Partida Rol por web

Un nuevo día se abre ante el mundo

Empiezo el día buscando entre mis contactos mortales. Quiero contratar un asesino que elimine de una vez al viejo, sin ningún rastro de actividad sobrenatural contra la que parece estar protegido

Gale está es su despacho, este sigue impecablemente blanco, blanco hasta lo absurdo. El contraste de su piel bornceada y su traje de seda italiano negro lo hacen destacar como una baliza. Se dirige a la chimenea y con un gesto aparece llena de leña y encendida, se sirve un whisky del mueble bar y se dirige al piano. Mira alrededor y dejando el vaso en el piano abre la tapa y comienza a tocar.

La música inunda la habitación, dándole un aire triste y melancólico, a medida que la fustración de Gale aumenta los acordes se distorsionan, el ritmo se pierde y Gale pierde la paciencia cerrando el piano con un golpe. Se levanta y se va a su asiento, a su mesa de oficina. Con un gesto invoca a un demonio menor que aparece inmediatamente.

- Mi señor.. - el demonio está asustado, parece un adolescente drogadicto sin hogar. Su mirada no se despega del suelo.

- Traeme al Falsificador

- Señor yo.....

Sin permitir que replicase lo hizo desaparecer.

Se pasó el resto del día ultimando su plan, sentado en uno de los sillones tomando whisky.

A la noche el falsificador apareció. Un demonio antiguo, muy viejo, demasiado, pero no era peligroso, no para él, se había especializado en el engaño, por lo que habían sido aliados en muchas ocasiones, pero nunca supo su nombre. Esta vez su aspecto es el de un niño negro, de unos diez años vestido con un chándal de los lakers y deportivas blancas.

- Me has hecho llamar, de nuevo, cual es tu nombre en esta era....

-Gale Harrison, quiero que hagas algo una tablilla que solo las brujas o un luz blanca puedan leer, debe parecer antigua y debe contener un conjuro doble, medio cierto, medio falso... podrás hacerlo?

- Si

- Bien la primera parte del conjuro, la cierta debe abrir las puertas del infierno. La falsa debe parecer que las cierra para siempre para que nada pueda salir del infierno.

-Será caro.

-Si conseguimos nuestros propósitos serás recompensado más de lo que puedes soñar.

-Volveré

Fluctuó dejando a Gale sentado en su mesa con sonrisa de zorro y pensando en la chica que iba a utilizar...

Días después aparece encima de la mesa de Gale una tablilla sumeria, el Falsificador hizo un buen trabajo.

  Al lado de la tablilla hay un trozo de piel con unos dibujos, un texto escrito en un lenguaje muy antiguo, la primera escritura hecha por el hombre, un tiempo que nadie recuerda y que el hombre no puede recordar dado que él se encargó de eliminar a esa civilización. Durante un momento se sume en los recuerdos, como cogió a un puñado de humanos que no sabían ni alimentarse adecuadamente y les enseñó durante siglos a curtir pieles, alear metales, cerámica, agricultura... tortura, hacer venenos, traición, avaricia, incesto, lujuria, ... todavía puede recordar el olor de la sangre en los sacrificios que le dedicaban, las vírgenes que morían con el corazón arrancado por sus propios padres y madres... el terror en sus ojos y la pena en los de sus padres. Por desgracia tuvieron la mala idea de abandonarlo cuando los malditos luces blancas y sus brujas aparecieron, dejaron de ser divertidos, realmente se conviritieron en un aburrimiento, pero fueron los primeros en escribir su nombre, su auténtico nombre. Coge el trozo de piel suave, obviamente preservado con magia, y la suavidad de la piel le produjo un inmenso placer, al recordar a los bebés sacrificados para hacer esos escritos. Leyó su nombre en voz alta: "BALBAN"

Con un gesto ágil se levanta y va hacia al mueble-bar, se toma una copa de whisky y deja la copa en la mesa. Con un gesto orbita a un lugar que sólo él sabe donde está. Ese lugar se parece un almacén abandonado y en él hay un montón de chicas. Todas encadenadas, todas con la mirada perdida, todas en silencio. Al fondo un grupo de demonios abusan de una niña que no tendrá más de 13 años, pero es imposible distinguir si está viva. Los demonios lo saludan con respeto y temor, Balban, decide dedicarles la misma atención que al montón de mierda que hay cerca de las demás chicas. Llega al final donde una chica todavía vestida destaca. Se nota demasiado que también había sido violada repetidas veces, pero está en mejor estado que las demás.

