Partida Rol por web

Cuando Tessa apartó las manos que tapaban su rostro en aquella oscuridad, de camino a la cocina, llegó a pensar que de nuevo aquella sombra no era otra cosa que sus propios demonios que acudían de nuevo a atormentarla. Así que cuando tropezó con el espejismo se sobresaltó por lo real del mismo y soltó un pequeño grito al tiempo que lo empujaba con sus fuerzas. Pero lo que se encontró fue con el torso de su anfitrión mientras caía sobre el y ambos daban con su espalda contra el suelo enmoquetado.

- ¡ Wow!. Lo siento, no quise asustarte. Desperté y... creo que tuvimos la misma idea de ir a visitar la nevera. Se excusó sin percatarse de lo afectada que estaba Tessa, a quien tenía encima en esos momentos.

- Ahm...Ni te vi llegar, eres muy sigilosa y tienes mas fuerza de lo que habría dicho en un primer momento. Dijo rompiendo ese silencio que se había creado por un momento en la corta distancia que los separaba.

"Otra vez, otro espejismo... Tessa, debes controlarte" me repetí mientras caminaba directo hacia la sombra que estaba viendo en la cocina.

-Auh!!!

De golpe caía encima del hombre con torso desnudo que estaba delante mío. No era una ilusión o una pesadilla de mi mente febril sino Dave, quién me dijo.

- ¡ Wow!. Lo siento, no quise asustarte. Desperté y... creo que tuvimos la misma idea de ir a visitar la nevera.

Lo miré, incrédula. Era tan guapo en un primer plano aunque de pronto su rostro cambió en uno de los atacantes, para volver a ser él a los segundos.

- Ahm...Ni te vi llegar, eres muy sigilosa y tienes mas fuerza de lo que habría dicho en un primer momento. 

Exclamó y lo observé con una mezcla de nervios y tristeza, mezclada por la atracción que tenía para mí.

-Lo... siento -balbuceé intentando pararme. Mis brazos se aflojaron y caí de nuevo pero ahora de espaldas sobre el suelo. De pronto fue demasiado para mí, las lágrimas comenzaron a derramarse a tropel y no podía detenerlas.

-Ellos me lastimaron, y yo...

Sollozando seguí así unos segundos antes de declarar:

-Yo los maté a todos... a cada uno de ellos...

Dave no se esperaba verla llorar, esa situación le entristeció y enfureció a partes iguales, sobretodo cuando entendió que de alguna forma, lo que le había sucedido tenía que ver con algún tipo de abuso sobre su persona.

- Dios, estas temblando Tessa. Tranquila...tranquila, ahora estas a salvo, no dejaré que te hagan daño. Se agachó para estar a su lado y le dió un abrazo, rodeando así con su cálida presencia a la joven que en cierto modo sintió cierto alivio de poder soltar ese peso que la ahogaba al poder confiar sus secretos en alguien, en Dave. Pero no todo era bueno, al mismo tiempo se sintió arder y se maldijo por esa droga que le habían dado. Los malditos efectos perduraban debían alterarla de forma hormonal y maginificaban esa atracción hacia el hombre que la consolaba.

- Vamos se que eres una chica fuerte, regálame una de esas bonitas sonrisas que se que tienes. Dijo con tal de animarla, posando su mano en su barbilla para que alzara su rostro y su mirada, fija en el suelo y se encontrara con la suya, a escasa distancia.

Vi en sus ojos la comprensión de 1ue algo realmente truculento me había ocurrido. Sus palabras eran un intento de calmar mis sollozos y romper esa oscuridad que me apretaba.

Cita:

Su presencia era reconfortante pero dentro de mí aun estaban los efectos de las drogas. El calor, esa maldita fiebre volvía a arder con fuerza. Su proximidad ahora tenía otros efectos en mí.

Cita:

Dijo con su voz apacible mientras levantaba mi barbilla para que lo mirara. Sus ojos claros eran como faroles que iluminaban mi camino y era en sí tan guapo. De pronto sentí perder el control de mi voluntad.

