Partida Rol por web

El tono autoritario del Sheriff era totalmente autoritario. ¿Cómo iban a haber desaparecido el príncipe de Chicago? Menuda estupidez. Seguramente Lodin sería uno de esos vampiros que viven en una mansión que parece más una cárcel: con guardias, perros, detectores de movimiento y seguramente hasta helicópteros. Era más probable que raptaran al presidente de EE.UU. que a un príncipe vampiro.

La pregunta era: ¿Quién será el pobre desgraciado que a desaparecido? Seguramente algún vampiro afín a Lodin y al Sheriff.

El tono autoritario del Sheriff era totalmente autoritario. ¿Cómo iban a haber desaparecido el príncipe de Chicago? Menuda estupidez. Seguramente Lodin sería uno de esos vampiros que viven en una mansión que parece más una cárcel: con guardias, perros, detectores de movimiento y seguramente hasta helicópteros. Era más probable que raptaran al presidente de EE.UU. que a un príncipe vampiro.

La pregunta era: ¿Quién será el pobre desgraciado que a desaparecido? Seguramente algún vampiro afín a Lodin y al Sheriff.

El tono autoritario del Sheriff era totalmente autoritario. ¿Cómo iban a haber desaparecido el príncipe de Chicago? Menuda estupidez. Seguramente Lodin sería uno de esos vampiros que viven en una mansión que parece más una cárcel: con guardias, perros, detectores de movimiento y seguramente hasta helicópteros. Era más probable que raptaran al presidente de EE.UU. que a un príncipe vampiro.

La pregunta era: ¿Quién será el pobre desgraciado que a desaparecido? Seguramente algún vampiro afín a Lodin y al Sheriff.

El tono autoritario del Sheriff era totalmente autoritario. ¿Cómo iban a haber desaparecido el príncipe de Chicago? Menuda estupidez. Seguramente Lodin sería uno de esos vampiros que viven en una mansión que parece más una cárcel: con guardias, perros, detectores de movimiento y seguramente hasta helicópteros. Era más probable que raptaran al presidente de EE.UU. que a un príncipe vampiro.

La pregunta era: ¿Quién será el pobre desgraciado que a desaparecido? Seguramente algún vampiro afín a Lodin y al Sheriff.

Negué con la cabeza ante la pregunta de James, si hubieran secuestrado al príncipe no sólo lo sabríamos de antemano, sino que nunca hubiéramos terminado por decidir de venir aquí. Al menos no si queremos evitar la muerte definitiva. La historia no era muy clemente con los anarquistas en época de sufrimientos para los príncioes. Generalmente la guerra de poder subsiguiente acababa con luchas contra los grupos independientes hasta que se retiraban o eran arrasados. En pocas ocasiones se cuentan verdaderas victorias de estos grupos, pero todas han terminado igual, fagocitadas por las ansias de poder de aquellos que proclamaban la libertad e igualdad para todos. Y siempre era igual. Esta es una de las razones por las que trato de minimizar mi paso por las ciudades.
La situación parecía calmada a menos que al Sheriff se le fuera la mano con el fuego. De todas formas teníamos una misión que hacer y estar en Chicago no dejaba de ser un peligro. Si lograba que el Sheriff recapacitase me podría permitir el lujo de fundirne con las sombras y pasar desapercibido el tiempo que me costase reencontrarme con Raginis.
Y la verdad, por mucho que esta ciudad mejoraba a Gary, era sabido que las luchas intestinas y entre los dos grandes clanes arrastraban a todos los vampiros mientras los independientes, anarquistas y otro tipo de sectas más secretas... "Selectas" diría yo. Esperaban su momento para imponerse. No era un juego en el que quería meterme ni mucho menos. Me armé de valor y salí detrás del Sheriff.
-Espere un segundo, Sheriff. Me gustaría comentarle una cosa si es posible. Y no se preocupe. No voy a intentar nada más lejos que hablar.

Me acerco con las manos en alto hacia el Sheriff sin presentar ningún tipo de amenaza. Ni quiero que lo intuya ni quiero representarlo.
-Nosotros no somos anarquistas, ni siquiera somos de Chicago. Venimos de Gary City con un mensaje de su príncipe, Mordius, para el príncipe Lodin. No espero que pueda concertarnos una cita con él, pero quizá quiera entregarle el mensaje. Se nos pidió entregárselo en persona pero la verdad que entiendo la situación comprometida en la que nos hemos encontrado. Aunque no por ello voy a dejarlo pasar. Vinimos buscando una forma de encontrar al príncipe Lodin y has aparecido, yo no me quejo.
Espero a conocer su respuesta.

Me sorprendo ante la accion de Thomas pero al ser un recien llegado que no ha demostrado ni union ni siquiera afinidad con el grupo de momento le dejo que haga su jugada y luego ya se verá si se le ayuda que que hago.

El sheriff no pudo ocultar la mueca de fastidio. Hablar con esa chusma. Pero mantuvo la compostura y su primera reacción no fue desenfundar el pesado revolver y liarse a tiros, simplemente se limito a escuchar que le decía ese vampiro nuevo, Thomas. Después de escuchar a Thomas rio a carcajadas. ¡No soy el mensajero de nadie, chico! y le dijo algo mas Thomas, pero debido a los ruido de los vampiros en frenesí desesperados por salir de la fabrica y los gritos de Evelyn y Damien que habían empezado a discutir, no pudisteis oír que le dijo.

