordinado, se dispuso a hacer lo que le daba la gana. Había hecho bien yendo a aquel lugar. Bajo la roca no le quedaba nada y aquí podía dejarse llevar por las órdenes de otros. Las decisiones difíciles comprometían a los demás, te hacían responsable. Allí en al superficie, como esbirro de otros, era simple. Levantabas el hacha y protegías a los tuyos. Se acercó a Vargad.

¿Cómo estás hermano? ¿Ese fuego fue cosa tuya?

Aceleramos la marcha en dirección a Longerswold, hasta estar a una distancia prudencial de la fortaleza del manor, tras lo cual nos detuvimos un momento para compartir información. Durante el día le había estado exigiendo a mi montura, por lo que desmonté para que descansase un poco, aunque sin soltar las riendas, pues no podíamos entretenernos

Tenemos que darnos prisa, no falta mucho para que empiece a anochecer- pensé -Además, parece que va a volver a llover- me dije, mientras observaba las nubes. Apenas hube desmontado, Sondra se acerco hasta mí.

A ver que le eche un vistazo- le dije a Sondra, cogiendo el mapa que me ofrecía, mientras intentaba no pensar en él sus palabras, que me recordaban que volvía a estar al mando de todo el grupo -¿Habéis tenido algún problema en el pueblo?- le pregunté, por si habían tenido algún contratiempo -Y ¿Qué es este punto? ¿Qué hay ahí?- le pregunté al observar el punto del mapa al cual debía haberse referido Amon antes -Y ¿a qué se refiere Amon con lo de que otros mercenarios nos llevan ventaja?- añadí, sin darme cuenta de que la estaba bombardeando a preguntas sin tan siquiera dejarla responder.

Su caballo parecía animarse con la nueva marcha, por lo que prefirió mantenerse en lo alto. Sonrió ante el nervio que posía el líder, hecho que aumentaba su moral, pues pese a las adversidades ese hombre siempre se mantendría alerta. El campamento maderero, junto al bosque. Respondió a la pregunta más importante, pues el resto no suponían un avance. Desinteresada por hablar del tiempo perdido en el pueblo se acercó a Ciara, cuya alegre expresión por el recuentro escondía un sentimiento en su interior cargado de decepción. ¿Todo bien? Le preguntó con suavidad, acariciando la crin del corcel de su compañera.

Avanzo junto con mi grupo apresuradamente hasta que decidimos detenernos un poco para ponernos al día. Ante las preguntas del líder, quien ahora tiene el mapa, contesto intentando ser lo más claro posible:

 - "Esa es una zona donde ha habido una buena cantidad de actividad enemiga. Es un buen punto para comenzar a investigar. Lo de los mercenarios... bueno, habían y se fueron al bosque hace ya varias horas, parecían estar un paso por delante de nosotros. La información la obtuvimos de un tipo desagradable pero importante, da igual. ¿Que averiguaron ustedes?"

Pregunto pues el humo y el ajetreo producido en la fortaleza del Manor es algo que me llama mucho la atención y la curiosidad, junto con las evidencias de batalla que nos encontramos en el camino.

El repiqueteo del caballo había hecho que los dolores de las piernas volvieran. Maldijo para sus adentros no haber dedicado algo más de tiempo a la monta de caballos y quizás un poco menos a la magia... Luego, desechó esa idea, pues la magia le había sacado de más de un apuro como había podido comprobar desde su postulación para "La Legión del Trueno"

Escucho las conversaciones, permaneciendo callada. No le correspondía a ella hablar de lo acontecido en el campamento, pues en el fondo era la que menos había hecho y sobre todo, la que menos había conseguido para el grupo. Eso hizo que se maldijera de nuevo, diciéndose a si misma que tenía que ser más sociable, pues presumía de eso pero sus dotes habían quedado en entredicho en las propias conversaciones con los guardias.

Cassandra se acercó, tan cercana y cariñosa como siempre, preguntándola por su estado personal. Ya que, siendo completamente sinceros, su apariencia se había deteriorado demasiado.

Buscó el contacto de la joven que acariciaba la crin de su caballo y notó la suavidad de sus manos a pesar de lo romo que podían ser las vidas de aquellos aventureros, le dedicó una amplia sonrisa.