”Debo controlarme… tengo que hacerlo. Tengo que...!

Pero en ese momento mi deseo pudo más y acorté la distancia entre nosotros presionando mis labios contra los suyos, buscando el contacto de su piel mientras la mía quemaba.

El beso le cogió desprevenido por un momento. No es que no lo deseara, ni que disfrutara con el, simplemente no lo vio venir y eso hizo que por su parte fuera un poco frio.

- Tessa yo...la miró a los ojos en cuanto se hubieron separado pero casi como si tuviera un muelle en su cuerpo regresó a ella de inmediato, tomando esta vez el la iniciativa.

Y esta vez si que fue un beso sentido, con calidez y un punto de pasión en el que probó los sabores de su boca. - Te deseo desde la primera vez que te vi. Le confesó en ese momento en el que tomaba aire, ordenando entre sus dedos la melena de la joven. Acercando su olfato para deleitarse con el aroma de su suave cuello. - Pero no quiero que hagas nada que realmente no desees o estas segura.-

Cuando me dijo algo, pensé que había cometido un error, pero enseguida él volvió a mí y su beso fue cálido, intenso. Todo mi cuerpo respondió a ese contacto... me estaba descontrolando de nuevo. Lo deseaba con locura y, a diferencia de esos jodidos mafiosos, él me había gustado desde el día uno.

 - Te deseo desde la primera vez que te vi.  Pero no quiero que hagas nada que realmente no desees o estas segura.-

Me confesó, tomando aire. Sus dedos acariciaban mi oscura melena, sus ojos me derretían con ese mirar dulce que solo él parecía tener a la perfección.

"Estás bajo el efecto de la droga, Tess. Díselo... pero también lo quieres..."

Antes de poder pensar volví a besarlo, una dulce y prolongada unión entre nuestras bocas. Tomé aire nuevamente.

-Me dieron algo... me inyectaron una cosa. Creo... creo que esa sustancia me hace sentir ...- aclaré mi cabeza, era jodidamente difícil con las ganas que tenía de hacer otra cosa -me hace sentir excitada todo el tiempo. Pero no es solo la droga. Yo quiero esto... necesito esto antes de volver a pensar en todo aquel infierno.

Ahora era su decisión si me deseaba así, o si no quería seguir con esto de aquella forma. Yo lo deseaba, y sabía que no solo era la droga.

-Por favor... te necesito.

- ¿Que te hicieron..donde?. Dijo preocupado al enterarse que le habían inyectado algún tipo de droga, pero se tranquilizo cuando ella le trasmitió lo que sentía en realidad, mas fuerte que ningún efecto psicotrópico. Entonces de nuevo la besó, no podía evitarlo, ahora que ambos se habían sincerado no tenía porque reprimir lo que sentía.

- Yo también te necesito..- La miró a los ojos al separarse y tras eso tiro de la blusa despacio hacia arriba, haciendo que ella levantara sus brazos para sacar esta sobre sus cabeza, alborotando así su melena.

- Eres preciosa dijo admirando parte de su desnudez. Entonces la tumbó y empezó a jugar entre besos y caricias, bajando por su cuello hasta sus pechos donde demostró como de travieso podía llegar a ser con su lengua y atenciones.

Cuando le dije lo que me habían hecho se quedó preocupado, y quiso saber más. Por fortuna para mí, ya que no deseaba decirle nada ahora mismo, volvió a besarme. El saber que me gustaba él, que lo necesitaba a él, no por ninguna droga sino porque me gustaba desde el día uno, y entender que precisaba esa liberación, dejó el tema para después.

“Sí… después…”

- Yo también te necesito..-

Anunció mientras me quitaba la única prenda que cubría mi anatomía. Fuego ardió en mis mejillas,y al tumbarme y comenzar a besar mi piel, ese fuego se hizo más febril. Su boca recorrió pedazos de mi anatomía hasta detenerse en mis senos. Antes de que los labios que me volvían loca tocaran mi carne, ya estaba demasiado excitada. Jadeé demasiado fuerte cuando su lengua repasó la piel sonrosada de sus cimas.

