Partida Rol por web

-Finalmente, ¡algo de sentido común!- dice comentando las acciones de López. No se preocupa por bajar la voz mientras mientras se va poniendo en pie. Cerra finalmente su portátil y decide que la mejor idea en este momento es evacuar con el resto de pasajeros.

-García, si el tío ve en la oscuridad y tú no tienes vista de rayos X, lo que vas a terminar es como queso de nochebuena. Tío, vigila que nadie salga por aquí. Si la cámara de Castro funciona, seguro puedo intentar algo desde afuera. Y por lo que más quieras...- dice mirando de reojo a los otros -... no le hagas caso a Gutiérrez.- añade mientras camina hacia afuera.

-Estaré afuera. Lo último que quiero es que me pongan a hacer marchar el tren usando el Solitario de Windows. Gilipollas- espeta a su silencioso superior caminando con el resto de los pasajeros hacia el exterior.

El humo del vagón empieza a aumentar y ya notáis las primeras bocanadas en el vuestro. La gente tose y sobre todo llora y se queja de que le pican los ojos y la garganta. Es gas lacrimógeno, todos conocéis ese sabor que deja en la garganta al respirarlo ya que es una de las pruebas a la que os someten en la academia. Es el gas que usan los antidisturbios...

Al momento escucháis un sonido metálico de algo que golpea en el suelo cerca de Martín, miráis instintivamente y ¡FLASH! una luz cegadora sale de la granada para luego escucharse varias detonaciones ¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!

Las detonaciones os desorientan ya que en un recinto tan cerrado hacen mucho daño a los oídos.

El gas lacrimógeno avanza por el vagón y poco podéis hacer para impedir que os afecte. Martín es el que más aguanta pero poco puede hacer para no sucumbir ante el gas. En medio de sa nube de gas avanza hacia vosotros un hombre encapuchado, de un empujón separa a Martín que aunque intenta agarrarlo nada puede hacer para evitar que pase a su lado.

Echa un vistazo al vagón, parece ver perfectamente en la oscuridad y no afectarle el gas. Algo llama su atención...el ordenador de Jordi. Se acerca al catalán y lo aparta con un severo golpe, coge el portátil y parece introducirlo en una especie de mochila y se acerca a las puertas del vagón. Pulsa la apertura de emergencia y desaparece por la puerta...

La apertura de la puerta facilita que el gas se vaya dispersando. Varios pasajeros logran abrir algunas ventanas y en unos diez minutos el gas lacrimógeno ha prácticamente desaparecido aunque no sus efectos...a todos os arden los ojos y os pica la garganta como si hubierais comido mil chiles picantes.

La luz vuelve al cabo de unos quince minutos. Al parecer habían puenteado la instalación eléctrica instalando un interruptor general en uno de los vagones. Durante la tarde se realizaron reparaciones por problemas eléctricos. Parece que el ataque ha sido planeado con antelación...

Martín abandona el vagón para poder respirar y que se vaya mitigando el efecto del gas, aunque sabe que se ha quedado impregnado a su pelo y ropa y que no se pasará del todo hasta que se dé una buena ducha y se cambie. Espera a que sus compañeros se repongan unos instantes antes de decir:

—Jordi, espero que tengas algún modo de localizar tu portátil, aunque sirva solo para saber hacia dónde se dirigió en principio. Dudo que sea tan imbécil como para haber liado todo esto sin medios para borrar el rastro del seguimiento. Y ahora, en fin, voy a buscar a Castro.

 Vuelve a entrar en el vagón, ya con la nube un poco mitigada, y con la boca y nariz cubiertos por un pañuelo, para localizar al compañero caído.

La garganta pica, los ojos arden y las nauseas no me ayudan nada a concentrarme.

Instintivamente busco agua fria o hielo para mitigarlo y para mojar un paño para ir ayudando a los demas.

Perdemos al agresor, perdemos un portatil, aunque esto no me preocupa tanto, Jordi se lo merece por borde.

La situación empeoraba rápidamente. Jordi, quien en ese momento sólo buscaba salir del vagón junto con el resto de la turba, se ve envuelto en gas lacrimógeno y una nube de maldiciones e insultos que él mismo profiere contra todos los santos y contra los mismos perpetradores. -Hijos de puta, con lo sencillo... coff coff... que es... cofff... no hacer el tonto- dice mientras intenta dirigirse hacia la salida. Tambalea pero tampoco se espera que los atacantes escapen por allí, tan campantes, aprovechándose de la ineptitud de toda la fuerza.

"En retrospectiva es obvio". Lo siguiente que sabe es que está contra la pared una vez más, y que su portátil desaparece en las manos de los asaltantes, quienes emprenden la huida. Camina a pasos torpes hasta salir afuera, tosiendo y tratando de que el aire puro le limpie los pulmones, mientras se encuentra lloroso en el suelo, cerca a las vías. -Coff... coff... la puta... coff... me cago en... coff coff- ningún insulto tenía fin mientras su garganta arde y la visión no retorna. Puede escuchar los jadeos, lloriqueos y demás efectos en todos los demás pasajeros que escapan del tren.

-Esto es su culpa, Gutiérrez. Si hubiese evacuado ... coff... coff... gilipollas- dice mientras se levanta y luego mira a Martín, o al menos hacia donde proviene la voz de Martín. -¿Le digo yo... coff... argh... le digo yo como quedarse parado y ser un estorbo?- escupe hacia un lado, limpiándose las lágrimas con la manga de la camisa -¿No? Entonces ayuda a sacar... gahj... a sacar al resto de gente. Los ... coff... los pasajeros de los otros vagones... coff coff... hacia el frente y las salidas... coff... las puertas están... coff... coff bloqueadas sin energía- intenta decir mientras saca su celular.

