Me acerco a Swen mientras saco mi arco y pongo una flecha.
- No me gusta -le susurro- demasiado fácil.
Empiezo mi plegaria habitual para que Odayla guíe mi flecha. Con un poco de suerte dejará fuera de combate a uno de nuestros enemigos antes incluso de empezar a luchar.
- Déjame el que está más cerca, los otros son tuyos -digo, mientras apunto cuidadosamente hacia su espalda- Avísame cuando estés listo y atravieso a ese lacayo.
Motivo: Dardo veloz
Tirada: 1d100
Dificultad: 67-
Resultado: 12 (Exito)
Motivo: Disparo
Tirada: 1d100
Dificultad: 96-
Resultado: 49 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 1d8
Resultado: 3(+4)=7
Motivo: Localización
Tirada: 1d20
Resultado: 2(+10)=12
Me he sumado una bonificación de +10 a las localizaciones de golpe, por la altura que (supongo) tenemos sobre ellos. Por otro lado, no me he sumado ningún modificador al ataque, como por sorpresa, de nuevo por altura, por atacar por el lado no cubierto por el escudo, preparación del disparo, etc.
Si así fuera creo que llego al empalamiento (mi arco largo tiene el doble de posibilidades y si me planto en 126% de tiro llego a empalar...) pero no quería tampoco pecar de abusón (sería tirar otro 1D8 y sumarlo al daño). Lo dejo a tu criterio, dire.
Swen lleva un rato murmurando una salmodia. Una vez Aldar le indica como se aproximan sus compañeros por ambos flancos desde la posición privilegiada en la que están Swen sonrie y roza la decorada cinta que recoge su pelo. Sus ojos quedan blancos por un momento como si trataran de mirar hacia el interior de su cabeza.
En ese preciso instante, en las cabezas de sus compañeros, se produce una intromisión en lo más intimo de su ser, su mente.
- Ya estamos todos juntos de nuevo -la voz suena en sus cabezas como si fuera un pensamiento-. Ya sabéis, pensad lo que queréis decir al resto y no balbuceéis, no es necesario. Voy mandando a mis amigos y, cuando estén listos junto a ellos vamos todos a una. Kenvent, salvo que prefieras resevarla, nuestra «amiga» también irá, ya es momento de que se enfrente a su destino -para el cazador y el mercader estas crípticas palabras suenan con un tono maligno- será mi arma contra los suyos.
Perdona. Lo dejaste bien clarito pero yo estoy en la parra.
El silencio que reina en el Desfiladero del Lobo se rompe de repente cuando uno de los cuatro exploradores lunares lanza un grito de dolor; una flecha disparada desde algún lugar le ha atravesado un costado, clavándose profundamente entre sus costillas. El soldado pierde el equilibrio y cae, herido de muerte, mientras sus compañeros adoptan una posición defensiva desenfundando sus armas.
¡Es la hora de las tortas!
Aldar, he considerado tu tiro un empalamiento, he multiplicado el daño de tu flecha x2 y me han salido 10 puntos de daño en el pecho. Restando la armadura no e smuerte pero casi.
Quedan tres soldados y vosotros sois... la tira. Id haciendo las tiradas cuando podais, aunque los primeros en actuar serán los espectros porque se eupone que ya estaban allí.
Erikand sale cuando Aldar o Swen da la orden y observa cómo la flecha reduce a un enemigo. Veamos si podemos conseguir una victoria sencilla y varias fuentes de información. Dice pensando a sabiendas que todos lo estaban escuchando
- Estáis rodeados. Sabéis que no tenéis ninguna oportunidad. Si tiráis las armas nadie tiene que resultar herido.- dice Erikand muy convencido.
Lleva el escudo bien sujeto y su maza está en su mano, dispuesta a actuar si no dejan las armas.
Motivo: Habla fluída
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 49 (Fracaso)
Motivo: Parada
Tirada: 1d100
Dificultad: 82-
Resultado: 63 (Exito)
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Dificultad: 81-
Resultado: 2 (Exito)
Motivo: Localización
Tirada: 1d10
Resultado: 4(+10)=14
He pensado que en una situación semejante, cualquiera preferiría vivir a intentar algo contra una emboscada. Ahora mismo están superados por número, así que no sé si tengo bono por moral o algo así.