Me dijo que era hermosa y lo único que respondí fue:

-Ahhh… …-

Estaba respirando como si no me alcanzara el aire del cuarto, necesitaba más. La droga solo me sensibilizaba pero el deseo ya estaba presente. Era como no tener innibiciones, y se sentía fantásticamente sexy.

No contento con disfrutar de la carne de sus senos, Dave prosiguió su tour descendiendo con su lengua, siguiendo una linea imaginaria que tan solo el conocía. Un camino que tenía otra parada en el estómago, donde el ombligo de Tesa pronto sintió el hormigueo de ese resbaladizo icor.

Los besos que le daba a ambos muslos se escuchaban en el silencio de la noche, tan solo silenciados por los gemidos placenteros de la mujer. Fue pronto que se dejó de rodeos y preámbulos para centrarse el la flor que se abría ante el. Tomó sus pétalos, recorriendo sus suaves pliegues exteriores y como si de una abeja recolectora se tratara terminó probando el néctar de lo mas profundo de su ser., todo ello sn soltar su mano temblorosa.

Su boca siguió camino hacia abajo, hasta encontrarse con mi ombligo, el cual tembló ante los recorridos de su extremo. Cerré los ojos y me mordí los labios cuando él continuó bajando...

"Oh... cielo santo!!"

Sus besos en la carne interna de los muslos me hicieron hervir pero nada me había preparado para cuando su lengua invadió la entrada de mi sexo. Un gemido largo escapó de mi boca, otro le hizo eco. A medida que él exploraba la abertura, mi cuerpo empezaba a perder todo el sentido.

Me agarré al barandal de la cama y lo apreté con fuerza. Abrí los ojos de golpe y jadeé con fuerza.

-Oh Diosss!!!

Su lengua empezó a hacer que mi sexo, su parte más sensible, se inflamara y me hiciera sentir cada pasada como si me fuera a matar de placer. El orgasmo se acumuló en la pequeña zona entre mis piernas que parecía electrificada ya.

-Me muerooo...!!

Volví a jadear, ahora torciendo mi columna hacia arriba, curvándome como un gato o algo así.

Cuando Tesa consiguió sentir el orgasmo bajo las atenciones de Dave, este cesó en su empeño y separó su boca de ella. Estaba excitado, no cabía duda por el vuelto en su apretado pantalón. Pero en lugar de seguir para darse el ahora el placer de la carne la besó de forma tierna.

- Me alegro haberte ayudado a relajarte, pero no quiero hacer nada que no desees, mas después de lo que has pasado últimamente. La miró a los ojos, sin reproche, tan solo conectando con ella en espíritu y sentimientos encontrados.

Me besó, luego de que mi cuerpo se subió a una montaña de placer, él me besó en vez de satisfacer su propio deseo. Sus palabras me llenaron de confianza, más incluso que la que tenía. Y lo amé en ese momento como no había amado a ningún otro hombre.

Estiré mis brazos y acaricié el cabello de su nuca mientras lo miraba con embelesado encanto.

-Quiero esto -le dije -realmente lo quiero. Entonces me podré acordar de ti y de nuestra unión cada vez que las imágenes de horror que me atormentan vuelvan a venir.

Para que no le cupiera duda sobre mi afirmación bajé mis manos por su espalda, hasta su cintura, y las deslicé desde allí hasta su entrepierna para darle suaves roces. Por como estaba de rígido me parecía seguro que él también lo quería.

-Hazlo... 

Le pedí de nuevo con dulzura.

- Yo también lo deseo..- Dave no pudo mas que asentir tan conforme como excitado y la punta de su glande no tardó en buscar su húmeda entrada. Tanteo sus suaves labios exteriores hasta acabar introduciéndose despacio. Primero poco, tan solo unos centímetros con los que jugó moviendo sus caderas hacia delante y hacia atrás en un gesto que endurecía sus marcado glúteos.

- Mmmmmph...- Mientras la penetraba ya mas profundo no perdía el contacto con sus ojos a la vez que se acercaba para poder besar sus labios. Deslizó sus besos hasta su cuelo, bajo su oreja hasta descender hasta uno de sus hombros.