Unos demonios cercanos estan comiendo carne cruda de origen indeterminado, quizás alguna chica de la que se han cansado. Se dirige a ellos.

- Es hora de ordeñarla, nos dará suficiente dinero, es guapa y ya habéis jugado suficiente con ella, si se queda más tiempo terminará como las demás. Soltada y limpiadla

Uno de los demonios, se levanta y rie abiertamente:

- Todavía es pronto, no se quién eres pero este es nuestro juguete, nos ha costado mucho apartarlo y...

Balban levanta la mano izquierda y el demonio fue lanzado hacia ella con una fuerza que mataría a cualquier humano, y queda atrapado por la garganta, intentando en vano respirar y decir algo...

-JJjj.... hhijjjj .... dd

Balban lo observa con asco y el demonio empieza a arder al momento. En cuanto se termina de consumir no queda de él ni cenizas.

El otro demonio no se mueve. Está temblando.

- Espera aquí - la voz de Balban no admite discusión.

Balban conoce sus dominios, pero no se mueve mucho por los suburbios, normalmente tiene a alguien que le lleva a las chicas del lugar, pero en este caso ha decido ir el mismo, sabe a quién debe acudir. A la Loquera.

Durante los siglos como humano ha hecho una red de prostíbulos muy lucrativa. El Pastor se encarga de que las humanas den dinero, primero en prostíbulos y después como carne, tráfico de órganos en el mundo humano y como entretenimiento para demonios lo suficientemente vagos como para solicitar humanos por encargo. La Loquera es una demonio especializada en alterar los recuerdos de las chicas para que no hablen en el mundo humano de cosas que no deben.

La encuentra trabajando en una chica.

- Mi señor...

-Loquera, necesito que hagas un trabajo especial. Acompáñame.

Se acercan a la chica de nuevo, el otro demonio está esperando instrucciones. Gale hizo un gesto y el demonio se fue corriendo muerto de miedo.  La joven había sido liberada y aseada.

- Quiero que le hagas una memoria nueva. Fué capturada, violada por los dos chicos, del almacén, y escuchó hablar de un texto que debían proteger a toda costa, que nadie debía saber que estaba allí, que todo dependía de mantenerlo oculto. Que serían  recompensados por haberlo encontrdo. Y por supuesto no debes comentarle esto a nadie.

- Debo saber algo más de ese texto o sobre..

- Debes sabe lo que te he dicho. Nada más. Te vienes conmigo ahora.

- Estoy lista, como siempre

Gale se aproximó a la chica humana que estaba en estado catatónico, la agarró por una mano para que se levantara y los tres desaparecieron fluctuando hacia un almancén. Allí hay dos demonios menores. El lugar es una estación de paso para las chicas, de allí se las lleva el Pastor para los locales.

El almacen no es muy grande en él hay dos demonios menores sentados en unos sofás destartalados  viendo la tele al lado de una cocina vieja, una nevera y una mesa baja llena de revistas porno.

- La loquera va a trabajar en ella unos días, en cuanto termine dejadla aquí, yo vendré a por ella, no traigais a ninguna otra y ni se os ocurra molestarlas

Los demonios parecen lo que realmente son, el eslabón más bajo, tanto de la sociedad demoniaca como humana. Sus identidades humanas hace tiempo que fueron pervertidas y se convirtieron en demonios al servicio de Balban, uno de ellos era un reputado médico, el otro un deportista, ambos engañados por codicia.

