Partida Rol por web

Sentí su mirada y algo hizo que me recorriera un escalofrío por todo mi cuerpo. En cuanto se acercó y me colmó de besos. Se los devolvía con pasión, con ahínco, con fuera, como si no quisiera dejarme amedrentar. 

Mi respiración comenzó a agitarse y a descontrolarse debido a lo mucho que echaba de menos sentir a Jet tan cerca de mí. Echaba de menos sus besos, sus caricias, sus manos en mis pechos, su lengua jugando con la mía. 

Jadeé cuando sentí sus manos en mis muslos, pero eché la cabeza atrás y me perdí con el contacto al notar cómo me mordía los pezones. Gemí de placer y una sonrisa pícara asomó a mi rostro.

-Porque te dejaré hacerme lo que quieras- susurré, contoneándome, tirando del pelo de Jet para que siguiera en mis pechos, culminándome. 

Mientras continuaba con lo mío reí –jajajaja ok, acepto esa invitación!!! Te doy vuelta en un rápido movimiento de cuerpo completo de tal forma que quedas suspendida, tu te apegas bien a mi cuerpo y con tus piernas dobladas te sostienes de mi espalda con tus manos te apoyas en el piso mientras yo me doy manjar con tu entrepierna.

Me quedé sorprendida ante el atrevimiento de Jet y no pude sino reír ante aquello. Me lamí los labios, juguetona, y cerré los ojos, recreándome en los movimientos de su lengua, disfrutando al máximo. 

-Dios, Jet- gemí, moviendo mis caderas de forma sensual-. Sí, vamos.

Apretaba mis manos en el suelo, con fuerza, manifestando mi placer. Sólo pensaba en él, en su lengua y en mi entrepierna. Todo lo que había pasado en la cena se me había olvidado, tan solo quería que este momento durara para siempre. 

A medida que continuaba, me excitaba más y más con tus aromas, más y más cuando sentía que te venias, a cada segundo me asemejaba más a un animal, a un bestia salvaje que al civilizado Jet de allá abajo, comienzas a sentir mi calor, mi fuego, como mi fuerza aumenta y las venas se me saltan, te doy un nuevo giro para besarte salvaje, apasionado, impaciente, mis manos te guiaban vía tus nalgas, te acomode en la cama y sin dejar que te quitaras nada más de tu ropa comencé a penetrarte, con firmeza, con pasión, como si fuéramos un par de desconocidos, con la jovialidad de un muchacho.

Cuanto más pasaba el tiempo, más pasional me encontraba. Mi respiración se fue agitando y los latidos de mi corazón se desbocaban. Sonreía y guiñaba un ojo a Jet de forma pícara, tratando de dar señales de que podía hacerme lo que quisiera.

Grité en cuanto llegué la éxtasis y besé a Jet de forma apasionada, bebiendo de sus labios como si de un oasis se tratara, arañando su espalda y su pecho dando a entender lo que sentía en mi interior. 

Reí cuando me depositó en mi cama y di un gran gemido cuando lo sentí en mi interior. Estaba yendo todo muy deprisa y me encantaba.

-Sí, vamos- jadeé, instándole a que me diera más-. Haz que sea una noche que no pueda olvidar. 

Al escuchar tus palabras mis ojos brillaron con un destello entusiasta y malicioso –como lo ordenes!!! De ahí comencé a recordar lentamente todas las enseñanzas de aquel viejo gurú induista que me inicio en estas artes, al sentir que te venias de nuevo te di medio giro y tome tu pierna, de forma que parecíamos un nudo humano, en ese momento comencé a moverme cual boa en el rio, mientras tiraba de tu pierna, todo dando una penetración mucho más profunda, mientras más te escuchaba y me mojabas más poder parecía obtener.

Gemía y jadeaba con cada envestida de Jet y gritaba de placer, agarrando las sábanas con fuerza, hincando las uñas en el colchón y perdiéndome en esa espiral de pasión, arrebato y lujuria desenfrenada. 

-Vamos, Jet, vamos- jadeé, cerrando los ojos con fuerza, recreándome en él, pensando sólo en él.

Sonreí en cuanto me giró y me tomó de nuevo y ya no sentía absolutamente nada más que a él. No me importaba dónde estaba, ni si habían pasado horas o minutos o segundos, tan sólo me importaba Jet y todo lo que estaba pasando. 

La magia duro momentos que se sintieron como eternidades, tras un buen, muy buen polvo quedamos exhaustos, te abrazo y beso tiernamente, y me re-pego a ti para dormir, como un par de adolescentes tiernos. Justo cuando podía sentir tu frustración me levanto, -vamos, es tu turno querida, sígueme!! Salgo en bata y te trato de guiar a una puerta secreta.

Sentí la explosión de placer, arqueando mi espalda y gritando, cuando llegué al culmen de todo aquello. Terminé con la respiración entrecortada y miré a Jet, sonriendo, dando gracias a no sabía quién por lo que me estaba pasando. 

Devolví el beso a Jet, con fuerza, y lo estreché entre mis brazos, queriendo sentirlo cerca de mí el mayor tiempo posible. Estaba exhausta, pero me gustaba. Me lo estaba pasando bien y estaba junto a quien quería. No podía pedir más. 

Fruncí el entrecejo cuando vi a Jet levantarse y le inquirí con la mirada, curiosa.

-¿A dónde...?- pregunté, pero me corté, confusa. Me limité a encogerme de hombros y me levanté de la cama-. De acuerdo, te digo, te sigo- añadí, sonriendo, sin apartar la mirada de Jet-. Sorpréndeme. 