- Nada que una ducha caliente y ropa limpia no puedan solucionar. ¿Qué tal tú?

Observo con agrado como mi hermano, Erackand, se acerca a mi mientras el resto habla y yo trato de ordenar mis pensamientos e información -Estoy bien hermano, el fuego fue provocado por los bandidos. He reunido algo de información que puede sernos útiles, además de enemistarme algo con el Manor y sus hombres. No se en que piensan pero cuando empecé a obtener información interesante me expulsaron del lugar y me impidieron seguir preguntando.

Me acerco al lugar donde Gareth y el resto discuten y trato de llamar su atención -Tras la batalla con los bandidos en la fortaleza del Manor pude obtener algo de información de uno de los bandidos. No se cuanto de esta es verdad pero creo que lo que dijo era cierto. No pude seguir con mis preguntas pues el Manor me lo impidió, lo que ocasionó el enfrentamiento que tuve con este y sus guardias -explico a mis compañeros.

Según la información que conseguí en el interrogatorio los bandidos se esconden en el bosque oscuro, colinas empinadas, en la depresión entre ellas. Su lider es Waldric mano sangrienta, un hombre despiadado, frío y sanguinario, además de un bandido muy famoso -comienzo a decir dejando para el final la información más jugosa -también me confesó que los bandidos creen que el nuevo Bann se ha aprovechado de sus ataques, que siempre se antepone a sus acciones y que Waldric no parece querer atacarlo realmente. Me dijo que había rumores de que ambos, el Bann y Waldric, habían sido vistos juntos en el bosque.

Las palabras de Vargad son interesantes y mi cerebro comienza a trabajar rápidamente para revelarme el sentido real de este misterio:

"Es sumamente lógico que el Bann actual esté confabulado con los bandidos, pues son justamente estos quienes, en su actividad, han logrado llevarle al poder al vencer al Manor y solo ser detenidos por las fuerzas del nuevo Bann. Pero hay algo que no me calza, pues si así fuese y si los bandidos realmente lo saben. ¿Por qué el Manor intenta ocultar esta información? El Manor se beneficiaría de la caída del Bann al revelarse esta conspiración, quizás incluso siendo restituido en el cargo principal. ¿Entonces por qué proteger esa información? Ahora también está el rango de fiabilidad de los bandidos, quienes podrían estar diciendo esto para desacreditar al Bann, intencional o siguiendo rumores que ellos mismos creen ciertos, participando en una guerra fría que debilitará al señor de estas tierras mermando su capacidad de contener a los Bandidos y llevándolo finalmente a la derrota. Ahora, si el Bann está coludido con el líder bandido, no entiendo el papel de los mercenarios contratados. ¿Para qué nos llamó? ¿Propaganda? ¿Coartada? Mucho que investigar y realmente pocos caminos que seguir."

Luego miro a Gareth esperando a que emita algún juicio para continuar, aunque para mí está claro que solo hay un lugar al que podemos ir a investigar.

Hiuz paro en el campamento ato a su caballo junto con el de sus compañeros y se dispuso a escuchar la charla, no le traía mucho interés los detalles. Hasta que escucho sobre la posible alianza criminal entre al Bann y los bandidos.

Luego pensó que era una buena idea comer algo y se dispuso a prepararlo mientras sacaba su pipa y la  preparaba para fumar.

