Partida Rol por web

Vaya, eso sí que no me lo esperaba...

Al ver caer a Wistle, Gerald se acercó hacia él para comprobar si estaba bien. Se arrodilló al lado de su cuerpo, le tomó el pulso, inspeccionó sus pupilas y trató de averiguar qué era lo que le había sumido en aquel estado.

Parece una especie de sobresaturación sensorial. Creo que se recuperará en breve, no tenemos de qué preocuparnos.

Respecto Wistle, claro. Respecto a lo que les esperaba más adelante, sí tenían por qué preocuparse. Y mucho, probablemente.

Realmente Malickud no estaba mal, tan solo estaria unos segundos cegado por haberse deslumbrado y quizás un par de minutos aturdido por la fuerza del "impacto" sobre él. Nada que fuese grave ni mucho menos. Y eso lo sabía el clérigo de sobra, asi que le recostó sobre el suelo y trató de que los demás se apartaran, no habia demasiado oxigeno alli, pero cuanto más espacio le dieran más posibilidades habia de que el aire estuviera menos cargado.

Unos segundos después Malickud volvía a la normalidad.

Thognar, se detuvo  al sentir las palabras de Mali. Saco su hacha, y espero a ver qué pasaba. El olor a tormenta, lo desconcertaba un poco, algo no cuadraba.
Cuando vio que Mali se tambaleo y cayó al suelo aturdido y cegado, se puso junto a él, en posición defensiva, por si eran atacados…

En sus tiempos de minero, había pasado mucho tiempo bajo tierra, pero a esta profundidad, nunca había percibino nada igual.

Al final Jack y el viejo se habían unido al grupo. El pícaro esperaba que aquello le reportase beneficios en el futuro. En un futuro cercano para ser más exactos. Pero de momento se contentaba con "pertenecer" a un grupo de aventureros. Tal y como sus padres hicieron cuando era jovenes, junto a Guybrush y otros.

Pero lo cierto es que el hecho de bajar tanto le escamaba un poco. Había escuchado historias, como todo el mundo, sobre la infraoscuridad y los drows. Y en verdad que esperaba que no tuvieran que bajar tanto. Por lo que cuando todo el mundo se detuvo y empezaron a hablar de que había algo raro, y mágico, en el ambiente se puso algo tenso. Sobretodo cuando el tipo dicharachero se cayó al suelo aturdido.

Vaya. Espero que no sea grabe.

Aunque su instinto le decia que no se acercara, el joven lo ignoró y se acercó. Si aquello era algún tipo de trampa era el más preparado para averiguarlo.

A pesar de sus precauciones, no descubrieron nada más de lo que ya sabian. No era una trampa, tampoco parecía haber sido nada fuera de lo normal. Lo que si estaba claro es que estaban cerca de alguna fuente de poder muy poderosa.

Después de observar atentamente aquel sitio, Jack pareció llegar a una conculsión.

Bueno. No he visto nada que se parezca a una trampa y aquello parece despejado. ¿Seguimos?

Thognar, continuo cauto sin bajar la guardia y con el hacha entre las manos, volviéndose a poner a la cabeza del grupo.

Se detuvo un segundo y saco su escudo, mientras llevaba su poderosa hacha de Batalla enana en la otra, si eran sorprendidos, quería estar bien protegido.

Wistle parecía haberse recuperado, o sea que no había motivos para seguir allí, quietos, en medio de un túnel oscuro.

Vayamos hacia la luz, y esperemos que no sea la del final del camino.

Había magia poderosa delante de ellos, y parecía ser más impresionante que peligrosa. La verdad era que a Gerald le había picado la curiosidad; ¿qué iban a encontrarse?

Que Iomedae nos guíe -murmuró antes de seguir.

Vaya y ahora el pequeñín se tumba un rato. Vaya gente más perezosa, pensó el mago mientras se paraba al lado del gnomo. Se rascó la calva y se fijó en la fuente de luz, la verdad es que parecía…una luz.

El resto del grupo empezó a agitarse nervioso y pensando que el también tendría que estar haciendo algo se puso a pensar. Tunel. Luz. Algo no cuadraba…. Hmm que sería, el gnomo? No, había gnomos por todos sitios…hmmm, claro! No hay antorcha, esto tiene que ser mágico!, murmuró el pobre mago, con cara de felicidad. Que gran descubrimiento había hecho.