- Se hará como dices.

- Ahora marchaos un rato, vamos a trabajar en ella un tiempo, volved en unas horas.

Los dos desparecen por la puerta

Coge a la chica y la tira en un colchón que hay  cerca de la pared del fondo sin que la chica emita un sonido. Cuatro colchones más vacíos dan testimonio de la cantidad de chicas que pasan por ahí.

- Trabaja con ella, quiero que recuerde donde está la tabilla, que los chicos la han ocultado cerca, encima de la mesa. Pero que no ve nada.

Balban estira la mano y la tabilla se materializa en ella. Se va delante de la tele y deja la tablilla en la mesa con un gesto la tablilla desaparece. El conjuro es tan básico que hasta una bruja novata lo localizará.

La Loquera se levanta acerca a la chica y le toca la cabeza con la mano...

- Estará lista por la noche.

- Si no lo está tu estarás muerta por la mañana.

Balban desaparece y se vuelve a su despacho, preparándose para hacer tiempo y que John pueda "avisar" a las chicas.

Después de mucho tiempo volví a la torre, había estado meditando sobre el plan para destruir a las brujas, pero eso había echo que dejara abandonados a mis subordinados, al igual que los había dejado solos con los planes, algo que no estaba seguro hubiese sido muy inteligente. Cuando aparecí pude ver que me encontraba solo, paro eso no era problema, no sería difícil contactar con mis fieles ayudantes.

- Gale, Isaac, quiero que vengáis aquí lo antes posible, no me gustaría tener que ir a buscaros. – Era cierto que otra demonio no habría tenido derecho a exigir esas cosas después de desaparecer, pero su poder y estatus se lo permitía, algo que en el fondo le gustaba.

Balban se encuentra en su despacho de un blanco inmaculado cuando recibe la llamada de su príncipe. Intrigado por su vuelta deja a la pobre muchacha en manos de sus "perros", para que sacien su hambre y fluctúa hacia el despacho de su señor.

En cuanto aparece le hace una pequeña reverencia que parece más una burla que una muestra de respeto. Sobre todo por la diferencia entre ambos. Balban siempre viste con trajes de seda, hechos a medida, tanto en su faceta humana como cuando está en el mundo de los demonios. El príncipe es un poco más "descuidado"

- Mi señor,veo que esos asuntos importantes que te han tenido apartado de nosotros por fin se han terminado. Nos hemos estado diviertiendo un poco sin tí.

Al cabo de un par de minutos fluctuo al despacho del príncipe, aun con ropa de personal sanitario algo manchada de sangre ya que estaba ocupándome de mis "negocios"

-mi príncipe- digo a modo de saludo mientras cruzo las manos frente a mi y espero a que explique el motivo de esta convocatoria tan urgente

sonreí al ver a mis viejos esbirros, hacia ya algún tiempo que no los veía, pero parecía que todo seguía igual. Parecía que seguían manteniendo las apariencias, eso significaba que no había cambiado nada, algo que ya sabía.

- Siento mi desaparición, estuve investigando para conseguir mi plan maestro, aunque desgraciadamente no era demasiado maestro, cuando desaparecí estuve buscando puntos débiles a mi plan, y al final encontré mas de los esperado, por ello tuve que dejarlo. Aun así por lo que se vosotros ya tenéis otro plan entre manos, asique me gustaría que me contaseis como está saliendo, parece que gracias a vosotros el plan resultara. – Mire a los dos demonios, era cierto que los dos demonios en mi ausencia habían conseguido algo, aunque no era muy seguro que saliese bien, por ello no lo celebraría tan pronto, sino cuando recibiese lo que estaba buscando.

Balban sonríe ante los supuestos halagos de su príncipe. Las mejores amenazas surgen de los halagos. Eso es algo que él mismo había practicado demasiadas veces. Es como un vino dulce, si te emborrachas con los halagos puedes perder la cabeza, literalmente.

