Partida Rol por web

Chip avanzaba con cautela por el oscuro tuenel de la mina, no se veia nada, las sombras que reinaban en el lugar hacian dificil distinguir algo con claridad, el guerrero avanzaba con la vista presta hacia delante, presto a que en cualquer imprevisto, cuando de repente.... al intentar pasar por donde el techo se habia medio caido dejando algunos cascotes en el suelo, su pié cedió y noto como su cuerpo caia y se veia abajo, instintivamente llevo alzo las manos para agarrarse a algo, pero habia estado disttraido y a pesar de sus reflejos entrenados sus brazos solo pudieron arañar la dura tierra sin poder sirse a nada solido, de su boca salió un grito de desesperación Ahhhhh- al notarse caer

El movimiento fue demasiado rápido para que nadie pudiese ayudarle, Chip pisó lo que parecía tierra removida y a pesar del intento de equilibrarse, cayó en un foso.

Una trampa tosca, apenas un trapo con tierra removida encima, algo qeu casi cualquiera habría podido ver de no estar el pasillo en penumbra o haber tenido los sentidos más despiertos.

Pero era demasiado tarde, la tierra cedió bajo sus pies, y desapareció en el foso.

Al ver como el guerrero desaparecía en el suelo, River-Sen se aproximó con cuidado al pozo que ahora había quedado descubierto - Una maldita trampa - murmuró mientras veía como su nuevo compañero yacia desmadejado y las puntas de las estacas que adornaban el pozo le atravesaban el cuerpo por varios lugares.

Había que actuar con premura y el monje era muy consciente de ello, con rapidez sacó una soga de su mochila y lanzando una punta al foso buscó donde atar el otro extremo - Está muy mal - dijo - Hay que curarlo lo antes posible... y espero que no aparezca el que armó la trampa - terminó en voz baja, más preocupado, por el momento por su nuevo compañero que por el riego que podía significar no preocuparse por quien pudiera venir por el tunel.

"Mira que se lo dije", piensa Dalaghor mientras se acerca al foso. Mientras avanzo, voy inspeccionando el suelo, las paredes y el techo, haciendo especial hincapié en las rendijas que pueda haber entre adoquines. Con la punta de mi espada, voy tanteando el suelo y cuando llego a la altura del foso, intento mirar a ver si veo a Chip y con ayuda de una cuerda, intento ayudarle a subir.

La sangre se extiende rápidamente por el suelo de agujero. Chip está literalmente empalado, con dos estacas que han atravesado sus muslos, otra un hombro, y otra que atraviesa su costado izquierdo.

El guerrero está no se mueve ni da señal alguna de seguir con vida.

Merol está aterrado por lo sucedido, pero tiene la suficiente entereza como para acercarse con la antorcha intentando iluminar la escena... Aunque sabe que los elfos ven mejor en la oscuridad duda que puedan ver en la oscuridad completa como los enanos.

Aparte de eso mientras la atención de todos su compañeros está situada sobre el pobre Chip Merol no quita ojo de los alrededores... Sería un mal momento para un ataque por sorpresa.

- Yo sostengo la soga - murmura el elfo mientras busca afianzar sus pies cerca del hoyo, cuidandose de no resbalar y preparándose para sostener el peso de un cuerpo con sus brazos - espero que alguien lo pueda curar, porque parece que está muy mal -

- Quien baja? - pregunta antes de aclarar - y que alguien vigile. No me gustaría que apareciera el que preparó la trampa... -

-Está muerto. Nadie pudo sobrevivir a eso. -dice Dalaghor con pesar-Será mejor que continuemos camino.

- Pe... Pero ¿lo vamos a dejar ahí? Ni siquiera vas a echar un vistazo.- Merol se dirige al clérigo - ¿No puedes curarlo o resucitarlo o algo así?

Está muerto. Nadie pudo sobrevivir a eso.

Aquí no se muere nadie sin mi permiso, dice Andreas firmemente mientras baja por la cuerda. Una vez abajo, se concentra, apoya su mano sobre el pecho de Chip e invoca el poder de Pelor. Chip deja de perder sangre y, con un esfuerzo, Andreas le levanta, sacándole las estacas. Chip está débil, pero consciente y puede actuar.

Una vez Chip recupera la consciencia, Andreas le ayuda a subir por la cuerda y luego sube él al nivel del pasillo.

Bien, dice, y a partir de ahora, ¿qué tal si es el pícaro el que explora los pasillos? Aún me queda un conjuro de curación, pero prefiero guardarlo para una urgencia mayor.

-¿Eso de pícaro por quien va?-dice Dalaghor mostrándose visiblemente molesto por el término utilizado por su compañero para referirse a él-.

-Me alegro de que hayas sobrevivido, Chip. Los dioses están contigo. Creo que has sobrevalorado tus habilidades como explorador, creo que será mejor que me dejes seguir a mí delante.

Sin esperar una respuesta a la pregunta, Dalaghor recupera su puesto como explorador, adelantándose al resto del grupo. Mientras avanza lentamente, se va fijando en el suelo, en las paredes y en el techo, haciendo especial hincapié en las hendiduras de la roca. Si hay una piedra que sobresale más de lo normal, la reviso, si veo algún objeto, lo reviso también.

Chip sigue inconsciente y moribundo, aunque su vida no corre peligro inmediato.

Visto el estado de Chip, Andreas vuelve a invocar el poder de Pelor y la curación mágica vuelve a actuar sobre el guerrero herido.

-¿Eso de pícaro por quien va?-dice Dalaghor mostrándose visiblemente molesto por el término utilizado por su compañero para referirse a él-.

¿Pícaro? ¿Quien ha dicho pícaro? Yo he dicho díscreto, con acento en la "í", replica zumbón Andreas ante el cabreo del "experto en sigilo".

Cuando el clérigo actúa por tercera vez, Chip puede finalmente levantarse. Sus heridas han dejado de sangrar aunque al moverse el dolor sigue asomando a su rostro, aunque el valor del guerrero impide que llegue a su voz. Su cuerpo le dice que aunque no vaya a morir, las lesiones siguen siendo todavía importantes. Antes de subir por la cuerda, no puede menos que mirar las estacas que han estado muy muy cerca de costarle la vida.

Ante el grupo vuelve a estar el mismo agujero endemoniado, ahora visible. Aunque es sencillo pasar por su lado, después... la gruta sigue adentrándose en la montaña, al menos a la distancia que el elfo puede ver con la luz de la antorcha.

- Mi tío siempre decía al respecto el que no ve se puede caer... Aunque no mencionaba que aparte de eso acabaría como un colador ensartado por estacas... Me alegra saber que nuestro clérigo puede obrar tales milagros. ¿Avanzaremos? Supongo que ahora le toca al guerrero ir resguardado mientras no se recupere.