Que Iomedae nos guíe -murmuró antes de seguir.

Seguro que puede ser divertido acercarse a la luz…. Pero no sé si agarrar fuerte un palo, dijo señalando el arma del enano, es la mejor preparación…. Claramente es mucho mejor rezar como el clérigo.

Guybrush se paró mientras dejaba pasar a los guerreros y miraba a su “sobrino” encogiendo los hombros. Estos guerreros están locos, le susurró

El grupo continuó avanzando por el túnel rudamente labrado hasta que se abrió en una amplia terraza, de al menos 20 pies de ancho y de largo, con el techo elevándose sobre sus cabezas al menos 8 o 10 pies. El porche no tenía pared, en cambio se abría en una enorme y resonante hondonada. Un gigantesco hueco que descendía hasta la más oscura de las profundidades. El aire, más que nunca, parecía cargado como si una gran tormenta fuera inminente. Las paredes de la abertura ascendian y descendian, acercándose al punto medio a medida que se alejaban de vuestraposición. Dos formas humanoides yacían inmóviles cerca de del borde de la terraza.

¡¡¡Por el yunque de Torag!!! Exclamo Thognar al ver la gran obertura.

Durante unos segundos, observo la zona, antes de acercarse a los dos cuerpos humanoides, hacha y escudo en mano…

Tras recomponerse de la abrumadora experiencia y confirmar las palabras de Gerald de que había sido una momentánea sobrecarga sensorial provocada por la potencia de la emanación mágica que les rodeaba continuó su camino añadiendo con una sonrisa al comentario del joven que se había adelantado unos pasos a investigar.

- Sí, podemos seguir, ciertamente no hay nada que temer, si esta concentración mágica se tornara en algo ofensivo moriremos al instante. - 

Aquella terraza parecía el final del camino, o al menos no veía la forma de seguir avanzando salvo saltando al vacío y no parecía muy buena opción, al menos no de momento. No obstante, la curiosidad le pudo, como solía ocurrir, así que alzando su brazo derecho y moviendo los dedos de su mano como si estuviera buscando algún tipo de apertura invisible pronunció unas palabras en su idioma natal - танцуючыя агні ¹-.

Inmediatamente después 4 esferas de luz aparecieron de entre sus dedos como si hubiera hecho un juego de prestidigitación. Extendió la mano, como desechándolas y las esferas se lanzaron al vacío con movimientos helicoidales recorriéndolo y lanzando algo de claridad allí donde su vista normal no alcanzaba.

Las figuras no pasaron inadvertidas para el gnomo, pero viendo que Thognar se encaminaba hacia ellas se despreocupó de ellas durante un instante, aunque le previno - No te acerques demasiado al borde -

Parecía que Wistle y Thognar tenían la terraza cubierta. Gerald aprovechó para tomarse un momento de descanso y se volvió hacia sus nuevos compañeros.

Allí estaban, observando. Se había ganado su confianza a base de embustes (pequeños, pero embustes al fin y al cabo: no tenía ni la más mínima idea de si habría oro y joyas al final del camino. Suponía que sí, pero vete tú a saber), y estaba razonablemente seguro de que Jack les seguiría por la recompensa. En cuanto al excéntrico mago, no tenía ni idea de cuanto tiempo les acompañaría.

Como podéis ver, cosas raras nos las vamos a encontrar a montones. De hecho, si es raro pero no nos lanza rayos, ni nos golpea, ni intenta devorar nuestra alma, es una cosa rara de las buenas. Y no es la norma por aquí.

Malickud pudo comprobar que la parte baja del agujero debia estar a más de 100 pies por debajo del nivel de la terraza, las luces no habian llegado al final del mismo, o al menos no iluminaban ninguna superficie. Aunque la verdad era que para la distancia a la que estaban, las luces iluminaban mucho menos de lo que deberian. Aquella densa oscuridad estaba tragandose la luz por completo.

El enano se acercó con lentitud a los cadáveres. Estaba alerta ya que al estar combatiendo contra clérigos malignos en la tumba del rey olvidado, no le extrañaba que pudieran levantarse. No obstante, no fue asi. Uno de los cadáveres era de un halfing varón, con una túnica violeta el otro era ahora una estatua hecha añicos de una goblin de ojos muy abiertos. Tenían dos bolsas, que estaban vacías, a los lados.