- El plan avanza, de forma lenta, como los buenos caldos humanos. El cebo está en su puerta, esperemos que piquen.

Balban se mueve con seguridad hacia el mueble-bar de su señor, y se sirve un vaso del mejor whisky. Echa un largo trago y sigue hablando con calma.

- Debemos obrar con cautela, si somos demasiado ansiosos podemos austarlas o llamar la atención de los antiguos. Si ellos revisan la tablilla, no estoy seguro de poder engañarlos.

- Bien… esperemos que todo salga como debe, no me gustaría que los ancianos echasen todo a perder. Había pensado aprovechar que mataran al luz blanca, pero eso podría hacer que los ancianos investigasen, ya que no creo que pegase demasiado con vuestro plan. – Hice una breve pausa y me acerque a Gale para servirme yo también una copa. Después de servirme me bebí el vaso de un solo trago, el alcohol no era algo que le afectase. – Bien, y  aparte de ese gran plan ¿que mas tenéis entre manos? Me gustaría divertirme mientras las brujas hacen su movimiento. Mientras podríamos hacer algo interesante.

Una vez adopto mi posición me mantengo inmovil como una estatua, es lo que acostumbro hacer, algo que incomoda mucho mas de lo que se podría pensar a los humanos, aunque no tiene ningún efecto en demonios

-Al mismo tiempo que se desarrolla el plan de Balban vamos haciendo pequeños ataques, cosas sin importancia que les haga pensar que se oponen a nosotros y que van ganando, es mejor que se sientan confiadas-

Mi único movimiento es el de mis ojos siguiendo a Balban y Crowly hasta el mueble bar, el alcohol es algo que no me atrae en absoluto

-de hecho creo que habría que hacer un ataque ya, aun no se habrán repuesto de la muerte de Robert y tengo algo pensado para ponerlas nerviosas. Y si ya tienen esas tablillas me haría falta un demonio menor que intente robarlas mientras yo actuo. Ha de fallar claro, pero así le darán la importancia que queremos a esas tablas-

Los detalles del plan son tan morbosos que por una fracción de segundo una sonrisa asoma fugazmente en mis labios

-porque ya tienen la tabla, ¿no Balban?-

Mire yo también a Balban, tenía interés en saber cuán bien iba el plan de las hermanas. Ellas no se imaginaban lo que les venía encima, algo que me gustaba bastante. Pronto recibiríamos más poder del imaginado, pero para eso debía ver que el plan de mis esbirros resultaba lo suficientemente bien.

Balban mira fijamente al príncipe con la rabia saliéndole por los ojos.

- Todavía no. Las muy putas deben estar ocupadas con ese luz blanca. John les envió un sobre para que fuesen al almacén donde están la chica y la tabla.. Todavía no hay noticias de ellas.

- Esas malditas chichas son demasiado problemáticas. Y ese luz blanca es demasiado molesto, espero que tengamos pronto una posibilidad de acabar con el sin echar al traste nuestros planes. – Mire a Isaac por unos segundos, aunque cuando me dirigí a el no lo mire, sino que mire la pared, sin ubicar un sitio en concreto. – ¿Podrás hacer tu plan sin necesidad de  que tengan la tablilla? ¿O tendremos que seguir esperando a que reaccionen? – Le desagradaba que estando tan cerca tuvieran que esperar, aunque comprendía que debía hacerlo así, sino todo se iría al traste.

- La tablilla es parte fundamental del engaño. Debemos esperar, al fin y al cabo llevamos milenios aguardando. Unos días más no nos harán daño. Tienen a una inocente esperando. No tardarán.

Solo mi tono permite apreciar cierta decepción

-es un ataque gratuito, puedo hacerlo en cualquier momento, pero preferiría usarlo para convencer a las brujas de la importancia de esa tabla. Que parece que no captan, tal vez deberíamos darles algún cebo mas aparte de la carta de John. ¿que había exactamente en ese sobre?-