Partida Rol por web

Michaella hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo hacia el Toreador y aceptó la mano que le tendía. Aunque por la cercanía Mateo resultase tremendamente hermoso con la capacidad para influir en los demás, la cainita procuró no fijarse en él demasiado, acercándose de manera instintiva a su acompañante.

- Yo tampoco encuentro expresión en un tacho torcido... ni en una mancha en mitad de un cuadro. No sé que tiempos corren ahora que todo el mundo considera arte incluso un lienzo blanco colgado en una pared. Yo, particularmente, encuentro fascinante su obra... - comentó la muchacha con una espléndida sonrisa. - Por cierto, mi nombre es Michaella Wallerstein, soy crítica del Times...

-Oh sí...he oído hablar de usted. De hecho, he leído algunas de sus críticas y coincido con muchas de sus opiniones.

El murmullo de la sala es constante, al igual que el ruido de las copas. -Con su increíble curriculum y el hecho de que usted esté aquí, deberé hacer aplomo de mis nervios y ofrecerles una copa. Dice el cainita al pasar un mozo con una bandeja y ofreciendoles un trago.

-Tratando de no pecar de soberbio, debo decir que estoy muy orgulloso de mi trabajo. El espíritu del expresionismo que tanto amo se ha logrado en cada una de las pinceladas. El color, los detalles y las sombras han logrado capturar la emoción que tanto deseaba transmitir...

Michaella sonrió por el cumplido del Toreador, si había oído hablar de ella, era un buena ocasión para intercambiar opiniones. Le rió la gracia con una deslumbrante y hermosa sonrisa.

- No tiene nada de qué preocuparse, señor, cuando una obra merece la pena siempre recibe buenas críticas - se volvió hacia los cuadros y escuchó hablar al cainita. - Ah, son bastante espléndidos, ¿no te parece, Augustus querido?

Por supuesto hace una pequeña pausa y agrega Señor Olive ¿De casualidad no dispone de algun lugar en el que podamos hablar en privado? dice mirando a toda la gente que los rodea me gustaria hablar de un tema que seguramenta a ambos nos interesa.

-Por supuesto...dice Mateo algo extrañado. Hay una habitación adjunta donde podemos conversar en paz. Sigame por favor...

Y se de media vuelta con la copa en mano dirigiendo a su interlocutor a destino. Al pasar muchas personas intentan detenerlo para elogiarlo, adularlo e incluso tocarlo, pero él se disculpa galantemente.

Acompaña a Adrian hasta una habitacion pequeña con forma de oficina, mientras le hace una seña a Michaella de que lo espere un momento.

Finalmente llegan a la oficina, el señor extravagante y de pelo largo comienza a hablar. Realmente tiene una hermosa coleccion de arte señor Olive. dice sentándose en una silla que hay por ahi Me gustaria saber si estaria interesado en hacer una obra para mi... como podra suponer no le estoy pidiendo que lo haga por caridad, puedo pagarle sustancialmente haciendole un Museo de Arte de arquitectura europea en la ciudad que quiera solamente para usted. Lo ultimo parece decirlo muy en serio, parece realmente interesado en que le hagas esa obra.

Los hombres se encuentran sentados efrentados en mullidos sofás apoltronados. Mateo escucha al hombre entornando los ojos mientras que juega con el líquido en su copa.

Acostumbrado como estaba a pedidos estrafalarios, parecía no impresionarle mucho la propuesta de su interlocutor aunque en su fuero más íntimo no sabía qué creer. 

-Me halaga con su pedido señor Alexander...una interesante propuesta debo decir, para un humilde artista como yo. dice con una falsa modestia mientras emite una torcida sonrisa. La sola idea de un museo es demasiado exitanto como para dejarlo pasar. Digame...y que clase de obra pretende que yo haga para usted?

Michaella lanzó un suspiro, si había algo que la desagradaba era el secretismo que a veces mostraba su acompañante. Asintió obediente.

- Tomaré una copa y seguiré disfrutando de la exposición - anunció en voz alta para que ambos pudieran escucharla. Con una inclinación de cabeza se retiró hacia los cuadros.

Te quedas mirando las obras unos segundos, cuando notas que la atencion de varias personas se ve enfocada en una persona que acaba de entrar, parece ser importante y lo mas extraño es que rapidamente se dirige hacia donde estas, como si quisiera hablarte.

