Partida Rol por web

Jack no fue tan solícito como el clérigo. No es que no creyese que la diplomacia pudiera resolver situaciones en los momentos adecuados. Simplemente no creía que los bichos entendiesen su idioma.

Por lo que el picaro se adelantó mientras desenvainaba su estoque y atacó al que estaba delante del enano. Parecía muy malherido, y más con el ataque del clérigo. Pero más valía rematarlo y así no se tendrían que preocupar de él.

El gnomo había pensado flanquear al enemigo, pero se había acumulado mucha gente en aquél lugar así que no le iba a ser posible, con lo que tranquilamente extrajo su espada y avanzó unos pasos esperando acontecimientos.

El clérigo remató al Kuo Toa sin demasiada dificultad. Jack atacó a otro de ellos clavando su estoque en la pegajosa y asquerosa carne acuática.

Thognar, no quería desaprovechar la ventaja que le había dado Guybrush, y se posiciono de manera que pudiera lanzar su hacha contra el máximo de oponentes posibles.

Empezo el ataque, con el más cercano a Jack, al golpearlo, continuo con el arco al siguiente oponente, que tenia justo delante. y hay se quedo el hacha del enano atascada, acabando son su arco de muerte...

El mago sacó la varita que lleva colgando de la muñequera, que por una vez estaba en su sitio (la muñeca de Guybrush, no la de ningún otro) y finalizó el conjuro sobre uno de los sapos con mala baba

El ataque de Thognar dejó a dos de los enemigos muy malheridos. El mago remató al que estaba cerca de Jack con un proyectil mágico que emergió de su varita.

Los kuo-toas siguieron atacando, pero la ceguera hacía que pegaran al aire. Sin embargo, uno de los ataques consiguió herir al enano.
 

Ya solo quedaban dos de aquellos enemigos. Parecía que el grupo iba a salir victorioso de su primer encuentro en aquel extraño mundo. Gerald sacudió su espada y se enfrentó a uno de los enemigos que el enano casi había partido por la mitad.

No os habéis querido rendir, ¡Afrontad las consecuencias!

Pese al resbaladizo suelo y el monstruoso aspecto de sus enemigos que hizo que la voluntad de Gerald se tambaleara,  Methúval impactó en el carapez, acabando con su vida. Uno menos y solo queda uno.

Todo parecía estar de cara para el grupo, pero algo aún más terrorífico apareció. De las profundidades del mar surgió una forma alienígena, con retorcidos tentáculos, escamas de pescado y un ojo malévolo tintineante; que se elevó a la superficie a unos 20 pies de distancia del puente. Hacía ruidos raros mientras movia los tentáculos de manera asquerosa.

Jack obrservaba como los seres acuáticos iban cayenod uno a uno, por lo que en cuanto sólo quedaba uno se acercó a rematarlo.
No obstante, mientras clavaba su estoque en la criatura, pudo ver como aparecia otra aun más grande en el agua. Con muchos tentáculos y escamoso.

Mierda. Creo que esa cosa no es muy normal. Espero que no sea peligrosa, no mucho.

Un nuevo enemigo aparecía ante ellos, y parecía mucho  más peligroso que los anteriores. Gerald dio un paso atrás, alejándose del borde del agua, y puso la mano sobre la espalda del enano.

Es tu turno de librarnos de esta criatura; siente la fuerza de Iomedae corriendo por tus venas.

Esperaba que los hachazos del enano bastaran para librares del monstruo acabado de llegar.

-Vaya, pero que tipo de calamar es eso?!, Guybrush, no se lo podía creer. Que poca decencia. Ya habían solucionado el encuentro con los sapos y ahora les atacaba un calamar. Desde luego podrían poner poner una pescadería en el siguiente, No hacía falta ni molestarse en salir a pescar. Solo tenías que ponerte tú de cebo.

-jiijd jjd jiii. Digo el pequño familiar que le asomaba por la tunica. Vale puede que ser cebo uno mismo no parezca una buena idea.... Farfulló mientras veía elevarse los tentaculos del horrendo bicho. Al instante apuntó con la mano al ser para lanzarle su conjuro más poderoso, y... cerró los ojos, con lo que solo una diminuta bolita de fuego se materializó en el aire al lado calamar.

Viendo al nuevo enemigo, el bardo quiso tomarse las cosas de otra manera, asi que inspiro profundamente y comenzó a cantar:

- Sólo nos queda el camino de la guerra
y avanzamos con paso firme al que se nos opone
esquivando los peligros que nos propone 
pues vencer es el único camino que nos queda... -

Alejandose de posibles situaciones de combate trató de ayudar a que sus compañeros efectuaran mejores ataques.

Jack saltó al otro lado, y pegó al kuo toa que quedaba vivo mientras Malickud comenzaba a cantar, por desgracia el efecto de la canción del bardo fue un poquito después de que este atacara, por lo que su ataque no se vió inspirado por la bravía que le otorgaba la magia cantada del gnomo.

Y de pronto pasó lo que no esperaban. El enano, de manera repentina, saltó al agua. Y lo hizo con armadura y todo. Con el escudo en la mano, y la armadura era dificil que el enano pudiera nadar. Pero a pesar de ella consiguió alejarse lentamente del puente.

El mago trató de herir al recién aparecido.

Mientras, el Kuo toa que quedaba vivo trataba de empujar a Jack al agua, por suerte para él era mucho más rápido que el anfibio y consiguió esquivarlo.

Guybrush trató de herir al enemigo, pero cuando su esfera flamigera impactó, se dió cuenta de que no era un enemigo real. Era una imagen, aunque no supo bien decir qué tipo de conjuro era, estaba seguro de que ese no era el real. Si habia otro, estaba en otro lado, oculto. Y si no lo habia solo era una imagen para asustar.

Gerald en seguida se imaginó que Thognar estaba siendo Dominado por una Fuerza Superior. Aquella dominación iba a durar muuuuucho tiempo, pero al menos podía intentar que el enano no se metiera demasiado hasta el fondo antes de acabar con el bicho que le había encantado.

¡Vuelve aquí!

Muerto el bicho, se acabó el Dominio. O al menos eso era lo que suponía Gerald.

Gerald intenta vencer la voluntad del bicho que está controlando la mente de Thognar, pero su espíritu es demasiado fuerte.

¡Maldita sea! ¡La criatura es más convincente que yo!

Mientras Gerald trataba sin éxito de hacer volver a Thognar, Jack acababa, con un movimiento magistral, con el último de los enemigos anfibios. Por suerte para el grupo, el último enemigo, que había hechizado claramente al enano, había dado por finalizado el combate y se retiraba. Pero claro, su objetivo era conseguir algo para comer, y lo habia hecho con el enano, que nadaba incontroladamente hacia las fauces de su enemigo.