Partida Rol por web

Calendario de Harptos:

El camion desde Caravasar, o Mercaderes según quién lo nombre, no es más extenso que el de Amnagua a Púrskul... Hombres a pié podrían hacerlo sin mayores problemas en cosa de dos días... Caballeros, en uno.

Sin embargo, la enorme seguidilla de carretas, carromatos, corceles y todo un sequito de nobles y servidumbre podían hacer que dicho traslado se alargara hasta una semana.

A un lado, el Río Esmel embellece el colorido paisaje con prados y sembradíos a ambas margenes de él.

Aquello podía suponer una tortura para los menos pacientes e impulsivos, pero para los cinco iniciados, recorrer aquel camino era cuanto menos, una aventura en si misma.

Ser Logan Coprith encabeza la marcha esta mañana, sobre "Luz" su corcel sillero, hoy, no son sus camaradas Ser Andras Carrigan y Ser Tyrion Ydeesp quienes cabalgan a su lado, sino el joven Ser Roland Von Galahad, uno de los cinco representantes de Mercaderes para las competencias de bajo rendimiento... "Al que madruga, Heironeous lo ayuda" suele decirles el Gran Mercader de Caravasar, Paladín de dicha deidad.

Raro privilejio el andar a la par de tamaño caballero.

Los cascos suenan suavemente en el camino, y la fresca brisa acaricia todo a su paso.

Hermosas tierras, joven Roland. Te dice por lo bajo, informal.

Este paladín se ha convertido en todo un héroe para Caravasar, y desde que los tomara bajo su tutela, a t i y a tus cuatro compañeros, no ha hecho sino ganarse vuestra admiraciòn.

Tengo la certeza de que haràn un excelente papel entre los caballeros de vuestra altura. Confío en que la experiencia de un Torneo les sea enriquecedora.

Sonríe.

A la edad de dieciocho años representé al Clan Coprith por primera vez, pero no fue sino hasta los veinte que pude llevarme el màximo galardòn... Tres competencias. Nada menos! Justa, duelo y alancear anillos... Vaya que si me lleve el cariño de la gente en aquella ocación...

Sonríe al tiempo que palmea a "Luz".

Ser Roland salio temprano junto con Ser Logan Coprith desde Mercaderes hacia Imnescar, la mañana estaba algo fresca pero aun así se soportaba con facilidad el frío. Roland motaba a su fiel Bucéfalo un corcel de pelaje negro y un gran porte, su pelaje era liso como las telas que vestía su amo, Roland lucia su armadura de gala, sobre su muslo posaba su casco y su espada en su espalda junto con su escudo, con la mano que sujetaba las riendas tenia sujeto el casco y con la otra portaba su enorme lanza la cual brilla a pleno sol de la mañana.

 El sonido de los cascos de los caballos era una melodía dulce y suave a los oídos de Galahad, para su suerte el sol no era una molestia a esas horas de la mañana. El camino hacia Imnescar no era largo pero tampoco era tan corto, mientras cabalgaban Ser Logan hace mención de lo agradable que eran esas tierras, para Roland eran dignas de admiración. Luego de un rato Logan Coprith le confiesa su esperanza del buen desempeño que cree que se hará en el  torneo sin mencionar la gran experiencia que eso implica.

-Ser Logan Coprith estoy total mente de acuerdo en la belleza de estas tierras, y agradezco el voto de fe que pone con respecto al torneo- hace una pausa mientras inhala una gran cantidad de aire fresco- Estoy seguro de que así será, ¿Cómo cree UD que se desenvolverán las competencias?- espera una respuesta, pero antes de que Ser Logan respondiese Roland habla- ¿UD cuanto cree que falta para llegar a Imnescar?-

Ser Logan asiente a las palabras del joven caballero.

Creo que dice para luego hacer un impás desde la capital asistiran pocos caballeros. Eso no quita que las seis principales ciudades envíen al menos un campeón cada una. Decidme, buen Roland, habeis estudiado los escritos de Ser Andras respecto de su apreciación en lo que a miembros sobresalientes de caballería cuenta actualmente nuestra Nación? Es decir, sobre las casas con mejores campeones?

Pregunta cordial, aunque poniendo a prueba a su inexperto acompañante.

Galahad trata de hacer memoria, enseguida vuelve en si y responde.