Si no resulta, bueno, siempre nos quedará buscar sus cabezas... En este caso, crítico en el pecho. máximo daño ignorando armadura, era eso? Daño 12
Un instante antes de la declaración de Erikand tres figuras se desdibujan junto a cada uno de los exploradores sanos. Dos conocidas -y, en cierto modo, queridas- y otra... ¡también conocida! -aunque bastante odiada- ¡Felkenna!
El espíritu de la muy odiada se presenta frente al más aparente de los lunares, el que podría ser su cabecilla. Randan, la loca y lasciva amiga de Swen, se presenta frente al que parece menos del grupo y Gunhar, el temerario guerrero uroxi, frente al que queda.
Una malévola sonrisa de disfrute se reproduce en las mentes de los compañeros orlanthis. Swen está disfrutando usando a la líder lunar contra los suyos.
Estoy en el curro así que las tiradas las pondré en casa.
Por si no queda claro del mensaje que tan amablemente ha reproducido Capdemut (boing boing) Swen lanzó un comunicación mental entre todos (por eso "piensa" lo que os dice y vosotros podéis hacer lo mismo). No puse el mensaje en abierto por si las distancias no lo permitían.
¡SORPRESA!
Los tres amigos de Swen actuan casi al unísono.
Felkenna con rabia contenida resistiéndose a unas cadenas invisibles aferra con sus manos la cabeza de su oponente y con un extraño beso trata de extraer su energía. Gunhar, rodea cada vez más rápido al suyo gritando como un animal mientras le golpea con su insustancial hacha. Randan, dirige su garra hacia la entrepierna del lunar mientras lo mira con ojos perversos. Sólo el rápido reflejo del explorador le libra del golpe en su sexo. La garra incorpórea le golpea sin fuerza en la pierna que interpone.
- Espero que esto los decida a hacer caso a Erikand. Si no dos morirán y los otros dos estarán en nuestras manos igualmente... -el profundo odio a los lunares que destilan las palabras de Swen da miedo-
Motivo: TR Felkenna (PER 16)
Tirada: 1d100
Resultado: 24
Motivo: TR Gunhar (PER 10)
Tirada: 1d100
Resultado: 12
Motivo: TR Randan (PM 11)
Tirada: 1d100
Resultado: 85
Motivo: "Daño" Felkenna
Tirada: 1d3
Resultado: 1
Motivo: "Daño" Gunhar
Tirada: 1d3
Resultado: 2
Motivo: Daño Randan
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: Loc. Randan
Tirada: 1d20
Resultado: 2
Ahora si:
No lo pongo en el off-topic porque imagino que lo leen también Loranda, Kilder y Vehexa. Cada vez DAS MÁS MIEDO, Swen.
Creo que Rungard (Kenvent) dijo lo mismo cuando se enteró... ;-)
Lo más curioso es que es casi casual: Swen pretendía dejarla tonta, usando a Randan, antes de matarla. Loranda se adelantó decapitándola y Swen pensó en otra forma de que su enemiga jamás pudiera volver. Las siguientes noches las dedicó a explorar el otro plano buscando su espíritu y... tuvo suerte. Desde entonces la ha estado usando para sus fines y disfrutando al pensar en enfrentarla contra los suyos.
Yo debo confesar, que con los años que llevo jugando a RQ, nunca se me había ocurrido usar de este modo a un espíritu. (Ligarlo para que no se pueda resucitar.)
Me anoto la idea XDDD
Al oír el grito del explorador herido, salgo del escondite con la espada y el escudo preparados. Avanzo lentamente hacia los lunares para dejar claro que este lado del desfiladero tampoco es una vía de escape fácil. ¿Se rendirán? Aunque esa sea su mejor opción, una parte de mí espera que no lo hagan.
Qué crack, este Swen. Por cierto, Erikand, ¿cuántos años llevas jugando a RQ? ¿Qué tipo de partidas has jugado?
Mientras mis compañeros hablan, me recuesto sobre la roca para evitar que descubran mi posición y coloco otra flecha en el arco. Les voy a dar la posibilidad de rendirse antes de atacar al siguiente...
A mi no me estabais esperando, verdad? Yo ya he tirado mi flecha. De todas maneras posteo que espero por si acaso.
