Partida Rol por web

- Pues ni idea... Por lo que os soléis pegar los héroes: fama, honor, vencer a los malos... Claro que aquí no queda muy claro quienes eran los malos. Pero estáis haciendo mucho ruido en la ciudad: primero el Capitán Justicia, ahora esto... Incluso han llegado los federales. La policía se cierra en banda... Ah, y nuestra entrevista ha sido censurada por mi editor. Parece que no os piensan dar publicidad alguna... Al parecer el mismísimo fiscal Clark ha hecho algunas llamadas para evitar la publicación.

La Llama recuerda al fiscal Clark, William Clark. Normalmente no suele ser demasiado duro con las penas impuestas a vigilantes caídos en manos de la policía, aunque evidentemente como parte del sistema judicial se muestra contrario a la figura de los justicieros. Pero nunca había actuado de forma activa contra ellos.

La Llama no puede evitar un respingo, una especie de suspiro de preocupación, al escuchar las palabras del periodista. Los vigilantes perseguidos, la ley en su contra, la entrevista censurada, espectáculos en mitad de la ciudad... todo en contra, ninguna buena noticia...

- Bueno, entonces, ¿me has citado para decirme lo de la entrevista o tienes algo más interesante que comentarme?

- Bueno, en realidad sí que tengo algo interesante que contarte. Verás. He recibido esto esta mañana en la redacción. Nadie sabe quien me lo ha dejado ni han visto al mensajero.

Talbot le tiende un papel encartado a la Llama. Está escrito a máquina:

Cita:

Talbot te mira:

- No me preguntes. No he tenido tiempo todavía de averiguar que mierda es eso de Eclipse, pero ya tengo a un par de contactos buscando esa información...

- Vaya, pues sí que es interesante eso de Eclipse... la nota dice que el Gobierno está detrás de ese proyecto, pero... ¿qué parte del gobierno?, ¿los militares?, ¿la CIA?, ¿el NID?... habrá que investigarlo un poco, ¿sabes por dónde empezar?, responde la Llama interesada por el tema.

- Supongo que si está clasificado y nadie sabe del tema será asunto de la CIA, como no. De todos modos espero encontrarme mañana por la mañana con uno de mis enlaces a ver que me dicen. Podemos quedar, si quieres, en el callejón de mi segunda vida al mediodía.

La Llama sabe perfectamente a que callejón se refiere Talbot. En él lo salvó en una ocasión de que unos matones enviados por cierto jefe de una familia criminal le diesen el pasaporte. Desde entonces Talbot afirma que vive una segunda vida gracias a la intervención de la Llama. El callejón se encuentra cerca del Rockefeller Center, pero pese a lo concurrido del lugar es sorprendentemente discreto.

- Perfecto, allí nos veremos, yo intentaré averiguar algo por mi cuenta también, a ver si entre los dos podemos enterarnos de qué va toda esta mierda... y realmente todo esto huele muy muy mal. Hace un rato he podido presenciar una reunión de un policía con un par de tipos con un aspecto muy extraño... una pena no haber podido escucharles demasiado. Talbot, ¿sabes dónde podría conseguir un micrófono de esos direccionales?, imagino que siendo periodista sabrás de lo que hablo...

- Claro nena. Yo mismo te puedo conseguir uno pero... ¿a donde te lo mando?- dice sin ocultar cierta sorna - Por supuesto espero que compartas tus descubrimientos conmigo. Somos un equipo ¿no?

La llama contesta con una sonrisa a la última pregunta de Talbot.

¿Un equipo?... hoy en día no puedes fiarte ni de tu sombra... como para fiarte de un periodista...

- Bueno consíguemelo hoy mismo y mañana por la mañana lo dejas en el tejado de tu periódico. Yo lo encontraré, no te preocupes... ahora, tengo un poco de prisa, mañana a mediodía nos volvemos a ver y ponemos en común lo que hayamos descubierto sobre Eclipse, ¿de acuerdo?

- Muy bien nena... Procura sobrevivir.

Dicho lo cual Talbot enciende nuevamente su pipa y se aleja de la Llama.

La Llama espera a que Talbot se aleje y se interna entre los árboles del parque para desaparecer. Antes de salir a la ciudad la Llama se asegura de que no haya nadie espiándola ni siguiéndola. Da unas cuantas vueltas por el parque y luego, una vez segura de que no hay nadie tras ella, lo abandona en dirección a los tejados de la ciudad para tomar rumbo, finalmente, al lugar donde se citó con el resto de enmascarados.

Media hora más tarde la Llama está en lo alto de los tejados de Bridgestone, en los muelles. Es la hora acordada para la reunión pero aún no ha llegado nadie. Acomodándose en las sombras espera. Diez minutos después una figura vestida de blanco aparece desde un tejado cercano: la Reina Negra. Al posarse sobre el tejado, con una suavidad admirable, mira rápidamente alrededor hasta que sus ojos se encuentran con los de la Llama.

- Siento la tardanza. No encontraba canguro para mis hijos.- sonríe - Es broma, claro. Tuve un pequeño percance con unos matones de poca monta en mi barrio. ¿No han llegado los otros?

- Pues parece que somos las primeras. ¿cómo ha ido el día?, pregunta la Llama para romper el hielo.

- Extraño. ¿Te has enterado de lo del túnel Lincoln? ¿Conoces al enmascardo-superhéroe del que hablan?

- Estuve allí, pero cuando la fiesta ya había acabado. He oído hablar de ese enmascarado, pero no tengo idea de quien pueda ser... ¿quizás alguien nuevo en la ciudad?, y por cierto, ¿por qué habrán montado todo ese escándalo?

- Hombre yo supongo que se ha exagerado mucho,- dice la Reina mientras se sienta al borde del tejado - pero hay quien afirmó que lanzaba rayos y corría tanto como para alcanzar un coche. El tipo que vimos en la Granja parecía lanzar rayos por las manos también... Bueno, no rayos, pero sí hacía chispas. No sé... Lo que me preocupa es que no es la primera vez que oigo algo así. Hace dos meses un amigo mío que estuvo en Boston me comentó que habían visto a un tipo con ese aspecto ¡levantando un coche en la plaza de Franklin... Había grabaciones pero desaparecieron misteriosamente... Lo que más me inquieta es que por aquellas fechas fue cuando apareció flotando en el río el cadáver del Ilusionista.

La Llama recordaba el caso del Ilusionista. Era un héroe de Boston que se disfrazaba al estilo de un mago y actuaba con un gran despliegue de gadgets que imitaban una sesión de magia. En las fechas que menciona la Reina, efectivamente, apareció flotando en la bahía de la ciudad. Todos decían que había muerto víctima de sus propios trucos, pues tenía el cuerpo lleno de marcas explosivas.

- No sé quien será ese tipo, pero lo que está claro es que no es uno de los nuestros. Quizás alguno de los demás vigilantes pueda darnos más detalles... con un poco de suerte hasta alguno estuvo en ese túnel... bueno, y si no es indiscreción, ¿has podido averiguar algo durante el día?

- No he tenido mucho tiempo durante el día. He estado... ocupada.