Buenas noches señorita te dice amablemente ¿Es usted Michaella Wallerstein? dice con una excelente pronunciacion.

La joven se dedicó a mirar las pinturas, lo cierto era que le desagradaban, aquel tipo de arte no le entusiasmaba en absoluto y no entendía porqué Alexander se había empeñado en ellas. Suspiró, cuando a su Sire le entraba algo en la cabeza no había manera de sacarselo...

Mientras miraba uno de los cuadros, con la cabeza ladeada para apreciarlo mejor (un gesto que hacía siempre que iba a hacer una crítica, después de todo, acabaría escribiendo un artículo para el Times cuando tuviera un poco de tiempo), sus sentidos pudieron apreciar que las personas a su alrededor prestaban atención a una persona y no a las obras expuestas. Desvió la mirada hacia el recién llegado, quién, sin ningún tipo de disimulo, se acercó hasta ella, lo que provocó que todos la mirasen también. La Ventrue frunció los labios, desde luego que poco tacto tenía este tipo.

- Eh... sí, soy la señorita Wallerstein - habló ocultando su extrañeza. - ¿Y estoy hablando con...?

Pablo Celman responde haciendo un pequeño gesto de saludo. ¿Seria tan amable de llevarme a donde se encuentra el señor Alexander Legendre? Necesito hablar con el de forma urgente y tengo entendido que entro con usted a esta galeria.

Michaella frunció los labios molesta e intranquila porque alguien entrase buscando a su Sire.

- ¿Podría decirme a mi de qué se trata? - preguntó poniéndose a la defensiva. - Consideraré si lo que me cuenta es de importancia para el señor Legendre, o no lo es.

Pablo se empieza a impacientar un poco...

La verdad es que no, tengo que hablarlo con el personalmente. Dice sin ser agresivo Probablemente no sepa que soy el Sheriff de la camarilla en esta ciudad, por lo tanto le pido que reeconsidere lo que esta haciendo, solamente quiero hablar unas palabras con el señor Legendre.

Su cara se pone muy seria al final, esta claro que no esta jugando y que realmente quiere hablar con Alexander lo mas rapido posible, quizas sea buena idea no disgustar a una de las mas importantes de las autoridades locales, aunque es muy posible que esto no desencadene en nada bueno sea lo que sea que hagas.

Michaella no se dejó impresionar cuando el cainita dio a conocer su rango. No es que no lo respetase, pero no era mujer que se dejase intimidar facilmente cuando esgrimian un cargo para imponer autoridad. Hizo una inclinación de cabeza de forma respetuosa.

- Si el señor Celman es tan amable de esperar aquí un momento, avisaré al señor Legendre - respondió en tono pacífico. - Está reunido con uno de sus futuros socios y a veces se molesta cuando lo interrumpen, deme un minuto. Si no se fia de mi, puede esperar al otro lado de la puerta... - comentó mientras le daba la espalda mostrando su esbelta y pálida espalda enmarcada en el traje negro.

El señor Augusto Price se queda hablando un rato contigo acerca de sus ideas sobre la pintura que necesita, al parecer es un cuadro muy particular relacionando el barroco con el modernismo y haciendo un rejunte metaforico de sucesos que Augusto quiere que queden impresos en un cuadro, para recordar sus logros o algo por el estilo.

Pasan asi unos minutos, hasta que alguien toca la puerta... vas y la entreabres para ver quien es y te encuentras con michaella que busca con la mirada al señor Price por el pequeño espacio de la puerta que acabas de abrir, sin decir nada le hace una seña a este para que se aproxime.

Caminas hacia la oficina donde estaban mateo y Alexander hablando, Pablo te sigue sin decir palabra y a una distancia aceptable.  Tocas la puerta y en unos segundos aparece el artista, entreabriendo la puerta, sin decirle nada le haces una seña a tu sire para que se aproxime.

Dos hombres aparecen de la nada y entran en la habitacion empujando a Augustus-Alexander al entrar, uno de ellos toma del brazo a Michaella y la lleva dentro, detras de ellos entra Pablo Celman, Sheriff de la ciudad de Buenos Aires.

¿Que significa esto? Dice levantando la voz mientras agarra a Michaella por la cintura y se la lleva a su lado, al otro lado de la oficina donde tambien se ha colocado el señor Olivé ¿Quienes son ustedes?