El repentino ataque sumado a la apariciónde los espectos, hace que los exploradores lunares pierdan cualquier atisbo de resistencia y sueltan sus armas. Se miran con miedo unos a otros y podeis comprobar que todos ellos són bastante jóvenes, incluido el que en el suelo, se debate entre la vida y la muerte.
Aterrorizados, ninguno de ellos pronuncia palabra.
Siento haber tardado tanto para tan poco post, pero como creo que alomejor quizás ya puede que os dijera, estoy un poco ocupado estos dias.
Swen mantiene el control sobre sus etéreos amigos mientras sus compañeros retiran las armas de los lunares. Los fantasmas y la espectra miran con extraño gesto a los exploradores -Odio, rabia y desesperación se reflejan en sus ojos-.
Cuando el herido es maniatado Gunhar se acerca a él, lo roza con sus manos traslúcidas allí donde el hasta de la flecha se adentra en su cuerpo y la herida deja de sangrar.
- Tienes muchas cosas que contar... -dice con voz de ultratumba- ...y seguramente hablarás más vivo y sufriendo. Sobre todo antes de que tu espíritu se pervierta como nos sucedió a mi y a mi amiga cuando los tuyos hicieron de nosotros, nuestra familia y los nuestros lo que hicieron.
Gunhar le lanza Curación II las veces suficientes como para que se cierre la herida o, si es el caso, los PG por localización se queden en positivos.
Miro fijamente a los cuatro lunares. Están tan atemorizados que el combate no hubiera durado ni un suspiro, así que, lejos de apenarme por no haber podido descargar mi ira contra el enemigo, agradezco que Erikand les instara a rendirse. Hubiera sido un combate muy aburrido -pienso mientras envaino la espada. Y además, ahora tenemos más de un prisionero.
Después de atar a los cuatro prisioneros con la cuerda de hilo, con una sonrisa irónica en los labios, me dirijo a ellos:
-Bien -digo quitándole el casco a uno y cogiéndole la cabeza por la parte superior del cráneo-, dime, ¿cuántos soldados trae vuestro ejército? Y no titubees cuando respondas porque a nuestros amigos, los fantasmas, les gusta devorar el alma de los mentirosos -afirmo sin dejar de mirarlo fijamente a los ojos.
Erikand sonríe aliviado. No es que le diese miedo luchar contra esos jóvenes lunares. Pero era evidente que si podía usarlos mejor que muertos, lo intentaría. Ésta era una de esas ocasiones.
Erikand ayuda a Kenvent a acabar de atar a los pobres lunares e interrumpe a Kenvent.
-Es este el mejor lugar para interrogarlos?- le susurra mirando alrededor, el sitio era perfecto para la emboscada, y si se demoraban mucho, quizá otro grupo podía pasar por aquí. Otro grupo con más experiencia y cautela.- No sería mejor buscar un sitio más resguardado?
Miro a los jóvenes con una sombra de tristeza. Yo mismo soy carmaniano y mi hermano... mi hermano podría ser uno de ellos. Intento no pensarlo. Tanto tiempo odiándolos y de repente me doy cuenta de lo poco que me separa de ellos.
- Yo vigilaré -le replico a Erikand mientras me dirijo hacia la entrada del desfiladero- Me aseguraré de que no tenemos sorpresas. Enviaré pájaros a vigilar.
Me alejo mientras medito... tal vez mi auténtico motivo sea no tener que ver lo que les pueden hacer a esos chicos.
No te preocupes dire! Demasiado haces que nos estás dando una prórroga de diversión, hombre! ;)
- Aldar... -llama su atención mientras comienza a alejarse-
- Si puedes comprobar el rastro dejado por Kenvent y eliminarlo estaría bien -resuena la voz en su mente mientras los ojos del chamán se mantienen fijos en los del cazador-. Yo me quedo aquí y vigilo. Cuídate.
Trago saliva y asiento en silencio, un poco amedrentado al escuchar la voz del chamán en la cabeza. En realidad, agradezco tener algo que me saque de ese lugar.
El jóven soldado observa a Kenvent y a las formas traslúcidas que se mueven a su alrededor. Traga saliva y se apresura a responder.
-Trescientos, puede que cuatrocientos con la caballería carmaniana... No lo sé. Seguían llegando cuando salimos del campamento. Puede que ya seamos el doble.