El sheriff no pudo ocultar la mueca de fastidio al ver que te dirigías a él. Hablar con esa chusma. Pero mantuvo la compostura y su primera reacción no fue desenfundar el pesado revolver y liarse a tiros, simplemente se limito a escucharte, y reírse a carcajadas cuando acabaste ¡No soy el mensajero de nadie, chico! Además la carta con el mensaje la tenía Sebastián, que era el único del grupo que no estaba presente en la fábrica. Si quieres hablar con el príncipe ponte en contacto con Neally, él es quien lleva la agenda del príncipe. Neally, ese nombre ya lo habías oído antes ¿pero dónde?

¡Cierra el pico! ¡Joder! Grita Damián, parece que el vampiro guitarrista esta apunto de sufrir un ataque de nervios. La vampiresa mal criada le esta poniendo de los nervios.

Reese se acerca al vampiro y le empieza a hablar con normalidad para distraerle de las palabras de la vampiresa.

-Un derrame de gasolina es algo serio, lo mejor sería empaparla cuanto antes con serrín, arena o algo similar ¿tenemos algo así a mano?

Miro al Sheriff con cara de desgana. No me cabe la menor duda de que será un poderoso cainita, pero lo que ha dejado claro es que tiene más cojones que cerebro. No deja de ser una oportunidad como para impresionar a un cabezahueca si se necesita pasar más tiempo del necesario en una ciudad.
-Mira, no dudo de que seas un vampiro poderoso, pero ser un martillo sólo te trae problemas, como ahora, que no has pensado nada bien cómo afrontar ésta redada. Podrías haber muerto gratuitamente y tienes que ver la ironía de que un muerto muera dos veces. No se lo que estás buscando ni nosotros tenemos nada que ver con los anarquistas de esta ciudad pero una cosa es clara para los ojos que quieren verlo. Esta gente se hace llamar anarquista porque no tienen nada de peso ni de poder en la ciudad y en su condición de eternos... no pueden estar en un segundo plano, si fueras inteligente harías que estos fueran tus martillos, es fácil, sólo hace falta hacerles creer que su opinión y su posición en la ciudad implica algo. No sólo mostrarán fidelidad sino harán lo que sea por conservar "su poder" y tratar de escalar. ¿Que tendrás que hacer concesiones? Evidentemente, pero el botín ciertamente lo merece. Imagina un ejército enrabietado de Brujah. No existe en el mundo una manada Sabbat capaz de aguantar semejante envite. Piénsalo, reducirás el número de anarquistas hasta el mínimo y no necesitarás jugarte la no-vida de esta forma. ¡Ah! y dudo que semejante movimiento pase desapercibido a ningún príncipe.
Me despido y voy hacia mi grupo. Aunque ya estoy más calmado aun queda en el aire la promesa de fuego que no me gusta nada en absoluto, al menos no soy uno de los que están arañando las paredes de la fábrica. Eso ya es algo.

Vuelvo junto al resto del grupo, algo más calmado y medianamente satisfecho, más o menos. Ya a su lado hablo para que sólo ellos me escuchen.
-Al parecer vuestro amigo va a tener mucha más suerte que nosotros, el cainita con el que se va a reunir, el tal Neally, es el que nos puede conseguir una audiencia con el príncipe, lleva su agenda. Con suerte podremos salir de aquí y llamarle para que no se le pase, si la cosa va bien es posible que a lo largo de esta semana tengamos la audiencia con el príncipe y podamos marcharnos de aquí. Bueno, si es que queréis marcharos. A mi particularmente no me gustan nada las ciudades.
Espero a ver que decide hacer el resto.

Bueno, había hecho un comentario estúpido pero a nadie pareció importarle. Es más, le interesaba parecer estúpido (o demostrarlo, según se mire) y le alegraba saber que sus mayores miedos no fueran realidad.

Ante el comentario de Thomas no pudo contener una sonrisa sincera, era la primera vez que Thomas le veía sonreir de verdad, sin ironías o mofas.

Bueno, al menos en algún sitio van las cosas bien. A ver si podemos salir de esta vivos...  Dijo mirando al Sheriff de manera seria.

Ya más calmado me dedico a ver mejor lo que me rodea y veo una cosa que me deja un buen sabor, por fin Thomas a decidido reaccionar y a sido a favor nuestro. Bueno como tu has llevado la iniciativa sera mejor que nos guies, pero habria que avisar a Sebastian aunque no se si el hecho de que venga no nos causará más problemas con la situación de que el fue abrazado sin el permiso del principe aqui ( esta última parte la digo lo más bajo posible para que solo me oigan ellos ).

El sheriff escucho el largo discurso con cara de aburrido. Mira chico, estoy tratando de ser educado contigo. ¡Pero no me digas como tengo que hacer mi trabajo! Parecía que no iba a dar su brazo a torcer, y menos con los consejos de un recién llegado a la ciudad que se codeaba con Anarquista. Puede que los consejos fueran buenos, pero la situación y la compañía no eran la mejor para darlos. Puede que tu tengas un pase y que te confundieras de lugar, así que te daré un consejo; sal corriendo de esta madriguera de ratas antes de que decida prenderle fuego.  Luego el sheriff se giro y siguió subiendo las escaleras.

Los dos vampiros que estaban discutiendo entre ellos se giraron a la vez y gritaron a Resse, que les había interrumpido. ¡¿Qué?! Gritaron los dos a la vez, ajenos al peligro de la situación. Pero Damian consiguió recobrar el control y pensar fríamente. No, no hay nada que yo sepa… además el edificio es viejo, algunas de las vigas son de madera y está lleno de polvo. La respuesta de Damian no era nada halagüeña, el edificio era una antorcha dispuesta a arder. Solo hacía falta que el sheriff decidiera arrojar una cerrilla después de abandonar el edificio, y no había nada que le impidiera hacer eso.