-El campeon local en Imnescar es el sobrino (hijo de la hermana) del noble por cuyo casamiento se realiza el torneo, Ser Ragnar Hydcont. También de la región de los Dientecillos, Ser Landalin Angerboard, hijo del famoso rey portuario Degos "a toda vela" Angerdboard.-hace una pausa-  también Esmeltaran asistiráel hijo bastardo de la maga mas poderosa de la ciudad, llamado Ser Arielus "El Rojo" Hyrrshas.-

-De la capital, Ser Luncan Orhotek, hermano del jefe de las fuerzas armadas.Ser Erik Amanecer, huerfano adoptado por la iglesia de Lazhander, apadrinado personalmente por Thaddin Cazamaneceres, clerigo en jefe de la iglesia de Lazhander en Azhkatla. Finalmente, el último representante que ha de asistir desde la capital es Ser Amaranto Zoar, miembro de una influyente familia de monetaristas en la capital salvaje, si no mal recuerdo esos son todos- Dice Galahad con maestria.

El paladín estalla en una franca carcajada

JAJAJA ... Oh... Muchacho, aunque parcial, veo que has hecho los deberes adecuadamente... Bromea Si acaso has entrenado con la espada, la lanza y la montura de igual modo, ay de quienes se crucen por tu camino. Sonríe.

Has de saber que los Alibakkar, sean de la Capital Azhkatla, sean de Mercaderes, o sean de Naskel, competiran bajo un mismo estandarte. Hasta donde sé, su patriarca hará montar una tienda casi tan grande como la de Ser Hydcont... Son de temer en las escaramuzas, puesto que su sentido de apreciación... Por llamarlo de algún modo, del código de caballería, es algo difuso.

Comenta con la vista fija en un árbol del otro lado del río.

Decidme, cuales son vuestras motivaciones para lograr la mayor cantidad de triunfos en el Torneo?

Pregunta pensativo...

Rolanda laza la vista al ver que Coprith lo alga por su conocimiento, mientras tanto observa el camino, el río se ve esplendido y así también el paisaje. Luego de una rato de cabalgata Logan le pregunta algo de suma importancia para Galahad.

-Esa es una muy buena pregunta mi estimado Logan Coprith- hace una pausa y toma aire- Es tan simple la respuesta que a la vez se torna complicada, mi padre Ser Cornelius Von Galahad guardia personal de uno de los miembros del consejo de los seis, en varias ocasiones a protegido la vida de vuestra hermana, mi objetivo es simple y claro, enorgullecer el apellido de la familia- hace una pausa y baja la cabeza- ¿Cree UD que es un objetivo desconsiderado? tengo temor de no poder lograrlo-

La interesante charla se ve interrumpida cuando el tercero de los cinco infantes llega en su caballo ligero a la par del Gran Mercader de Caravasar y de Ser Roland.

Protocolar, habla a su superior.

Mi señor, he de disculparme por la intromisión. Dice falsamente avergonzado Ser Tyrion Ydeesp me dijo que debía consultaros sobre vuestros designios mi señor... 

Armandus era posiblemente, uno de los tipos más queribles en aquella compañía de cinco infantes. Su humilde origen le hacía comportarse en muchas oportunidades como un hijo de mercaderes de nueces... que es lo que en realidad era.

Luz retoza con su regio jinete sobre si. Éste a su vez sonríe al muchacho.

No es molestia Ser Tuks, y es oportuno que ahora mismo os hagais presente. Ser Roland es también partícipe de mis designios, por así llamarlos.

Mira a su interlocutor inicial, luego a quien los interrumpiera.

Poneos ropas de fajina, hablad con Gnusmas nuestro oteador en jefe, y, portando las armas que consideren oportunas para una cacería justa, traedme un ciervo para la cena. Adelantaros en el camino hasta la encrucijada a la altura de Esford, allí podeis ascender lo suficiente al primer pico de Los Dientecillos para cazar en sus bosques...

Ambos saben que es una prueba, y que Gnusmas los supera ampliamente en el arte de la cacería... Sin duda, éste haría simplemente las veces de observador... La emoción los invade, puesto que, a días de llegar al Torneo, las competencias para ustedes ya han comenzado!

Ser Von Galahad Dice el Gran Mercader Moveos, caballo ligero, noviajeis pesado,y en el fuego de esta noche continuaremos la charla, con vuestros camaradas de ser posible.