Jack dejó hacer a los experimentados aventureros. Parecían tener las cosas controladas y no quería molestarles. Por lo que aparte de asomarse un momento para ver las luces descender, y mirar como el enano se acercaba a los cuerpos no hizo mucho más.
Eso sí. Las palabras del clérigo le sorprendieron un poco.

Vaya. Habéis tenido una vida movidita por lo que parece ¿no? Espero que se calme un poco a partir de ahora. No soporto la violencia.

Al ver que el enano no acababa de acercarse a los cuerpos del todo, decidió ofrecerse voluntario.

Mejor tratar de ser util. No vayan a darse cuenta de que sólo estoy aquí por el dinero que han dicho que encontraremos.

Hey Thognar. ¿Quieres que eche un vistazo de cerca? Suelo ser perceptivo para las cosas peligrosas. Si alguien ha dejado alguna sorpresa en los cadaveres mejor ser precavido.

Malickud durante unos segundos estuvo pendiente del pozo tratando de intuir el fondo con su aguda vista, sin embargo, no le fue posible, había una cierta niebla en su interior que afectaba incluso a la luminosidad de su hechizo, por un momento pensó en emplear de nuevo su conjuro de detectar magia, pero tras la experiencia sufrida un rato antes, consciente de que estaban más cerca de la fuente de aquél poder sabía que no sería una buena idea.

A la vista de los acontecimientos y ya identificados los cadáveres, decidió esperar un poco antes de forzar a las luces a bajar un poco más. Era raro que, precisamente, dos razas de su estatura yacieran muertas en aquel lugar, así que aguzó sus sentidos pues no quería engrosar aquella macabra lista.

- Ten cuidado, y evita todo contacto, ya tuvimos un compañero afectado por licantropía. No sabemos la causa que acabó con la vida de estos dos seres, podría ser algo contagioso. Cuanto menos andar tocando muertos no es demasiado higiénico. - le previno a Jack que se acababa de ofrecer para inspeccionar los cadáveres.

Gerald también se acercó a los cuerpos y al agujero. 

Bueno, cuerpos, la verdad es que cuerpos, solo había uno: en realidad el otro "cuerpo" era una estatua rota. Poca medicina se le podía aplicar a un cacho de piedra.

O sea que decidió que lo mejor era empezar por el cuerpo que estuviera hecho de carne. Se acercó al halfling, volteó el cadáver y trató de hallar el motivo de la muerte. 

Quizás le dio un jamacuco al acercarse al agujero; desde luego, tiene que ser impresionante...

Aprovechando el examen, gesticuló en el aire para invocar algo de la Sabiduría de Iomedae y buscar algo de magia en el cuerpo o la estatua; aquello podía haber sido un ataque antinatural. Después, se levantó de nuevo y se acercó al agujero.

Anda que... como para caerse.

Jack comprobó que no hubiera nada sospechoso antes de que Gerald comprobara qué habia matado a aquellos tipos. El halfing tenia numerosos orificios de flechas, pero habian sido retiradas. También tenia mordeduras de pequeñas mandíbulas por toda la cara.

Se dieron cuenta de que, además, tenía una nota en la mano. Mientras Jack la agarró para leerla, Gerald usó el conjuro. Igual que Malickud cayó de culo al suelo cegado por aquel poder mágico. Estaba por todo su alrededor, estaban metidos en medio de aquella fuente mágica. Estaba claro que tenía que ver con aquel enorme agujero.

Por otro lado, la nota estaba escrita en un extraño idioma que el pícaro no conseguía leer.

Concentrado como estaba en inspeccionar aquella sima, Malickud se dio cuenta demasiado tarde de lo que pretendía hacer Gerald, y no pudo advertirle, por suerte todavía seguía encima de la plataforma y no había caído al vacío.

Se acercó a él, le ayudó como pudo a reincorporarse y, convencido de que en breve se recuperaría de la experiencia, le dijo en tono de reproche - ¿En qué estabas pensando, Gerald? ¿Qué creías que iba a pasar? -

Luego se volvió hacia Jack y le preguntó - ¿qué pone? -

Malickud trató de leer el mensaje, pero ninguno de los idiomas que conocía -y eran muchos- coincidía con aquellos extraños caracteres.