Partida Rol por web

La reapuesta de Galen me hace sentir una punzada de remordimiento al recordar los detalles que no le conté del momento en que encontré los detonadores y que son la verdadera razón de sentirme intranquila. El remordimiento me impide sostener su mirada y rehusarla.

Galen asiente y sale detrás de ella diciendo en voz alta:

- Insito, teniente Valerii, en que tiene que revisar su protocolo de aterrizaje para evitar que los estabilizadores de los patines de su Raptor resulten dañados tan a menudo. -

Ningún especialista ni técnico de cubierta os importunó mientras salías del despacho y os encaminábais hacia la salida de la Cubierta de Hangares. Justo en ese momento un aviso por megafonía os hizo deteneros brevemente.

-"Subfocial en Jefe Tyrol, por favor acuda al camarote del Comandante"

No podría haber estado mejor coordinado. Intentando guardar las apariencias apenas intercambiasteis palabra mientras caminábais por los pasillos de la Cubierta 3 y 4 hacia el Camarote del Comandante. En un momento dado os pareció ver a lo lejos a la Presidenta Roslin y su secretario acompañados por otro hombre pero no tardaron en doblar una esquina y los perdisteis de vista. Finalmente os hallásteis ante los marines que hacían guardia frente a la puerta del camarote del Comandante. Al veros, uno de ellos hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo y se echó a un lado mientras el otro, tras golpear con el puño a modo de llamada, giraba la escotilla. Con rostros impasibles esperaron pacientemente a que pasáseis ante ellos.

-¡Ah! Pase por favor, suboficial Tyrol...- exclamó Adama desde detrás del escritorio ante el que se hallaba sentado- Y ha venido usted también teniente Valerii.. perfecto, así me informa también del estado del casco- agregó al ver a Boomer. Esbozando una breve sonrisa hizo un gesto con la mano invitándoos a tomar asiento.

Una vez saliste del camarote del Comandante te encaminaste a paso vivo hacia la Cubierta de Hangares. No sabías dónde podía estar la Jefa de Armas Sloan en aquellos momentos por lo que finalmente optaste por dar la orden de que la llamasen por megafonía en vez de dar vueltas sin sentido por los pasillos de la nave. Ahora mismo te encontrabas en tu despacho, aguardando a que ésta acudiese y tus manos jugueteaban nerviosas con el bolígrafo que tenías en las manos. ¿Cómo le estaría yendo a Boomer en su reunión con el Comandante? Esa única pregunta daba vueltas una y otra vez en el interior de tu mente. Finalmente, cuando te parecía que ya no podrías soportarlo más, una discreta llamada a la puerta te hizo incorporarte.

-Jefe...creo que me ha llamado, ¿no?- la cara de Sloan, curiosa, asomó por la puerta entreabierta y tras examinar a todos lados se centró en ti. Viendo que no la echabas, terminó de entrar y cerró a sus espaldas.

La aparición de la mujer sacó a Galen de sus pensamientos. Dejó el bolígrafo sobre el escritorio, quizá demasiado al borde y repitió las instrucciones del comandante:

- Sí jefa Sloan, le he llamado porque el comandante Adama me ha dado instrucciones para que se efectúe un inventario de las armas que hay y de las que faltan. También ha ordenado que se elabore una lista de las personas que han tenido acceso en las dos últimas semanas al almacén. Y quiere que dos marines monten guardia día y noche ante la puerta del almacén de armas a partir de este mismo momento. -

Sloan encarcó una ceja cuando sin ni siquiera saludar comenzaste a darle órdenes. Parada con las manos detrás de la espalda escuchó lo que tenías que decirle y luego asintió antes de preguntar.

-Haré el inventario en seguida, Jefe...pero en cuanto a lo de quién ha podido tener acceso al almacén...puede que sea un problema determinarlo porque desde el ataque Cylon el registro respecto a la seguridad interna ha sido bastante escaso- Sloan hizo una mueca y cambió el peso de pie antes de continuar.- Sinceramente, no creo que se puede saber quién ha tenido acceso al arsenal desde entonces.

Jefe escucha atentamente las palabras de Sloan y trata de ocultar el alivio que siente internamente cuando la mujer le dice que el registro no de entradas y salidas del arsenal no ha sido precisamente concienzudo en los últimos tiempos.
- En ese caso - respond Galen - recopile lo que haya en un informe y asegúrese de que a partir de este momento el control es minucioso y concienzudo por favor. -

La Jefa de Armas asintió acatando tus órdenes.

-Así se hará, Jefe...-luego se cayó y con expresión de curiosidad ladeó la cabeza.- ¿Puedo preguntar por qué se necesita de repente dicho inventario?

- Me temo que no me está permitido revelar el motivo de esta orden del comandante. Créame, si pudiera se lo diría. - responde Galen deseando que la mujer no quiera seguir indagando y se limite a cumplir las instrucciones del comandante.

La Jefe de Armas pareció que iba a añadir algo más, pero con el entrenamiento militar fuertemente arraigado en su forma de actuar, finalmente se limitó a asentir y con una inclinación de cabeza se despidió.

-Tan pronto tenga el inventario, se lo traeré Jefe...-aún mirando hacia tí abrió la puerta e iba a salir cuando viste que chocaba contra alguien y trastabillaba hacia atrás.

-¡Por los Dioses! ¡Qué susto me has dado, Boomer!-oiste que comentaba mientras se llevaba una mano al pecho.

