Partida Rol por web

Lo que te hizo Steve te tenía amargado. Más bien lo que hizo al resto de tu banda, pero ellos formaban parte de ti, eran como de tu familia, y resultó muy doloroso ver como sus vidas se escapaban mientras tú solo podías correr para no ser el próximo en caer.

Ibas recorriendo la carretera, pero no le prestabas demasiada atención, estabas absorto en tus pensamientos.

Una parte de ti te gritaba, implorando que volvieras a aquel lugar y le dieras una paliza a ese cerdo, pero tu parte sensata sabía que no tendrías ninguna oportunidad contra él, y más cuando has conseguido escapar de puro milagro.

Ni siquiera reparaste en mirar hacia donde te dirigías, solo dejaste que tu moto te llevara hacia alguna parte, lejos de todo, para poder pensar con claridad.

Así es como llegaste a Silent Hill. Ni siquiera conocías algún lugar que pudiera llamarse así.

Llegaste a la entrada del pueblo cruzando un puente que tenía una valla, pero estaba hecha trizas.

Todo indicaba que había sido arrollada por algún vehículo.

Continuaste por el camino colina arriba y te topaste con el cartel que te daba la bienvenida al pueblo, pero ya observándolo comprobaste que algo no marchaba bien.

El cartel estaba muy deteriorado, con moho y restos de óxido. Por no hablar del deplorable estado de la carretera.

Pudiste observar unas pocas manchas de sangre reseca, lo cual tampoco te inspiraba agrado alguno, pero cuando decidiste dar marcha atrás, te topaste con un precipicio que estaba donde antes se encontraba la carretera que te había traído al pueblo.

Hoy no es mi dia... - pensaste.

Boquiabierto y totalmente confuso, me quedé un rato mirando ese acantilado. Era imposible, ¿Como coño había llegado hasta allí? Juro por lo que mas quiero en este mundo que hace unos minutos había una carretera, y no solo eso, si no que vine por ella...Sencillamente, era imposible.

Seguramente estaría soñando...no...demasiado real. Pensé para mi mismo:

A ver...no he tomado nada raro, ni voy borracho...¿Que cojones pasa? Probablemente habré llegado sin darme cuenta...estoy demasiado rallado con todo lo que acaba de pasar...mierda....

Tras un rato de reflexión, decidí que no podía quedarme allí parado así que reanude la marcha. Me dirigí hacia donde se veían pequeños edificios típicos de un pueblo, quizás allí podría pasar la noche en algún motel o algo. Pero aún así, no paraba de repetirme a mi mismo una y otra vez:

Todo esto no me suena para nada ¿De verdad que he pasado por aquí antes?...Aquí pasa algo raro.

Tras seguir avanzando durante un par de minutos, empezaste a ver con más claridad la entrada del pueblo.

Sentías una extraña sensación al contemplar cada uno de esos edificios, todos parecían estar bien, pero el silencio se adueñaba de aquel lugar y todo aquello estaba demasiado tranquilo para tratarse de un pueblo.

Mirando de un lado para otro, en una ocasión te quedaste absorto mirando una de las ventanas de una casa.

No veías nada, puesto que la niebla no aportaba demasiada luz al ambiente pero tenías la sensación de que alguien o algo tenía los ojos clavados en ti, y no te gustaba ni un pelo.

Aún así no te desesperaste e intentaste buscar con la mirada algo que pudiera serte de ayuda para esclarecer la situación en la que te encontrabas.

Una extraña sensación recorrió mi cuerpo, no solo el pueblo entero estaba inmerso en un mar de niebla, si no que además no había nadie, por no hablar de lo del acantilado. Y encima esa extraña sensación de que alguien me observaba. Para tranquilizarme pronuncie unas palabras para mi msimo: ¿¡Pero que coño!?

Por mucho que enfocabas la vista en la ventana, no dabas con nadie que estuviera en ella, aunque esa sensación no desaparecia.

Sin embargo, continuando con tu repaso general con la mirada de donde te encontrabas, te topaste con algo que te llamó la atención.

Antes de entrar al pueblo, justo al otro lado de donde tu viniste, habia un edificio parcialmente derrumbado, no sabes si fue por el paso de los años o debido a algún accidente.

Se habia formado maleza entre esa pared derruida, ahora un puñado de escombros, que a la vez parecía estar cubriendo algo que no formaba parte del edificio.

No sabías muy bien lo que era, debido a que la maleza lo cubría, pero se trataba de algún tipo de estructura metálica.

Era lo que deducias por lo poco que podias ver de aquello que no cubrían las enredaderas.

Me quedé mirando un rato hacia esa extraña ventana, pero nada...no veía nada. Simplemente no estaba muy a gusto ahí, así que decidí enfocar mi atención en otra dirección. Volví sobre mis pasos casi al principio del pueblo, donde se encontraba un edificio medio derruido. Y allí que fui, no se por que, ni para que, pero sentía curiosidad por lo que había allí, una construcción de metal podía verse desde el exterior.

Te acercaste a aquel lugar, y con fuerza arracabas los hierbajos y las enredaderas que cubrian esa cosa.

Luego quitaste algo de tierra de encima, y pudiste hacerte ya una idea de lo que era.

Resulta que aquella cosa de metal es un autobús, que estaba volcado. En el costado visible de aquel viejo autobus veias unas palabras con claridad, "penitenciaria de Stanford".

!Vaya, asi que era eso¡ El autobús de una cárcel.

Ya que me había molestado en acercarme tanto, me dispuse a inspeccionarlo un poco mas. A lo mejor encontraba algo útil. Puede que estuviese siendo demasiado optimista, pero igual el arma perdida de algún guardia de la prisión...¿Quien sabe?

Dispuesto a entrar en aquel autobus, viste una ventaja rota por la cual entrar en él.

Había varios cuerpos en un avanzado proceso de descomposición, lo que te indica que llevan mucho tiempo allí.

Para encontrar algo de utilidad tendrías que rebuscar bien entre los cuerpos.

Perfecto, había una ventana por la que podía entrar al vehículo, entré con cuidado. 

Oh Dios....¿que es esto?  Para mi sorpresa, allí se encontraban varios cadáveres inertes...y lo peor, en ya se estaban pudriendo... Ya de por sí era una imagen extraña y abrumadora, y además me llevaba a una pregunta muy preocupante: ¿Que pasa aqui? ¿Nadie se ha dado cuenta? ¿Es que es un pueblo fantasma o que?

Bueno, ahora mismo no era tiempo de pensar en eso, lo único que podía hacer en ese momento era aprovecharme de que si les robaba sus pertenencias no se quejarían, así que me puse a rebuscar.

Cacheaste con algo de dificultad los cuerpos de aquel autobus, debido al olor y a lo mucho que te desagradaba ver a unos cadáveres en descomposicion, y menos aún tener que tocarlos.

De entre todos los cuerpos hallaste una porra (de alguno de los guardias que iban en el bus supones) y una vieja nota medio cubierta de polvo y tierra, en parte ilegible también por la antiguedad de esos restos.

La nota, escrita con máquina de escribir, decía lo siguiente:

-No teníamos más alternativa que ésta. Los presos se estaban poniendo demasiado nerviosos. Hemos llegado a un acuerdo con la penitenciaría de Wichita para trasladar a nuestros presos más peligrosos a sus instalaciones. No sólo son asesinos, sino que muchos de ellos están desequilibrados, mentalmente hablando. Hasta a mí me asusta la idea de compartir un autobús con esas bestias. Temo que unos grilletes y un par de guardias no sean suficiente para llegar hasta Wichita sanos y salvos, espero que Dios vele por nuestra seguridad.