Los dos cuerpos desnudos que retozaban envueltos en sudor giraron sobre si, cambiando el orden de quien estaba arriba llevando el ritmo. En este caso era ahora Tesa la que había terminado sentada sobre Dave cuando este se dejaba caer de espaldas sobre el lecho al girar a un lado. 

- Eres preciosa.- Jalando a esta por las caderas con sus fuertes manos, siguiendo así el contoneo de estas mientras ella subía y bajaba. Sin duda admirando su figura desnuda donde era muy caliente su visión, con el balance de su cuerpo y redondeces al cabalgar unidos por sus sexos.

Pasados unos minutos el rostro de Dave se enrojecio y se tensó ligeramente.- Estoy...llegando, cerca de hacerlo.- Le advirtió para no esparcir su semilla en su interior.

Él también lo deseaba así que empezó con gentileza a entrar en mi cuerpo. Las sensaciones se acumulaban con cada empuje, cada centímetro que su sexo horadaba el mío. Sus ojos no me abandonaban y sus labios me llenaban de besos. Jadeé el aire lentamente, busqué su boca y devolví sus besos. Entonces nos dimos vuelta y yo estuve encima suyo. Me dijo lo hermosa que era y respondí con movimientos de mi cuerpo: subiendo y bajando mis caderas y mirándolo con intensidad.

-Te adoro... mi salvador -le dije y aumenté el ritmo. Vi sus ojos llenarse de estrellas y sentí su cuerpo tensarse. El mío mismo también lo hacía.

 Estoy...llegando, cerca de hacerlo.- 

Asentí con la cabeza y entonces realmente me moví, haciendo que mi anatomía se llenara de fuego. Un gemido agudo escapó de mis labios a medida que el orgasmo me llegaba. Sabía que Dave se correría conmigo y quería eso, así que no dejé de moverme, seguí estimulando a mi hombre.

"No es tuyo Tessa, pero puedes soñar con eso..." pensé con regocijo. Al menos ahora era mío, al menos por este segundo glorioso.

Dave soltó un sonido agudo de sus labios, como dejando escapar el aire de sus pulmones a medida que llegaba y liberaba la tensión dejandose llevar por el clímax que le embargaba. Y lo hizo en el mismo momento que ella también sucumbía a sus emociones, para acabar así abrazado a ella no sin antes volver a probar sus labios.

Después se dejó caer para acabar tumbado a su lado.- Ha sido estupendo.-Afirmó con una sonrisa, acariciando los cabellos de quien se acurrucaba junto a su pecho. - Quédate conmigo...esta noche, y mañana. Luego te llevaré donde quieras.- Habló sin mirarla, de hecho parecía pensativo, con la mirada perdida en esa oscuridad de la sala que los envolvía en mitad de la noche.

Nos unimos en un orgasmo perfecto y me sentí completa. Una parte de mí, sin embargo, temía el final de aquello, como si todo fuese una ilusión a punto de romperse. Por eso sus palabras me llenaron de un cálido regocijo que hizo vibrar cada fibra de mi ser:

 - Quédate conmigo...esta noche, y mañana. Luego te llevaré donde quieras.- 

Me senté suavemente y lo observé con una mezcla de amor y miedo. E hice lo último que debería haber hecho: me puse trabas.

-No hace falta que me digas esas cosas, solo fue sexo -dije, y no entendía por qué mi boca pronunciaba aquello si mi corazón estaba bastante loca por él.

-Solo... solo me iré ahora a acostar. Lo siento...

"Porque temo dañarte, porque no sé qué demonios soy. No sé qué me hizo la droga o hasta dónde puedo controlarme si es que los restos de ella me harán ser una especie de ninfómana. No quiero que me veas así. Además tienes a alguien, hay un toque femenino alrededor. No puedo enamorarme de nadie, no puedo confiar en nadie. No ahora..."

-Lo siento. Estoy confundida, no espero que me entiendas... yo misma no lo hago.