En el cielo las nubes se cerraban amenazadoras, mientras un ligero viento frío se arremolinaba entre las hojas de los árboles haciéndose mas creciente cada vez. Aun quedaban muchas horas del día como bien sabía el grupo, sin embargo si la lluvia se dejaba caer era probable que la tarde les cayera encima mucho antes y mas si esta se prolongaba como la que afrontaron al llegar al valle.
Ahora, allí todos reunidos empezaban a crear conciencia de lo que sucedía en el valle, quien podría estar de todo y como se podrían haber dado las cosas. Sin embargo muchas preguntas quedaban sueltas en las mentes de los legionarios. Pero en algo quizá no habían meditado aun, su misión como legionarios no contemplaba gran cosa de lo que ahora creían que sucedía, podían encargarse de los bandidos y marcharse tal como se les había ordenado, o podrían involucrarse mas aun bajo el riesgo de que las cosas no salieran nada bien.
Mientras, entre los árboles una figura se movía sigilosamente; en un principio no fue vista por ningún miembro del grupo y no fue hasta que esta se encontraba ya muy cerca y que provocó s drede llamar su atención al golpear un tronco con sus botas que todos se percataron de aquella presencia.
Un mendigo con el que ya se habían topado antes los observaba, era aquel que había visto en la fortaleza del Bann y con el que se había estrellado allí mismo Erackand, otros mas creían haberlo visto en diferentes ocasiones como en Longerswold o en el bosque, pero no estaban seguros de que fuera el mismo pues nunca habían reparado del todo en su rostro.

Aburrida… contestó exhalando con desidia, pero me alegro que todo quedara en un susto. Continuó mirando la columna de humo por el rabillo del ojo. Apenas hemos comenzado y ya estoy deseando derramar la sangre de ese tal Waldric y volver a la base. La presencia de la figura junto al árbol le recordaba que siempre estarían vigilados, era inevitable, la intriga a la que se enfrentaban crecía a medida que se adentraban en ella, quizás era mejor mantenerse al margen, tenían órdenes que cumplir y también en eso estarían siempre vigilados.
Se dirigió entonces a Gareth para facilitar la decisión del próximo paso. ¿Echabais de menos la lluvia? Mejor será alcanzar pronto ese sitio y coger fuerzas antes de que nos la arrebate el frío. Con escaso disimulo sus ojos observaban al mendigo, pues de no querer alguna cosa, no se hubiera dejado ver.

Cassandra, son muy ligeras esas palabras que dices.

El enano se había puesto serio.

Muchos hay en este mundo que merecen la muerte y viven y otros que viven largos años merecen morir. ¿Eres tú lo suficientemente sabia como para distinguir bien y mal y aplicar el castigo?

El enano ahora reflexionaba en voz alta.

El objetivo de nuestra misión es aniquilar el problema de los bandidos, según las exactas palabras que se nos dijeron.

Erackand miró a Cassandra intentando hacer que lo que tenía por cabeza comenzase a funcionar.

Los muertos tienen la lengua demasiado quieta y si separas cabeza y cuerpo la lengua no dirá si Waldric estaba compinchado de algún modo con el Bann o no, tal como ha sugerido Vargad. Si matamos a Waldric quizá dentro de un tiempo tengamos otro problema con otros bandidos. Para aniquilar el problema de los bandidos lo mejor sería capturar a Waldric y averiguar si hay alguien por detrás moviendo los hilos.

Entonces el enano miro a Gareth

Pero yo solo sigo órdenes, no se me ocurriría sugerir ningún curso de acción.

La tarde avanza y las nubes toman el control del cielo con súbita violencia, pregonando el comienzo de una eventual lluvia que sumiría la jornada en sombras más oscuras que las actuales. Nuestro paso se detuvo para discutir y escucho a mis compañeros hacerlo mientras yo medito acerca de las palabras oídas.

En un momento noto algo y miro para ver a un mendigo salir de entre los árboles. Le miro bien y le reconozco como el mendigo con el que chocó el enano hace varias horas en el pueblo. Le apunto de manera refleja con mi vara pero mi mente comienza a trabajar deprisa e intenta obtener conclusiones de la situación:

"Un mendigo que es capaz de acercase tan furtivamente, seguirnos sin que lo notemos pero que permanece a distancia prudencial. Es extraño y de seguro que me suena más a un intento de espionaje. ¿Quien podría enviar a un espía a seguirnos? Dudo que los bandidos estén interesados en nosotros habiendo tanto otro mercenario. El Bann y el Manor han tenido lo que han querido por el momento y de seguro que su hombre no se revelaría ante nosotros. Solo me queda una opción y es la más improbable."

Aun con la vara apuntándole le hablo sin decir nada más:

 - "Haguen"

Espero su respuesta antes de disparar o guardar mi utensilio, pues puede ser cualquier otro hombre, siguiendo un esquema no concebido por mi mente. Me quedo firme y aguardando.