Galahad escucha con atención, luego de escuchar lo que debe hacer se pone en marcha, mientras galopa con su caballo en busca de Gnusmas va pensando cual seria el equipamiento mas apropiado para la caza. Cazar, por fin algo bueno para hacer, esta vez tratare de quedar como un señor de la cacería, voy a impresionar a Gnusmas y en especial a Logan.

Una vez con Gnusmas, Roland se baja de su caballo y mira el hermoso día que hay.

-Perfecto para una caza limpia ¿verdad Gnusmas? Y bien por donde empezamos- estaba claro que no podia ir con su armadura y todas sus pertenencias, solo que Galahad esperaba que Gnusmas le diga que llevar.

-Creo que un cuero tachonado, un arco y una buena daga o espada bastara, ¿no crees?-

El silencioso explorador asiente Cuero tachonado es una buena opción Ser Von Galahad...  Y hace gestos a un escudero para que te auxilie en la tarea de quitarte la armadura, y colocarte una más apropiada. Sobre las armas, es una buena elección, siempre que lleve consigo una lanza incluso. Vamos a cazar un ciervo, pero nunca se sabe qué bestias se pueden encontrar...

Dice para luego ir a buscar a la carreta arsenal el arco con dos carcaj para Ser Roland.

Para cuando regresan, el nobel caballero está tan listo como los otros dos integrantes de la partida de caza.

Señores murmura el rastreador Ser Logan Coprith me ha ordenado que no interfiera en demasía en vuestra caza... Hemos de ganar camino hasta la primer montaña de Los Dientecillos... Agrega Eso implica galopar durante una larga distancia... Si os parece bien, guió hasta ese punto, señores.

Roland asiente con la cabeza coge sus armas y su preciada espada bastarda la coloca en su espalda, sube con gran agilidad sobre Bucéfalo y se lanza al galope justo detrás de Gnusmas.

Armandus imita tu ejemplo, y a galope tendido salen los tres cuando tres horas los separaban  del cenit solar.

Las tres horas pasan, así como otras dos más, sin que tu o Armandus sientan el castigo de tamaña cabalgata. Sin embargo, Gnusmas (quien lidera el grupo hasta el punto de destino) hace que frenen en dos oportunidades "para ajustar las cinchas, dejar que se hidraten los caballos en los arroyos, y estirar las piernas..." argumenta, esquivando que quizá la edad le estuviera pasando factura.

Cuando apenas habían pasado dos horas del cenit, y solamente un "descanso" del rastreador, Armandus se pone a la par tuya

Hey Roland! Dice llamando tu atención, al tiempo que saca un trozo de queso de sus alforjas Mal no va a venir, eh? Agrega y te lo tiende. Puedes ver que él va masticando, sin aflojarle al galope, una porción similar a la ofertada.

Roland galopaba a la  perfección, tomó el ofrecimiento que le hacia su compañero  y siguió al galope.

-¿Sabe UD cuanto nos falta?- Pregunto Galahad sonriente.

La respuesta llega desde los cascos del caballo de Gnusmas, cuando lo hace rallar sobre la grabilla para frenar.

Bien, hemos llegado estimados. Dice el jinete, para luego desmontar, tomar un pañuelo de entre sus pertenencias y atarlo a una rama.

Sobre el margen izquierdo del camino, la imponente montaña se alza con toda la cordillera de Los Dientecillos tras de si... Sobre el margen derecho del camino, un claro amplio, zurcado por un arroyo bajo, ancho y calmo.

Comienza a caminar a la izquierda, donde el bosque inicia, ralo, y poco  tupido... Pero saben que subiendo la cuesta se transforma en una muralla inexpugnable.

No más de media hora podemos avanzar con las monturas si es que queremos capturar algo... Adelante.

Les dice sonriente. 

Armandus hace aún menos sonidos que tu mismo, sin embargo, parece igual de desorientado respecto de huellas para seguir...

El explorador frena en un momento dado su montura, y desciende.

Lo ven seguir a pié, con su caballo de tiro, invisibles (para ustedes) rastros en medio de la hojarasca...

Se detiene, los mira de frente a ambos y comenta

Parecen de jabalí... Un barraco quizá. No puedo decirlo con certeza... Si les parece bien, es una presa interesante para llevar además del ciervo, y ya tenemos un rastro que seguir. ¿Qué opinan?

Pregunta, esperando que, si les interesa seguir esa presa, sea lo que fuere, desmontaran para poder seguir las huellas correctamente. De no, él mismo montaría para  continuar avanzando hasta la parte más tupida del bosque...

Armandus te mira, dubitativo...