Con una mueca de disgusto lanzo a un lado a mi escudo humano, acepto el cigarro y empiezo a fumarlo

-hable- digo secamente mientras intento localizar a los francotiradores

si toda la que quieras

La puerta secreta conducía a un cuarto que no se podía acezar de ningún otro lugar, entran en una cámara extraña, el clima dentro es tropical, pueden ver palmeras, arena, un pequeño lago artificial, están buena la réplica que uno se siente como en una playa verdadera, eso lo ven a la izquierda, a la derecha es una especie de jardín combinación de estilos japonés, chino, y coreano; pasto, bambú, un pozo de piedra, un estanque con aguas termales, hay pájaros trinando por todos los alrededores, grillitos, un riachuelo que corta todo ese lugar y en el riachuelo hay carpas… en medio del lugar hay una cabina, está equipada con todo lo necesario: comida, juguetes, bebidas, música, se puede controlar el clima, jet se adelante y hace que el estanque parezca un jacuzzi burbujeante, todo parece indicar que esta vez el pone el lugar y tú te encargas de poner la acción!!! Si desean algo pídanlo seguro en esa cabina habrá.

Me quedé con la boca abierta, totalmente maravillada ante lo que mis ojos veían. Allá donde miraba todo era perfecto, precioso, espectacular. No sabía a dónde acercarme primero ni qué hacer.

Miré, sonriendo abiertamente, a Jet y le di un beso apasionado en los labios,  como si le estuviera agradeciendo todo aquello.

-Es precioso, precioso- dije, una y otra vez, sin saber qué más decir. Cuando más miraba el lugar, más palabras abandonaban mi cabeza para dejarme la mente en banco y sin poder hablar. 

Miré las burbujas sugerentes de jacuzzi y sonreí al hombre, pícara.

-¿Qué te parece un baño?- pregunté, tomándole de las manos y conduciéndolo junto a mí hacia el agua burbujeante-. Y algo más...- sugerí, soniendo, mientras, hincaba mis uñas de forma suave en su pecho, intentando convencerle de que biniera conmigo y se divirtiera. 

Siento la excitación a flor de piel, esas uñas, ese calor “esta no es una mujer es toda una tempestad”, mis ojos se animaron mi cuerpo respondió como si de un adolescente se tratase, -muéstrame ese algo más cariño!!

Me acerco lentamente con paso firme –ese tal José Boquitas es un mal innecesario, pero su padre es una persona con mucho poder y un alto grado en el gobierno, por tanto, gente como nosotros no puede intervenir, te vi querer decir algo pero no te dejé –no, no me refería a usted machete, teníamos un agente encubierto en ese lugar, de uno de los excusados a los lados sale el chico al que hace algunas horas casi matas de un machetazo –esta era la noche… pero siempre hay algún imbécil (te suelto un buen bofetón que si te duele) que echa a perder las cosas… interferiste porque alguien te pago? ¿Cuál era tu objetivo? El chico me trata de calmar –es verdad eso no importa… acomodo mi corbata –te ofrecemos los recursos del estado y una buena paga a cambio de la cabeza de Boquitas que dices? Los lasser te perseguían y pasaban por tu rostro

Sonreí al escuchar sus palabras y me acomodé en ese especial jacuzzi, notando la piel erizárseme al notar el agua caliente y el ambiente frío. 

-Mi turno- ronroneé, sonriendo.

Coloqué de forma suave a Jet en una de las esquinas del jacuzzi y me senté a horcajadas sobre él, introduciéndolo en mi interior, saliendo un leve gemido de mi boca desde lo más profundo de mi corazón. Comencé a mover las caderas, de forma tranquila, despacio, como si tuviéramos toda la noche.

-Jet, esta noche tocarás el cielo- susurré, enterrando mi cara en su cuello y besándolo.

“Aaaa qué bello es vivir” pensé, al tenerte tan cerca, tan cerca de mí, entramos en el jacuzzi y te acomodaste en mí, al moverte mi intención era tomarte de las caderas y acelerar todo “no, esto no está bien, ella dirige a su propio ritmo” no estaba acostumbrado a cosas tan tranquilas pero la experiencia estaba siendo realmente deleitante, me dejo guiar!!!!

Continué moviendo las caderas, sabiendo lo impaciente que se estaba volviendo Jet debido a la subida de tensión y a la no correspondencia por mi parte de esa carencia de placer que él reclamaba. Pero, eso e divertía y me gustaba tener las riendas, el control.

-Poco a poco- susurré, lamiendo el envés de la oreja de Jet, subiendo el ritmo de manera progresiva-. No hay que ser impacientes- reí quedamente.

Deposité un suave beso en sus labios y arañé su pecho con mis uñas aumentando aún más el ritmo, complaciendo, ahora sí, las exigencias del hombre como me pedía.

-Vamos, grita- exigí, sacudiendo mis caderas a un rito frenético, sintiendo cómo pronto llegaría al culmen de todo aquello-. Quiero oírte gritar. 

Sentía tan a flor de pie ese placer que en vez de gritar me escuchabas gemir. Yo simplemente me dejaba guiar pro lo que tus oscuros caprichos y deseos me aguardaban.

Mantengo la calma pese a la bofetada y los lasers, no me importa nada haberme cargado una operación de estos cabrones, si lo hubieran matado ellos yo no cobraría, y ahora me dan la opción de cobrar dos veces el mismo trabajo

Me agacho lentamente y recojo el cigarro que ha caido al suelo con la bofetada, doy una calada lentamente hasta que vuelve a prender

-¿cuanto?-