El empellón de la Jefe de armas me hizo trastabillar y me aturdió aún más, si eso era posible. Cuando conseguí recuperar el equilibrio y reconocí a la persona que había salido del despacho, recuperé la compostura y saludé. - Jefe Sloam, mis disculpas. Me disponía a llamar a la puerta y me ha pillado desprevenida. Siento haberla asustado. -

Me quedé mirándola esperando que no quisiera decirme nada más, me encontraba demasiado mal para mantener una conversación coherente. Además, no sabía si le habían informado ya de la desaparición de los detonadores y de mi implicación en su descubrimiento, así que preferí no decir nada mas. Me quedé allí de pie esperando a que se fuera para llamar a la puerta de Galen.

Desde el interior de tu despacho oiste cómo Boomer contestaba.

- Jefe Sloam, mis disculpas. Me disponía a llamar a la puerta y me ha pillado desprevenida. Siento haberla asustado. -

La esplada de Sloan desapareció de tu vista mientrras oías que esta contestaba.

-No se preocupe, Teniente...con su permiso-

Sloan sonrió levemente y se echó a un lado. Al ver tu aspecto frunció el ceño pero se ahorró la pregunta y en su lugar contestó recuperando la compostura.

-No se preocupe, Teniente...con su permiso- inclinando la cabeza a modo de despedida te sorteó y se alejó del despacho caminando con prisa.

Galen se precipita a la puerta para recibir a Boomer. Le hace pasar inmediatamente y, tras cerrar la puerta, le abraza y pregunta: - ¿Cómo ha ido?-

HORA DE LA FLOTA 16.30. CONDICION 0

Al poco de finalizar tu conversación con Boomer la Jefa de Armas Sloan volvió a tu despacho para darte el resultado final del informe. Si antes había mostrado una expresión serena y eficiente su rostro ahora se veía pálido y sus manos se cerraban con fuerza entorno a la carpeta que sostenía ante sí. Una vez se aseguró que la puerta estaba cerrada alzó la mirada y empezó visiblemente nerviosa. Sus palabras no hicieron más que confirmar lo que ya sabías.

-Jefe...no sé cómo ha ocurrido pero hay seis detonadores G-4 que faltan del arsenal de armas menores...- te miró interrogante, ya que obviamente tu encargo había dejado claro que tenías sospechas acerca de ello- no sé dónde pueden estar...pero me temo que, como le he dicho antes, es prácticamente imposible averiguar quién ha podido cogerlos. La falta de registro desde el primer ataque Cylon lo impide..- bajó la vista claramente azorada. Al fin y al cabo ella era la responsable de ello y aunque el ajetreo y la auntética locura que habías vivido ultimamente la disculpaban, era una mujer a la que le gustaba hacer bien su trabajo.

Tras despacharla, te quedaste mirando un punto indeterminado de la hoja que te había entregado. Si faltaban seis detonadores y habías localizado cinco puntos de explosión en los tanques ¿dónde estaba el otro detonador? Justo en ese momento una llamada te hizo sobresaltarte. Tu presencia era reclamada en la Sala de Reuniones donde se esperaba que presentases el informe final y tus conclusiones al respecto.

Me quedo de pie como atontada mientras Galen cierra la puerta, pero cuando sus brazos me rodean siento como que vuelvo al mundo real después de una pesadilla.

Cita:

Las palabras de Galen me llegan más hondo de lo que deberían - ¿Tu fuiste allí conmigo, verdad? No ha sido todo un sueño estúpido, estuvimos en el despacho y hablamos con el Comandante ¿cierto? ¿cuánto tiempo hace? - Miro a Galen desde abajo, sin despegar mi rostro de su pecho para no dejar de sentir la sensación calidad de la realidad. Mi mirada es entre suplicante y aliviada. - No sé qué pasó, debí volver a desmayarme y aparecí en otro sitio, y no sé...- Hundo mi cara entre sus brazos y una gruesa lágrima no resiste más y rueda por mi mejilla - No recuerdo nada, no sé lo que me pasa, debo estar enferma.- Me abrazo a él con fuerza y desesperación, pero consigo no derrumbarme y contener las lágrimas.

Cita:

Jefe abraza tiernamente a Boomer mientras dice:

- No, no fue un sueño. Yo estaba allí. Fuimos, le conté al comandante lo de los detonadores y luego te dejé allí. De eso hace apenas media hora. -

Cita:

- Quizá... quizá sea el estrés. - aventura Galen intentando ayudar dando una explicación racional que le parece absurda en el mismo momento en que abre la boca - Eso es. Hay un patrón. Durante el ataque andabas sonámbula y tenías pérdidas de memoria. Pero cuando la tensión disminuyó un poco todo volvió a la normalidad. Y ahora, al darte cuenta de lo de los detonadores ha vuelto a ocurrir. Lo mejor será que vayamos a la enfermería. -

A pesar de haberlo propuesto, Galen no se mueve ni un ápice. No mientras Boomer siga necesitando de su contacto para sentirse bien.

La respuesta de Galen me produce un hormigueo de agradecimiento, pero no me creo su aparente tranquilidad. Aún así, me siento más reconfortada y me ha dado fuerzas para tranquilizarme un poco.

Le aprieto con fuerza durante un instante antes de apartarme. Sonrio levemente - Gracias Galen. Voy a la enfermería de inmediato, por lo menos me darán algo para quitarme este insoportable dolor de cabeza. No hace falta que me acompañes, creo que tienes cosas más importantes que hacer. - Sin darle tiempo a llevarme la contraria, le planto un beso en la mejilla y me dirijo directa a la puerta para salir del despacho.