-Ahora... te vas a enterar, idiota- gruñe para sí mismo y comienza a navegar a través de las aplicaciones de su móvil.

Jordi comienza a navegar las aplicaciones de su celular. "joder, el tío ha pecado de codicioso. No tiene ni la más puta idea de con quién se ha metido y si logró dar con él, voy a hacer que toda su puta vida recuerde no meterse conmigo" mientras encuentra las aplicaciones que ha ido desarrollando a través de los años para tener un control férreo de su información en todos sus dispositivos. Un buen analista debía estar preparado para ese tipo de eventualidades, y Jordi debía intentar comportarse como el mejor.

Después de todo, si alguien llegase a encontrar la mierda que tenía en la unidad y sus propias cuentas (que estaban bien seguras en equipos en casa, protegidos), estaría él en un marrón grande. Por ahora, sólo había perdido archivos oficiales, los correos que le había sacado al cura y varios mapas que había pensado hace algunas horas que podrían serle útiles más adelante.

Por ahora, se concentraba en determinar hacia que dirección huía el desgraciado.

Castro está en el suelo, tiene una herida en la cabeza seguramente hecho con la culata de un arma. Está inconsciente pero no está malherido. El resto del pasaje está sufriéndolo más ya que les ha afectado de lleno el gas lacrimógeno, algunos abren las ventanas pero aún así no se mitiga el efecto fácilmente.

Antonio en cambio está bastante mal, la caída sumada al gas lacrimógeno hace que su estado sea peligroso ya que la edad parece haber hecho mella en él. Parece costarle respirar y parece estar a punto de sufrir una insuficiencia respiratoria.

Activas el localizador de tu ordenador, tarda en coger la señal tú móvil y la señal que te da de tu equipo es débil...pero parece estar cerca de tu posición sin desplazarse...si logras acercarte a el puedes activar el bluetooth para conectarte remotamente al equipo pero desde tu posición es imposible ahora mismo.

Puede que esté afuera intentando lograr sacar información de tu equipo y que esté cerca del tren por algún motivo...pero la verdad no tienes ni idea. Aunque sabes una cosa, tienes que recuperar tu equipo. 

Con el pañuelo humedo me acerco a nuestro jefe, le tomo el pulso y le pongo el pañuelo en la boca antes de arrastrarle fuera de alli. 

Gutierrez no se haga el valiente y salgamos fuera le susurro mientras hago que se apoye en mi para salir de alli. Voy a necesitar mi maletin por si acaso. 

Por eso trabajo con cadaveres, no dan tantos problemas y no tienes que preocuparte por como estan

Antonio tiene el pulso muy débil, notas que tiene varias costillas rotas. Seguramente de la caída sufrida durante el frenazo en el que Jordi le cayó encima, puede que tenga una perforación de pulmón aunque para eso tendrás que auscultarlo. Deberías obtener tu kit y hacerlo con urgencia...tienes el presentimiento de que una parada cardiaca puede avecinarse.

Si se pudiera ver mi cara, seguro que alguno se asustaria

Fàbregas, mueve tu gordo culo a mi departamento y trae mi maletin. AHORA le miro mientras lo digo antes de volver a centrarme en Gutierrez.
Necesito estabilizarle antes de que pase a mayores. Comienzo a poner cojines a su alrededor para que no se mueva. Le desabrocho la corbata y la camisa para comprobar con una palpacion leve si tiene algo mas

-Vete a la mierda... coff... Si quieres algo, vas por ello tú misma- responde sin pudor a López mientras observa su teléfono y luego lanza una mirada a Martín. Definitivamente no estaba de humor y definitivamente más tarde iba a quedar todo en un grueso sumario con el correspondiente análisis de falencias y errores cometidos una y otra y otra vez. Lo que se iba a divertir escribiéndolo.

-Martín- enuncia con voz fuerte - el tío del tren está cerca. Toma tu puta pistola y sígueme. Que llegó el momento de que le demos la vuelta a esta tortilla, qu, a pesar de la ineptitud gloriosa de Gutiérrez- logra sacar la frase sin tener que carraspear más de un par de veces mientras camina con rapidez. -¿Y a qué espera? Si me acerco lo suficiente, la va a pasar bomba el gilipollas.- y sin pensarlo dos veces, empieza un trote medido mientras intenta determinar la distancia aproximada entre él y el ladrón de su ordenador, siendo prudente en cuanto le tenga a la vista. Pronto Jordi desaparece caminando junto al tren, siendo guiado por su móvil.

Ya me esta tocando los putos cojones el maldito catalan de los güevos.

Me levanto y le quito el telefono tirandolo contra la pared, para luego encajarle un puñetazo en su maldita cara.
No me toques los cojones Fábregas, si no vas a por mi maletin y Gutierrez muere te aseguro que pondre en el informe tu bonita actitud y sabes donde vas a acabar. Asi que deja a Martin hacer el trabajo que tu no eres capaz de hacer y haz algo util o te aseguro que voy a hacer tu maldita existencia un sufrimiento del que querras escapar lo antes posible. 

Ahora haz lo que te dijo 

Ya me esta tocando los putos cojones el maldito catalan de los güevos. No deberias tocarme los cojones maldito gilipollas, te voy a romper la cara en cuanto tenga cinco minutos a solas, como me pidas ayuda te voy a mandar a donde no te gustara. Puedo asegurar que ira todo esto al informe que voy a hacer no te va a dejar nada bien. 

Dolores por favor, ve a mi departamento y traeme el maletin deprisa, Gutierrez se esta colapsando.